11

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


11.  Duelo de hechizos y cita fallida


Leylah escuchaba atentamente a Harry hablar sobre el pensadero que encontró en la oficina de Dumbledore, mientras ambos caminaban fuera del castillo.

— Espera, ¿El profesor Snape, fue un Mortifago? — preguntó incrédula

— Es lo que dijo Karkarog en el recuerdo — Harry se encogió de hombros a su lado — Por cierto, ¿A dónde me llevas?

— Al lago, vamos a practicar hechizos defensivos para la tercera prueba.

Potter bostezó — ¿Tenía que ser a las ocho de la mañana de un sábado? Ni siquiera hemos desayunado

Leylah rodo los ojos — La prueba es en unas semanas y, a diferencia de las demás, no sabemos de qué se tratará; Hay que saber hacer buenos hechizos de defensa.

— Pero... ¿Tiene que ser tan temprano?

— No seas perezoso. Además, más tarde tengo cosas que hacer

Salieron afuera y se encaminaron hacia el lago.

Se posicionaron un frente a otro. Lanzó un hechizo detrás de Harry y de ella para volver el suelo mucho más blando y rebotable; Una vez hecho, miro a su compañero con una sonrisa — Ahora, Potter, trata de atacarme

— ¿Enserio tengo que hacer esto? — se removió en su lugar un tanto nervioso con su varita en la mano — Quiero decir, no sé si me siento cómodo con la idea de herirte

— Vamos, será divertido — se corrió a unos metros más atrás — Ahora cállate y hazlo.

Movió su varita — ¡Expelliarmus! — Un rayo rojo iba directo hacia ella, pero lo desvió con la varita. Lo miró divertida — Debí suponer que harías eso

— No te contengas, Harry. Trata de defenderte — Alzó su varita — ¡Expulso!

Harry voló por los aires antes de caer al suelo jadeando por aire. La Riddle se rio al verlo todavía en el piso. El de lentes se apoyó sobre sus codos para mirarla directamente — ¿Te diviertes?

— ¿Ciertamente? Si — lanzó otra risa cuando él la miro indignado — ¡Vamos, levántate! Por qué no me muestras de lo que estas hecho, ¿Eh, Potter?

Siguieron por unas dos horas hasta que ambos estuvieron jadeando por aire; Se habían caído varias veces y estaban agotados por el esfuerzo de atacar y defenderse. Leylah se fijó en su reloj y decidió que ya era demasiado por el momento.

— Lo hiciste bastante bien — le dijo con sinceridad mientras le tendía su mano para que la tomase y así levantarse del suelo — Ya fue suficiente por hoy, puedes volver a dormir ahora

— Gracias a Merlín — Murmuró aceptando su mano y levantándose del suelo

Leylah le golpeo el hombro juguetonamente a la vez que se reía de su actitud — Admite que fue divertido

— De acuerdo, quizás no haya estado tan mal — confesó

Entraron en el castillo, yendo hacia la torre de Gryffindor.

— Pues me alegro de que te gustara, porque practicaremos todos los días

— Pero tenemos clase a esta hora — dijo confundido

— Esta es la parte más emocionante — le sonrió ampliamente — Lo haremos de noche

— Bien — Harry se rascón su nuca en un gesto de timidez — ¿Estarás ocupada esta tarde? Estaba pensando que puedo enseñarte a volar con la escoba

— De hecho, hoy es mi cita con Aarón

Carraspeo — ¿Y no puedes cancelarlo? Es importante que sepas volar una escoba, nunca se sabe cuándo necesitaras... Eh. ¿Saber volar una escoba? — Harry se maldijo a sí mismo al escucharse decir eso con tono de pregunta. Se suponía que debía sonar seguro y convincente, en cambio, se sentía realmente ridículo.

Llegaron a la sala común y Leylah se voltio a verlo con una sonrisa de disculpa.

— Harry, ya le cancelé dos veces por ayudarte — le recordó — Además, necesito algunas cosas de Hogsmeade. Pero no te preocupes, puedes enseñarme a volar otro día.

Se despidió y fue a ducharse.

[...]

¿Por qué todos actúan de manera extraña hoy? — era lo único que se preguntaba Leylah

Para empezar, desde que salió de su sala común Seamus y Dean, ambos de su misma casa y quienes compartían cuarto con Harry, le preguntaron si podían acompañarla hasta las carrozas. Como respuesta solo se encogió de hombros sorprendida ya que ambos chicos no solían hablar con ella si no estaban algún miembro del trio de oro presente.

Aarón Huss la esperaba delante de una carroza vacía. Cuando la vio, alzo su mano saludándola y sonriendo para que viniera con él. Le sonrió de vuelta y se acercó.

