Capítulo 15

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Drakon POV

Sentado detrás de mi escritorio, analizo a las dos mujeres frente a mí. Ellas tienen sus ojos mirando al suelo. Me duele ver como tiemblan de miedo, miedo a lo que somos. Soy un imbécil debí decirles a las tres antes de que alguien lo hiciera, de la manera que lo han hecho. Mi mujer eta perdida en el bosque a merced de mi enemigo, uno que nunca imaginé tener, el muy desgraciado ha estado jugando conmigo y sobre todo se han infiltrado en mis filas.

-Por favor mírenme. No les haremos daño –Ellas me miran con lágrimas en los ojos –Me fastidia que me teman son la familia de mi mujer.

-Siento como si aún estuviera en coma, siendo esto una pesadilla –Comenta Dania, creo que para sí misma.

-No, somos muy reales. La raza humana nos obligó a escondernos y a tomar esta forma humana. A escondernos en estas tierras; mírense como están, ustedes son mujeres, en la edad antigua nos cazaban como animales, imagínense ahora, con la gran cantidad de armas que fabrican. Amo a Eyra. Dag y Ake las aman a ustedes, son nuestras parejas, las que los dioses mandaron para nosotros. Usualmente es una de nuestra especie, no obstante, últimamente nos envían parejas humanas –Sonrío por ese hecho, mi chica amada es más fuerte de lo que ella cree.

-¿No nos harán daño? –Pregunta una Creta muy insegura.

-Jamás te haría daño. Primero acabaría con mi vida, antes de hacer tal cosa –Dag se arrodilla frente a Creta y le toma la mano, besándola con devoción.

-Yo tampoco lo haría –Ake se acerca a Dania con cuidado, este también se arrodilla, eres la mujer que he estado esperando toda mi vida, el día que te conocí fue el día que comencé a vivir.

-Eso es lo que yo siento por Eyra. El día que la encontré al borde de la muerte, su padre trataba de rematarla ahogándola en el río, se la arrebaté y luego lo mate, debí haberlo dejado vivo y hacerlo pagar por todo lo que les han hecho a ustedes. No pude contener a mi dragón.

-Ellos estaban ahí, Aric y Andor. Ellos estaban peleando a favor de... de esos dragones –Mi furia incrementa, ¡hijos puta! Quiero que me digan como sucedió todo –Exijo.

-Dania, Creta, aquí estarán seguras. Nadie... nadie les hará daño. Estos dos que son mis más fieles amigos las aman tato como yo amo a Eyra y juro que si el dragón del este la ha dañado, lo pagará con su vida –Les hago ese juramento.

-Señor, Alastor y Celene estaban con ellos –Las palabras de Ake me llega como un puñal.

-Alastor ha sido el concejero de la familia, su padre, su abuelo lo fueron también –Mi ira aumenta.

-Señor –Nael entra en mi estudio tranquilo para no asustar a las mujeres.

-Alastor, no ha estado en el Castillo desde que ellos salieron. Un guardia lo vio salir minutos después de la salida de las señoritas –Nael me mira con decepción.

-¿Cómo no lo vi? –Tomo nuevamente asiento decepcionado.

-Creo que la confianza que le había dado su padre a él hizo que usted le diera su confianza. Y considero que debería indagar si realmente sus hermanos son traidores y si ellos fueron los causantes de la muerte de sus padres –Nael me mira a los ojos algo me está escondiendo.

-Damas vayan a descansar. Dag, Ake; asegúrense de que estén cómodas, luego regresen de que hay cosas que debemos aclarar –Ellos asienten, las últimas palabras de Nael llaman mucho mi atención.

Minutos después Dag y Ake regresan les indico que tomen asiento y así lo hacen.

-Nael, ¿A que te refieres con tus últimas palabras? -Lo interrogo.

-Lo que quise decir es que, si él está involucrado en el secuestro de la señorita Eyra y estuvo diciéndole que ella no era para usted, puede que haya inculpado a sus hermanos, a ellos nunca los creí capaz de matar a sus padres -Medito sus palabras, Darlon era el preferido de papá, mamá siempre estaba con Dramon y conmigo. Siempre vi amor en los ojos de mis hermanos.

Analizo cada una de sus palabras, conectando cada palabra con hechos; no niego que su razonamiento con el trato de Alastor hacia Eyra, cambio a los pocos días de su llegada. Pienso que nunca se imagino que mi pareja fuese una humana, ha estado muy ausente en sus deberes, me desconecto de todo. Ake y Dag están patrullando y dar con esos humanos despreciables.

*****

Mi paciencia llega a un límite, son tres días desde la desaparición de Eyra, no hemos tenido noticias de ella por lo que he salido a patrullar, sin tener éxito, bajamos a un claro a descansar.

-Señor, iré a patrullar bordeando el rio -Ake me informa de sus intensiones a lo que no me opongo. No sé cuánto tiempo pasa mientras descansamos.

Un revoloteo de alas llama mi atención, miro al cielo dándome cuenta de que es Ake.

-¿La has encontrado? -Le pregunto al verlo agitado.

-No señor. Es un pequeño regimiento de cazadores. Son del reino del este. Creo que están buscando a la señorita Eyra -Mi dragón se remueve en mi interior. Viajábamos en esta forma para ocultarnos mejor, pero no puedo permitir aeta invasión.

-Deben estar cansados, por lo que atacaremos ahora que están con la guardia baja -Le digo a todos mientras dejo que mi dragón tome el control. Ake nos guía hacia donde se encuentran los invasores.

Ake nos hace señas para que bajemos y volvamos a nuestra forma humana, para no alertarlos y así lo hacemos, nos acercamos con el mayor sigilo, a unos cincuenta metros diviso a los vigías, en total Ake conto unos diez.

