Ya habia pasado un mes y medio desde que Margaret habia comenzado a trabajar como secretaria y no sabia como habia logrado durar tanto, era torpe, no sabia como contestar el telefono pero en lo unico que era buena era en la mecanografia aunque a veces tenia algunos errores.

En su hogar las cosas habian mejorado, su madre tambien habia conseguido un empleo de medio tiempo para no descuidar a su hija, Margaret tambien habia retomado su relacion con Nick O' Malley, su vecino de toda la vida, quien habia gustado de ella desde que se conocieron, habian sido amigos durante la secundaria pero cuanod Nick se marcho hacia la uiversidad dejaron de tener contacto. Ultimamente se cruzaban mas seguido en la parada de colectivo y conversaban un monton, hasta que un dia Nick la invito al cine y asi comenzaron a salir.

El señor Turner le parecia un hombre extraño, serio y metodico, todas las mañanas antes de entrar a la oficina se encenia un cigarillo y no volvia a probar otro hasta termirar el dia laboral, Margaret siempre lo observaba tratando de decifrar el misterio que representaba, nunca hablaban mas alla de las cosas que Alexander le pedia.

Un dia al entrar a la oficina Margaret se encontró con el señor Turner regando una planta que tenia, estaba tan inmerso en lo que estaba haciendo que ni siquiera había notado su presencia, ella se quedo parada alli esperando que se diera vuelta pero el seguia si notaria. señor- tosió para que se diera vuelta
-ah Margaret - volteo
-gracias, necesito que me traigas el informe sobre la fabrica de automotores
- pero señor ese informe lo desecho pues no iba a tomar el caso
- si pero cambie de idea y lo necesito ahora- la miro y se sentó en su escritorio
Rápidamente ella fue hacia los contenedores de basura y se metió, y esto lo sorprendió, mientras la observaba a través de la ventana pensó que ninguna de sus ex secretarias hubiera hecho algo así,meterse en en la basura sólo por que el se lo había pedido.
Depues de unos minutos ella regreso con el informe en manos y se lo entrego.
- ya no lo necesito resulta que tenia una copia guardada en unos de los cajones - dijo y continuo trabajando

Margaret se retiró sintiéndose una tonta, el día continuo apacible, dos clientes acudieron a una reunión y luego se quedo ordenando el archivero. Pero hacia la tarde una señora de aspecto imponente se hizo presente, era hermosa, con una figura estilizada.

- hola ya la atiendo, podría esperar- dijo Margaret mientras atendía una llamada de una vendedora de seguros- si pero ya tenemos un plan
- dile a Alexander que estoy aquí
-si en un momento la atiendo... Ya le dije que no necesitamos
- ALEXANDER! !!- comenzó a gritar en dirección a su oficina
- señora - dijo Margaret interponiendose en su camino - señora no puede entrar ahí
- soy su ex esposa sabias querida? Decile al cobarde de tu jefe que salga

Margaret golpeo la puerta pero el no contestaba entonces entró , la oficina se hallaba vacía.
- sr. Tuner - llamandolo se dirigió al baño
Al escuchar los gritos de Taylor, Alexander se habia escondido en el armario, después de dos años de matrimonio todo se habia ido al demonio y por eso tardaban tanto en divorciarse.
- chist chist- la llamo
- señor ?- dijo ella sorprendida al verlo ahí
- dile que no estoy
- pero...
- dile eso
Margaret confundida por lo que estaba sucediendo regreso a su escritorio
- disculpe pero me habia olvidado que el sr. Turner se ha marchado a una reunión
-te pensas que soy tarada - dijo enfurecida
- es la verdad - comenzó a tartamudear - hoy fue un día muy atareado
- esta bien vamos a seguirle el jueguito a ese infeliz, decile a tu querido jefe que no voy a parar hasta dejarlo en la ruina - dijo y de un manotazo tiro los papeles que Margaret tenía sobre el escritorio y se marcho.

Margaret se agachó a juntarlos, si se esuciaban tendría problemas con su jefe y ademas tendría más trabajo al tener que transcribirlos, en ese momento volvió a sonar el telefono, otra vez era de la aseguradora ofreciéndole un nuevo paquete, frustada por lo que estaba sucediendo ella corto el telefono y comenzo a llorar, saco su neceser donde guardaba una hoja de afeitar y se levanto la falda a la altura de sus muslos para poder cortarse, necesitaba librarse de la angustia que la agobiaba.

Alexander se habia asomado para pedirle disculpas por lo que habia sucedido y justo vio lo que estaba haciendo, decidió callarse y regresar a su oficina, ahora entendía porque ella era así, ahora comprendía un montón de cosas.