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Fiesta parte 2































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Ellie frunció su ceño tratando de concentrarse en el movimiento sincronizado de su pelvis unida a la de Sirius que iba y venía una y otra vez.


Mon amour–Llamó el Black tomando su mentón–Mírame a mi–Pidió.

–Trato de seguir tú ritmo, Black–Se excusó la Snow–Nunca he sido buena bailando–

–A mi me gusta como bailas–


Ella levantó su mirada y notó los ojos grises del chico fijos en ella, sus miradas se conectaron y no supo en qué momento sus respiraciones se habían mezclado.

La mano que Sirius mantenía en la barbilla de la chica bajó de nuevo hasta la mano que ella aún tenía en el pecho de él, porque él la había puesto ahí, y comenzó a guiar la mano de ella de arriba abajo.


–No entiendo el baile–Confesó la chica tratando de controlar sus corazón acelerado.

–No estamos bailando–Soltó el Black divertido.


Ella frunció su ceño de nuevo, sabía bien que así no estaban bailando las otras parejas, pero no había entendido hasta ese momento que ellos parecían más estar frotando sus cuerpos.


–La canción termina–Avisó la ojiavellana buscando valor para irse.

–Tú no te vas a ir–El agarre del chico a su cintura la hizo pegarse más él–No hasta que yo lo diga–

–Eres un cumpleañero muy mimado, Black–

–¿Por qué no te sonrojas?–Preguntó el ojigris.


La joven levantó y bajó sus hombros en respuesta y esto solo pareció provocar más al Black que la acercó aún más a él hasta que el pecho de él estuvo cerca del suyo.


–¿Traes ropa interior roja?–Molestó de repente el Gryffindor.


El sonrojo se expandió con rapidez por las mejillas de la Ravenclaw y esto hizo un nuevo brillo aparezca en los ojos del azabache que la veía atento.


–Ahí está, ahora más–Exigió.


Rabastan sonrió divertido al ver a los dos jóvenes que bailaban en aquella esquina solitaria, si es que a eso se le llama bailar y no provocar.


–Lo admito Lupin, me gustan tus métodos–Le dijo al castaño a su lado.

–Te dije que doy resultados rápidos–Molestó el Gryffindor.

–No me agrada mucho, sin embargo, que tú amigo devore con la mirada a mi dulce Ellie–Regañó.

–Creo que es más deseo que devorar, pero bueno–Remus sonrió–Tal vez si camine mañana–


El Lestrange se giró para verlo molesto, ambos estaban en las escaleras que daban a las habitaciones de chicos, pues a esa altura podían ver todo lo que sucedía en cualquier lugar.

Claro que la decir eso Remus Lupin no contaba con terminar contra el muro de un solo empujón por parte de un enojado Rabastan que se acercó hasta dejar sus rostros muy cerca.


–¿Hablas por experiencia o le tienes mucha confianza?–Cuestionó de mala gana el mayor.

–Los celos no te quedan, Rabastan–


En ese momento una corneta se escuchó y todos se voltearon para ver a James Potter en el centro de la sala común con una sonrisa maliciosa.


–Hora del boleto dorado–
























































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Alice, Frank, Elizabeth, Rabastan, Marlene, Dorcas, Lily y los merodeadores caminaban rápidamente con sus boletos dorados en la mano por los oscuros pasillos de Hogwarts.


–Esto no me gusta–Habló la Evans aferrándose a Rabastan–Si McGonagall nos atrapa nos harán limpiar la biblioteca de nuevo o peor, la oficina de Filch–

–Nadie nos va a atrapar Lily-flor–Prometió James alejando a la chica del Slytherin.

–Si me castigan de nuevo por ti, Black, te voy a matar–Amenazó Dorcas.


Los cuatro merodeadores dejaron de caminar justo frente a una pared, luego de que ellos pasarán tres veces frente a dicha pared, una puerta enorme apareció y más música surgió del interior.


–Bienvenidos a la sala VIP–Dijeron los cuatro merodeadores a la vez.

–Típico–Murmuraron los demás.


Al entrar a la sala estaba decorada de arriba abajo con globos, serpentinas, pancartas y las velas cambiaban de color su fuego para darle algo de ambiente.


–La mesa de allá esta completamente llena con bebidas alcohólicas–Indicó James a todos–Y no, Alice, no hay bebidas sin alcohol–

–Ay no, me pongo muy loca–Se lamentó la castaña.

–Eres adorable–Soltaron a la vez los chicos.


Ellie se dejó guiar por Rabastan hasta la mesa donde estaban las bebidas y él se sirvió un trago de Whisky para luego darle uno a su amiga con una sonrisa.


–Esto no va a acabar bien–Aseguró la castaña.

–Elizabeth, mi ángel, solo esta vez ¿Si?–


Ella suspiró sabiendo que había perdido toda batalla antes de iniciarla, tomó de un solo trago el Whisky y se sirvió otro, si iba a beber mínimo lo haría bien.


–Esa es mi chica–Celebró el Lestrange.


Los puños de Sirius se cerraron al escuchar esto, veía a los dos amigos con enojo mientras sus amigos lo veían a él divertidos.


–Yo voy a hablar con mi Lily-flor–Anunció el Potter a sus amigos.

–Creo que Marlene y Dorcas me llaman–Se excusó Peter entre risas.

–Y solo quedamos dos–Cantó Remus divertido.


Rabastan le dio un giro sobre su propio eje la chica frente a él y esto causó un sonrojo por su parte al recibir tantos alagos de una sola vez por parte de su mejor amigo.


–Es que mira que piernas, mira que sonrisa–Decía el Lestrange–Y tú cabello, mataría por ti–

–Ras...–


Si algo sabía Elizabeth es que el pasatiempo favorito de su mejor amigo es alagar cada parte de ella, interior o exterior, siempre la alagaba, es su mejor talento según él.


–Y ni hablar de verte en traje de baño ¿Recuerdas el año pasado cuando fuimos a la playa? Casi me desmayo–

–Rabastan–Regañó la ojiavellana.


Sirius rechinó sus dientes con tanta fuerza que creyó que los iba a romper mientras Remus seguía riendo cada vez más, cuanto le gusta tener la razón.


–Pero claro que solo es por la carta–Se burló el castaño–¿Verdad Canuto?–

–Jódete, Lunático

–Ojalá–


El Black se acercó a los dos amigos y justo cuando Rabastan se disponía a darle otra vuelta a su amiga, la tomó de la mano y la acercó a él hasta que pudo colocar una mano en la cintura de ella.


–Hola Sirius, linda zona VIP–Saludó el Lestrange.

–¿Bailas conmigo?–Preguntó el ojigris ignorando al Slytherin.

–Te dije que no bailo y aún así ya bailé contigo–Recordó la Snow.

–Otra vez, es mi cumpleaños y debes hacer lo que digo–


Ella vio a su mejor amigo que le hizo una señal para que se fuera y lo deje solo, jamás creyó que él la iba a traicionar así, si era el mayor opositor a que ella pase tiempo con Sirius.


–Una vez más–Aceptó.

–Ven conmigo–


El azabache tomó su mano y la llevó de nuevo a una esquina vacía, pues sabía que a ella no le gusta estar en el centro de las miradas y a él no le gusta que la vean, así que en esa esquina es toda suya.

Elizabeth sonrió viendo a todos los demás esparcidos por la sala, James y Lily hablaban cerca de la mesa de bocadillos, Frank y Alice estaban en un pequeño sillón besándose, Remus, Rabastan y Peter hablaban y Marlene y Dorcas bailaban.


–¿Te estás divirtiendo en tú cumpleaños Black?–Preguntó ella volteándose para ver al chico.


El Black estaba apoyado por completo en la pared sosteniendo la mano de la chica frente a él sin dejar de verla, por alguna razón nada más en ese lugar le interesaba.


–No realmente–Admitió jalando un poco de su brazo para acercarla–¿Sabes por qué?–

–Porque no hay suficiente alcohol–Bromeó la chica.

–Porque no estas bailando conmigo, solo ves a los demás como si ellos importaran–

–Ellos importan, son tus amigos–Recordó la ojiavellana.

–Lo son, pero yo quiero que me veas a mi–


Ellie sonrió ante lo consentido que se llegaba a escuchar el Gryffindor, decidió en ese momento que sí parecía hermano de Regulus, pues siempre que hablaba con el menor en la sala común de Slytherin se escuchaba como un niño caprichoso en ocasiones.


–Bien, voy a bailar contigo porque es tú cumpleaños, pero ni creas que este jueguito tuyo va a funcionar–Advirtió rodeando su cuello.

–¿Qué juego?–Él rodeó su cintura y la acercó hasta que no hubo ningún centímetro de espacio entre ellos–Yo no juego–

–Ya sabes de que juego hablo, Black, el juego en el que me tratas bien para recibir tú carta–

–¿Qué carta?–


Ella se dio cuenta que no estaba fingiendo puesto que su confusión era genuina, no recordaba la carta en ese momento, entonces si no es por la carta ¿Por qué él actúa así con ella?


–La carta que deseas que te dé–Murmuró puesto que estaban muy cerca–Las que doy cada día–

–Ya entendí a que carta te refieres, pero estoy seguro que yo no dije esto era por la carta–

–¿Por qué más sería?–Soltó la castaña alejándose–¿Me crees tonta? No va a pasar ese plan que tienes–


El ojigris frunció el ceño confundido, recordó todo lo que había dicho en los últimos minutos con ella a solas tratando de buscar algo que la moleste.


–¿Qué plan?–Cuestionó al darse cuenta de que no entendía nada.

–El plan de ser amable conmigo por tú carta, no va a funcionar–Explicó ella obvia–Y los coqueteos funcionan menos–

–No hago nada de esto por la carta–Confesó y esto cayó como un balde de agua fría sobre su cabeza–Bueno en un principio si–

–¿En un principio?–


El Gryffindor no respondió de inmediato, solo se quedó viéndola por unos pocos segundos mientras pensaba ¿Por qué había hecho todo eso en las últimas horas si no era por su carta?


–Te lo dije–Soltó orgullosa la Ravenclaw al tomar su silencio como que le daba la razón–Es tarde, debo irme, pero buen intento Black–


Elizabeth se alejó rápidamente tratando de ocultar ese pinchazo de dolor, sabía que lo hacía por su carta, siempre fue por la tonta carta.


–Debo irme, tengo rondas en la mañana–Le avisó a Rabastan.

–Te acompaño–Ofreció él dejando su trago en la mesa.

–No hay necesidad, si te atrapan te castigan, si me atrapan solo estoy haciendo rondas–


El azabache asintió dándole la razón, se despidió con un beso en su mejilla, que de nuevo se vio ante las personas ebrias como uno en los labios, y ella salió de ahí.

Ellie se abrazó a si misma con fuerza ante el frío caminó en silencio, conocía ya demasiado bien Hogwarts como para necesitar la luz de su varita.


Liz–Llamó alguien.


Ella no se volteó, nadie la llama así entonces no debía ser con ella y si era con ella debía ser un desconocido, no quería hablar con un desconocido.


–¡Lizzie!–


En ese momento se detuvo, alguien sí la llama así pero era el alguien que no quería ver en ese momento, seguro le venía a insistir por su carta y lo último que ella quería en ese momento era escribirle una carta.


–¿Qué?–Soltó dando un giro sobre sus talones una vez los pasos detrás de ella se detuvieron.

–No recordaba la carta hoy–Confesó Sirius acercándose–Ni el día en que te invité mi fiesta, ni el día en la biblioteca hablando de astronomía–

–Sirius tengo sueño y tu estás ebrio ¿Te veo luego?–

–No–Él tomó su mano y la llevó al armario de limpieza.


Cerró la puerta y encendió la vela en el candelabro de la pared para luego voltearse y verla, no sabía bien que hacía pero no quería detenerse ahí.


–Lo besaste–Recordó–A Lestrange–

–¿Rabastan? En primer lugar que asco besar a Ras, en segundo ¿Qué tiene que ver conmigo en el armario de limpieza?–

–¡Todo!–Soltó el pasando su mano por su cabello–Todo estaba bien hasta que bailaste con él, yo estaba bien hasta que lo besaste, yo estaba tranquilo hasta que te alagó, yo estaba pensando hasta que te besó de nuevo–


Él contaba con sus dedos todo lo que había sucedido aquella noche mientras iba de un lado al otro del armario de manera histérica, como si tuviera una repentina iluminación.


–No entiendo qué tiene que ver Rabastan, un beso que no pasó y tú en este estado conmigo en un armario de limpieza–Habló la castaña.

–¡Tiene que ver que no pensé en la carta mientras me enojaba por todo eso!–Gritó el Black sin verla–¡¿Por qué te sonrojas con él?!–

–Esto... porque es Ras–Respondió obvia.

–No es una respuesta, Elizabeth–


El Black se acercó hasta ella y la acorraló en la pared con sus brazos a ambos lados de su cabeza y su rostro muy cerca del de ella, respiraba agitado y sus ojos estaban oscuros, estaba en problemas.


