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La misión





































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Elizabeth tomó la mano de Lily y la ayudó a levantarse para luego seguir corriendo, un hechizo rozó su oreja y esto la hizo aferrarse más a la varita.


–Maldición ¡¿Dónde está Peter?!–Se quejó la señora Potter.

–No nos vamos a ir sin él, tres llegamos a esta misión y tres nos vamos–Declaró la señora Snow-Black.

–¡Aquí estoy y tengo el coso este que no sé que hace!–Gritó el Pettigrew corriendo hacia ella.

–Al fin–


Elizabeth lanzaba hechizos defensivos hasta que Lily tomó la mano de Peter y los tres desaparecieron en un ¡PLOT! Dejando a los mortífagos sin nadie a quién atacar.

Los tres aparecieron de vuelta en un oscuro callejón a varias calles del cuartel general de orden del Fénix, el cual es la casa de campo de los Longbottom.


–Vamos, nos deben estar esperando–Apuró la castaña a los otros dos.

–¿Todo bien Pet?–Preguntó Lily abrazándolo por los hombros.

–Casi muero, pero sí–


Al llegar frente a la casa varias personas salieron y les apuntaron con la varita, aunque no quisieran hacerlo tenían que asegurarse de que eran ellos.


–Mi nombre es Elizabeth Snow-Black y me llamas "Mi ángel"–Le dijo la chica a Rabastan.

–Mi nombre es Lily Potter y Marlene, te ayudé a abrir el pircing de tú labio–Siguió la pelirroja.

–Soy Peter Pettigrew y el Remus ebrio es mi favorito–Bromeó el rubio.


Todos se relajaron visiblemente, rápidamente Sirius corrió hasta su esposa y la besó, James imitó a su amigo mientras que Peter recibía el abrazo de Alice y Dorcas.


–Estaba preocupado por ti–Murmuró el ojigris acariciando la mejilla de la castaña.

–Lo sé, tardamos más de lo esperado, lo siento–













































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Sirius trazaba el plan que tenían que seguir en la misión de esa noche, James estaba a su lado dándole algunos consejos mientras que Remus los escuchaba.


–No me gusta esto, Liz–Declaró Lily a su amiga.

–A mi tampoco Ly, pero nadie les va a quitar la idea de ir–Respondió la castaña.

–Tranquilas, yo los voy a cuidar–Les dijo Peter con una sonrisa.


El Pettigrew era quien mejor cocinaba de los presentes así que estaba preparando la cena con "ayuda" de sus amigas, pero ellas solo pasaban diciendo lo poco que les gustaba esa misión.


–No he cumplido ni un año de casada y ya me voy a quedar viuda–Se lamentó Alice sentándose junto a ellas–Le dije a Frank que esto no me gusta–

–A ninguna–Respondieron las otras dos.


La misión de los merodeadores, Marlene y Rabastan era simple en el sentido del objetivo, pues tenían que sacar un viejo artefacto de Dumbledore de la cámara acorazada en Gringotts.

Lo malo venía cuando habían escuchado el rumor de que los mortífagos querían ese artefacto desconocido y lo más probable es que los ataquen mientras lo transportan a Hogwarts.


–Debo ir al baño–Anunció Elizabeth levantándose–Lily ¿Me acompañas?–


La pelirroja la vio algo confundida, pero aún así asintió y la siguió al baño, la castaña cerró la puerta rápidamente y sonrió maliciosamente.


–No vamos a dejarlos ir solos–Aseguró antes de sacar seis relicarios–Les puse un encantamiento de aviso, si alguien los ataca lo vamos a saber y entonces iremos a ayudar–

–Gracias a Merlín, por eso amo que seas mi compañera de misión–La Potter la abrazó–¿Qué les vamos a decir para que se lo pongan?–

–Solo que es para la buena suerte, se van a creer cualquier cosa–


La ojiverde asintió, tomó tres de los relicarios y los guardó en su bolsillo para así darle uno a su esposo, a Marlene y a Peter en cuánto salga de ahí.


–¿Para eso querías que viniera al baño? Pudiste darme esto en mi habitación–Bromeó la pelirroja.

–De hecho te traje aquí para poder llorar tranquilamente–Corrigió la castaña.


De repente la Snow comenzó a llorar sin poder contenerse y fue cuando recibió el abrazo preocupado de su amiga, la escuchaba sollozar y se le rompía el corazón al verla así.


–Linda, tranquila, Sirius va a estar bien–Prometió la Potter–Y Rabastan también, todos vamos a estar bien–

–No es por ese par de idiotas, saben cuidarse solos–Dijo la chica entre lágrimas–Es por mi–

–¿Te pasó algo?–

–¡¿Cómo demonios le digo a Sirius que estoy embarazada en medio de una guerra?!–Preguntó la castaña.


La boca de Lily se abrió por completo, bajó la mirada al vientre de su amiga y sonrió de repente como nunca antes lo había hecho para volver a abrazarla después.


