Capítulo 17

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Nuevo León, México. 6 de octubre de 1996

Hola Amanda.

Lamento haberte preocupado en vano. Estoy bien, dentro de lo que cabe, aunque hace unos días estuve enfermo. Tranquila, no tiene nada que ver con mi corazón, pero es por lo que no tenía ánimos para levantarme de la cama. Toda la energía y optimismo que había intentado mantener desapareció.

Han sido días complicados, llenos de malas noticias, pero leer tu correspondencia me anima un poco. De hecho es lo que único que me ha hecho sonreír en la última semana. Incluso he reído al mirar el retrato que me mandaste. No porque fuera malo, sabes que soy el primero en reconocer tu talento, sino porque me nació de pronto. La felicidad es tan confusa y también contagiosa. Como prueba mi madre sonrió al escucharme.

Debo confesar que releyendo tus cartas da la impresión de que pasas demasiado tiempo pensando en mí. Debería aconsejarte dejes de hacerlo, habiendo tantos temas de utilidad, pero no puedo evitar sonreír al imaginarlo. Claro que nunca podrías igualar todos los minutos que yo ocupo recordándote. En días tan oscuros traerte a mi cabeza es mi medicina.

Sé que no soy tan expresivo como tú, pero que no te quepa duda de lo importante que eres. No sé qué sería ahora de mi vida ahora sin ti.

Por eso no tengo idea de cómo darte la nueva noticia. Me mudaré de nuevo. Sí, me ha pegado duro, mucho más que la primera vez porque esta vez nos iremos lejos de aquí. Muy lejos. A mi madre le ofrecieron un puesto en Colombia. Sí, en Colombia. La paga es buena, el trabajo le gusta. No hay razones para que lo rechace. Es una buena oferta. Necesitamos el dinero. De igual manera conocer la distancia, más de tres mil seiscientos kilómetros entre ambas ciudades, me desalienta. Saber que la espera entre cartas será mayor no ayuda en nada. ¿Seguirás escribiéndome? Yo sí. Espero tú también. Te enviaré la dirección pronto.

Ahora todo pinta tan gris, en medio del miedo tú me das confianza.

Gracias por preocuparte por mí.

Lamento ser tan breve. Estoy un poco cansado, pero recuperando fuerzas te escribiré.

Taiyari.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro