Capítulo X

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El domingo temprano, fue de las pocas veces que madrugue para poder llamar a mi hermano y poder contarle todo lo que estaba pasando, además, de evidentemente, saber cómo estaba.

Necesito saber si está bien, cómo le va en la universidad, en su trabajo, en París; sobre todo saber por qué no me ha llamado o respondido los mensajes, puede que haya una razón más allá de estar ocupado.

Luego de tomar mi desayuno a solas, porque mis padres habían salido a hacer unas cosas del trabajo de mi mamá. Subí a mi habitación a intentar marcar a mi hermano. Por alguna razón me temblaban un poco las manos, no entendía la razón si era algo normal que yo hacía, en especial con él. Supongo que tenía miedo de que otra vez no me respondiera.

Busque su contacto y me detuve unos momentos en cuanto su nombre apareció, no soy creyente de algo en específico, pero rogué a lo que sea que me pudiera responder, necesitaba a mi hermano.

Sonó el primer tono, casi nadie contesta al primero, segundo tono, puede que esté ocupado, tercer tono, puede que su teléfono esté lejos de él, cuarto tono, lo tiene en silencio, quin...

¿Hola?

Por fin respiré, solté todo mi aire contenido y relajé mis hombros.

—Hen, por fin, hola.

Pau, je suis désolé de ne pas répondre aux appels ou aux messages, j'ai été tellement occupé que j'ai à peine du temps libre ¹³ —no soy la única que habla así cuando está estresada o alterada, ¿saben?

—Descuida, me alegra escucharte.

—A mi igual, ¿cómo estás?

—Yo debería hacerte esa pregunta—respondí tomando el papel de hermana mayor. Él rio sutilmente.

Como te dije, muy ocupado, algo estresado, me ascendieron como cajero y es pesado.

—Me alegra tu logro y es normal, es el primer trabajo que tienes. ¿Y por qué estás estresado?

Tengo que leer mucho en poco tiempo al igual que escribir, sumándole el hecho de trabajar y ahora estudiar. Literalmente mi rutina se ha limitado a solo salir de la universidad, al trabajo y de ahí a la casa-continuó hablando.

—¿No visitas a Teresa? —Me atreví a preguntar.

No tengo tiempo y tampoco es muy fácil que digamos hermana, apenas igual he tenido tiempo de hablar con ella por mensajes.

—Ya veo...—Sentía que no estaba bien con eso, Henry ama a Teresa y que también la esté olvidando un poco me sumó más angustia.

—¿Y tú Pau?, ¿qué hay de ti?, ¿algo nuevo?

Además de empezar a mentir, no, nada nuevo.

—Rick y yo somos buenos amigos y en algún punto de mis encuentros con Hannah me pidió que te mandara saludos—intente sonreír, sin embargo, mis facciones formaron una mueca.

Se agradece, y ¿cómo van las cosas con ella? —Juzgue a su forma de hablar que tenía algo de prisa.

—Normales, pero he me intentado acercar...

Merde—exclama en la otra línea interrumpiéndome.

—¿Qué paso? —Me preocupe.

Tengo que entregar un reporte y tengo una hora antes de irme a trabajar—explicaba muy apurado.

—Oh, yo...—intente que mi tono no fuera desanimado—lo entiendo, te explico por mensaje si quieres, pero los respondes—sentencie.

Sí, lo prometo au revoir, je t'aime sœur. ¹⁴

La línea quedó muda. Me sentí... ignorada por alguna razón, a pesar de que no lo hizo a propósito.

Mi hermano se escuchaba mal, no ha logrado equilibrar la universidad, el trabajo y sus relaciones, tanto amorosa como familiares. Pues dudo mucho que, si no tenía tiempo de marcarme a mí, dudo que lo hiciera con la tía Odette o nuestros padres.

Quisiera viajar allá y poder apoyarlo, darle consejos y que no se ahogue en este nuevo mar recién descubierto. Quiero ayudarlo, pero, ¿quién me ayudará a mí? Él tiene a Teresa, yo a Ricardo, pero no es lo mismo que con mi hermano.

Saben, me he dado cuenta que mentimos hasta en las cosas más simples. Como en fingir una sonrisa, en reprimir nuestros sentimientos y pretender el que no te hayan escuchado, no importó.

Aunque también, a veces no quería que me escucharan.

Volviendo a la universidad, Derek se volvió un poco insistente en cómo me sentía, y no es que me molestara, en cambio, me hacía sentir especial de que le importaba mis sentimientos, pero no quería seguir mintiéndole.