–¿Te bañaste con él?–Preguntó Sirius frunciendo el ceño.

–No sé porque tendría que aclarar eso ante ti, pero no–Respondió sincera.

–¿Y por qué Crouch tuvo que dormir en la habitación de Regulus?–

–De nuevo no tengo porque responder, pero te diré que suele irse cuando me quedo en la habitación de Ras–


Esto no pareció calmar al Gryffindor, pareció alterarlo más, fue cuando Ellie se dio cuenta de que esa era la misma mirada que Rabastan le dedicaba cada vez que un chico la alagaba, estaba celoso.


–Sirius ¿Estás celoso porque yo duerma con Rabastan?–La pregunta salió de manera involuntariamente de ella.

–Mucho–Admitió el ojigris–¿Por qué duermes con él?–

–Ya te lo dije, es Rabastan–

–Y dije que esa no es una respuesta–

–Si te tranquiliza un poco te diré que es como un hermano para mi, hay veces en las que me siento sola y Ras esta ahí siempre–Explicó.


La respiración del mayor volvió a la normalidad poco a poco, su mirada se aclaraba, se estaba calmando mientras se relajaba por salir de ese pequeño problema en el que estaba hace rato.


–Entonces...–Habló de repente el chico–¿Por qué te besó?–

–Nunca me ha besado más que la mejilla, debiste ver mal y en todo caso, vuelvo a decir, que no te debo explicar todo–

–Sí debes o me voy a volver a poner así y no me gusta–

–¿Y por qué te importa? Si lo que te preocupa es tú carta te puedo prometer que la vas a tener, pero no tiene sentido todo esto–Habló la castaña perdiendo la paciencia.

–¡No es por mi carta!–


Antes de que ella pudiera gritarle lo tonto de toda aquella situación se vio siendo bloqueada por los labios de Sirius Black sobre los suyos, su respiración se cortó, su mente se nubló ¿Qué estaba haciendo ahí?

Sintió como se aferraba a su cintura y por alguna razón que ella no entendió lo rodeó por el cuello con sus brazos y acarició su cabello azabache con sus dedos.


Esto hizo que un gruñido saliera de la boca del ojigris y fue cuando terminó completamente contra la pared mientras el movimiento de sus labios se volvía más rápido y una mano bajaba por su espalda.

No se posó en su trasero del todo, era más una solicitud para hacerlo y antes de que su cerebro volviera a funcionar ella bajó la mano que no tenía ocupada en el cabello del chico hasta la mano que él tenía en su espalda y la bajó.


–Gracias–Susurró el azabache sobre sus labios.


Antes de que ella pudiera decir algo más él volvió a besarla, esta vez más rápido y con mucha menos paciencia que la última vez, ambas manos acabaron sobre su trasero luego de unos segundos y la acercaron más al cuerpo del mayor.

En el momento en que sintió algo en su abdomen fue que la Snow volvió en sus cabales y rompió el beso asustada, estaba haciendo justo lo que juró no hacer, estaba siendo una de la lista.


–Ese sonrojo es el que me gusta–Murmuró Sirius viéndola con una sonrisa–Ese es mi sonrojo, mon amour

–No–Ella lo detuvo en el momento en que quiso acercarse de nuevo–No va a pasar, aléjate–


El ojigris levantó sus manos de inmediato y la vio confundido por el repentino cambio, aún así dio un paso atrás para darle la salida que ella buscaba.


–Esto nunca pasó–


Luego de decir esto la chica salió de ahí dando un portazo mientras el Gryffindor se quedaba con la boca entreabierta.


–Pero si pasó...–Murmuró.





















































Nota:

Yo avisé que venían... cosas.🔥

Remus y Rabastan las mentes maestras de todo.❤️✨️💚

Remus y Ras cómo pareja ¿Qué les parecen?😶

¿Y qué piensan de todo lo que pasó con Ellie y Sirius en esta fiesta?😶

¿Qué les parece que Ellie siga pensando que todo tiene que ver con su carta?🤐

¿Y qué piensan de la actitud de Sirius? ¿Por qué es así con Rabastan?🤣

¿Qué les parece esta pareja?🥰

¿Teorías?

Peter el verdadero: No debieron subestimar mi inteligencia.🤣🛐

Sirius y Ellie mis papis.🛐🛐

Bye.💚

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