Dejó de tomar su té cuando escuchó como alguien parecía demasiado insistente en tocar a su puerta, no podía tratarse de Jennie, ella regresaba dentro de dos horas, así que era muy extraño, de todas formas no estaba para soportar más de ese escándalo, además podría poner alerta a los vecinos y es lo que menos quería, así que caminó con algo de pesadez hacia la puerta y cuando la abrió, se quedó helada.

—Lisa, ¿sabes lo difícil que fue encontrarte?

Jisoo...

—¿Cómo me encontraste? —preguntó tajante, la alfa allí se vio sorprendida de escuchar aquella agresiva pregunta lanzada por Lisa, no lo esperaba.

—Necesitamos hablar —Lisa frunció el ceño, no quería molestarse, no quería nada de eso, pero, por alguna razón sabía que tenía que enfrentarse algún día a aquella situación.

—Te escucho —la alfa sonrió ladina no pudiendo creer lo que pasaba.

—¿No me invitas a pasar? —Lisa se vio seria al escuchar eso.

—No mereces entrar a mi hogar, ahora solo dí lo que tienes que decir y te agradeceré que te retires y no regreses más.

La alfa no se esperaba esas palabras, por unos momentos pensó que Lisa al abrir la puerta no dudaría en recibirla y en hacerla pasar para después conversar y que la omega terminara llorando y abrazándola, pero se había equivocado al respecto, de hecho ver a Lisa ahora con su embarazo ya casi por termino y con esa seguridad solo le hacía pensar en muchas cosas.

—Estaba pensando y me percaté de que cometí muchos errores contigo –Lisa apretó la mandíbula—. Y me gustaría remediarlos, ¿sabes? Poder regresar contigo y que ese pequeño disfrute de estar con sus verdaderos padres.

—¿En verdad piensas que soy tan tonta como para querer regresar con una alfa que me abandonó a mi suerte? —no dijo nada, lo que permitió que Lisa prosiguiera—. No seas idiota, ¿crees que fue fácil para mí?

—Sé que no lo fue, pero no hay necesidad de que te comportes grosera.

Lisa sonrió irónica, no pudiendo creer lo que estaba escuchando.

—¿Y? Puedo hablarte como quiera, y escúchame bien —definitivamente la alfa estaba sorprendida, no recordaba que Lisa tuviese aquel carácter, se mostraba fuerte y para nada dolida al respecto—. Será mejor que te largues de aquí, no quiero verte nunca más en mí vida, puedo criar a mi bebé a mi modo, y solo si es posible, no quiero volver a intentar nada contigo, eres la peor alfa que he conocido en mi vida, y yo quisiera —tomó un poco de aire para calmarse—, darte las gracias...

—¿Q-qué? —Lisa sonrió levemente.

—Gracias a que me rompiste el corazón, gracias a que me dejaste a la deriva sintiéndome toda una miserable... pude conocer a alguien que me hizo sentir que estaba equivocada contigo, me dí cuenta de que todo lo que hacía por ti, lo que pensaba que era amor, no era más que mis ilusiones, Jisoo, gracias por dejarme y hacerme darme cuenta de que lo único que me diste fue infelicidad.

—P-puedo cambiar eso.

—No, gracias, no te necesito, aprendí que solo me necesito a mí y a mi propia felicidad, no necesito a alguien más, además, Jennie me demostró ser mejor alfa de lo que tú, jamás lograrás ser —definitivamente estaba sorprendida—. Ahora retírate, no quiero más problemas.

—¿Es lo que quieres?

—Más que nada en el mundo, quiero darle la vuelta a esta página de mi vida y comenzar como debí haber hecho antes...

La alfa no dijo nada, no se despidió, solo dio un asentimiento, las palabras de Lisa habían tenido un gran peso sobre ella, lo que nunca creyó que le pasaría y definitivamente se sentía arrepentida de lo que le había hecho a Lisa, pero no era como si solo con una disculpa larga y tortuosa la recuperaría, y ahora lo confirmó, Lisa en estos meses se había vuelto de una omega tímida y manipulable, a una omega fuerte e independiente, ¿quién lo diría?

La dejaría en paz, después de todo, ella no buscaba esa clase de omega, y aún así quería regresar con ella después de que se había enterado de que su omega posiblemente no pueda tener cachorros, pero, así es la vida, castiga a los que en verdad no saben apreciar a las hermosas personas que tienen en sus vidas en un principio.