-Solo dejen vivo a uno -Él nos dirá lo que deseamos saber.

Atacamos como una tormenta, como ordené dejamos a uno solo vivo.

-¿Dónde está Eyra? -Lo interrogo tratando de mantener a mi dragón a raya.

-Crees que te voy a decir -El idiota se ríe.

-No me tientes -Le advertí.

-No me importa me has dejado con solo un ala, no tengo nada más que perder. No voy a traicionar a mi rey -Singue riendo con una mueca de dolor.

-Creo que este dragón desea morir mi rey -Comenta Dag.

-Que sea doloroso, tienen que pagar por lo que han hecho -Espeta Ake, él dragón frente a mi abre muchos los ojos. Tiene que entender que no bromeo. Desenvaino mi espada.

-Esta espada les ha pertenecido a mis antepasados. Quienes mataron a mis padres la menospreciaron. Tiene mucho valor y sobre todo muy filosa, capaz de cortar nuestra piel de dragón -Son río con suficiencia. Me mira aterrado.

-Esta espada fue la que te corto el ala -Limpio la misma.

-¿Qu...qué va a hacer? -Pregunta temeroso.

-Dejarte inservible. Te dejaré a merced de cualquiera. Conociendo a tu rey te despreciará por haberle fallado y no servirle para nada, ya no serás más un guerrero. Sosténganlo, eviten que tome su forma humana -Ordeno para cumplir mi promesa.

-No, no. Te lo diré -Me detengo.

-¿Qué tienes que decirme? -Lo miro esperando que me diga lo que deseo.

-No tenemos a la mujer, sus hermanos han corrido como conejos asustados cuando tus dos hombres se defendieron, no sabemos donde está. Y por último tu consejero es el que le ha estado dando información a nuestro rey, él fue el que le informo a nuestro rey de la salida de las mujeres, ella escapó. Nosotros fuimos enviados a buscar a la mujer...tu mujer -Lo miro a los ojos comprobando que habla con la verdad.

-Déjenlo que se vaya -Miro a Ake, lo miro a los ojos, le hago una señal. Solo él la percibe. Camino dándole la espalda a nuestro prisionero. Cuando cree tener una oportunidad se levanta, no obstante, Ake es más rápido y le corta la cabeza. Fue un tonto sabía que no dejaría de luchar hasta el final.

-El prisionero confirmo las palabras de Nael; Alastor es un traidor, Drakon -Mi dragón ruge en mi interior, al escuchar la palabras de Ake.

-Drakon. Si Alastor ha estado brindando información al rey Asbjorn; puede que tus hermanos no sean traidores y tampoco sean sus asesinos -Me quedo en silencio, mis sentimientos y emociones me abruman. La teoría de Dag lleva mucho peso.

Los recuerdos de las acusaciones de traición a mis hermanos fueron comprobados por Alastor. Él y yo éramos los únicos que sabíamos de la salida de nuestros padres, Sin duda es un traidor.

-A nuestro regreso me encargaré de Alastor, nadie intervendrá -Todos mis hombre me miran y asienten en silencio y se esa manera regresamos a nuestro pueblo.

Al regresar mis súbditos me miran con miedo, sé que hay algunos, los más viejos piensan que tener una pareja humana me hace débil, se equivocan Eyra es la mujer más fuerte que conozco. Ella ha luchado en contra de su familia biológica, del odio que sienten por ella, al morir su madre al nacer. Culpar a un bebe es un acto de cobardes. Tratar de matarla aun peor, cuando encuentre a los cobardes de sus hermanos se los daré a Ake y a Dag para que decidan que hacer con ellos, ellos ultrajaron a sus parejas.

También es hora de buscar a mis hermanos, Alastor los incriminó espero que al menos mis padres se hayan dado cuenta y los perdonaran antes de morir, me siento culpable por no defenderlos, mi corazón nunca me engaño, siempre supe que ellos son inocentes, les pediré regresar, es más le daré a Darlon el trono es él el verdadero rey de nuestro reino, así podré vivir una vida tranquila con Eyra y mis futuros hijos, no obstante tendremos que vengar la muerte de nuestros padres, sé que el rey del este no se quedará de manos cruzadas al saber de la muerte de sus hombres.

Al acercarnos escucho gritos, eso me preocupa. Aceleramos el vuelo, cuando llegamos lo que veo me deja sorprendido, hago notar nuestra llegada con rugido y una llamarada de mi fuego, al momento todos para de luchar, mi atención se centra en la mujer que está enfrascada en una lucha con uno de mis guardias, regreso a mi forma humana, me importa muy poco que me vean desnudo, aparto al guardia de ella, la miro de pies a cabeza esperando no encontrar ninguna herida, golpe o rozadura, nuestros ojos se conectan, la tomo entre mis brazos y la beso con posesión, al principio se resiste, sin embargo sede, pasa sus brazos alrededor de mi cuello para corresponder mi beso. Sus lágrimas corren por sus mejillas.

-Lo siento, tuve miedo -Solloza cuando termina de hablar.

-Mi señor, tenemos a los traidores -La voz de Alastor, hace que mi dragón salga a flote. Pongo a Eyra a mi espalda, no permitiré que la dañe.

-Tu y yo tenemos una cuenta que saldar, Alastor -Todos se apartan al ver mi dragón. De reojo logro ver a mis hermanos transformarse, así como Alastor. Dag y Ake toman a sus mujeres y a Eyra para protegerlas.

-Nadie, intervenga el traidor es mío – Las miradas de asombro no se dejan esperar.

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