—Muy bien, Lalisa Manoban —mencionó la doctora mientras miraba que el equipo para el ultrasonido estuviera bien, y sonrió hacía la omega que se veía algo temerosa al respecto—. Tranquila, no pasará nada malo.

Lisa lo sabía, pero tenía miedo, ¿y sí no tenía ningún cachorro? ¿Y sí algo estaba mal con el bebé? ¡No, todo menos eso! Sintió como su mano izquierda era tomada y miró hacia la castaña que quería brindarle calma con caricias, Lisa pudo sentirse tranquila y más cuando Jennie se había atrevido a pasear levemente sus labios por los dedos de su mano, tragó saliva esperando que todo estuviera bien.

—Bien, ahora descubre tu abdomen, te pondré el gel, está algo frío, pero la sensación dejará de sentirla pronto.

Y efectivamente, en cuanto sintió el gel, se estremeció levemente, en verdad que es frío, pero conforme había sido esparcido sobre su vientre pudo dejar de sentir la
sensación. Jennie permanecía a su lado mientras sus ojos enfocaban hacia la pantalla, esperando ver algo cuando ni siquiera el aparato estaba cerca del vientre de Lisa, lo que hizo sonreír a esta. En verdad que aquella alfa se veía más desesperada por conocer al pequeño dentro suyo que ella misma.

La doctora comenzó a pasar el aparato por encima de su vientre mientras miraba hacia la pantalla y buscaba lo que ambas querían ver, Lisa estaba atenta, apretó levemente la mano de la alfa para poder sentirse más segura y Jennie la miró por unos momentos, y devolvió el apretón para indicarle que todo iba a estar bien.

De alguna forma, Lisa quería seguir agarrando la mano de la coreana y no soltarla para nada, la sensación que había sentido cuando sus manos se juntaron parecía no terminar, era una corriente que se esparcía por el cuerpo haciéndole sentir en casa, protegida y sin preocupaciones, era maravillosa esa sensación de calidez y electricidad recorriendo todo su cuerpo.

—¡Allí estás, pequeñín! –mencionó la doctora feliz de haber encontrado aquel pequeño punto en el espacio en negro.

Lisa de inmediato miró con más atención, la forma de un frijol, un punto blanco allí resaltante, era muy bonito, sonrió al verlo, estaba precioso. Jennie no pudo evitar sonreír, era tan pequeño, ¿quién diría que ese pequeño puntito llegará a ser un hermoso bebé? Sin querer acarició la mano de Lisa con su pulgar, ambas se veían contentas con la imagen.

—Al parecer todo va muy bien hasta ahora —mencionó la doctora—. Eso es muy bueno, las próximas semanas serán cruciales, pronto comenzarán a crecer sus huesos y los órganos, recuerda que debes alimentarte bien –miró hacia la alfa—. No dejes de darle cualquier antojo, ¿entendido?

—Por supuesto –mencionó Jen en respuesta.

Lisa sintió sus mejillas arder, no sabía si era por la vergüenza que sintió por lo que la doctora le dijo a Jennie o por la respuesta de la alfa, pensaba que Jennie diría algo como "No somos pareja", pero no había pasado aquello, y eso había hecho que se sintiera distinta, era una sensación dulce y cálida, y aunque no sabía cómo nombrarla, simplemente le había encantado.

—Eso sería todo. Recuerden llevar la dieta saludable, su omega necesita de vitaminas para que el pequeño crezca en buen estado de salud, pronto les daremos una dieta para que puedan seguirla, pero si llega a haber antojos, lo mejor es complacerlos.

—Entendido, muchas gracias, doctora Choi —respondió Lisa, la doctora dio un asentimiento, le parecía una pareja muy linda esas dos.

***

—Ella creyó que éramos pareja –mencionó la extranjera en cuanto ambas salieron del hospital, aún hacía algo de frío en la calle.

—Lo sé –dijo Jennie en respuesta mientras sonreía y miraba hacia el frente—, me gustó eso.

—No somos pareja, Jennie –la mayor soltó un suspiro derrotada, a veces Lisa podía solamente romperle el corazón un poco más, ella sabe que no son nada, pero por unos momentos imaginar que lo eran, hacía que la emoción la invadiera y el frío en su cuerpo se fuera por completo.

—También lo sé, Lis –la chica sintió sus mejillas arder por aquel apodo.

—Tal vez fue una mala idea que fueras.

—No, no lo fue, ¿y sabes el por qué? –Lisa negó brevemente—. Porque eso me da una oportunidad de pedirte algo.

—¿Y qué es?

—Sé que sonará presuroso, y no estoy diciendo que me encuentre desesperada por estar contigo, pero a mí en verdad me gustaría que fuéramos pareja.

Lisa se detuvo de golpe y Jennie se giró sobre sus talones para poder encarar a la omega, quien la miraba sorprendida.

—Tengo un lazo roto, y espero un cachorro de otra alfa –dijo Lisa de inmediato.

—Lo sé, pero eso no me impide quererte.

La pelinegra no estaba segura, confiar de nuevo en otra alfa sería difícil para ella, ¿y si Jennie resultaba ser como Jisoo? No quería volver a sentirse tan miserable y triste, no quería que el dolor en su pecho se implantara de nuevo.

—No creo que debamos.

—¿Por qué no? Lis, déjame quererte —pidió, y la nombrada pensaba que se trataba de alguna clase de broma, pero al ver la mirada tan decidida de la alfa dejó descartado por completo la opción de que fue una broma, Jennie estaba hablando muy en serio—. Déjame hacerte sonreír, déjame brindarte lo que ella no fue capaz de darte.

—No creo que puedas –respondió, pues sintió que prácticamente su antigua pareja se había llevado todo de ella.

—Déjame intentar, si piensas que no lo he logrado, entonces dejaré de molestarte, solo dame una oportunidad de hacerte feliz de nuevo, omega.

¿Hacerla feliz de nuevo?

Lisa no estaba segura si eso era posible, si acaso Jennie lograría su cometido, si acaso volvería a sentirse enamorada de otra alfa, pero de todas formas, con esas dudas dentro de su cabeza, dio un asentimiento en respuesta. Sabía que se arriesgaba a terminar decepcionada de nuevo, pero si Jennie quería intentarlo, la dejaría hacerlo, solo esperaba no volver a salir lastimada de por medio.