—¿quieres ir al bar de la semana pasada hoy? —Valery dejó de mirar la libreta en la que llevaba el control de los libros, miró a su amiga, quien sonreía ampliamente.

—¿para que vuelvas a embriagarte y tenga que llevarte arrastrando a casa? 

—bueno... —la mayor miró mal a su amiga, quien solamente pudo reír— es broma, aunque si quieres, no es broma.

—mejor ayúdame a ordenar todos los libros que tengo aquí —dijo señalando tres pilas de libros a su costado.

—los acomodo todos si saliendo de aquí vamos a ese bar.

—Sam, ¿nunca sabes cuándo parar? 

—no. —sonrió— ¿entonces? dije que los acomodaré todos si vamos al bar, anda, ¿a tus 22 años no te dan ganas de ir a lugares así, embriagarte un poco, no sé?

—no me es importante ahora.

—bah. —se quejó— eres como una adulta y eres tan joven.

—apenas cumpliste los 21 en Diciembre.

—exacto, disfruto la vida. —se encogió de hombros— anda, Val. —dijo alargando su nombre unos segundos.

la mayor suspiró frustrada, no es que no le gustara ir a aquel lugar, sino que se sentía un poco fatigada y sin ganas de ir. había pasado una semana desde su última ida y su trabajo en aquella librería había sido de lo más normal, incluso podría llamarlo agotador, pues se la pasaba todo el día ordenando libros que las personas devolvían, y algunos tenían que ser acomodados es repisas altas, además que su amiga solamente llegaba a su horario de salida y no la ayudaba en lo absoluto.

también tenía que anotar a todas las personas que se llevaban algún libro, y llamar a los que habían rebasado la fecha límite. todo eso ella sola.

—bien, vamos. —la menor sonrió ante el comentario de su amiga, dando leves saltitos— pero si te pones igual que la ves pasada soy capaz de dejarte allí botada.

—nah, no lo harías. —la mayor le miró mal— pero está bien, lo intentaré.

y una vez el horario de salida de Valery llega, ambas amigas se disponen a salir de aquel lugar y dirigirse tranquilamente al bar de aquella noche.

en el camino, Valery comenzó a recordar al chico que se había topado dos veces la semana pasada, quien ella deducía había pagado la cuenta después de irse sin pagar. no había pensado en él en toda la semana. ¿había alguna posibilidad de que se lo topase nuevamente ahora que se dirigían allá? en realidad quería verlo y pagarle lo de la cuenta pasada.

en cuanto las chicas estuvieron nuevamente dentro, ambas pidieron distintas bebidas y platicaron durante un rato.

—debo ir al baño. —Valery dijo.

—¿por qué esa escena me resulta tan familiar? —la menor rió— no te embriagarás como lo hice yo la vez pasada cuando dije que iba al baño, ¿o sí?

—no, Sam, no soy tú. —ambas rieron— regreso enseguida, cuida mi bebida.

la chica se dirigió al baño, tranquilamente, y una vez estuvo fuera, alguien la tomó del brazo, haciéndola dar un gran salto.

—¿quieres probar esto? —un chico desconocido le extendió un vaso con una bebida completamente desconocida.

Valery no era tonta, y sabía lo que ese chico tramaba, había visto un par de casos en internet y además cualquiera podría notar sus intenciones. negó con la cabeza dispuesta a regresar a su lugar.

—mi error, no era una pregunta. tienes que probar esto. 

—déjame en paz, asqueroso, bébelo tú si tanto quieres. —el chico apretó su agarre, lastimando a la castaña, quien trataba de ocultar el dolor que le causaba aquel apretón.

—si no lo harás por tu cuenta, tendré que forzarte, ¿es eso lo que quieres?

—te dije que me sueltes.

—¿o qué?

—podría partirte la cara, si no es muy poco para ti. —una tercera voz se hizo presente, ambas personas desviaron la mirada, y los ojos de la chica conectaron con los del mismo chico de la semana pasada. 

esta vez lucía realmente amenazante. su atuendo casi completamente negro y su mirada seria le provocaba escalofríos. no lucía como el mismo chico amable de aquel día. una risa le hizo salir de su trance.

—¿quién eres tú? lárgate.

—eso a ti no te importa, déjala antes que te dé una buena paliza. —el chico volvió a reír, gesto que provocó la tensión para Taehyung. su mandíbula se tensó y apretó los puños, dispuesto a dar el primer golpe.

