EPÍLOGO 1

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Eyra POV

Habíamos vencido al ejercito del del rey del este, capturado a los traidores, mis hermanos estaban en las mazmorras del castillo, sien castigados por Ake y Dag, ellos se cobrarían el hecho de haber casi matado a sus parejas; me sentía extraña porque ese hecho no me afecta en lo más mínimo, creo que ellos se encargaron de matar cualquier sentimiento o consideración a ellos.

-Mi reina -Ake entra en la sala llamándome.

-Dime, Ake. Por cierto, deja de llamarme reina. Soy como tu hija -Le sonreí. Miro a su alrededor viendo a un par de sirvientes que siempre están cerca de mí.

-Lo siento, señora es el protocolo. Le traigo un mensaje -Enarco una ceja instándolo a hablar.

-Sus hermanos, han pedido hablar con usted. Drakon nos ha dicho que le informemos y que usted tome la decisión de bajar a verlos -Eso me sorprende.

-¿Sabes que es lo que quieren? -Suspiro fastidiada. Entre los malestares normales del embarazo y mis hormonas me sentía cansada.

-Hablar con usted. Imagino que apelaran a su relación consanguínea y así pedir clemencia -Niego con la cabeza.

-Iré, los escucharé, sin embargo, la sentencia fue dada -Me levanto con dificultad, ayudada por Ake. Llegamos a las mazmorras con mucho esfuerzo para mí. No reparo en las demás celdas, se que los traidores incluida Celene están en una de ellas.

-¡Eyra! -Exclaman mis consanguíneos. Los miro sin que su actual estado me afecté, están golpeados magullados, el aspecto imponente que tenían la ultima vez que los vi. No se me escapa que dirigen su vista a mi vientre, si es muy grande para tres meses.

-Estoy aquí, ¿Qué quieren? -Los miro sin un rastro cariño o aprensión.

-¿Estas esperando una cría de ese monstruo? -Palabras equivocadas, mis hormonas se revuelven.

-¡Cállate! Agradece que mi esposo los dejo con vida, porque si fuera por ellos ya estuvieran sirviendo de abono a las plantas -Señalo a Ake y a Dag que están a mi lado.

-Eres nuestra hermana -Comenta mi hermano medio y suelto una muy sarcástica carcajada.

-No han dejado de ser la mierda de siempre. No soy su hermana muy claro lo dejaron saber toda mi vida. Nos pario la misma mujer, por desgracia llevamos la misma sangre, no obstante, para ustedes fui como el jinete de la muerte. Nunca me demostraron ningún sentimiento. ¡NADA! -Les grito.

-Mi señora cálmese -Dag trata de calmarme.

-Tranquilos chicos -Los calmo a los dos.

-Nuestro padre nos obligaba -Dijeron ambos.

-Ambos fueron conscientes de lo que me hacían. Pudieron haberse negado, marcharse y no ser parte de su odio, en lugar de eso siempre fueron cómplices de todo, incluso fueron crueles con todos aquellos que me demostraban empatía conmigo. Casi matan a las única personas que me brindaron un hogar -Ake y Dag gruñen.

-Así que no ustedes decidieron solos su destino asúmanlo -Me giro para salir, sin embargo, las palabras de mi hermano mayor me detienen.

-Espero que mueran -Escupió con odio.

-Lo sé, sé que moriré en algún momento, no obstante, no será el día que mi bebe nazca. Ni en los momento más difícil son humildes, su soberbia los llevará a la muerte Con esas palabras los dejo, ellos no dejar de proferir miles de maldiciones.

-No les queda mucho tiempo señora. Drakon ha decidido dar una lección a los humanos. Muchos saben de nuestra existencia. Unos nos temen, otros nos odian y unos muy pocos les da igual. Quiere que entiendan que podemos coexistir, pero que también sepan que si nos atacan les devolveremos el golpe -Ake comenta.

Llego a mi habitación y me acuesto, recuerdo las palabras de mis hermanos, ya nada que venga de ellos me afecta. Ellos decidieron su destino, de todos modos, nunca me vieron como su hermana.

*****

Suspiro pesadamente, hemos venido a la ciudad donde viví por algunos años, a nuestra antigua casa; ya tengo cinco meses de gestación, mi vientre no deja de crecer, Drakon está preocupado, ya que es más grande de lo normal para una mujer dragón, ha estado inquieto, sus hermanos se lo han tenido que llevar para que queme energía ya que se niega a tocarme, está preocupado por mi y nuestro hijo, se siente culpable cada vez que me mira hacer una mueca porque nuestro hijo se mueve.

-¿Estás lista? -Me tiende sus manos para ayudarme a levantarme, cuando escuchamos a la asistente médico llamarme.

-Buen día Eyra. Señor Drakon -El doctor nos mira con reproche, debe ser porque hasta ahora vengo a un control médico, cuando llegamos me hicieron una serie de exámenes, Drakon estaba inquieto por ser tocada por otras personas, su dragón está muy tenso, preocupado por su cría.

-Buen día doctor -Respondemos ambos.

-He visto su registro médico Eyra. Por lo avanzado de su estado, me parece imprudente e irresponsable que no llevara el control desde que se enteraron de la concepción. Ambos necesitan vitaminas para poder llevar este proceso de manera normal -Él doctor mira de uno al otro esperando algún comentario.

-Doctor vivimos muy lejos y se nos hace difícil estar viajando lo tomaremos en cuenta para la próxima cita -Concedo ante el doctor para que no nos denuncie, mantengo la mano de Drakon porque siento a su dragón y mi bebe lo siente también.

-Bien, los resultados de tu sangre están muy bien, solo hay un componente que no reconocemos, nada que este haciendo algún daño, pero no es normal y sobre todo desconocido -Drakon me toma de la mano, me sonríe. Es parte del ADN de dragón de mi esposo, nadie nunca sabrá la verdad.

-Espero que no sea nada de lo que debamos preocuparnos -Comenta mi esposo.

-Hasta el momento no es un riesgo para ambos. Ahora vamos a hacer una ecografía para ver que tal va su formación -mi corazón ce acelera hoy conoceremos a nuestro hijo o hija. Drakon está feliz con ser padre independientemente si es niño o niña.

Con ayuda de mi esposo me acuesto en la camilla para luego exponer mi vientre, Magnus el Dragon de Drakon esta rugiendo de ira al ver como el doctor toca mi vientre, tomo a Drakon de la mano para que se calmen, deben de entender que es inevitable, el gel frio me hace estremece, Drakon se tensa, le sonrío para que se calmen.

El sonido del ecógrafo rompe el silencio, el sonido del corazón de nuestro bebe se deja oír fuerte y claro en la habitación. Nos miramos a los ojos con sonrisas dibujadas en nuestro rostro.

-Miren la pantalla, ahí están -Ambos giramos nuestras cabezas al oír "ahí están". Son mellizos, vamos a ver si se dejan ver -Comenta el doctor.

-¿Usted cree que se dejarán ver? -Pregunta el ansioso padre de mis hijos.

-Si, y ahí esta el primero. Un chico sano, veamos a ver si se puede -En doctor mueve el transductor, sin embargo, vemos como nuestro hijo se mueve impidiendo que podamos ver a su hermano. Es extraño. Miro a mi esposo este sonríe.

-¿Qué es tan gracioso? -Le pregunto muy bajo, para que solo nosotros oigamos.

-Cuando lleguemos a casa -Me dice dándome un beso en la frente.

Al regresar a la mansión tras de unos días en la ciudad, Drakon se niega a compartir lo que sabe o al menos sospecha de nuestro bebe, todo el camino estuve picándolo para que me dijera, pero el muy infeliz se ha negado en compartir sus sospechas.

-No me vas a decir ¿verdad? -Le cuestiono, mis ojos me arden, estoy muy sensible, me había advertido de mis cambios de humor. Me siento mal, la ira, la tristes y la felicidad están burbujeantes.

-No llores, es solo una sospecha. Sabes, los partos de gemelos o mellizos en nuestra especie es poco común. Cuando sucede se celebra en grande -Me besa en los labios.

-Hoy voy a complacer a mi esposa -Se desnuda lentamente, lo que me provoca y lamo mis labios. Tenía varios meses de que no me tocaba de manera intima. Mi cuerpo lo extraña, lo anhela. Me hace suya una y otra vez, despacio , con amor.

*****

La madruga estaba tranquila, hasta que un fuerte dolor me aguijoneo el vientre, me desperté dando gritos.

-Me duele Drakon. Llévame al hospital - Le ordené.

-Tendremos que ir volando, estos niños se han adelantado dos semanas -Lo hace se convierte Dramón y Darlon vienen detrás de nosotros escoltándonos, mi madre y mi hermana vienen en el carro con Ake y Dag, ellos traen nuestras cosas incluyendo la ropa de nuestros hijos.

En el hospital el médico me recibe con una camilla, en emergencia soy valorada, los niños son muy grandes, por lo que el doctor sugiere una cesárea, mi esposo se pone irracional de la preocupación me toca a mi calmarlo.

-Estaremos bien Drakon, los demás están de camino -Drakon no me quiere soltar.

-Vamos hermano, entre más te niegues a dejarlos ir es peor para ellos, Eyra ha roto fuente -Mi amado es jalado por sus hermanos. Le lanzo un beso para que se tranquilice.

El llanto de mis hijos me saca de mi sueño narcotizado, quiero verlos, voy abriendo de apoco mis ojos, la claridad me sega, los cierro de golpe para ir abriéndolos de apoco.

-Miren niños, mamá ha despertado -Drakon se acerca con nuestros hijos en sus brazos. Luego me los entrega, ellos inmediatamente buscan mis pechos.

-Creo que tienen hambre -Comenta Drakon.

-Una hermosa niña y guapo varón -Los beso en la frete a ambos.

-He pensado en los nombres de nuestros hijos. No hemos tocado ese tema, Eyra -Lo miro, tiene razón nunca lo hicimos esperando que mi hijo dejara ver a su hermana, nunca lo hizo.

-Si nuestro hijo, es muy protector con su hermana, no permitió que la viéramos, así darle un nombre – Los miro extasiada viéndolos comer.

-He pensado en Thorn y Saphira. ¿Qué te parecen? -Lo miro a los ojos y le sonrío.

-Hermosos, nombres amor. ¿Nuestra familia ya los conocen? -Drakon me besa.

-No están esperando que despertarás, están muy emocionados –

-Hazlos pasar -Drakon espera que los niños terminen de comer. Cuando logran entrar mamá entra con Ake, ella pronto entrará en labor de parto. Ya quiero ver a mi hermano dragón. Ake no se cambia por nadie. Luego entra Creta y Dag, mi hermana apenas comienza con su embarazo Dag espera que sea una niña, una igual a su madre, por último, Dramón y Darlon quienes están en busca de sus parejas, todos están felices, por los nuevos miembros de nuestro pueblo.

-Gracias -Me susurra Drakon en mi oído.

-¿Por qué? -Le respondo después de besarlo en los labios.

-Por darme la familia que siempre anhelé -Él me devuelve el beso.

-Soy yo quien debería agradecerte, me salvaste la vida, me diste amor y ahora me has dado lo más preciado. Nuestros hijos –

Nunca imaginé que los dragones existieran, no obstante, estoy aquí con un cambia forma de dragón y lo mejor de todos con nuestros hijos.

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