Capítulo 4

Ryan

Entré en la clase de química con la respiración contenida. A mi lado, Malcolm no dejaba de hablar ni un solo segundo, pero yo no le estaba escuchando ya. El tema del día era, sin duda, Las 10 citas de Anne. Nadie hablaba de otra cosa e incluso ya había algunas apuestas para predecir quién sería el primer afortunado.

De forma disimulada dirigí mi mirada a la segunda fila de sillas de la clase... y de repente solté todo el aire contenido en mis pulmones. Anne Luntz no estaba allí, al parecer no había ido ese día a clase, ya que tampoco me la había encontrado en el comedor ni en el aula de gimnasia.

Me sentí mal, como si fuera por mi culpa.

-No ha venido Luntz -me susurró Malcolm al tiempo que nos sentábamos en nuestros pupitres de la última fila.

Yo asentí con la cabeza, fingiendo que ni siquiera me había fijado.

La verdad era que estaba preocupado. ¿Estaría bien? ¿Y si le había pasado algo? Puesto que todo eso parecía ser un asunto que también me concernía a mí, me pregunté si debería escribirle un mensaje.

Yo no había hablado nunca con Anne, pero la conocía desde hacía un montón de años e incluso vivía en la misma calle que mi abuela. Lo único que me preocupaba era hacer que se sintiera violenta si le mandaba un mensaje privado. Al fin y al cabo, éramos dos desconocidos y... me daba miedo herirla de algún modo.

La profesora Williams comenzó su explicación sobre átomos y reacciones en cadena y yo fingí tomar nota en mi cuaderno, aunque en realidad solo estaba dibujando garabatos. No llevaba mal la asignatura, así que me permitía algunos momentos de relajación de vez en cuando. Vaciar mi mente y dejar todas mis preocupaciones a un lado. Al menos por un momento.

Mi teléfono móvil vibró y Malcolm me miró, interesado. Yo traté de disimular y saqué mi móvil por debajo de la mesa para echar un vistazo. Me esperaba algún mensaje de mis padres, pero lo que vi fue una notificación de Instagram que tampoco me extrañó demasiado. Accedí a mi perfil. «Ryan F. Fútbol en el HHS, Edimburgo. 8167 seguidores». Acababa de llegarme un mensaje de una cuenta que conocía bastante bien, pues hablaban de mí casi cada semana: @HHSsays. Una vez se habían inventado que salía con una chica del club de teatro, alguna vez incluso habían expandido rumores estúpidos acerca de que yo tenía una relación amorosa con Malcolm. Al menos esa me había hecho reír.

Tampoco era el primer mensaje que me enviaban. Lo abrí, tratando de que la profesora no se percatara de que estaba utilizando mi móvil.

«@HHSsays: Hola, Ryan, ¡nuestro chico estrella favorito! Puesto que la carta de Anne Luntz estaba dirigida a ti, creemos que debes ser el primero en tener esta oportunidad. ¿Te atreves a tener una cita con Anne?».

Me parecía increíble hasta qué punto se metían en la vida de esa pobre chica, que había cometido un error -o eso creía- y ahora era el centro de burlas de todo el instituto. Me imaginé que ella no tenía la culpa de toda esa avalancha y me dio verdadera pena.

«NO». Contesté.

Después guardé mi móvil en el bolsillo de nuevo y centré mi atención en la clase.

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Mil besos <3