Capitulo 2

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Amity: ¿Qué tal Ally? -Pregunto su hermana adoptiva, quien se encontraba recostada sobre una de las dos literas en la parte superior mientras jugaba al Candy Crush en su teléfono-. Es linda.

Anne: Sale con Jess-Se negó de inmediato mientras arrugaba su nariz-. ¿Negro o rojo? -Pregunto colocando dos suéteres frente a ella, mirándolos con nada más que indecisión.

Luz: El rojo dice que eres sexy y atrevida -Respondió otra de sus hermanas adoptivas, quien estaba recostada sobre la parte superior de la otra litera con una laptop sobre sus piernas.

Ivy: Pero el negro dice que eres una chica ruda... y vas trabajar a un estudio de tatuajes, así que supongo que eso es lo que intentas aparentar... -Observo. Estaba recostada al lado de Luz, con su vista fija en la pantalla del computador.

Anne: Supongo que me voy por lo seguro -Decidió mientras se sacaba su camiseta azul, repleta de pinturas que uno de sus hermanos había dejado sobre esta, tirándola a un lado.

Amity: Puedes ir con Sasha -Sugirió.

Anne: Fue mi novia hasta hace cinco meses, Amity. No creo que quiera acompañarme a una fiesta solo para que te deje salir con Lucia...

Amity: Vamos, Anne. Por favor -Suplico haciendo un puchero.

Anne: Puedo ir -Termino cediendo-, pero definitivamente no con Sasha. Tendrás que buscar a alguien más.

Amity: ¿Por qué no Gus? Es gay, se llevan bien y estoy segura de que se alejará de ti en cuanto vea la gran cantidad de chicos que habrá allí.

Anne: Tendrás que hablar con el -Acepto encogiéndose en hombros mientras se colocaba torpemente el suéter negro y se situaba frente a un pequeño espejo tras la puerta, lista para maquillarse tal y como una tatuadora

Amity: Eres la mejor hermana adoptiva del mundo -Exagero sin mirarla, demasiado concentrada en aquellos caramelos explosivos.

Luz: ¡¿Qué hay de mí?! ¡Soy asombrosa!

Amity: Lo eres, pero cuándo te pedí que me acompañaras te negaste y dijiste que preferías ver la misa por computadora junto a Ivy.

Ivy: Eso es porque ver las misas junto a mi es todo lo que está bien en esta vida -Presumió acurrucándose con Luz, una leve sonrisa decorando sus labios.

Luz: En realidad es porque la novia de Amity me da miedo...

Ivy: ¡Luz!

Anne rió desde su lugar y se dio unos últimos toques de oscuro delineador antes de pasar a los labios.

Amity: ¿Qué vas a tatuar hoy? ¿Traseros o algo así?

Anne: No lo sé -Respondió mirando a su distraída hermana adoptiva por el reflejo del espejo. Se habría atrevido a hacerle una broma en ese momento en el que solo los estúpidos dulces parecían importarle si tan solo Amity no hubiese sido extremadamente vengativa-. Tengo un par de citas con unos hermanos que quieren los nombres de sus padres en las muñecas y una anciana que quiere una mariposa en su flácido pecho derecho, pero los demás tatuajes... supongo que será una sorpresa.

Se miro en el espejo. Lucia pálida, con los labios excesivamente negros y tenía mucho delineador, pero eso la hacía ver como una chica misteriosa y oscura, y se supone que es así como lucen todos los tatuadores.

Luz: Casi logras atemorizarme vestida así, Anne.

Anne: Casi -Resalto con una sonrisa mientras intentaba terminar de maquillarse.

Ivy: Nadie que te ha visto con un pijama completo de color rosa podría atemorizarse de ti.

Anne: ¡Es bastante cómodo! -Chillo haciendo un puchero y cruzándose de brazos.

Ivy: Y así es como nuestra tatuadora favorita revela lo que en verdad es...

Amity: Es nuestra bebe -Dijo utilizando el mismo tono que el de una madre que le habla a su hija de dos meses.

Anne: Cállate, Amity. Tu eres la menor acá.

Amity: Como sea. Solo vete o llegaras tarde... Quiero seguir durmiendo -Aunque lo que realmente debería haber dicho era "Quiero seguir jugando al Candy Crush".

Anne: Te dije que unir el trabajo con tus clases en la universidad iba a agotarte, Amity...

Amity: Sabes que tengo que hacerlo... Además, Ivy y Luz no parecían tener problemas...

Ivy: Eso es porque sabemos organizarnos, Amity...

Amity: Por favor, Ivy, cierra la boca.

***

Kyle: ¡Anne Boonchuy! -La saludo al llegar. Estaba sentado tras el mostrador, sus brazos completamente tatuados cruzados sobre su pecho-. Puntual como siempre -Halago.

Anne: Jefe -Correspondió en voz baja mirando el reloj de pared con orgullo. Sonrió. Seis minutos antes-. ¿Dónde está Sprig?

Kyle: Pidió el día libre. Quería darle una sorpresa a tu hermana por su aniversario de dos años...

Anne: ¿Dos años? -Pregunto de inmediato completamente asombrada-. No me di cuenta de que había pasado tanto tiempo

Kyle: También es el tiempo que llevas como tatuadora.

Anne: Tiene razón -Confirmo con una sonrisa. Por supuesto había comenzado su aprendizaje mucho antes, a los doce años, pero hacía tan solo dos que había obtenido su licencia.

Anne sonreía porque no había sido fácil llegar hasta allí. Le había costado horas de esfuerzo, dinero y muchas mentiras a su madre adoptiva.

Kyle: ¿Celebraras de alguna forma?

Anne lo pensó antes de responder.

Anne: No lo creo -Se negó-. Es un día como cualquier otro, Kyle.

Más tarde se daría cuenta de que estaba equivocada.

***

Anne sabía que conocía a la chica sentada elegantemente en la sala de espera. Lo sabía no solo porque Kyle le había dicho que la había solicitado como tatuadora sin siquiera ver los folios (Y esto era solo algo que viejos clientes hacían), sino porque aquellas facciones de vampiresa desalmada y sus movimientos delicados como los de un ángel se lo decían.

Kyle: Se llama Marcy Wu y dice que solo se dejara tatuar por ti... Se que es tu hora libre y que deberías ir a almorzar, pero podrás salir cuándo termines su tatuaje y... Su familia es bastante influyente, Anne. Tienes que tatuarla.

Anne: Lo haré -Afirmo. Cuando se trataba de tatuajes no podía decir que no, y mucho menos a su jefe e instructor. Además, no podía negarse a pasar un tiempo con aquella mujer de misteriosa belleza... Se pregunto si guardaba tantos secretos como parecía.

Minutos después Kyle ya había guiado cortésmente hasta su puesto de trabajo a esa joven llamada Marcy Wu, que le agradeció sin mirarlo a los ojos. Parecía estar demasiado ocupada mirando el mural de la pared a través de sus oscuras gafas de sol como para concentrarse en algo más.

Marcy: Veo que Zayn sigue escupiendo fuego -Murmuro una vez que Kyle se fue, trazando los contornos del dibujo delicadamente, como si la pintura aún no se hubiese secado del todo. Anne se sorprendió. Solo pocas personas se daban cuenta de quienes eran las personas saltando entre las letras del aterrador grafiti-... Y el cabello de Harry sigue consumiéndose sin que el fuego llegue a su rostro.

Anne: Eso es porque es increíble-Se burlo en voz baja arreglando sus utensilios de trabajo.

Marcy: ¿Perdón? -Pregunto divertida mientras se sentaba en el borde de la enorme silla de cuero, retirando rápidamente las gafas de sol que cubrían sus ojos, aun concentrándose en mirar cualquier cosa que no fuera la tatuadora.

Anne: Nada -Negó de inmediato con las mejillas encendidas.

Marcy: Creí escucharte decir que Harry es increíble-Dijo con una pequeña sonrisa-. Tienes razón -Afirmo en un susurro.

Y cuándo Marcy la miro con unos ojos que poseían una tonalidad verde tan peculiar que juro solo haber visto un par de veces, supo que la conocía. Su cabeza se lo decía, pero no podía recordarla claramente.

"¡Bravo, Boonchuy! ¡Bravo! ¡Tienes la memoria de una anciana de noventa y ocho años!"

Marcy: Quiero una libélula -Dijo de repente, reacomodando el oscuro beanie sobre su cabeza.

"Quiere una libélula, Boonchuy" Pensó sorprendida "Seguramente quiere fuego con ella" Y de inmediato la invadió la sensación de que ya había pensado algo como esto tiempo atrás.

Anne: Bien -Asintió con algo de inseguridad. No era buena para los diseños siniestros, como posiblemente ella los quería, pero podía intentarlo... Aunque intentar no siempre significa que todo saldrá bien-. ¿Algo en especial?

"No digas fuego. No digas fuego. No digas fuego"

Marcy: ¿Crees que esta chaqueta hace ver mis pechos demasiado grandes? -Pregunto de repente, ignorando la pregunta de la tatuadora, fijando su vista en el espejo frente a ella.

Anne: Señorita Wu -Intento llamarla, pero ella seguía mirándose en el espejo, fijando sus ojos verdes en la parte mencionada y moviendo la prenda de un lado a otro, como si esto fuese a cambiar algo-. Se ve perfecta, señorita Wu -Cedió finalmente, y no era más que la verdad.

Marcy: Bien -Acepto antes de girar su cabeza y dirigirle una mirada repleta de seriedad-. Quiero que este en mi espalda, bajo la libélula que tengo en mi cuello. Quiero que parezca que están haciendo el mismo recorrido... Y tiene que ser azul.

Anne asintió con una sonrisa de cortesía, sintiéndose algo confusa al escuchar sobre la existencia de otro tatuaje de libélula en el cuello de la chica. Lo más probable era que ella lo hubiese hecho, puesto que Marcy había solicitado sus servicios sin mirar los folios.

Bien, eso solo lo sabría cuándo lo viera.

***

Anne Boonchuy jamás olvidaba los tatuajes que hacía.

Podía olvidar rostros, nombres e incluso su propio cumpleaños, pero jamás sus tatuajes.

Por esto, al ver aquella verde libélula en el cuello de la chica, supo que era su obra. Los contornos delicados y el relleno repleto de pequeños detalles que cualquiera habría pasado por alto se lo decían.

Marcy: Es un buen tatuaje -Murmuro acomodando su cabeza sobre sus brazos cruzados, recostada boca abajo en la silla con nada más que un brasier blanco en su torso.

Anne agradeció en voz baja y comenzó a trabajar.

Recordaba aquella libélula verde, y ahora que la había visto también podía recordar a Marcy Wu. Recordó su caminata llena de seguridad al entrar, su oscuro atuendo idéntico al que llevaba ese día y la forma en la que había llorado al ver el resultado. Recordaba la historia de su abuela, y también aquella charla sobre vaginas.

Marcy: Había olvidado el dolor -Dijo con evidente molestia mientras cerraba sus ojos, Anne trazando los contornos de la libélula lentamente.

Anne: Puedes hablar. Ayuda bastante.

Marcy: Me lo dijiste la vez anterior -Comento. Anne asintió. No recordaba haberlo hecho, pero sabía que era algo que solía repetir constantemente a sus clientes, así que no se extrañó por haberle dado este consejo la primera vez que la vio-... ¿Quieres saber por qué me hago este tatuaje?

Anne: Solo si tú quieres contármelo -Contesto dulcemente, limpiando la zona para seguir con los trazos. Debía admitir que le gustaba trabajar sobre esa tersa piel pálida que bajo los guantes podía percibir tan suave como el pétalo de una delicada flor, sobre todo porque los colores parecían resaltar en ella, viéndose tan vivos que casi podría haber creído que respiraban.

Marcy: Es por mi hermano -Dijo suavemente aun con los ojos cerrados-. Murió hace algunas semanas.

Anne: Lamento eso -Susurro, y era cierto. No sabía cómo se sentía perder un hermano, pero había perdido familiares y amigos, así que pensó que debía de ser vagamente parecido.

Marcy: No fue una muerte rápida o heroica -Contó con tristeza-. El solo fue a una fiesta y decidió volver bastante tarde a casa. Lo apuñalaron en un callejón cuándo se negó a darle a un par de delincuentes su celular. El forense dijo que tal vez tardo quince minutos en morir.

Anne: ¿Los atraparon? -Pregunto de inmediato- ¿Atraparon a los delincuentes?

Marcy:...Su color favorito era el azul -De nuevo estaba ignorándola, demasiado ocupada con sus recuerdos como para prestar atención a la pregunta de una joven y humilde tatuadora. Tenía los ojos cerrados, y parecía querer permanecer fuerte-... No había decidido tatuarme en su honor hasta ayer, cuando vi mi libélula en el espejo. Decidí que iba a hacerme una por cada persona que perdiera.

Anne no dijo nada, pues la idea de la chica de ojos verdes la hizo reflexionar. No era descabellada, pues el significado que estaba dando a sus tatuajes era realmente conmovedor.

Suspiro. Si ella iba a tatuarse quería tener motivos tan fuertes como los de aquella chica, aunque realmente prefería evitar la parte que involucraba la muerte de sus seres queridos.

Marcy: ¿Qué hay de tus tatuajes? -Pregunto de repente, abriendo sus verdes ojos enrojecidos. Cuando Anne la miro se dio cuenta de que si tuviese puesta las gafas de sol sus facciones darían la impresión de que la chica jamás en su vida había llorado-. ¿Tú también los haces en honor a alguien? ¿Perdiste un hermano o algo así

Anne se tensó al instante e intento buscar la mejor forma de evadir el asunto.

Anne: No -Negó luego de unos segundos, intentando encontrar la forma de alejar la mente de Marcy de sus tatuajes inexistentes-. Al menos no perdí a alguien lo suficientemente importante como para merecer un tatuaje. Mis padres apestaban, al igual que mi abuelos y tíos, así que realmente no quiero recordarlos de ninguna forma -Excelente. Un relato repleto de dramas y conflictos es perfecto para desviar un tema de conversación-... Y mi hermana... Mi hermana biológica... Cuándo mis padres biológicos fueron asesinados por el jefe de una pandilla y fuimos llevadas al orfanato pensé que me separarían de ella, pero tuve suerte de que la familia Sundew decidiera adoptarnos a ambas -Relato-... No he perdido a nadie -Concluyo encogiéndose en hombros, mirando fijamente las líneas que comenzaban a formar una libélula en aquella tersa espalda.

Marcy: No sabes cuánto te envidio, Anne

Y viniendo esas palabras de aquellas facciones repletas de seriedad, ese maquillaje oscuro y esa chica que caminaba como si fuese la mayor y mejor creación en el mundo, Anne Boonchuy supo que era verdaderamente afortunada.

Marcy: Ahora -Interrumpió sus pensamientos, su voz rasposa haciendo eco en su mente-, luego de este breve intercambio de historias retomaremos nuestra conversación anterior sobre la majestuosidad de las vaginas.

***

Cuando Marcy vio su tatuaje terminado no abrazo a Anne como la vez anterior. Esa vez simplemente lloro cubriendo su rostro con sus manos, la tatuadora no atreviéndose a abrazar a la chica con aspecto de cruel vampiresa y sentimientos tan puros que no encajaban con el resto de su personalidad.

Tomando valor poso su mano sobre uno de sus pálidos hombros y lo apretó levemente. Marcy de inmediato pareció reaccionar y simplemente paro de llorar, retiro sus manos de su rostro, limpio sus lágrimas y volvió a ser la misma chica de rostro serio que había entrado a la tienda.

Anne: ¿Te gusta? -Pregunto dulcemente.

La chica la ignoro.

No dijo nada por unos momentos, y el silencio que se hizo mientras Anne cubría el tatuaje fue casi sepulcral.

Se pregunto cuántas cosas estarían pasando por la mente de Marcy Wu en esos momentos.

Marcy: Iré a almorzar en el restaurante de comida china que está a unas cuadras -Notifico de repente, colocándose una camiseta blanca con el rostro de Lana del Rey, que tenía sus labios entreabiertos, como dejando escapar un gemido mudo y eterno al sentir la tersa y cálida piel pálida de Marcy Wu bajo ella-. Escuche a tu jefe decir que podías irte luego de hacer mi tatuaje, así que tal vez podemos almorzar juntas...

Marcy era una completa desconocida para Anne Boonchuy, pero aun así quería ir. Quería hablar con ella. Quería comprenderla. Quería escucharla y mirarla un poco más. Quería develar cada uno de sus secretos... Aun así, se vio obligada a negarse al instante.

Anne: Tengo prohibido relacionarme con mis clientes de esa forma.

Aunque intento mantenerse inexpresiva supo que no lo había logrado cuándo Marcy la miro con sus ojos verdes, aun ligeramente húmedos, y le sonrío de forma divertida y seductora al mismo tiempo

Marcy: Te veré en quince minutos -Dijo antes de dirigirle un guiño mientras se colocaba la chaqueta de cuero negra y los lentes de sol, reacomodando su cabello antes de colocarse el beanie-... Fuera de esta tienda ya no soy tu clienta.

***

Tengo 4 días libres xd

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