El mundo exterior

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Unas semanas después de la partida de Luna, el joven peliblanco había logrado esperar a que la cola del baño desapareciese estando él con la puerta abierta de su cuarto. Aún no podía soltar el pomo hasta que todas sus hermanas se habían ido, pero estas lo miraban algo felices al poder ver de nuevo el rostro del chico.

Lynn era la única que en parte parecía algo incómoda. Pues en su interior se alegraba de que su hermano se recuperase, pero en parte quería lanzarse sobre él y hacerle un suplex por haberle robado a su compañera de cuarto, pero tras unas noches así, ella también abandonó su cuarto para dormir en la habitación de Luan. Despues de todo, no le gustaba dormir sola.

Aún y así, solo Lana, Lola, Lucy y Lily eran las afortunadas que podían pasar de vez en cuando un tiempo en persona con el muchacho. Por desgracia para Lisa, su tono de pelo traía malos recuerdos al muchacho y terminaba acurrucandose nuevamente entre las sábanas.

Los días de diario, mientras sus hermanas asistían a sus centros de estudio, al muchacho le habían preparado algunas tareas que podía hacer si quería estudiar un poco. Su padre no regresó al trabajo hasta que pudo ver cómo salía solo de la casa y daba una vuelta a la cuadra. Solía regresar temblando y nervioso, pero por lo menos ya no salía huyendo a la mínima.

Aún y con sus avances, las noches seguían siendo terribles. Las pesadillas lo atormentaban sueño tras sueño.

- ¡¡¡AAAAAHHHH!!! - el sudor empapaba el cuerpo del muchacho que una vez más se levantaba de un bote.

- ... ¿Lincoln?... ¿Otra pesadilla?...

- S-Si. Perdona por despertarte Lucy.

La joven gótica se giró en el saco de dormir haciendo que el colchón hinchable que había instalado su padre emitirse unos quejidos.

- *suspiro*... Estoy aquí sabiendo lo que te pasa... No debes disculparte cada vez o terminará siendo molesto...

- Es-Esta bien. Disc...

- *bufido de nariz*

- ... Nada, nada.

- ¿La misma pesadilla nuevamente?

- Si, más o menos. En esta ocasión tenía los brazos atados a la espalda con una soga.

- ...¿Te vomitaba en la cara?...

- No, pero me pisoteba con botas de esas que tienen clavos debajo.

-...¿Quieres un abrazo?... Puedo avisar a Leni o a mamá...

- S-Si... NO... Bu-Bueno... Emm... Mejor no

- ...*suspiro*... No las avisaré a menos que tú quieras... Solo te lo ofrecía... Sabes que a mi no me suelen gustar esos actos...

- Gracias Lucy. Puede que un poco más adelante. Pero aún tiemblo al estar cerca de ti o de cualquiera de nuestras hermanas. - sus ojos mostraban tristeza, el rechazar aquella oferta en verdad le dolia.

- ...Pero ahora todas pueden verte de nuevo... Y algunas hasta pasar tiempo contigo...

- Pero sin contacto... Suspiro.

- ...No robes mis frases...

Tras un corto rato más de charla ambos regresaron a sumirse en el mundo de los sueños. Por la mañana, tras asearse, el joven despidió a sus hermanas desde arriba de las escaleras. Cuando todas se marcharon a sus estudios el joven bajó a desayunar. Como cada mañana su madre le había dejado el desayuno apartado y una nota.

- A ver que dice. Querido Lincoln, lo estás haciendo muy bien. Papá te ha preparado tu desayuno favorito. Si tienes cualquier problema no dudes en llamarme a la consulta. Un beso, con cariño mamá... Yo tambien te quiero mamá.

Con el estómago lleno, nuestro peliblanco se decidió a salir de casa. En esta ocasión iría en dirección al parque que su hermana mayor le indicó antes de irse de viaje.

Como siempre, al empezar a alejarse de la casa notaba una fuerte presión en su pecho. No podía evitar girarse a cada rato para ver si tenía alguien detrás y en los cruces de calles su ansiedad le hacía mirar a todos lados con tal rapidez que a veces terminaba mareado.

Por suerte para él, a aquellas horas casi todo el mundo estaba estudiando o trabajando, por lo que no solía encontrarse con mucha gente. Tras cruzar un par de cuadras y aguantar con todas sus fuerzas las ganas de regresar corriendo a su hogar, llegó al pequeño parque medio oculto entre algunas fábricas.

Al estar cerca de una zona industrial no suele pasar gente. Parece más el lugar donde los trabajadores salen a almorzar, aún y así el parque era bonito. Tiene un pequeño lago artificial con algunos peces con una fuente central que ahora estaba apagada, varios bancos a la sombra de los árboles. Resulta muy silencioso y tranquilo, agradable.

