Prólogo

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El dolor se intensificó cada vez más en su cuello, justo en aquella marca que tenía de su alfa. Lisa soltó de inmediato los libros de sus manos al sentir de nueva cuenta las punzadas ir creciendo cada vez más y más, era un espantoso dolor, insoportable, casi como si alguien estuviera clavando un cuchillo justo en su corazón.

Y de repente, había dejado de sentirla, a su alfa. De inmediato el miedo comenzó a recorrer su cuerpo. ¿Y sí algo le había pasado? ¿Qué tal si su pareja había sufrido un grave accidente? No, no podía pasarle algo tan grave, ¿verdad?

Los pensamientos de preocupación seguían corriendo por su cabeza, debía calmarse, tal vez se había desmayado o algo, pero por más que su loba intentaba llamar a la alfa, no la encontraba, nada, sin rastros de ella, y de un de repente se sintió triste, un inmenso dolor invadiendo por completo su pecho. No lo entendía. ¿Qué era lo que estaba sucediendole en ese momento? ¿Qué pasa? ¿Por qué ya no puede sentir a su alfa?

De nuevo otra punzada demasiado fuerte, Lisa apretó sus dientes, tratando de evitar soltar un gemido de dolor, aún llamaba a su alfa, pero nada, el miedo la estaba recorriendo, no quería que nada malo le pasara, aún ni siquiera le ha dicho la gran noticia que tiene para ella, y exactamente ese día planeaba decírselo. ¿Por qué pasaba eso ahora?

Y entonces abrió los ojos, y allí la vio, Kim Jisoo, allí estaba su alfa. Pero, ¿por qué no podía sentirla?

—J-Jisoo... —susurró apenas audible, estaba a punto de gritarle cuando la vio.

Una de las omegas más lindas de la universidad había salido del mismo lugar de donde Jisoo, y le sonreía a la coreana, quien le devolvió la sonrisa. Lisa estaba entrando en miedo y esa potente tristeza que la estaba invadiendo creció aún más al ver la marca en la chica omega, una fresca marca.

Todo encajaba tan perfectamente, pero ella no sería capaz de hacerle algo como eso, ¿cierto?

No quería que Jisoo la viera en ese estado, así que con cuidado se agachó, tomó cada uno de sus libros y corrió al aula más cercana, escondiéndose. Tendría que hablar con la mayor y sólo esperaba que lo que estaba pensando no fuera real, en lo absoluto, no soportaría aquello, un lazo roto y un bebé... Jisoo no sería capaz de hacerle eso, ¿verdad?

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