[05]

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng






Mon amour


























•─: ∙:°:◦:∙•∙:◦:°:∙ :─•







































































El martes en la mañana Elizabeth Snow salía de la torre de Ravenclaw hacia el Gran Comedor para desayunar cuando vio a un Gryffindor esperándola en la pared de enfrente.


Lizzie–Saludó Sirius acercándose.


La joven decidió que lo iba a ignorar, suficiente tuvo con que ayer en herbología no la dejara prestar atención por estar hablándole de su cabello, sus ojos o su nariz como si fueran algo excepcional.

Ella sabía de lo que se trataba todo ese teatro para él, quería su carta y no iba a parar hasta conseguirla, creyó que hacerla parte de su lista interminable de conquistas le daría una carta y no se lo iba a permitir, no iba a ser una de esas chicas.


–¿Te ayudo con tú mochila?–Ofreció el Black tratando de tomarla.

–Puedo sola, Black–Soltó la chica de mala gana–¿Hoy también me vas a seguir?–

–Todos los días que pueda, mon amour

–Merlín no me dotó de gran paciencia, Orión, no agotes la poca que queda–Advirtió la Ravenclaw.


El azabache frunció el ceño al ser llamado por su segundo nombre, pareció molestarse mucho internamente por eso y fue cuando Elizabeth se interesó en él por primera vez en casi tres años.

¿Por qué le molestaría su segundo nombre? Es parte de su identidad ¿No? Entonces porqué parecía querer rechinar sus dientes al ser llamado así.


–¿Te sientas en mi mesa?–Propuso luego de un rato siguiéndola en silencio–A mis amigos les agradas–

–A mi me agradan tus amigos–Admitió la castaña–Tú no tanto–

–Auch, Lizzie, no me trates así–Él puso una mueca de cachorro–Soy buena personas aunque no lo parezca–

–Me voy a mi me...–


Ella no pudo terminar su frase porque él la tomó de la mano y la guió a la mesa de Gryffindor mientras la chica se sonrojaba cada vez más por las miradas confundidas de todos.

Alcanzó a ver a Rabastan viéndola desde la mesa de Slytherin con una mueca de confusión en su rostro y ella articuló un "Auxilio" a su amigo que de inmediato comenzó a reír por alguna razón.


–Miren a quién me encontré camino aquí–Anunció Sirius a los otros tres merodeadores.

–Encontrar no es sinónimo de acosar, Black–Refunfuñó entre dientes la Snow.


Esto pareció divertir a los otros tres, Remus de inmediato se hizo a un lado y le ofreció un asiento a su lado con una sonrisa así que ella rápidamente aceptó y se sentó.

Esto pareció molestar al Black, que obviamente tenía el plan de sentarse junto a ella para "elogiarla" todo el rato, aunque eso sería molestarla en lo que a Elizabeth se refería.


–Buenos días Snow–Saludó James con una sonrisa amable–¿Quieres avena? Tú di lo que te gusta y lo tienes–

–Frutas esta bien, gracias–Respondió la joven con un tono mucho más gentil.

Mon amour–Llamó el ojigris con una mueca de ofensa–¿Por qué a Cornamenta le hablas así y a mi no?–

–Qué alguien lo aleje de mi, por favor–Rogó la castaña a nadie en particular.


Esto pareció divertir a los amigos del Black, aún así Peter y Remus la cubrieron un poco con sus brazos en señal de apoyo y le dieron una mirada de advertencia a Sirius para que se relaje con sus alagos.


–¿Tienes clase de runas antiguas?–Preguntó el Lupin a la joven.

–Después del desayuno, tú también ¿Cierto?–Él asintió–¿Te sientas conmigo?–

–Me encantaría sentarme con la mejor de la clase–

–Estoy segura de que Evans tiene compañero, pero podemos arreglarlo–Bromeó la Ravenclaw.


Esto hizo reír a los chicos, el resto del desayuno los tres merodeadores que sí recibían el buen trato de Elizabeth se la pasaron hablando con ella mientras que Sirius Black era ignorado por completo.













































•─: ∙:°:◦:∙•∙:◦:°:∙ :─•















































Remus abrió su boca al ver lo fácil que le resultó a Elizabeth Snow realizar la runa que apenas habían empezado a practicar.