— ¿Lista para irnos? — le tendió la mano — reserve esta carrosa para nosotros solos

— Vaya, eso es...

Alguien la interrumpió detrás de ella — ¿Creen que podemos ir con ustedes? Las demás están llenas — Dijo Dean. La semidiosa volteo a sus lados, dándose cuenta que el Gryffindor estaba mintiendo ya que había varias desocupadas. Pero antes de que alguno fuera a decir algo al respecto, fue prácticamente arrastrada hasta el interior de esta. Les frunció el ceño a ambos a la vez que se soltaba de su agarre.

Aarón apretó los labios, pero los siguió adentro. El viaje fue silencioso por parte de todos ellos. Seamus y Dean de vez en cuando compartían una mirada que la chica no podía comprender.

Cuando los carruajes se detuvieron, los cuatros bajaron.

— Bueno, que disfruten su día aquí — El águila tomó la mano de la chica y tiro de ella — Nosotros ya nos vamos

— ¿Están seguros? Por qué podemos ir...

— Si, estamos seguros — contestó con rapidez el chico.

Caminaron alejándose de ellos y marcharon por el pueblo. No solía salir mucho los fines de semana a Hogsmeade, solo lo hacía cuando se le terminaba el pergamino y la tinta o cuando quería dulces. Pero, definitivamente, nunca había recorrido el pueblo como lo estaba haciendo ahora.

En el camino hablaron de diferentes cosas; Como les estaba yendo en las clases, lo mucho que ambos odiaban herbología y él le preguntó sobre el torneo.

— Yo nunca me hubiese inscripto al torneo, la verdad, pero puedo entender por qué lo hiciste, quiero decir, eres toda una Gryffindor

Leylah no se molestó en decirle que, de hecho, ni siquiera se había inscrito por voluntad propia en el torneo, simplemente asintió, preguntándole si podían ir primero a comprar algunas cosas que necesitaba. Cuando este asintió con una sonrisa se encaminaron hasta la tienda donde vendían la tinta que ella necesitaba.

Entraron al local que estaba medio lleno, pero aun así podían ir y venir con tranquilidad. De unos de los estantes tomo la tinta que necesitaba y un par de plumas, hizo la fila para pagar y una vez hecho regreso con Aarón, quien la esperaba pacientemente en una esquina, apartado para no molestar a los que compraban.

— Gracias por esperarme — agradeció en cuanto estuvo junto a él — Ahora podemos ir a... ¿Cómo dijiste que se llamaba?

— Las Tres Escobas — respondió — Podemos pasar por Honeydukes antes, si quieres

— ¡Leylah! — Exclamó Neville sonriente — ¡Qué bueno que te encuentro!

— Hola, Neville — le devolvió la sonrisa— ¿Necesitas ayuda con algo?

La Riddle jamás le negaría la ayuda al chico, después de todo, él la había ayudado muchísimo con la segunda prueba. También estaba el hecho de que le caía bien.

— De hecho, quería comprarle una pluma a mi abuela por su cumpleaños y no se cual elegir, ¿Podrías ayudarme?

— Por supuesto — le envió una mirada de disculpa a su acompañante — Solo serán unos minutos

— Claro, te esperaré afuera

No fueron solo unos minutos.

Neville le mostró unas veinte plumas y le habló de cada una de ellas con detalle, y para cuando por fin eligió una ya habían pasado alrededor de unos quince minutos.

Salió de esa tienda abrumada y con la cabeza llena de información innecesaria sobre los diferentes tipos de plumas que había. Se disculpo un par de veces con el Ravenclaw, obteniendo como respuesta una ligera risa y un halago sobre lo buena amiga que era.

Cuando llegaron, por fin, a su destino él le abrió la puerta dejándola pasar primero.

— En nuestra segunda cita podemos ir a Honeydukes 

— ¿Segunda cita? — le pregunto enarcando una ceja— Estas realmente confiado

El chico sonrió egocéntrico y se encogió de hombros — Por supuesto que sí

entrecerró los ojos divertida — Creía que era una cita de amigos

— De acuerdo, mentí — ambos tomaron asiento en la mesa vacía más cercana — De cualquier manera, no es como si no lo supieras desde el principio

Se encogió de hombros — Es cierto

El chico rio antes de levantarse — Bien, ¿Qué quieres tomar?

— Nunca he venido, sorpréndeme

Asintió antes de irse a la barra para hablar con Rosmerta sobre sus pedidos.

Dos personas idénticas y pelirrojas se sentaron a su lado, haciendo que ella cerrara sus ojos con fastidio fingido

— Dioses, y yo que pensaba que este día no podía ser malo — murmuró lo suficientemente alto para ser escuchada por ellos. Abrió los ojos encontrándose a Fred y George mirándola ofendidos — ¿Qué quieren ahora, pesados? Estoy en una cita

— ¿Una cita? — preguntó George — ¿No es muy pequeña todavía, Fred?