–¡Felicidades Ellie!–

–¡¿De qué hablas?!–Interrumpió la ojiavellana–Estamos en guerra, mi esposo y yo estamos arriesgando la vida ¿Cómo va a ser bueno esto?–

–Es bueno porque tienes un motivo por el cuál luchar–































































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En el momento en que el relicario que colgaba en el cuello de Elizabeth brilló el corazón de las cuatro jóvenes presentes dio un vuelco.


–Los atacaron–Murmuró Dorcas.


Alice, Ellie y Lily se levantaron rápidamente y la Meadowes las siguió luego de salir de su shock inicial y enviarle un patronus a Dumbledore para informarle del ataque.

Las cuatro aparecieron en un chimenea de Flourish y Blotts, el dueño no preguntó pues ya estaba acostumbrado a que los miembros de la orden la usen, solo vio a las chicas correr callejón arriba.


–Mucha suerte, jóvenes–Deseó el hombre cerrando la puerta.


Al llegar cerca de Gringotts vieron que la confrontación había ocurrido ni bien salieron del banco, los duendes habían cerrado el lugar con la intención de proteger los tesoros que ahí se guardan dejando a los miembros de la orden sin lugar para ocultarse.


–¡Desmaius!–Un mortífago cayó, faltaban otros veinte.

–¡Avada...!–

Protego–Lanzó Alice para evitar que el hechizo le diera a James–¡Más cuidado Potter!–

–¡¿Y ustedes que hacen aquí?!–


Elizabeth y Lily se fueron de un lado para luchar contra tres mortífagos, ya se habían acostumbrado a pelear juntas por sus misiones y no querían estorbar a otra pareja.

James y Sirius peleaban cerca de un callejón contra tres mortífagos, Marlene y Peter peleaban en las escaleras se Gringotts, Frank y Alice luchaban juntos contra otros dos mortífagos, Remus y Rabastan se divertían pateando varios traseros juntos, es su luna de miel ideal.


Dorcas se unió a su prometida y al chico Pettigrew para apoyarlos, parecían ir ganando hasta que un hechizo le rozó la espalda a la chica McKinnon y todos se voltearon para ver quien lo enviaba.

El mismísimo Lord Voldemort se acercaba a ellos por el callejón, no podían distraerse de sus respectivas batallas así que siguieron en lo que estaban hasta el que recién llegado se unió a la pelea contra James y Sirius.


–¡Protego!–Lanzó Lily.

–¡Avada Kedavra!–Habló Ellie a la vez que su compañera.


El único mortífago que quedaba en contra de ellas cayó, por eso hacen tan buen equipo, Lily guarda la puerta mientras Ellie ataca, como suelen hacer sus esposos.


–Vamos antes de que mi hijo se quede sin padre–Apuró la castaña a su amiga.

–Qué fe le tienes–Bromeó antes de seguirla.


Ellas se unieron a la pelea contra Voldemort y otros tres mortífagos, con la ayuda de las dos recién llegadas fue más fácil para Sirius lanzar una maldición asesina a su atacante.

Pero mientras él hacía eso James se decidió a hacer lo mismo con su mortífago y nadie se dio cuenta del mortífago que levantó su varita contra el Black.


–¡Septusempra!–


Sirius cayó al suelo con su cuerpo llenándose de cortes que lo hacían perder sangre rápidamente, pero no quiso gritar para no desconcentrar a sus amigos.


–¡Canuto!–Tarde, James lo vio.


Las dos mujeres se voltearon y abrieron sus bocas horrorizadas por lo que veían, el Potter se dedicó a proteger a su herido amigo mientras ellas luchaban contra el mortífago que quedaba y Voldemort.


–¡Crucio!–

–Ellie–Lily se puso frente a ella para recibir el hechizo–¡Maldita sea!–Gritó al sentir el dolor en su cuerpo.


La chica Snow-Black logró desmayar al mortífago que había herido a su esposo, no estaba preocupada por matarlo ahora, pero si por defender a Lily de la maldición que recibía por su culpa.

Lanzó un hechizo provocando que la vista de Voldemort se fije en ella, sonrió de lado sabiendo que eso solo lo iba a provocar más y lanzó otro hechizo.


–Hola Tom...–Molestó.

–Elizabeth Snow, yo te conozco–El hombre lanzó otro hechizo que ella pudo parar–Creciste en un lugar parecido a donde yo crecí–

–Con la diferencia de que mis padres si me amaban–


Otro hechizo, el verde y el azul se chocaban cada vez que los dos duelistas levantaban la varita, la furia que sentía en ese momento la castaña puso su nivel de crueldad al hechizar igual que el Voldemort, merecía pagar por esto.


–¡Crucio!–Lanzó Elizabeth si pensarlo.


Este consiguió darle a Voldemort de lleno en el pecho, esto la hizo sentir muy feliz, mínimo se había cobrado lo que le hizo a Lily, pero justo cuando el hombre le iba a responder otro hechizo llegó para apoyar a la castaña.

Dumbledore apareció por el callejón, McGonagall y Flitwick lo seguían de cerca, al ver ahí a su antiguo profesor, quien le enseñó todo sobre duelo, Ellie se relajó un poco y le sonrió al pequeño hombre.


–Yo sigo aquí, tú saca a Black–


Ella asintió y corrió hasta Sirius, que seguía sangrando en el suelo, no era una maldición que ella hubiera visto antes, James cargó a Lily y se acercó a Ellie rápidamente, se tomaron de la mano y aparecieron frente a San Mungo.


–Déjame a Lily y ayúdame con Sirius–Pidió rápidamente la ojiavellana.


El Potter asintió, le entregó a su esposa, que es mucho menos pesada que su mejor amigo, y alzó al desmayado Black para luego correr dentro del sanatorio.


–¡Ayuda!–Gritó el hombre al entrar–Mi hermano recibió una maldición desconocida–Le dijo al sanador que se acercó.

–¿Y ella?–Una sanadora se acercó a Ellie, que cargaba a la pelirroja.

–Un crucio, por varios segundos–


Los dos heridos fueron llevados de emergencia al piso de arriba mientras los otros dos se quedaban ahí sin saber que hacer, James abrazó a Ellie por los hombros y la acercó a él.


–Van a estar bien–Murmuró antes de besar el cabello de la más ojiavellana.

–No lo sabes, no digas algo que no sabes–



























































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La sala de espera estaba llena de miembros de la orden que iban y venían una y otra vez de un lado al otro, Remus y Peter mordían sus uñas, Rabastan abrazaba a su mejor amiga, Marlene y Dorcas se quejaban por las atenciones que recibían, decían que solo eran cortes pequeños lo que tenía.


–¡Familiares de Lily Potter!–Llamó la sanadora que la atendió.


Todos se levantaron, pero los primeros en acercarse fueron James, sus padres, los merodeadores, Rabastan y Ellie a lo cuál la sanadora buscó al esposo de la paciente para informarle.


–Todo parece estar bien, señor Potter–Aseguró con una sonrisa–Se desmayó como respuesta al dolor, pero pronto va a despertar según creo–

–Gracias señorita–Le dijo Fleamont al ver que su hijo seguía sin poder hablar.

–¡Familiares de Sirius Black!–


Las mismas personas se acercaron al sanador que llegaba por el pasillo, esperaron ansiosos a que él hable.


–Fue un maldición desconocida, sus heridas sanan bien, pero tendrá algunas cicatrices–Explicó.

–¿Pero esta bien?–Cuestionó Elizabeth y él asintió–¿Puedo verlo?–

–Sígame señora Snow-Black, pregunta por usted–


La castaña y el sanador se alejaron por el pasillo que daba a las habitaciones con paso apresurado, Ellie veía a través de cada puerta con la esperanza de encontrar a su esposo hasta que lo hizo.

Estaba en una camilla, con una mueca de dolor, sus brazos, pecho y piernas estaban cubiertos de vendajes, algunos con sangre y otros no, ella entró rápidamente sin esperar al sanador.


Mon amour–Saludó el Black tratando de ocultar el dolor en su voz–Escuché por ahí que les debo mi vida...–

–Cállate–Pidió la castaña sentándose a su lado para luego besarlo–Te advertí que no fueras, te lo pedí mil veces–

–Debimos escuchar, ahora me doy cuenta–Bromeó el ojigris.

–¡No hagas bromas se algo que pudo matarte!–Chilló la ojiavellana– ¡¿Tienes una idea de lo que sentí al verte ahí tirado?!–


El mayor bajó su mirada, sabía que lo esperaba un regaño, pero tuvo la esperanza de que su esposa lo olvide al ver los vendajes, no pasó.


–Lo siento mucho, Lizzie, sé que te asusté, pero tenía que ir a esa misión–Habló luego de unos segundos en silencio.

–¡No tenías, tú querías ir!–Corrigió la ex-Ravenclaw–¡¿Cómo crees que me siento ahora sabiendo que mi hijo pudo creer sin su padre por tú estupidez?!–


La boca del Black se abrió de par en par al escuchar lo que había dicho su esposa, su mirada bajó al vientre de ella y luego a su rostro cubierto de lágrimas.


–¿Estás embarazada?–Preguntó con una gran sonrisa.

–¡Sí y casi dejas huérfano de padre a mi hijo, idiota!–

–Lizzie eso es...–Él la abrazó sin importar el dolor que sentía ahora–¡Voy a ser papá!–


El grito se escuchó por todo el pasillo y todos en la sala de espera levantaron la mirada al escucharlo, algunos abrieron sus bocas y otros sonrieron.


–¿Que él va a ser qué?–Soltó Rabastan con un tic en el ojo.





























































Nota:

Lily y Ellie como compañeras.🛐🛐🛐

Sirius: El lado bueno es que le pudiste lanzar un crucio a Voldy.🤣

¿Qué les pareció este nuevo capítulo?🥰✨️

Los asusté ¿Verdad?🤣

James preocupado por Sirius y Lily me dolió porque aún así se preocupó por calmar a Ellie. 🥺

Rabastan con un paro cardíaco🤣

¡Ellie esta embarazada!✨️✨️✨️

¿Quién apuesta por un niño?🥰

¿Quién apuesta por una niña?🥰

¿Teorías?🤐

Bye.✨️

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