Si no lograba encontrarme en la universidad me llamaba e intentaba evitar que tocara el tema de Evans.

Te busque en la cafetería y no estabas.

—Tuve que ir a la biblioteca por unos libros que necesitaba, lo siento si no te lo dije.

Está bien, sólo se me hizo raro no verte. ¿Haz hablando con...?

—¿Con Henry? —Interrumpí—De hecho, el fin de semana lo hice, te manda saludos—cuarta mentira.

Gracias, me alegro que esté bien, ya casi no me hablabas de él.

—Está ocupado, ya sabes la universidad, trabajo, pareja, ese tipo de cosas.

Ya veo.... ¿también por eso estás distraída?

Mantuve la línea muda por unos segundos. Nunca me detuve a pensar si lo que causaba mi falta de concentración se debía sólo a lo de Hannah.

Supongo que son muchos factores en mi cabeza de los cuales no les doy mucha importancia, pero que los demás notan que me afecta.

—Creo que sí—no lo había pensado, murmure bajo.

Me preocupa que tengas muchas cosas en la cabeza y no las puedas sacar, te he visto ir a la enfermería como dos veces la semana pasada.

—No es grave, sólo no he dormido bien—gracias a los pensamientos de media noche.

Por eso mismo, sabes que cuentas conmigo para hablar de lo sea, de lo Hannah si te preocupa....

—¡No!, es decir, eso está bajo control—quinta mentira, vamos por la sexta.

De tu hermano...

—Estamos bien—séptima.

Evidentemente mis respuestas no lo convencieron y antes de que tuviera que continuar con la falsa, le mencioné que estaba cansada y que lo veía al siguiente día.

Luego, Hannah se empezó a unir a la roda de preguntas que me preocupó que ya supiera una de los dos secretos.

La diferencia con Derek, es que yo me dejaba atrapar por ella.

—Pau, ¿cómo estás? Te he notado más apagada de lo normal—comentó en cuando estuvo frente a mi mientras iba saliendo de mi salón.

—Nada grave Hannah, ¿qué me dices de ti? —Sonreí sin evitarlo, esta chica es mi perdición.

—Un poco triste la verdad, ya no nos hemos visto y venía a ver si no querías hacer plan, ya sabes, como en secundaria.

Sin duda las piyamadas en casa de Hannah, rodeada de su perfume dulce y suave, eran las mejores épocas de mi vida.

—Solo tú y yo—continuó proponiendo.

—Claro, extraño pasar tiempo contigo—le di un empujo amistoso y ella rio mostrando una sonrisa.

Por ese corto lapso, olvidé las preocupaciones.

Y un viernes, ya finales de octubre, logramos hacer nuestra reunión. Fue en la casa de Hannah y estábamos en la cocina calentando el agua. Ya era tarde y teníamos puestas nuestras prendas de dormir.

La tetera empezó a chillar por el lugar y ella se encargó de preparar las bebidas.

—Espero que no te moleste que Derek me haya dicho...—mencionó dándome la espalda.

Mi cabeza dejo de prestar atención en cuanto escuche el nombre de mi mejor amigo. ¿¡Qué de todo le habrá dicho?!

—Pero me dijo que tienes muchas cosas en la cabeza—se dio la vuelta con dos tazas de té, una de ellas me la entregó y fuimos a tomar asiento en la sala.

—Ah eso...—sentí alivio que sonreí por una pequeña fracción de tiempo—. Ya sabes, vida de adulto.

—¿Quieres hablar de eso? —Preguntó con ese tono de voz tan dulce que le daba ese aura inocente y tierna, esa aura del que no me podía resistir negarle algo.

Hice una mueca pensando en qué de todo lo que me abrumaba le podía contar sin sumar más mentiras a la ecuación. Subí ambas piernas y las cruce entre sí dejando mi taza en medio de estas.

—Es mi hermano... no hemos hablado tanto, apenas lo hice este fin de semana que pasó... y estoy preocupada por él.

—¿No te mencionó nada cuando hablaste con él?

—No hablamos ni dos minutos Hannah, tenía cosas que hacer y andaba muy apurado. Por eso me angustia, mi hermano es responsable, a veces demasiado y temo que se olvide de disfrutar la vida. Yo fui la que lo convenció de que celebrara su cumpleaños dieciocho porque él no quería por los tramites de la universidad y la escuela.

Ella permaneció en silencio y a veces eso era lo mejor que podía hacer si no sabía qué decirme.

—Empatizo contigo Pau, me imagino que no es fácil ser hermana mayor...—se levantó de su asiento para tomar lugar a lado del mío—. Rick.... ¿No puede ayudarte con eso? Me imagino que tal vez tenga una situación parecida con Teresa.