- Luna tenía razón, es un sitio muy agradable y tranquilo. Creo que voy a descansar un rato antes de regresar.

El peliblanco se quedó sentado disfrutando de la tranquilidad y del sol que calentaba su cuerpo. Pero empezó a notar una sensación rara, como si le vigilasen. Como si alguien lo estuviese observando desde alguna parte. Revisó con la mirada los alrededores, pero no encontró nada diferente. Nadie se había acercado y no se veía movimiento alguno mas que el de los peces.

- Debe ser cosa de mi paranoia. Es la primera vez que estoy así de tranquilo en el mundo exterior.

Tras un rato mas, decidió regresar a su hogar sin percatarse que detrás de un árbol una figura se asomaba siguiéndolo con la mirada. Una sombra que esbozaba una sonrisa.

Tras llegar a su casa, se fue directo a su cuarto. El camino de regreso había vuelto a ponerlo nervioso, aunque en comparación mucho menos que otras veces. El estar en aquél parque relajado le había ayudado bastante. Se tumbó en su cama para que su corazón descansará y dejase de latir tan rápido. Era uno de los días que menos temblores había tenido y quería aprovecharlo. Decidió que esa tarde la pasaría con una de sus hermanas morenas. En especial una que llevaba tiempo pidiéndole pasar tiempo con él.

*****

- ...y por eso he pe-pensado que podría, ya sabes. In-Intentar algo de lo que querías que hiciese.

- El eshtado de tu shinapsis cerebral me tenía preocupada deshde el fatídico ciclo solar en que fuishte atacado. She bien que aún no hash recuperado totalmente el control de tush emociones por lo que no realizaré ningún tipo de prueba físhica, únicamente unosh examenesh pshicológicos... Así que puedes sholtar el pomo de la puerta y tomar ashiento. Prometo no acercarme ni tener contacto fishico de ningún tipo.

El albino, aún con las piernas como flanes, logró separarse de la puerta y sentarse en un taburete que Lily utilizaba para dibujar. Tal como entró en el cuarto un grito de victoria sonó en el pasillo poniendole los pelos del brazo de punta.

- ¡¡BIEN!! Pronto podrá estar también conmigo. Jejeje.

- Tranquilízate Lynn, creo que asistirá a alguno de mis ensayos antes que dejarse golpear por tí.

- ¡Oye! Que no solo me gustan los deportes de contacto, también me gustan... Emm...

- Hermanita, no te esfuerces tanto o ese balón que tienes por cabeza se desinflar ¿Entiendes? Jejeje.

*Ruidos de persecución y lanzamiento de cosas*

Varias de las preguntas que su hermanita genio le hacía terminaban incomodando al chico y el tener esa especie de láser apuntando a su cabeza no ayudaba. Por mucho que Lisa le asegurase que simplemente era un termómetro sin contacto, tener un punto rojo apuntando a su frente no suele ser buena señal.

Ya por la noche, sus pesadillas atacaban de nuevo. Se encontraba rodeado de oscuridad, cubos de basura el doble de altos que él, un callejón de una única dirección que por más que corría jamás llegaba al final. Detrás suyo una gigantesca figura que avanzaba paso a paso hacia el. Vomitando a cada rato y emitiendo sonidos que no entendía. Por mucho que él corría, su perseguidora se acercaba paso a paso. Finalmente se lanzaba encima suyo y le arrancaba la ropa dejándolo desnudo por completo. Justo cuando ese ser sin cara y con pelo castaño se sentaba encima suyo, nuestro albino despertaba nuevamente gritando y cubierto en sudor.

- !!AAAAHHH¡¡

-... Creo que debiste aceptar esas pastillas de Lisa... Dormir sin sueños durante unos días te vendría bien...

- Lucy... Per-Perdo...

- ...SSSHHHH... No termines esa frase... - el tono en que lo dijo hizo estremecerse al chico.

- N-No quiero tomar cosas de esas. Si las tomase, no creo que pudiese superarlo. Necesitaría tomarlas siempre. Si alguna vez se me olvidase tomarlas y volviesen estás pesadillas creo que terminaría peor de lo que estoy.

- ...Piensas demasiado... Pero entiendo que no quieras cosas químicas... Los remedios naturales son mejores...

- ¿Te refieres a infusiones o cosas así?

- ... En verdad estaba pensando en ofrecerte un abrazo...

- Si, los abrazos son reconfortantes... ESPERA... ¿Tu? ¿Me estás ofreciendo un abrazo?

- ...Es un favor a un espíritu dolido como el tuyo... Pero es una oferta limitada...

- ¿En serio? ¡Pero si los odias!

- ...Si no lo quieres no pasa nada... Mejor para mí...

