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02. La orden del fénix y visita divina


Siguió el sonido de las voces y se adentró al comedor.

Lo primero que vio fue a Sirius y Remus hablar apartados en una esquina. Se acercó ellos sigilosamente escuchando parte de su conversación

— Harry ya está en camino, necesitamos integrarlo a la orden. Él debe estar preparado — insistía Sirius

— Estoy de acuerdo con el Pulgoso — Dijo sobresaltándolos. Ambos la miraron con el ceño fruncido escaneándola con la mirada, deteniéndose en su rostro — Por los dioses, son solo unos cuantos golpes no entiendo por qué todo el mundo se sorprende — suspiró frustrada 

— No son los golpes lo que me sorprende, si no tu vestimenta, enana — Sirius le sonrió socarrón

Leylah se vio a sí misma, solo llevaba la ropa que Potter le había dado, la cual le llegaba hasta a mitad del muslo, pero aun así dejaba ver las costuras de su short — Es una camiseta de Harry, ¿Qué tiene de malo?

Remus le dio un codazo al Black — No le hagas caso — Se acerco a ella y la abrazo delicadamente con miedo de lastimarla aún más. Se separó de ella a los segundos — Es bueno volver a verte, Leylah

— Al fin te dignas en aparecer — Canuto le rodeo el hombro sin importarle el gemido de dolor de ella y la guio al cuarto que usaban como punto de discusión — ¿Te quedaras a la reunión? Debemos ponerte al día

Se sentaron a la espera de los demás

— Dumbledore me mando los informes de cada sesión así que estoy al tanto de todo — Charlie y Bell entraron al lugar — Bueno, casi todo — termino susurrando

Por último, entraron los señores Weasley y su profesor de pociones. También había uno que otro mago que ella no conocía.

— Bien, en lo que llegan los demás creo que podríamos empezar — Inicio Sirius — Podemos discutir nuestros avances. Charlie, ¿Cómo están las cosas en Rumania?

— Igual que en todos lados. He estado tratando de reclutar, pero tienen miedo y las cosas que dice el ministerio no ayuda mucho

— Yo he estado hablando con algunos conocidos — dijo Mckinnon — Nadie quiere creerlo realmente

— El problema es el ministerio — Arthur tomó la palabra — Mientras no digan la verdad nadie lo creerá

La puerta fue abierta y entraron los Aurores que faltaban

— Lamentamos llegar tarde — comenta al pasar Moody

— El ministerio quiere ignorarlo, esconderlo bajo la alfombra para protegerse — Habla Remus

— El problema es que se vuelve más fuerte cada segundo, ¡Hay que actuar ahora!

Todos guardan silencio al ver a Harry a unos metros de la puerta. Leylah le sonríe y lo saluda con la mano. La señora Weasley cierra la puerta detrás de ella para que puedan seguir la reunión.

— Estoy con Sirius — Dijo ella por primera vez — Hay que actuar

— Hay que actuar con cautela — dijo Severus — Y ser pacientes

— ¿A que suceda qué? ¿Qué estamos esperando? — Volvió a hablar la semidiosa — He leído cada informe que me mando Dumbledore y todos hablan de lo mismo; La incompetencia del ministerio, las mentiras del Profeta, el terror de las personas y los pocos reclutamientos que hemos tenido en el verano. ¿Qué estamos esperando? — Repitió 

— Leylah tiene razón — Canuto coincidió — Hay que empezar a movernos. También creo que es hora de que Harry sea parte de esto.

— Harry es solo un niño — Se interpuso Molly quien ya había vuelto a entrar — Y tú también Leylah, eres muy pequeña para entenderlo, no deberías estar aquí

— Si no fuera por Leylah o Harry no sabríamos que Voldemort regreso. Él ya no es un niño Molly

— Pero aún no es un adulto, Sirius, él no es James

El animago apretó la mandíbula y dijo entre dientes — Él no es tu hijo...

— Es como si lo fuera, ¿A quién más tiene?

— Me tiene a mi

— Que paternal eres Black, tal vez Potter crezca y se convierta en un criminal como su padrino — La voz desganada de Severus se escuchó

— O en un Mortifago como su profesor — se metió ella en la pelea. A su lado Remus sacudió la cabeza en signo de que se callara

— No te metas en esto Quejicus

Siguieron peleándose y gritándose cosas, hasta el punto de que la cabeza de la semidiosa empezaba a doler.

— ¡Paren! — gritó poniéndose de pie, recibiendo la atención de todos — Nos estamos desviando del tema principal; Les guste o no, Harry ya no es un niño y puede decidir por sí mismo si le contamos que sucede

— Dumbledore dio órdenes de no contarle nada

— Bueno, yo no voy a seguir mintiéndole a Harry. Así que si me pregunta le contaré, no podemos esperar que siga en la ignorancia cuando fue él quien peleo contra Voldemort — se encamino a la salida

— ¿A dónde vas? — preguntó Remus

— Acabo de recordar el por qué nunca asisto a estas reuniones — abrió la puerta y salió — Avísenme cuando suceda algo interesante.

Cuando se fue, la habitación quedo en silencio, hasta que Molly habló

— Iré a hacer de cenar — Salió del cuarto a paso apresurado

— Bien, supongo que terminamos por hoy — dijo Ojo loco

[...]

Media hora después, Molly los llamo al comedor.

Se encontraban todos sentados en la gran mesa, Leylah entremedio de Harry y Kingsley. Frente a ella, Charlie.

Molly y Bell hacían de comer en la cocina. Mientras esperaban para comer, el de anteojos empezó a cuestionarles a los adultos.

— No lo entiendo, ¿Qué tiene el ministerio de magia contra mí? — Todos guardaron silencio, a la espera de la respuesta

— Que lo vea de una vez — dijo ella, pero nadie hizo atisbo de hablar o levantarse — Bien, les dije que le contaría si preguntaba — Con ayuda de las sombras, atrajo el diario que reposaba a unos cuantos metros de ellos

Una vez lo tuvo en sus manos, se lo paso al chico.

"Los jóvenes que mienten" — Leyó el título que mostraba a Harry y a Leylah juntó a Dumbledore, después del torneo. —"Fudge: Todo bien"

— También han atacado a Dumbledore — le explico su padrino — Fudge está usando toda su influencia en el profeta para desacreditar a cualquiera que diga que el señor tenebroso regreso

— ¿Pero por qué?

— El ministro piensa que Dumbledore quiere su puesto

— Pero no es cierto, cualquiera que tenga un poco de sentido común creería eso

— Ese es el punto, Fudge no tiene sentido común, el miedo lo tiene paralizado — Siguió diciendo el hombre lobo — El miedo hace que las personas hagan cosas terribles, Harry. La ultimas vez que Voldemort tomo el poder, casi destruyó todo lo que más valoramos.

— Ahora el ministro hará todo lo necesario para evitar enfrentarse a la horrible verdad — habló ahora Charlie

— Creemos que Voldemort quiere reconstruir su ejército — Todos en la mesa seguían en silencio escuchando atentamente — Hace catorce años, tenía a muchos bajo sus órdenes, no solo brujas y magos sino a toda clase de criaturas. Ha estado reclutando últimamente y nosotros hemos tratado de hacer lo mismo

— Fallando miserablemente — Susurró solo para que Potter lo escuchara.

— Pero armar su ejército no es lo único que le importa— Moody carraspeo, en señal de que se callara — Creemos que Voldemort está buscando algo más

— Sirius...

— Algo que le faltó la última vez — finalizó dándole una mirada significativa a su ahijado

— Algo como... ¿Cómo un arma?

— No, ya basta — se metió la matriarca de los Weasley acercándose — Es solo un muchacho, si le dices algo más, más vale que lo unas a la orden de una vez

Leylah frunció el ceño, era lo que habían discutido prácticamente todo el verano, pero no dijo nada al respecto.

— ¡Si, quiero unirme! Si Voldemort tiene un ejército, pelearé — declaró

Sirius aplaudió y le guiño el ojo

— Genial, porque me aburriría ahí sola — Chocó su hombro contra el suyo en un gesto divertido. Harry le sonrió a la par de que le devolvía el golpe.

— Leylah — la llamaron. Al darse vuelta se encontró con el señor Weasley que la miraba desde la puerta

— ¿Sí? — le preguntó

— Están preguntando por ti

Detrás de él apareció un rubio que ella conocía muy bien. Se levantó de un salto bajo la atenta mirada de Harry, Charlie, Remus y Sirius. Cada uno con una expresión diferente en el rostro 

— Pulgoso, ¿Te importa si uso el escritorio?

— Todo tuyo, enana — Le sonrió burlón

Se acerco a la puerta donde la esperaba Apolo con una sonrisa, tomo su mano sintiendo una ola de calor recorrerle todo el cuerpo. Lo arrastró a la misma sala donde había sido la reunión y ambos desaparecieron de la vista de todos 

Tonks, Hermione y Ginny soltaron todo el aire que contuvieron, ganándose las miradas de los chicos. Se miraron entre ella y rieron. 

[...]

— ¿Qué crees que haces? — Le preguntó una vez que estuvieron a solas

— Vine a verte — contestó obvio

— ¿Tu padre siquiera sabe que estas aquí?

— No, está demasiado ocupado como para notarlo — se encogió de hombro y se acercó a ella — Te traje algo

Saco de su bolsillo una pequeña botella con néctar — Creo que la necesitas — la tomo de la mano del Dios y la trago sintiéndose mejor al instante, seguramente sus heridas se estaban cerrando. Él le acaricio la mejilla con suavidad — ¿Lo ves? Ahora estas más linda

Leylah le sonrió rodando los ojos — Gracias, creo — se rio

— Gracias por buscar a Mikael — dijo acercándose un poco más 

— No me dejaron mucha opción, sobre todo cuando pediste que solo yo lo buscara.

Se encogió de hombros, bajando su mano de su rostro hasta posarla en su cintura — Bueno, creí que necesitabas una excusa para salir del campamento sin que te castigaran 

— Gracias, no sé cómo lo haces, pero siempre me ayudas de una u otra manera cuando te necesito — Leylah acomodo sus manos en el pecho de él ya que estaban tan cerca que no sabía dónde más ponerlas

— No me tienes que agradecer nada, solo trato de cumplir la promesa que te hice; Te cuidare tanto como pueda, Amore

Leylah soltó una carcajada — Tenía diez años cuando te hice prometer eso y ni siquiera fue bajo el juramento Estigio

— Tiene el mismo valor para mí — Una mano volvió a su mejilla y la otra quedo en su cintura

— Apolo...

— Shh — la calló — Me lo agradecerás más tarde, créeme

Y la besó.

Y ella se lo siguió.

Y la puerta fue abierta por Charlie.

El sonido de la madera azotándose hizo que se separara de él con la respiración agitada

— ¿Qué fue eso? — Preguntó con la vista en la puerta y luego la poso en hijo de Zeus — ¿Por qué me besaste?

— Estoy poniendo en práctica algunos trucos que me enseño Dita — le sonrió — ¿Quieres que te lleve al campamento? Están todos preocupados porque no has aparecido aun

— Me había olvidado del campamento — sacudió la cabeza frustrada— Puedes esperarme en el auto en lo que me despido

— Seguro, Amore — le beso la frente y ella cerró los ojos para que él pudiera desaparecer.

Una vez que quedo sola, se tomó un momento para respirar profundamente y luego volvió al comedor.

Todos se encontraban comiendo y charlando entre sí, solo faltaba Charlie.

— Oh, Leylah, deja que te sirva un poco

— No se moleste, señora Weasley, ya me iba de todas formas. Venía a despedirme

— Es muy tarde para que te vayas  — le dijo Remus preocupado

— Mi amigo me está esperando en su auto, así que... — Dejo las palabras en el aire y se acercó a Potter — Vendré el día de tu audiencia, ¿De acuerdo? Gracias por todo lo que has hecho por mi hoy

— No fue nada

Se sonrieron. Y la Riddle se dirigió al dueño del lugar que le hablaba

— Las próxima ves que vuelvas quédate hasta iniciar el curso, trae tus cosas

asintió — De acuerdo

Se despido de los demás y salió hasta el pasillo de entrada cuando sintió que la jalaban a una habitación.

Era la sala de estar que estaba separada del comedor, una habitación cerrada con sillones, una mesa y un piano en una esquina. No pudo apreciar mucho el lugar debido a que Charlie estaba prácticamente encima suyo

Leylah lo miró con una ceja alzada — ¿Ocurre algo?

— Creía que era solo un amigo — dijo, su voz sonaría tranquila de no ser por el bajo recelo que se escuchaba en esta

— Lo es

— ¿Te besas con todos tus amigos?

La semidiosa se cruzó de brazos para poner distancia entre ellos 

— No, aun me falta Harry — Contestó con ironía — ¿Y a ti que te importa? Tienes novia, de la cual nunca mencionaste nada

—La conocí después de navidad — aclaró a lo que ella rodo sus ojos y él sonrió — ¿Esta celosa?

— ¿Quieres que lo esté? — ahora fue el turno de ella de sonreír cuando no dijo nada — ¿Tu estas celoso?

— ¿Quieres que lo esté? — uso su misma frase

— Tal vez — se alejó a la salida — Tengo que irme, Apolo me espera. Nos vemos, guapo

Se fue de ahí con una sonrisa divertida. Afuera la brisa era cálida y agradable, se encamino hasta el auto rojo donde el Dios ya la estaba esperando

— ¿Y? — preguntó una vez estuvo en el asiento del copiloto — ¿Funciono? Por tu sonrisa puedo asumir que si

La Riddle se rio — Cállate y arranca 

Apolo también rio e hizo lo que le pidió. 

¿Dos capítulos seguidos? Si, ni yo puedo creerlo. 

A pedido del publico, aquí vemos un Charlie celoso y un Apolo protector. 

Hoy responderé la pregunta que siempre me hacen:

¿Leylah estará con alguien? ¿Con quien se quedara ella? La respuesta es sí, estará con alguien, pero si digo con quien seria un Spoiler... Pero pueden dejarme con quien más le gustaría que tenga un romance aquí.

Por cierto, cambie la portada otra vez. Esta me gusta mucho más que la anterior-, ¿Qué opinan? No soy una experta haciéndolas, pero por lo menos esta no me da cringe 

Gracias a todos los que votan, comentan y me siguen, eso realmente me motiva para seguir. 

¡Nos leemos en la próxima!

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