—¿eres su novio? qué nenita, igual tu novia es una simple chica, ¿qué puedes disfrutar con ella? tengo mejores chicas si te interesa. —el agarre de Valery se soltó y sólo pudo ver cómo el chico caía al suelo, siendo golpeado repetidas veces por el chico de quien ni siquiera recordaba el nombre.

el bullicio no tardó en aparecer y de repente toda la gente estaba alrededor del chico siendo golpeado y el que golpeaba. Valery le repetía al chico que lo dejara, pero ninguna de las palabras que salían de ellas eran capaces de hacerle parar.

—vuelve a molestar a mi novia y te haré la cara pedazos. —Taehyung se encargó de susurrar al oído del chico que había estado golpeando un buen rato, procurando no ser oído por la chica ni nadie más, finalmente, se levantó de encima del cuerpo del chico que se encontraba bañado de sangre.

Taehyung odiaba ese tipo de personas, y después que había estado visitando todos los días aquel lugar con la esperanza de encontrar a aquella chica, no iba a permitir que alguien así le quitara las ganas y el ánimo de seguir llegando.

dos encargados de seguridad tomaron a Taehyung de ambos brazos y lo arrastraron fuera del establecimiento. Valery miró atenta la escena, hasta que su amiga tocó su hombro.

—¿qué sucede?

—quédate aquí, tengo que ayudar a ese chico.

—voy contigo.

—bien, ve a pagar y después me sigues. —la menor asintió, Sam se dirigió a pagar mientras Valery corría para encontrar al chico y explicarle la situación a los de seguridad, con suerte igual y le creían.

una vez afuera, buscó al chico por ambos lados, sin embargo no lograba encontrarlo, hasta que sus ojos captaron casi al otro lado de la calle al chico caminando. corrió para alcanzarlo.

—¡hey, espera! —el chico se detuvo y la esperó, sin embargo cuando Valery estuvo a punto de hablar un trueno resonó en el cielo y las gotas de lluvia comenzaron a caer en un simple segundo.

una gran tormenta acababa de desatarse, y ambos corrieron un poco más adelante, donde una parada de autobús con una pequeño techo les regaló un poco de descanso y cubierta. los dos respiraron agitadamente, escuchando solamente las gotas de lluvia caer sobre el lugar.

el celular de la chica sonó dentro de su bolsa y apresuradamente contestó la llamada de su mejor amiga.

—¿dónde estás? —Valery miró a sus lados, intentando encontrar una dirección, sin embargo le era imposible ver gracias a las gotas de lluvia.

—no lo sé.

—¿cómo que no lo sabes? ¿es que acaso no conoces las calles de la ciudad? 

—tú tampoco, Sam.

—pero llevo casi un mes viviendo aquí, tú llevas casi más de medio año. 

—aunque llevara más de un año sería imposible saberlo, ¡apenas sé la dirección de mi casa y en Londres apenas y me sabía la dirección de la tuya y la mía!

—¿y cómo se supone que te busque si no sabes dónde estás? no soy adivina.

—pues entonces no lo hagas, ve a casa y pronto iré yo.

—¿y dejarte afuera sola? ¿tan mala amiga crees que soy? no puedo hacer eso.

—cuidado. —un leve grito por parte del chico a su lado la hizo asustarse, sin embargo no tuvo tiempo de reaccionar pues Taehyung ya la había tomado de la cintura, poniendo a la chica frente suyo, y él dando la espalda a la calle, donde un carro pasaba a toda velocidad, mojando la camiseta del chico y solamente un poco a Valery, quien cerró los ojos ante el susto y se mantuvo en el pecho de Taehyung.

el carro pasó y entonces sólo hubo silencio, porque Valery no tenía ni idea de qué debía hacer. alzó la mirada, chocando con los ojos del castaño, quien la observó también por unos segundos. tragó saliva, mirarlo así por alguna razón no se sentía incómodo, sin embargo, sabía que debía terminarlo antes que se volviera extraño. la voz proveniente del teléfono en su mano le ayudó.

—¿qué pasa ahora? ¿estás bien?

—oh. —volvió a llevarse el teléfono a su oído— sí, e-estoy bien.

—entonces, como decí-a, d-ime alg-una ref-erencia. 

—¿qué estás diciendo?