–Muy bien señorita Snow–Felicitó la profesora Milton–Lea el siguiente capítulo cuando logre realizar la runa otras tres veces–

–Si profesora–

–¿Cómo lo hiciste tan fácil?–Preguntó Lily, que también se había sentando con ellos en la misma mesa–La curva es difícil–

–No lo es si escribes mucho y a mi me encanta–Explicó la joven algo avergonzada.


Volvió a levantar su varita y realizó la runa de nuevo, otra ráfaga de viento salió con dirección a la pared, pues la runa es la runa del viento.


–De nuevo lo hizo, necesito tú cerebro–Bromeó el Lupin.

–Solo es práctica, no tengo mucho que hacer en los veranos así que práctico la materia del año–Contó la castaña.

–Tus padres deben estar orgullosos de la hija estudiosa que tienen, no muchos son así Ellie–Alagó la Evans colocando una mano en su hombro.


La sonrisa de la Ravenclaw flaqueó un poco, aún así asintió y repitió su runa una vez más antes de pasarse toda la hora que faltaba leyendo el próximo capítulo de la guía de Las Runas Elementales de Maggie Brown.


























































•─: ∙:°:◦:∙•∙:◦:°:∙ :─•





















































–¿Y por qué no decirles la verdad?–Preguntó Rabastan cuando estaban ambos en el jardín.


Ya comenzaba a hacer frío, pues noviembre llegaría pronto, así que el Slytherin sacó una de sus chaquetas de su mochila y la puso sobre los hombros de su amiga para luego esperar su respuesta.


–Porque en Hogwarts nadie, además de ti, sabe que soy una huérfana que creció en un horrible orfanato–Recordó la ojiavellana sin dejar de escribir–Solo soy Ellie Snow, la chica de las cartas

–Para mi eres más que la chica de las cartas–Aseguró el azabache–Eres mi vida entera, Ellie–


Él se acercó y besó la frente de su amiga que sonrió un poco, lo abrazó y se dedicó a escuchar el corazón de Rabastan Lestrange como si fuera una bella canción.

Muchos habían dicho, a lo largo de los años, que el joven Lestrange no tenía corazón, pero Ellie sabía bien que tenía uno del tamaño de Hogwarts e incluso mayor, pero no se lo mostraba a todos.


–Salvaste mi vida, incluso cuando yo no notaba que estaba muriendo–Murmuró el ojiazul en su oído–Para mi eres mi héroe–

–Vas a hacer que llore–Regañó la chica aferrándose más a su mejor amigo–Te amo tanto, Ras–

–Y yo a ti, pequeña–


En el momento en que ambos se separaron de su abrazo escucharon a lo lejos un disturbio y al ver que los merodeadores eran quienes salían corriendo del castillo, lo supieron.


–Ay no–Dijeron a la vez los dos amigos.


De las puertas del castillo escapaba lo que parecía ser espuma, de esa que se forma al lavar la ropa en una lavadora muggle según creyó ver Elizabeth.


–¡Corran!–Advirtieron los merodeadores a la vez.

–Ellie levántate–Apuró el Lestrange al ver la espuma acercándose.


Ella le hizo caso y tomaron sus cosas lo más rápido que podían, a medida que los merodeadores se acercaban notaron que detrás de ellos corrían otra tres figuras que habían sido advertidas de la broma.

Marlene McKinnon tomaba la mano de Dorcas Meadowes, Lily Evans no dejaba de gritar lo mucho odiaba esto y fue cuando James Potter se devolvió unos metros para tomarla en brazos ya que era la más lenta de todos.


–La espuma causa acné explosivo–Aviso Peter Pettigrew pasando junto a la Rabastan y Ellie.

–¡Mi precioso rostro!–Gritó el Lestrange.


Sirius Black vio su oportunidad y al pasar junto a la Snow tomó su mano para ayudarla a correr más rápido, Rabastan los vio ofendido antes de seguirlos.


–¡Lestrange la espuma!–Le dijo Remus la ver que se acercaba a ellos.

–¡Mi rostro!–Repitió el ojiazul.

–Merlín me ayude–Murmuró el Lupin antes de tomar la manga de la túnica del Slytherin para que corra más rápido.

–¡¿Qué tu no eras el bueno de ellos?!–Le gritó Rabastan.

–¡Ni siquiera sé cómo acabé aquí!–


El grupo corría hacia el bosque prohibido mientras la espuma terminaba de expandirse por los terrenos del colegio.


–Snow más rápido–Apuró Sirius a medida que entraban al bosque–Tenemos que llegar al claro o mi perfecto rostro...–

–¡Yo ni siquiera pedí venir!–Recordó la castaña apurando su paso–Y no corro tan rápido como ustedes–

–Con tú permiso entonces–Soltó el Black con una sonrisa divertida.


Él de repente puso su brazo en la espalda de la Snow y luego tomó sus piernas para cargarla como a una novia y correr con ella hacia el claro.


–¡Puedo sola Black!–Se quejaba la Ravenclaw.

–¡Rápido Peter!–Apuró Dorcas al rubio que se quedaba atrás.

–Ya no puedo–Se quejaba el Pettigrew.


Al llegar al claro del bosque los dos azabaches bajaron a las chicas que cargaban y se voltearon para asegurarse de que todos habían llegado al claro, pues anteriormente pusieron un hechizo que los protegería de la espuma estando ahí.


–¡Peter corre!–Apuró James al ver a su amigo a unos metros.

–Me voy a rendir, ya no quiero–Decía el chico casi sin aliento.

–Demonios, mi hermoso rostro–Refunfuñó el ojigris antes de correr hacia su amigo de nuevo.


El Black cargó a su rubio amigo como lo había hecho con la Ravenclaw y corrió al claro, esta vez con un poco más de dificultad por el cansancio y el peso de Peter, pero logró llegar segundos antes que la espuma lo alcance.


–Gracias a Merlín–Soltó Peter saltando de los brazos de Sirius al piso–Amo el claro del bosque, lo amo–Decía besando el césped.

–Gracias a mi deberías decir–Regañó Sirius limpiando su túnica–Pero se logró chicos, Minnie debe estar furiosa–Celebró.

–McGonagall va a creer que participamos en esto–Se alarmó Lily Evans–Me va a dar algo–


Rabastan, Remus y Elizabeth abrieron sus ojos y comenzaron a hiperventilar ellos también, los cuatro colocaron sus manos en sus pechos y con la otra se daban aire.


–Nunca me han castigado–Recordaron Ras y Ellie a la vez.

–Me van a expulsar por esto–Decía el Lupin apenas respirando–Yo ni siquiera sabía de esto–

–McGonagall me va a quitar mi premio anual–Temió la Evans.


Los otros veían a los dos castaños, el azabache y la pelirroja como si fueran bichos raros, que suelen ser, pero ahora estaban en un ataque de pánico al pensar en el castigo que les esperaría.


–Minnie ni siquiera debe sospechar de ustedes–Tranquilizó Marlene divertida.

–Se equivoca señorita McKinnon–


Todos se voltearon a la vez para ver a una molesta Minerva McGonagall, cubierta de pies a cabeza por espinillas a punto de explotar, y que parecía querer gritar.


–¡Castigados todos!–Gritó la profesora.

–Pero profesora nosotros...–Comenzaron los cuatro que hace poco estaban hiperventilando.

–¡Nada de excusas!–Interrumpió la mayor de mala gana–¡Castigados todos!–

–Minnie ellos no tuvieron nada que ver, fuimos nosotros–Defendieron James y Sirius a la vez.

–¡Todos!–




















































Nota:

Que alguien le diga a Sirius que no es la manera...🤣❤️

¿Qué les pareció este nuevo capítulo?🥺✨️

Se vienen cosas...🔥

¿Qué piensan de Sirius hasta ahora?🥺

¿Y qué les parece Ellie?💙✨️

Remus y Lily bien preocupados.🥺❤️

¿Qué pasará en ese castigo?🤷‍♀️😎

La amistad de Ras y Ellie.🛐🛐🛐

Al menos alguien volvió por Peter.🥺❤️

Bye ❤️✨️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro