Capítulo 07

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Las clases para Lisa han sido demasiado cansadas, prácticamente no había podido dormir muy bien debido a los malditos mareos y náuseas que le ha provocado el embarazo, se sentía devastada, no sabía cuánto más podría soportar, pero esta vez había sido, la noche más odiosa de toda su existencia definitivamente, y no quería que se volviera a repetir, de ninguna manera sería grato.

Casi podía sentir que su cabeza le estaba a punto de estallar, pero debería soportarlo, al menos los trabajos para la semana siguiente, este día descansaría un poco, lo necesitaba demasiado, en verdad lo único que quería era mantenerse encerrada en su habitación mientras se quedaba dormida y dejaba de lado lo demás, pero por supuesto, tenía que alimentarse antes, no podía ir a dormir con el estomago vacío, su cachorro se lo reprocharía si lo hace.

Sus pasos se pueden escuchar al igual que de los demás por el pasillo, era tiempo de regresar a casa, seguía su camino a pasos calmados, esperando a que los que llevasen más prisa salieran de inmediato, ella ahora no llevaba nada de prisa, y está muy exhausta como para querer caminar rápido, así que lo mejor era caminar tranquilamente y evitar los empujones de hombros y esquivar a las personas que se encontraban más adelante que ella.

La próxima semana debería que ir al médico para poder hacerse un chequeo y saber cómo iba su pequeño cachorro, además de que seguramente le den una dieta específica para ayudar a su hijito a crecer.

Justo cuando estaba cerca de la salida de la universidad, pudo divisar a aquella alfa, no conocía su nombre, pero por lo que veía sí que se trataba de un imán de omegas, el solo pensar en eso la hizo reírse levemente, miró hacia donde seguía la alfa, al parecer no estaba nada interesada en hablar con todas esas omegas que prácticamente se habían acercado a ella con interés, mientras que la amiga de la alfa se mantenía conversando con ellas, Lisa estaba segura que ni siquiera un ídolo se vería tan enfadado como ella lo estaba.

Lisa dejó de sonreír hacia esa dirección al percatarse de que los ojos de la chica habían conectado su mirada con la suya, y eso si que le había causado escalofríos, tragó grueso y apretó solo un poco más el paso, no quería problemas, ¿qué tal si le había molestado el que la mirase por un par de minutos? Tal vez no debió haberlo hecho, y era mejor escaparse ahora o nunca.

Jennie se quedó extrañada al ver la repentina huida de la pelinegra, pero sin prestar atención a todas las explicaciones que Nayeon les estaba dando a todas esas omegas que las estaban prácticamente rodeando, simplemente comenzó a caminar, haciendo que las muchachas frente a ella se apartaran de su camino y Nayeon dejase de hablar, todas estaban expectantes a lo que Jennie iba a hacer.

—¡Oye! –gritó, Lisa sintió que se le había erizado la piel al escuchar esa voz, sabía a quien pertenecía, y por supuesto tenía miedo, ¿acaso le haría algo? ¿Le preguntaría por qué la miraba? ¡Demonios! ¿Qué haría ahora?—. ¿Podemos hablar?

Mierda, Lisa se detuvo, la voz estaba demasiado cerca, escuchó unos pasos y cuando levantó la mirada la alfa estaba frente a ella, le dedicó una pequeña sonrisa, apenas y las comisuras de esos labios rosas se habían levantado.

—Perdona, no debí mirarte.

—Eso no me interesa —mencionó la castaña y de inmediato pasó sus manos a los bolsillos de su pantalón, metiendolas y sin dejar de mirar a Lisa que parecía estar demasiado cohibida, pudo notar las leves ojeras que yacían bajo sus ojos—. ¿Podemos tomar un café y conversar?

—¿Por qué querrías conversar conmigo? —preguntó Lisa extrañada—. Escucha, si es porque te miré por mucho tiempo, lo siento, no debí y...

—Quiero hablar contigo, no me interesa el por qué me has visto, solo quiero charlar contigo.

—¿Por qué? —la alfa rodó los ojos, esta omega es más curiosa de lo que pensaba.

—Solo... —se encogió de hombros—, no debe haber una razón, se ve que eres una persona agradable, ¿por qué no conversamos?

Lisa se sentía demasiado cansada, lo único que quería era irse de inmediato y recostarse en su preciosa cama que tanto la esperaba con su mullido colchón y esas almohadas tan suaves para abrazarlas.

—Lo siento, pero tengo cosas que hacer.

—Entonces, ¿te parece este fin de semana?

Esa alfa sí que es insistente, y Lisa solo quería irse, así que solo soltó un suspiro y asintió, Jennie sonrió al obtener lo que quería, tal vez así le saque un par de cosas de las que está demasiado curiosa por conocer, pues prácticamente tanto la omega como la alfa eran desconocidas una para la otra.

—Entonces será el fin de semana, nos vemos...

—Lisa, Lalisa Manoban.

—Encantada, Lisa, soy Jennie Kim.

La omega dio solo un asentimiento y levantó su mano en señal de despedida. Necesitaba su cama con urgencia.

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