Puede que tenga razón, sin embargo, ¿por qué aumentarle más preocupaciones de las que ya le di y que tal vez él tenga por su cuenta? No quiero abusar de su confianza.

—Créeme que no es lo mismo Hannah—murmure, no tenía pruebas de ello, pero no tenía dudas, después de todo, Rick sabe que puede contarme cualquier cosa y si estuviera pasando algo con su hermana, ya estaría enterada.

—Lo sé, lo sé, pero ambos son hermanos mayores por eso supuse...—logré visualizar a la distancia que hizo un gesto.

—Dejaremos las preocupaciones, ¿sí? —Mencionó en cuanto vio mi silencio—. Viniste para pasar un rato conmigo como los viejos tiempos y haremos que olvides todo por un rato.

Me convencía la idea, no obstante, no necesitaba de una actividad para olvidarme de las cosas, sólo que ella estuviera ahí y me sonreía como siempre.

Adicionalmente, que me rodeará con sus brazos y me acercará mientras me acurrucaba en su hombro en lo que ella buscaba nuestra película animada favorita, muy importante para nosotras, por cierto. No solo por el tema musical, sino por la historia detrás de esta.

Ambas sonreímos cuando Tinker Bell y el secreto de las hadas empezó a reproducirse en la pantalla de la sala.

Momentos como ese, me hacen sentir tranquila, pero también, me dan la ilusión de que así seríamos si estuviéramos saliendo y este era un día normal para nosotras.

En mis más profundos sueños y deseos que se reproducían como típica película romántica, solo que en esta no sabemos si tendrá final feliz o decepcionante.

Pov Henry

Sentí horrible cuando tuve que cortarle a mi hermana de esa manera, pero siento que entre más pasa el tiempo, menos he logrado adaptarme a mi nueva y nómada vida en la cuidad de París.

He descuidado todo lo que está a mi alrededor por no perder el poco ritmo que mantengo. No salgo a fiestas ya, ni con amigos, ni respondo casi llamadas o mensajes y he dejado de ver a Teresa.

Con muchas cosas en mentes olvido todo con facilidad, lo cual es irónico, ¿saben? Leo muchos libros y autores y tengo que recordar cada cosa de ellos.

En fin, tampoco no ha podido visitarme, ni yo a ella, sobre todo por la parte que mencione de perder mi rutina; no me puedo quedar allá y el transporte.

Y ella porque nunca le menciono si puede venir, pues casi siempre estoy fuera del departamento. Además, soy una persona que no le gustan las distracciones, por ende, mi celular siempre está apagado y cuando veo la hora ya es tarde para darle una confirmación para que ella venga.

Llego muy cansado como para mandarle mensaje o a veces pienso que lo hago, pero resulta que fueron delirios en mis sueños.

Me preocupa que empiece a sobre pensar las cosas, ella sabe que estoy un poco mareado con todo esto que es nuevo, se lo comente en las últimas llamadas y vistas que hicimos, pero conozco a Teresa, todavía seguíamos con el tema de las inseguridades.

Si en un principio tenía sus dudas de tener una relación a distancia, mi actitud solo lo empeorará. No sé qué hacer, a veces me cuestiono si fue buena idea mudarme solo tan joven.

O si preferir los estudios y responsabilidades antes que mis relaciones familiares y de amor es una buena decisión. Quiero demostrar que valió la pena mudarme aquí.

También necesito a mi hermana, no obstante, cuando tuve esa pequeña charla sé que me quería contar algo, algo que la preocupaba y por culpa de mi vida alborotada no pudo hacerlo.

Mis amigos de la universidad me han dicho que le diga a mi tía Odette, pero ella también está ocupada, no quiero molestarla por cosas que, creo yo, son responsabilidades mías; suficiente con que me ayude a pagar mi universidad en lo que consigo ganar más.

Nunca mencione a Gideon o Mark, ¿verdad? Bueno, si no he tenido contacto con mi novia que es la más cercana en este momento, ya se imaginaran con mis amigos de Houston. He visto sus nombres un par de veces en las notificaciones, pero nunca paso del "hola".

Sé que estoy haciendo mal en alejarme de todos, pero no sé cómo sobrellevar una vida universitaria, nunca me detuve a analizarla cuando tuve tiempo y tampoco había un manual que me dijera qué hacer.

















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13. Pau, lo siento por no responder las llamadas ni los mensajes, he estado muy ocupado que apenas y tengo tiempo libre.

14. Adiós, te amo hermana.

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