02

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

02. Expreso y torneo de los tres magos 

— Sigo pensando que esto no es buena idea — Comenta Nico al lado de Leylah.

Ambos se encontraban mirando el expreso de Hogwarts, el cual estaba a punto de partir. Esta vez Nico no le había aplazado la alarma como el año pasado si no que se ofreció a acompañarla hasta la estación.

— No te preocupes, soy Leylah Riddle. Estaré bien — Tomo sus cosas para poder subirse al tren cuando recordó algo

— Eso es lo que me preocupa, Ly, los problemas suelen seguirte — suspiró cuando anunciaron que el tren iba a partir — Cuídate mucho y no te metas en problemas, ¿De acuerdo?

— No prometo nada— Soltó su maleta y lo abrazó— Te quiero

— Te quiero. Ahora sube antes de que el tren se vaya sin ti.

Le hizo caso y subió al tren, saludándolo con la mano que tenía libre. Ahora tendría que buscar al trio de oro, aunque se podría sentar con Draco eso significaría tener que soportar a Pansy Parkinson y no tenía ganas.

Camino por el pasillo buscando en los compartimientos hasta que lo vio diez minutos después comprando en el carrito o más bien mirando embobado a una de Ravenclaw que ella reconoció como Cho Chang. Rodó los ojos, ella tampoco le caía muy bien que digamos.

Cuando la señora de las golosinas se fue, ella se acercó.

— Esto es horrible — Escucho decir a Hermione desde la puerta — ¿Cómo que no saben quién conjuro la marca? ¿No había seguridad?

— Mucha, según papá — le contesto ron mientras masticaba

— Y es por eso que están tan preocupados — comentó Leylah mientras entraba y se disponía a guardar su maleta, solo dejando con ella su pequeña mochila. — Sucedió justo delante de ellos y no se dieron cuenta.

Se sentó al lado de Harry y acaricio a Hedwig. Ninguno del trio de oro se sorprendió que Riddle se sentara junto con ellos, de hecho, si no hubiera aparecido les habría resultado extraño. El de lentes se tocó la cicatriz alertando a Hermione

— Oye, te está doliendo la cicatriz, ¿Verdad? — Leylah lo miro esperando que contestara

— Estoy bien

— Creo que sirius debería saber lo que paso en el campeonato y en tu sueño — volvió a decir su amiga. Harry miró a la semidiosa como esperando que ella la contradiga, pero solo se encogió de hombros

— Mientras no pongas su nombre, estará bien— Le contestó. Harry saco lo necesario para poder escribirle— Casi lo olvido — Abrió su mochila y saco unos de los chocolates que le había dado Percy y un libro. Le paso la golosina a Ron y el libro a Hermione. Ambos la miraron confundidos — El libro lo conseguí del despacho de Dumbledore, tiene unos cuantos hechizos que todavía no vimos y es con el que estuve practicando todo el verano. Pensé que antes de devolverlo podrías leerlo

— Gracias — le dijo dándole una sonrisa mientras abría el libro

— ¿Y el chocolate? — Le pregunto Ron mientras lo abría

— Bueno, sé que has vivido toda tu vida en el mundo mágico, creí que tal vez quisieras probar uno del mundo mortal. Ese es mi favorito — Dijo mientras señalaba el paquete de Kit Kat en su mano. Cuando el pelirrojo lo probo la miro sorprendido y le dijo

— Me encanta que te juntes con nosotros— y siguió comiendo

Harry miro a Leylah — ¿Estas sobornando a mis amigos? — Le susurró

— Por supuesto que sí, Potter — le sonrió — Ahora escribe la carta antes de llegar a Hogwarts y también dile que estoy haciendo un buen trabajo, ¿Quieres?

Minutos después Hedwig estaba saliendo por la ventana para entregarle la carta a Sirius Black. Leylah saco una pulsera de su bolsillo y llamo a Harry. Hermione parecía tan concentrada en el libro que no les prestaba atención y Ron se había dormido hacía poco.

— Potter— le toco el hombro y Harry se dio la vuelta apartando su mirada de la ventana — Dame tu muñeca

Obedeció sin rechistar tendiéndole su brazo izquierdo y ella le engancho la pulsera — ¿Qué es eso?

—Una pulsera — Contestó obvia — Pero esta es un tanto más especial

— ¿Qué hace? — la observó detalladamente. Era simple, dos cuencas blancas y cuero negro. No le veía nada especial

— Esta conectada a mi anillo — levantó su mano derecha enseñándole el anillo que le regalo su madre en navidad — Bueno, más bien está conectado a mi poder. Cuando aprietes alguna de las cuencas, las sombras me dirán donde estas y me llevaran hacia ti — explicó — Es como una brújula mágica; aprietas y aparezco

— ¿Cuántas veces puedo usarla? —preguntó

— Es ilimitado. Es para cuando no me encuentre cerca y me necesites

— Es sorprendente, gracias

— No es nada

El resto del viaje se la pasaron hablando un poco, le pregunto sobre su sueño y él se lo conto lo más detalladamente posible

— Pero, solamente es un sueño, ¿No?

— Esperemos que sí— contestó — De dónde vengo los sueños pueden ser muy reales, pero no te preocupes, el perro sabrá que hacer

[...]

Cuando llegaron a Hogwarts se reunieron en el patio viendo pegasos en el cielo que se acercaban al colegio con un aterrizaje un poco extraño. Todos estaban exaltados y asombrados, cuando un barco emerge del lago.

Ahora, luego del espectáculo, se encontraban en el Gran comedor mientras Dumbledore hablaba

— Quisiera informarles algo— empezó el director y las puestas se abrieron revelando a Filch que corría hacía él de forma rara— Este castillo no solo será su hogar este año sino también el de varios invitados especiales ya que Hogwarts ha sido elegido... — El celador llegó a su lado y hablaron en susurros y luego volvía a correr a las puertas — Decía, Hogwarts ha sido elegido como la sede de un legendario evento — Leylah le prestó atención — El torneo de los tres magos

— Fantástico — murmuraron a su lado los gemelos a la vez

— Para aquel que no lo sepa, el torneo de los tres magos reúne a tres escuelas para una serie de pruebas mágicas y de cada escuela se escoge un estudiante para competir. Y que quede claro, si son elegidos estarán solos y créanme que este torneo no es para los asustadizos — dijo seriamente — Pero hablaremos luego, por ahora demos la bienvenida a las bellas señoritas de la Academia Mágica Beauxbatons y a su directora Madame Maxime

Las puertas se volvieron a abrir revelando un grupo de mujeres vestidas iguales con un traje azul, quienes caminaban y largaban un suspiro colectivo a la vez que hacían una referencia. Detrás de ellas apareció una mujer gigante, literalmente.

— Miren eso— dijo ron embobado

Llegaron al frente del director e hicieron aparecer pequeñas mariposas azules. Todos aplaudieron muy fuerte, mayormente los hombres. Los directores se saludaron y Dumbledore anuncio al siguiente colegio

— Ahora los amigos del norte, recibamos a los orgullosos chicos de Durmstrang y a su director Igor Karkarog

Hombres con bastones dorados entraron al comedor.

Interesante — Pensó Leylah mientras se inclinaba sobre la mesa mirando atentamente a los chicos mientras estos golpeaban el bastón contra el piso sacando chispas

cuando empezaron a correr y hacer piruetas todos se levantaron de sus asientos para ver mejor

— Miren es Víctor Krum — dijo impresionado Ron, pero Leylah no aparto los ojos de los demás búlgaros

— Dioses, que suerte que vine al colegio este año— murmuró a nadie en particular, pero aun así Harry y los gemelos la miraron divertidos por su comentario

Luego de que los invitados se acomodaran en sus respectivas mesas, el banquete dio comienzo. Media hora después Albus volvía a hablar

— Su atención por favor — todo quedo rápidamente en silencio — La gloria eterna es lo que le espera al estudiante que gane el torneo de los tres magos, pero para lograrlo deberá pasar por tres pruebas en extremo riesgosas

— Fantástico —murmuraron de nuevo los pelirrojos

—Por esta razón el ministerio decidió aplicar una nueva regla. Para explicar todo esto tenemos al director del departamento cooperación mágica internacional, el señor Bartemius Crouch

El techo del gran comedor enloqueció, pero un hechizo lo calmo. Ante todos se encontraba un señor robusto, estatura promedio y lo más distintivo de aquel hombre era su ojo mágico. Además, tenía unas cicatrices de su rostro, secuelas de muchas peleas.

— ¿Ya vieron? Es ojo loco Moody — dijo Ron sorprendido

— ¿Alastor Moody? ¿El cazador? — Pregunto la castaña

— ¿Cazador?

— De magos tenebrosos. Por él las celdas de Azkaban están repletas — Volvió a hablar el pelirrojo — Dicen que ya está completamente loco

Leylah lo observo detalladamente. Caminaba con ayuda de un bastón, su expresión era de enfado y lo más curioso de todo, parecía observarla a ella y, sobre todo, a Harry. Camino hacia Dumbledore, quien lo recibió con un apretón de manos amistoso y luego se separó para beber algo de su petaca. Algo asqueroso por la expresión que hizo

— ¿Qué creen que este bebiendo? — Preguntó la semidiosa curiosa

— No creo que sea jugo de calabaza — le contestó Harry al frente de ella

El director Crouch se posó delante de los alumnos llamando su atención

— Después de un largo análisis — Empezó diciendo — El ministerio decidió que por su seguridad a ningún estudiante menor a diecisiete años se le permitirá postularse para participar en el torneo

Las quejas no tardaron en llegar.

—¡Silencio! — ordeno el director. Una vez todos se callaron, Dumbledore mostro el cáliz de fuego. — Quien desee participar en el torneo, solo debe escribir su nombre en un pedazo de pergamino y lanzarlo a la llama antes del jueves a esta hora. Piénselo con mucho cuidado, de ser elegido ya no hay escapatoria. Desde este momento el torneo de los tres magos da comienzo 


¡Feliz Navidad!, a todos aquellos que la festejen. Y a los que no, ¡Feliz viernes!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro