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07. Un baile y una noche especial Parte 1

El día del baile llegó.

Muchos se encontraban demasiado ansiosos y emocionados, Leylah por su parte solo contaba las horas que le restaban para poder irse, aunque lo hubiera hecho días antes, Ginny y Hermione prácticamente le habían rogado que las ayudara con los peinados y maquillaje. No le importaba realmente irse por viaje sombra un poco más tarde así que termino aceptando. 

Un fin de semana anterior había acompañado a la castaña a comprar un vestido a Hogsmeade, quien había terminado por elegir uno sin siquiera probárselo porque ya tenían que volver al castillo, y la semidiosa le prestaría su maquillaje. Así que tenían todo resuelto.

 Bueno, casi todo.

 Ese día, a la hora del almuerzo, Mcgonagall le dijo algo que arruino todos sus planes de pasar la navidad con Percy. O por lo menos noche buena.

— ¡Señorita Riddle! — exclamo cuando la vio — La he estado buscando por todo el castillo. Tome— le paso un papel y una pluma — No ha puesto su nombre en la lista, debe saber que tiene que llenarlo si va a quedarse en el castillo

— No lo firme porque no voy a quedarme — devolvió los papeles junto con la pluma y siguió caminando

— ¡Señorita Riddle! — volvió a exclamar luego de unos segundos

— ¿Sí? — contestó dándose la vuelta para mirarla

— Es imperativo que usted asista ya que es tradición que los campeones abran el baile. — le explico

— ¿Qué? — pregunto incrédula — Usted nunca lo menciono.

— Creía haberlo hecho, lo siento

— Pero tengo planes. Además, no tengo vestido, ni cita, ni nada

La profesora suspiró acerándose a ella para hablarle en voz media baja — Solo necesito que usted baile con algún compañero y después podrá irse — miró para sus costados y bajo más la voz, como si lo que estaba por decir fuera un secreto— Usted puede usar... Bueno, las sombras para irse.

— ¿Usted cómo sabe eso? — sí bien a Leylah nunca le había importado mucho quien la veía usar las sombras, era cierto que ahora trataba de no exponerse mucho por el hecho de que todavía no sabían quien había puesto su nombre en el cáliz. Por esa razón se sorprendió al escucharla

— El profesor Dumbledore me conto sobre sus... Habilidades — le contesta — De cualquier manera, no puede irse señorita Riddle. — dice y se va a pasos apresurados

— Genial— murmura entre dientes— Simplemente genial

[...]

Leylah se maldijo muchas veces de camino a su dormitorio. Solo faltaba una hora y media para que el baile comenzara y no tenía nada. Ni vestido, ni pareja y, sobre todo, no tenía ganas.

Entro a su cuarto donde ya estaban Hermione y Ginny hablando entre ellas, ambas chicas pararon de conversar y la miraron sonrientes.

— Al fin vienes — habla Hermione emocionada mientras señala su cama — Alguien dejo un regalo para ti. Apareció de la nada.

La semidiosa miro su cama mirando la caja rectangular de color dorado que parecía brillar tenuemente. Camino hasta ella, se sentó y la abrió. Lo primero que vio fue el papel blanco que cubría lo que sea que había ahí dentro y luego reparo en la nota.

La tomo y la leyó con una sonrisa.

"Espero que te guste. Te veras hermosa"

— Es de mi madre — dice mientras desenvuelve el regalo encontrándose con un vestido azul claro con pedrería debajo del busto. Lo saco por completo para mirar lo mejor. Era largo, con mangas sueltas a los costados. 

— Es precioso — le alago Ginny a la par que la castaña asentía— Tu mamá tiene buen gusto

— Sí — susurró ella perdida — Bueno, supongo que solo me falta alguien con quien bailar.

— Puedes pedirle a Harry o a Ron e incluso a los gemelos que bailen contigo en la apertura — le aconsejo Hermione — Ahora, ve a ducharte o no llegaras a tiempo

Asintió y fue al baño. Luego de secarse, se puso una bata igual que las otras chicas. Salió del baño veinte minutos después, encontrándose con una escena que la hizo fruncir el ceño confundida.

la pelirroja y la castaña se miraban con preocupación mientras se tomaban de las manos.

— ¿Qué les paso? — Les pregunto

— ¡Nuestros vestidos! — se exalto la Weasley menor — Mamá prometió enviarme algo esta tarde y todavía no ha llegado

— ¡Y mira el mío! ¡Me queda enorme! — le señalo el vestido rojo que llevaba puesto

— Okey, tranquilas, lo resolveremos— les dice. Riddle sabía que para ellas el baile era importante y que, a diferencia suya, querían que todo saliera lo más perfecto posible. — Creo que llegó la hora de sus regalos navideños. — Abrió su baúl y saco dos bolsas grandes. Caminó hacía ellas y se los tendió. — Espero que les guste.

Al abrir sus bolsas quedaron fascinadas. Sin previo aviso se lanzaron a abrazarlas mientras le agradecían una y otra vez, luego de un momento se separaron 

— Vamos a vestirnos o a este paso nunca llegaremos. 

Leylah se encargó de maquillarlas usando los consejos que había aprendido de las hijas de afrodita en todos los años que estuvo junto a ellas en el campamento. Luego para el peinado se ayudaron entre las tres.

Al terminar las observo a las dos.

— Se ven bellísimas, más de lo habitual — alagó Leylah

— Gracias, Leylah. No... No encuentro palabras para agradecerte por todo lo que has hecho por nosotras a pesar de...

— No tienes que agradecerme, Hermione. — La interrumpió con una sonrisa— Y el pasado es pasado. Ahora bajen que su cita debe de estar esperándolas.