— Totalmente, George. Muy pequeña — concordó

— Son insoportables — Movió su cabeza mirando hacia atrás viendo volver al chico con las bebidas — Tienen que irse, ahora

— ¿Temes que te avergoncemos?

— Temo que ustedes se avergüencen — alcanzó a decir justo antes de que una bebida se posará delante de ella

— Cerveza de mantequilla, te va a encantar — volteó a ver a los gemelos antes de volver su atención a la chica — Y vaya, más amigos, supongo que eres muy popular, ¿Eh?

— Yo no diría que somos amigos, pero de cualquier modo ellos ya se iban, ¿Cierto? — les lanzó una mirada mortal disimulando un poco — Ahora

— Cierto, tenemos que irnos, George

— Sip, nos vemos en el castillo

Se levantaron de las sillas se retiraron a una mesa más apartada que las de ellos.

— Enserio no sé qué le pasa a todo el mundo hoy

— Bueno, no me extraña que simplemente quieran tu compañía, eres muy agradable — volvió a sonreír, levanto su vaso y asintió al suyo — Pruébalo

— Esta bueno — Confesó luego de tomar un sorbo— Creo que deberías contarme un poco sobre ti, ya que dejamos claro que esto es realmente una cita.

— No hay mucho que contar la verdad. Mis padres son muggles, ambos, por lo que soy el único mago de la familia. A veces suele ser frustrante eso, ya que no hay nadie a mi alrededor que...

— Que te entienda — terminó completando ella al ver que no sabía cómo continuar

— Exacto, pero el resto es fascinante. Todavía recuerdo cuando me llegó mi carta, fue asombroso. Hablando de eso, ¿Estudiaste en otro colegio antes de ingresar a Hogwarts? Ya que no estuviste en primero ni segundo — Curioseo 

Bajó la mirada a su vaso antes de responder — Me aceptaron tarde, creo. Me enteré que era una bruja cuando cumplí los trece, el director fue hasta...

Las escandalosas risas del local cortaron lo que estaba diciendo. Levanto la vista y se encontró con la razón por la cual todos se estaban riendo.

Aarón tenía la piel completamente rosa chillón y el pelo de color naranja brillante. Su cuerpo, o por lo menos las partes visibles de este, se encontraban cubiertos por pequeñas manchas que simulaban lunares de color morado.

Se levantó de su asiento a la par de él

— Yo...

— Hablamos luego, Leylah. Nos vemos mañana — la cortó 

Salió corriendo de la vergüenza hacía la puerta mientras se tapaba con la capucha de su abrigo, tratando de camuflar lo máximo que pudo.

Enfurecida, camino a la mesa donde estaban los gemelos y les pego a cada uno en la cabeza, con fuerza.

— ¿Es enserio? No pueden ser más idiotas.

Media hora más tarde, volvía al castillo caminando ya que todavía era temprano y no hacía mucho frio. Se encontró a Harry junto a su escoba y vestido con su ropa de Quidditch.

El de lentes la saludo cuando esta se detuvo frente a él.

— ¿Cómo estuvo tu salida? — preguntó curioso, aunque ya sabía la respuesta

 suspiró — Horrible, casi no pudimos hablar porque nos interrumpieron todo el tiempo — cambio su postura, cruzándose de brazos — ¿Todavía sigue en pie esa clase súper importante de como volar una escoba?

Asintió — Por supuesto, ¿Te veo en el campo de Quidditch en diez minutos?

— Dalo por hecho, Potter

Harry siguió caminando con una sonrisa en el rostro porque, a pesar de todos los favores que ahora debía, había conseguido lo que quería.

La verdadera pregunta es: ¿Qué significaba aquello para él? 


¡Estoy viva! 

Me da un poco vergüenza aparecer después de casi dos meses sin publicar ningún capitulo. ¿La razón? No hay mucho que explicar la verdad; falta de inspiración y sumándole que debía terminar la secundaria (que por suerte aprobé todo). 

Así que ahora que dispongo de más tiempo, le quiero comunicar que ya faltan solo dos capítulos y el epilogo para terminar este acto. 

Por cierto, la historia de "Leylah Riddle y los dioses del olimpo" se borró sola, por lo cual voy a tener que escribir de nuevo los capítulos (Y es algo que quiero hacer antes de empezar con el tercer acto, pero que seguramente hare rápido por que me acuerdo medianamente lo que estaba escrito). 

En fin, espero que le haya gustado este capitulo, no se olviden de votar y comentar. 

¡Nos leemos pronto! 

(Esta vez es enserio)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro