— Señor Jo In Sung, debe esperar a que lo anuncie— escuche ese nombre y me dio repulsión, mi tío estaba acá.

— Venga ya, se trata de mi sobrina la que está allá adentro junto a Bora—, la voz se acerca más a la puerta — Pequeña Siyeon—, dice al abrir la puerta y Bora ya se encontraba a mi lado, podía ver como contenía su expresión de desagrado — que ganas de verte tenía— dice de pronto caminando hacia nosotras con una sonrisa en su rostro.

Siento como mi cuerpo quiere reaccionar para poder retroceder, estoy segura de que me quiere abrazar, con razón viene con sus brazos abierto y una sonrisa hipócrita en su cara.

— Ven, dale un abrazo a tu tío favorito—, dice y ya está casi abrazándome cuando Bora se pone entre nosotros y le coloca una mano en el hombro.

Él frunce el ceño, estoy segura de que si pudiera la empujaría a un lado, puedo ver como la mano de ella presiona su hombro, me muevo un poco hacia el lado y veo como ella le sonríe entre cerrando sus ojos, es increíble lo intimidante que se ve con esa expresión, pensar que cuando me sonríe a mí... dios, no te distraigas Siyeon.

— Estimado Sung, ¿qué lo trae por acá? — pregunta Bora quitando la mano de su hombro y sacudiendo sus manos con algo de desprecio.

Woah, en serio eso le molesto a él, su expresión ahora tiene un aura oscura, y dios, que acabo de presenciar, en pocos segundos respiro profundo y sonrió otra vez, eso fue realmente escalofriante, pero Bora pese a ser mucho más baja que él no se ve para nada intimidada.

Estoy localizada al lado de la pelinegra, cuando él toma la palabra.

— Escuché rumores en el lobby de que mi adorable sobrina estaba acá y obviamente quise venir a verla, ¿qué hay de malo en eso? — pregunta moviendo los hombros relajadamente, para luego mirarme sonrientemente.

Siento nauseas al verlo, cómo es posible que tras esa sonrisa se oculte un asesino, alguien que mato a su propio hermano solo por dinero. Asesinar a un hombre como mi padre que siempre pensaba en el bienestar de los demás, que siempre ha estado ahí para mi sobre todo desde la muerte de mamá. De momento como mis piernas se debilitan, no creo que estar pensando en mi padre y tener a este maldito frente a mí, siento como Bora me pasa la mano por detrás de la espalda baja para pararme totalmente a su lado.

— Acá está, ya la has visto, puedes irte— dijo y la frialdad en sus palabras era tactable, él lo debe de saber, se nota a kilómetros la mala voluntad y hasta odio que le tiene, él debe de saberlo, y aun así.

— Está bien— dice, levanta su mentón y ajusta su traje.

— Pequeña Siyeon, espero que podamos almorzar juntos en estos días, desde el entierro de tu padre no te he visto— dice y finge lamento.

Mi estómago se revuelve, cómo puede ser tan hipócrita, pudiera pensar que Bora me engañó, que todo es una falsa para no culparla a ella, pero luego de verla junto a su familia, verla sonriéndoles, siendo tan humilde y alegre, cómo pudiera dudarlo. Se puede pensar, puedo dudarlo como mismo estoy dudando de la sonrisa de mi tío, pero estamos hablando de hermanos con poder, por siglos se ha visto el querer tener más poder por encima de todo...mi tío no sería una excepción.

Luego de eso dicho miro a Bora y por un momento vi en sus ojos...... — Kim Bora, pronto habrá una junta, hablaremos sobre el futuro de la empresa, espero... y llegues a tiempo— ¿eso fue una mirada asesina?

Mire rápidamente la expresión de Bora y ella bajo la cabeza un poco pensativa y al elevar su mirada sin aun levantar la cabeza sonrió — Obvio estaré ahí a tiempo, y conmigo la heredera de esta empresa—, dijo para mirarme suavizando su mirada, y luego regresarla a él tan intimidante como podía verse ... ella lo estaba provocando.

— La heredera... ¿Siyeon?, tú tienes la mayoría de las acciones de mi difunto hermano, es contigo con quien debemos discutir el futuro de la empresa, no con mi pequeña sobrina — dijo intentando verse relajado — yo me haré cargo de sus acciones por ahora así que....

— Lamento interrumpirte querido Jo, pero eso no será así— dice Bora tomándome la mano — esta dama que decís es tu pequeña sobrina, es una mujer graduada de su universidad de gestión de negocios, ya está lo suficientemente capacitada para asumir su cargo— dice, espera, como ella sabe... ah, claro, trabajaba para mi padre.

— ¿Graduada?? — pregunta él sorprendido mirándome.

— ¿Qué crees que hizo durante cinco años en Estados Unidos? — pregunto y él parecía estar captando mejor la información.

— Lee Siyeon, asumirá su cargo, te guste o no, así que mejor .... No intervengas— dice relajadamente, pero con aire amenazador.

— ¿Yo? intervenir, al contrario, la ayudaré en todo lo que pueda— dice él haciendo una fingida reverencia de caballero — después de todo soy su tío favorito—, dice enderezándose.

— Ahora, debo retirarme, hay asuntos de los que me debo encargar— dice y sin una palabra más sale caminando con su espalda recta más como alma que se la lleva el diablo.

Siento como mis piernas se aflojan aún más, es como si mi escudo hubiera caído, las manos de Bora me agarran por los hombros y me ayudan a llegar al mueble — ¿Estás bien? —. Pregunta ella agachada frente a mí, estoy sin saber que decir, ese hombre... él es el responsable de la muerte de mi padre.... Sus ojos, sus ojos hablaron por él... — él querrá acabar con nosotras— logro modular esas pocas palabras.

— Ey, mírame, todo estará bien— dice ella acercándose totalmente al mueble entre mis piernas, toma mi rostro entre sus manos, y pegar su frente a la mía para cerrar sus ojos y hablar — él no te lastimará, no se lo permitiré... —, dice y abre sus ojos lentamente para mirarme de la forma más dulce que alguna vez me haya mirado.

— No estás sola, haremos que pague por lo que hizo— dijo y suspire relajándome — ¿de acuerdo? — pregunta y me da una pequeña sonrisa y asiento sin dejar de mirarla.

Amo la sensación de tranquilidad que ella me transmite con pocas palabras... pensar... que hace pocos días...la veía como alguien cruel y totalmente fría... gracias papá, por dejarla acá conmigo.

... El resto del día fue ponerme en marcha sobre el estado actual de la empresa, Bora, me preguntaba si estaba bien tanto papeleo para el primer día, que intentara no agobiarme, pero necesitaba esto, tengo que evitar que mi tío se adueñe de la empresa, no se lo permitiré, y junto a Bora...sé que lo lograré.

A la hora de almuerzo me pidió que fuéramos a almorzar, yo en serio no quería detenerme, debía seguir avanzando, agradezco a mi madre, de quien herede mi memoria fotográfica, por lo que aprendo bastante rápido además de que llevo los negocios en la sangre y desde niña visito la empresa, aunque en mi niñez solo corría por los grandes pasillos de la empresa y me escondía en las oficinas de mi nana.

Con respecto al almuerzo me negué rotundamente, por la expresión que Bora puso pensé por un momento que me regañaría, pero me dio la espalda y se fue sin decir nada, me sorprendí, pero lo hice aún más cuando las puertas de la oficina se abrieron mostrando a una sudada Bora con comida rápida del McDonals, sonriéndome mordiendo traviesamente su lengua.

— Bom Apetite— dice levantando lo que había comprado y no pude evitar pensar en lo graciosa y tierna que se vió. Obviamente no pude evitar almorzar.

[...]

— Estoy realmente agotada— digo estirándome por décima vez en el asiento de copiloto del auto de Bora, ya íbamos de regreso a su casa, necesitaba un baño y una cama.

— Ya llegamos señorita— dice y era cierto.

Terminaba de aparcar el auto en la entrada de la casa, apaga las luces del auto y me mira — venga, ya las chicas deben tener hecha la cena— me sonríe para bajar del auto y cuando voy a abrir mi puerta ella se apresuró para abrirla.

— Hermosa dama— dice y hace una leve reverencia en broma, siento mis mejillas calentarse un poco.

Entrando en la casa, quise dejarme caer al suelo para reír a carcajadas por lo que acababa de presenciar.

— YOOHYEON MALDITA ESE ES MI PROYECTO DE CLASE DE CIENCIA — grita Dami persiguiendo a su traviesa hermana quien realmente parecía divertirse molestando a su hermana.

— Venga ya Dami...uy— dice evitando resbalar — es solo un cohete, además, sabemos que lo quieres para...casi— dice evitando el cojín el mueble que Dami le lanzo — sabemos que lo quieres para metérselo por cu...—, no termino de decir lo que le exclamaba a su hermana.

Al mirar al frente mientras corría hacia la puerta se encuentra con Bora de brazos cruzados y regañándola con la mirada... Yoohyeon terminó siendo castigada sin postre.

Estábamos todas en la mesa del comedor, ya Handong nos había servido la comida a todas, incluso Minji había llegado, llego mientras servían la cena — ¿Qué tal les fue hoy hermana? —. Pregunto Handong a Bora sirviéndose ensalada.

— ¿Estuvo difícil Siyeon? — pregunta luego mirándome con una leve sonrisa y de pronto no supe que decir, no sabía si mencionar a mi tío o qué decir cuando Bora hablo — Todo estuvo bien Donie, solo que mucho trabajo—, dijo y tomo el vaso de agua para dirigirlo a su boca y beber y de pronto pensé.

— Su hermana le dijo a un chico que no llegaba ni a pitufo— dije y de pronto Bora escupió toda el agua que bebía, por suerte giro la cabeza hacia su izquierda y no había nadie allí.

Las chicas abrieron sus ojos impresionadas, sobre todo la burlona de Yoohyeon — El chico pidió que le dejara ser mi príncipe azul y Bora no tardo en decirle que ni siquiera llegaba a pitufo— termine de contar y en cuestión de segundos todas estallaron en risa, siendo la que más resaltaba la de Yoohyeon.

— ¡UNNIE EN SERIO!!! — reía a carcajadas — woah, esa es mi unnie, bien agresiva con sus palabras— se burla, —pero espera— dice de pronto y me mira — ¿era alto el chico? — pregunto y asentí.

— Jajaja Bora unnie, si la enana tamaño pitufo eres tú— decía y se trababa por no poder parar de reír, mire a Bora y se veía roja de la vergüenza, tal vez no fue buena idea esto, tal vez.

— ¡CALLATE CHICA ÁRBOL, ASÍ ENANA INTIMIDO MÁS QUE TÚ! — dijo Bora casi gritándole luego de ponerse de pie y colocar las manos sobre la mesa a su hermana.

Se veía muy avergonzada e intranquila, las chicas se callaron un segundo y volvieron a reír, yo entre ellas — Jajajajaj, ¡ERES UN PITUFO UNNIE! ¡UN PITUFO! — se burlaba Yoohyeon y Bora se sentó cruzando sus brazos haciendo el berrinche más tierno que he visto.

La risa duro unos minutos, Yoohyeon parecía estar poniéndose azul por la falta de aire al reír tanto y decidí que había torturado demasiado a Bora, coloque mi mano sobre la suya en la mesa y la mire — Para mi eres un príncipe azul—, dije dándole una suave mirada y sonriéndole y ella abrió sus ojos impresionada, por un momento aparto su mirada apenada, para luego volver a mirarme, nos perdimos en la mirada de la otra unos segundos.

— Agghh, Siyeon unnie, arruinas la diversión con tu azúcar—, se queja Yoohyeon y nosotras volvimos a donde estábamos quitando mi mano de la suya, Bora miro a su hermana Dami y esta pareció entender y le dio un zape a Yoohyeon en la cabeza ... fue... fue genial perderme así en sus ojos.