— De acuerdo, pero date prisa. El baile comenzará en unos minutos

Cuando la puerta del cuarto se cerró, la semidiosa se permitió soltar un suspiro entrecortado preguntándose que estaría haciendo Percy o Nico en ese momento. Seguramente Percy se encontraba comiendo junto a su familia y riéndose de alguna anécdota y Nico... Bueno, lo más probable era que estuviera en el inframundo.

Se obligo a pararse y vestirse diciéndose que pronto los vería a ambos. Se quitó su bata y la cambio por su vestido, se puso sus zapatos y estuvo lista. Reviso que su peinado y maquillaje estuviera bien y sin más, bajo al gran comedor.

Harry, quien todavía no salía de su asombro después de ver a Hermione, definitivamente no estaba preparado para ver a Leylah Riddle aparecer por las escaleras. La miro embobado por unos segundos hasta que ella termino de bajar.

— Leylah estas... Bueno... estas... — tartamudeo el de lentes

Ella rio antes de cortarlo — Tu también, Potter

— ¡Señorita Riddle! Al fin aparece — exclama su profesora guiándola a la fila junto a los otros campeones — ¿Dónde está su pareja?

carraspeo — Bueno, no ten... — una ráfaga de calor se extiende por todo su cuerpo cuando una mano se posa sobre su cintura

— Lamento llegar tarde

[...]

Se formaron en una fila y abrieron paso por el gran comedor mientras le aplaudían

Todos se encontraban rodeando el salón, de forma que solo quedaba un gran espacio en el centro marcando así la pista de baile.

Sonrió falsamente, asegundase que nadie notara su pequeño ataque de confusión.

Llegaron a la pista y se detuvieron un segundo para posicionarse. Él ubico su mano en su cintura y ella en su hombro mientras unían la otra. La música empezó a sonar y ellos a bailar

— ¿Vas a decirme el por qué estás aquí, Apolo? — le pregunto por fin Leylah

— En un momento— contestó mientras la hacía girar sobre si misma— Sabía que el vestido iba a quedarte hermoso

— Espera, ¿Tu lo enviaste? Creía que había sido mi madre

— Sí, puede que tu madre haya ayudado un poco — se encogió de hombros, restándole importancia. La elevo unos centímetros — Bailas bien, creo que hice un buen trabajo enseñándote

Rio muy levemente mientras negaba con la cabeza — ¿Entonces viniste para recordar viejos momentos? — Pregunto sarcástica a lo que el Dios solo sonrió divertido.

— No, pero nunca está de más recordar nuestros viejos y, sobre todo, buenos momentos— se agacho unos centímetros quedando a la altura de su oído para susurrarle — ¿No crees? — No respondió. Cuando la música cambio ligeramente su aparto para hacer un gesto con la cabeza — Ven, sígueme.

Caminaron fuera del lugar y Leylah lo guio a la primera aula vacía que encontró. Irónicamente era la sala de música. El dios del sol se sentó en frente del piano y palmeo el lugar a su lado indicándole que se sentara a su lado. Y empezó a tocar una suave melodía

— ¿Vas a decirme a que viniste? Porque por mucho que me guste creer que solo viniste a salvarme de una humillación escolar, dudo que sea así.

— Siempre tan observadora, Amore*— Habla sin dejar de tocar — Hace poco, mientras montaba mi carro, unas imágenes llegaron a mi cabeza

— ¿Imágenes?

— Si, tuyas y de ese niño... El de lentes

— ¿Harry? — pregunto y él asintió — ¿Y que viste?

La pregunta hizo que dejara de tocar con un suspiro  y la mirara seriamente — Sabes que los dioses no debemos intervenir y bla, bla bla, pero hare una excepción hoy. Una leve

— De acuerdo — se giró para prestarle su total atención

— Te vi a ti en una imagen, y luego un rayo o algo parecido verde. También a ese niño... Harry, gritando — Un trueno se escuchó — Es todo lo que puedo decirte

— Esta bien, gracias Apolo. — le sonrió agradecida — Supongo que ya debes irte

— Sí, pero antes— se volvió a ubicar en el piano y empezando a tocar una melodía bastante familiar para la chica — ¿la recuerdas?

— Nunca la olvidaría — contesto con sinceridad.

— Entonces canta conmigo, Amore. Por los nuestros viejos momentos

Se rio y asintió. Ambos cantaron juntos "Make you feel my love" de Adele, como lo habían hecho tantas veces en el pasado.

[...]

Una vez el dios se había ido, Leylah caminó hacía el comedor, solo para despedirse e irse a casa de Percy. Sin embargo, no salió  todo como tenía pensado.

En el Gran comedor se escuchaba una música muy fuerte y todos se encontraban reunidos en la pista menos Harry, Ron y sus parejas. Pero eso no fue lo que le llamó la atención a Leylah, sino más bien quien se encontraba apoyado en la puerta con la mirada baja.

La semidiosa lo miró sin poder creer que estaba ahí. Se acerco, el ruido de sus tacones hizo que él levantara la vista. Sus miradas se encontraron.

— Charlie, ¿Qué haces aquí? 

Amore:  Amor en italiano. Así es como Apolo la llamaba cada vez que se veían.

¡Por fin pude actualizar!.

Se que algunos querían que Nico o Percy fueran al baile con Leylah, pero para ellos tengo algo pensado para el futuro. (Uno más temprano que otro)

Amo que haya apareció Apolo, lo siento lo tenía que decir. 

Pd: Para los que están leyendo " Leylah Riddle y los dioses del olimpo", ya hay nuevo capítulo publicado. 

¡Nos leemos pronto!

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