—que me d-es un-a referen-cia p- 

la voz de Sam dejó de escucharse y tuvo que observar su teléfono, dándose cuenta que la señal había entorpecido, apenas y tenía un poco y  no podía escuchar más a su amiga, intentó llamarla unas veces más pero tuvo que rendirse. 

suspiró, mientras observaba al chico exprimir levemente su camisa, se sintió mal por haberlo hecho de lado después que él le hubiese evitado mojarse y la haya salvado del chico del bar.

—lamento haberte hecho pasar por tanto, Dios. —se llevó las manos a la cabeza— primero cuando pagaste la semana pasada, antes con el chico y ahora me cubres del agua, y yo sólo lo olvido y me comporto muy mal, en serio lo s-

—¿quién dijo que era una molestia para mí? —Valery se mantuvo con los labios entreabiertos, buscando algo que decir, sin embargo, no podía— está bien, no te disculpes, nada de esto es tu culpa.

Taehyung mentiría si decía que no estaba enojado, porque de cierto modo lo estaba, pero no con ella, sino por lo que había pasado en el bar, ¿cómo podían existir personas así? él simplemente no lo entendía. su camisa estaba empapada, pero eso era lo que menos le importaba.

el corazón de Valery latió más rápido por unos segundos. ¿le acababa de decir que no era su culpa? ella sabía que era así, ¿cómo podía él decir que no lo era?

—¿hay algo que pueda hacer para recompensar toda la ayuda que me has dado? puedes llevarte más libros del límite que hay los días que quieras, o ¿quieres una camisa nueva? te la compraré, sólo dime-

—vayamos a comer en algún restaurante. —la chica se sorprendió ante la respuesta de Taehyung, definitivamente ese chico tenía que ser muy amable para seguir actuando de esa manera.

—¿disculpa?

—es decir, si quieres acompañarme, podríamos comer un plato de kimchi o simplemente pedir fideos instantáneos. —el chico se rascó la cabeza con nerviosismo— conozco uno muy bueno, un amigo trabaja allí. —unos segundos de silencio, y cuando Taehyung estuvo a punto de decir algo más, pensando que había sido rechazado, Valery interrumpió.

—está bien, sólo habrá que esperar que la lluvia pase.

—oh, no hace falta, espera. —el chico sacó su teléfono y llamó sin problema alguno, Valery estuvo a punto de pedirle hacer una llamada a Sam, pero algo dentro de ella se lo impidió, probablemente lo haría cuando acabara de cenar. se mantuvo sin decir nada.

unos minutos después, un carro se detuvo frente a ellos, y cuando el cristal se bajó, un chico rubio y con linda sonrisa les saludó.

—Tae, ¿quieres un aventón?

—oh, cállate, no estoy para soportarte hoy.

—¿mal día? sube, puedo llevarte a algún lugar si quieres. —el chico rodó los ojos, entonces abrió la puerta de atrás, dándole permiso a Valery de entrar. una vez que ella estuvo dentro, Taehyung se acomodó en el asiento del copiloto.

—hey, soy Park Jimin, amigo de Taehyung. un gusto.

—Valery Bennett. 

—¿no eres de aquí?

—no, vengo de Londres, me mudé casi hace medio año. 

—bienvenida, entonces. Taehyung conoce a la perfección Seúl, podría ser tu guía.

—oh, no es necesario. —la risa de Jimin se escuchó suavemente, Valery se mantuvo en silencio y el chico tampoco se dirigió a ella, por lo que el resto del camino fue de manera silenciosa, a excepción del ruido que causaban las gotas de agua al chocar con el carro en movimiento.

el rubio rio ante el pensamiento de que a Taehyung le había llamado la atención aquella chica, conocía tan bien a su amigo; además podía de reojo ver cómo Tae jugaba con sus dedos y eso sólo lo hacía cuando estaba nervioso. si esa chica no era la razón de su nerviosismo, ¿entonces qué podría serlo?

el carro se detuvo frente a un restaurante, y Valery supo que habían llegado a su destino puesto que Taehyung le había invitado a comer, además que ambos chicos comenzaban a despedirse. la lluvia había cesado y eso les permitió bajar con más tranquilidad, la chica esperó que Taehyung terminara de hablar con su amigo.

—espero vernos pronto, Valery. —unos segundos después, el rubio volvió a sonreírle mientras se despedía.

finalmente, sólo pudo verlo cerrar el cristal y conducir por la húmeda carretera nuevamente, dejando a Valery y Taehyung frente a aquel lugar tranquilo y solitario.