Aún y el tono neutro que siempre tenía su gótica hermana, el joven creyó notar una nota dolida en su voz. Justo había tenido una pesadilla y el que alguna chica lo tocase podía hacerle entrar en pánico. ¡Pero era Lucy! Solo se la ha visto abrazar a alguien cuando está realmente feliz. Ahora ella había ofrecido lo que a casi todos en la familia había rechazado en diversas ocasiones. Tragó saliva e intentó calmarse antes de hablar.

- Perd... Quiero decir... Si, Lucy. Me gustaría que me dieses ese abrazo. - dijo sin poder mirarla directamente.

La chica de pijama blanco y shorts negros se acercó y esperó a que el muchacho dejase de respirar tan fuerte, parecía que fuese a hiperventilar en cualquier momento. Finalmente Lincoln la miró y sentado en su cama abrió los brazos. Lucy dio un paso y estrechó a su hermano con cariño.

Al principio el muchacho temblaba y se encontraba rígido. La muchacha de pelo negro no estaba acostumbrada a dar abrazos y los temblores de su hermano la hacían dudar de si en verdad aquello lo ayudaba. Intentó separarse para que se pudiese relajar sin contacto, pero el peliblanco al notar que esta se separaba apretó más su abrazo escondiendo su cara en la barriga de su hermana.

- *Sniff*

- ...No debes forzarte si aún no estás preparado... - comentaba la chica mientras rodeaba con un brazo la cabeza del chico y con la otra mano le acariciaba tiernamente el pelo.

- *Sniff* N-No... No es eso. Gracias. Gracias Lucy. No sabes cuánto necesitaba esto.

- ...Creo que... Bueno... Por hoy ya está bien... ¿Pu-Puedes soltarme?...

- Solo un poco más.

Por muy incómoda que se sintiese, Lucy no tenía el valor para separarse de él. Tras unos minutos, la cabeza de su hermano se hacía más y más pesada. Quiso apartarlo pero su agarre seguía bien apretado, lo único que consiguió al intentar separarse fue escuchar unos débiles ronquidos del peliblanco.

- ...Por los murciélagos de Notre Dame... ¿No va a soltarme en toda la noche?... Suspiro...

La joven gótica se las ingenió como pudo para estirar a su hermano en la cama a la vez que ella también se estiraba. Lynn y Luna habían hecho un buen trabajo con los brazos del chico, entre la batería y los deportes no había forma de librarse de aquel abrazo al que la sometía.

******

- Y-Yo... Lo lamento mucho Lucy. No quería... Yo...

-*Suspiro* ...Deja de disculparte... Voy a la cola del baño... Seguro hoy soy la última...

La mañana pasó sin mucho cambio. Leni quería abrazar también a Lincoln pero ella al contrario que Lucy, se mostraba eufórica y se acercó con mucha prisa al chico que terminó agachándose en el suelo y cubriendo su cabeza con las manos.

Lori y Lynn echaron la bronca a la descuidada rubia mientras Lana intentaba calmar al joven como si de un animal apaleado se tratase. Una vez logró calmarse, desayunaron y sus hermanas se marcharon a sus clases mientras sus padres atendían sus empleos.

No tardó mucho en salir de casa y dirigirse nuevamente a aquél parque que tanto le gustó. Realmente no había notado lo bien que se está en un sitio así. Antes siempre estaba rodeado de gente por todos lados, ahora aquellos momentos de soledad y tranquilidad le relajaban bastante.

- ¡Hola chico! ¿Me puedo sentar a tu lado?

Todo el pelo de su cuerpo se erizó en el instante de escuchar aquella voz femenina. Intentó levantarse y huir, pero sus piernas no respondían, solo temblaban.

- Ah... Eb... Bo... *Sniff*

Las lágrimas empezaban a acumularse en sus ojos al ver que esta chica se encontraba justamente en la dirección de la entrada del parque. La chica al ver su reacción rodó los ojos y la sonrisa que tenía se apagó un poco con un gesto torcido de sus labios pintados.

- Ya, ya. Tranquilo. No tienes que ponerte tan nervioso. Eres otro de esos fan pesados, ¿No? ¿A caso me has seguido hasta aquí?

- *Buaaaa* No-No me hagas daño... *Buaaa*

- Espera... ¿QUE?

El pobre albino no ha podido aguantar y se ha derrumbado nuevamente ante una desconocida. En el próximo capítulo sabremos quién es esta chica. Por el momento tenemos que dejar a Lincoln y sus traumas a la espera.

 Pueden hacer sus apuestas a ver si aciertan. Pero yo no voy a dar pistas hasta el proximo capitulo. Jejeje. Si hay muchas faltas de ortografia, os pido disculpas. No se que le pasa a mi corrector que ahora solo corrige en checo :P

Un fuerte abrazo a todos queridos lectores y gracias por vuestro apoyo. ^_^

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro