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El menor se encontraba divagando entre los ojos rasgados del empresario y sus labios carnosos, increíblemente hinchados por su culpa.


Si, su jodida boca había tomado posesión de la del mayor y ahora se encontraba con esos labios esponjosos al rojo vivo.

Y sus palabras lo habían desestabilizado, aquel hombre de ensueño lo deseaba de la misma forma que él.

—De acuerdo... —soltaba Taehyung sorprendido.

¿Se estaba acobardando, quizás? Porque ahora solo miraba al mayor sin despegarse y ambos sentían la respiración del otro golpear el rostro ajeno, pero ninguno volvía a atacar.

—¿Lo estamos pensando demasiado? —soltaba SeokJin.

Taehyung se mordía su labio inferior incapaz de quitar sus vista del castaño. Negando y apretando sus ojos se alejaba apenas un poco y comenzaba a desabrocharse la camisa que su amigo le había prestado.

Su mirada intensa recaía sobre el empresario como volcán que quemaba cada parte de su piel. Este en silencio comenzaba a imitar su acción.

—¡No! —gritaba Taehyung haciéndolo saltar del susto.

—¿Por qué no? —cuestionaba divertido.

Taehyung terminaba de desprender el último botón y volvía a acortar la distancia. SeokJin miraba su piel canela y su torso al descubierto.

«Quiero pasar mi lengua por cada rincón»

El azabache ponía su mano derecha en el abdomen del mayor y con una caricia que dibujaba un camino hasta llegar a posicionarse en su nuca, lo atraía y rozando sus labios susurraba:

—Quiero quitártela con mis dientes.

SeokJin tenía sus labios entreabiertos y los cerraba dos segundos para tragar duro en nudo en su garganta y disfrutar de aquella descarga eléctrica que las palabras y cercanía de Taehyung le habían provocado.

Luego recorría con su mirada las facciones del azabache, quería memorizar aquel bello rostro, si es que por equis motivo, no podía repetir con él.

Las manos del castaño sorprendían al chico cuando rozaba apenas su piel expuesta y descendían a su trasero para apretarlo.

—Arriba —ordenaba el castaño.

Una sonrisa torcida tiraba de los labios de Taehyung entendiendo a la perfección aquella orden. Así que sin preámbulo rodeaba el cuello del mayor para colgarse y así rodearlo con sus piernas. Al instante en que aquellos fuertes brazos sostenían su completa anatomía, volvía a atacar aquella boca.

—Mmm... —SeokJin se iba en gemidos delicados y comenzaba a caminar.

Taehyung ahora soltaba su boca y besaba su lóbulo y parte de la curvatura del cuello blanquecino del mayor. Este los dirigía a la habitación sin dejar de masajear el culo que se cargaba aquel chico y le tenía terribles ganas desde que había entrado.

—¿Te gusta, no? —susurraba la voz grave de Taehyung en su oído.

Joder, esa voz era un vicio y su piel se enchinaba al oírlo con los vellos de su nuca completamente erizados.

Empujaba una puerta y una habitación perfectamente iluminaba se abría paso en el campo de visión de SeokJin, por qué Taehyung seguía perdido en las sensaciones que el castaño le proporcionaba al estar apretando a su antojo su parte trasera.

Sin aviso, se echaba en la cama con Taehyung en brazos quedando encima de él.

—Ah… —un chillido grave se le escapaba al azabache.

SeokJin sonreía ladino al ver que las piernas del chico aún lo envolvían y a causa de la posición que tenían en la cama, ahora ambas erecciones se sentían la una a la otra a la perfección. El castaño se apoyaba en sus manos para mirar al menor desde arriba y mordiendo su labio inferior comenzaba a dar unas erráticas y suaves estocadas para provocar más fricción entre ambos.

—Ay, dios —Taehyung cerraba sus ojos y mordía su labio inferior—. Rico.

SeokJin lo miraba embelesado, aquel chico era precioso, era perfecto y era lo que necesitaba. Sus estocadas seguían y sentía que su propia polla estallaría en cualquier momento.

Por dios estaba tan fuera de juego ¿Hacía cuanto no estaba así con otro hombre?.

Y Taehyung era simplemente tan sensual, tan erótico, la forma en que disfrutaba aquello y lo demostraba en su rostro. No pudo aguantar más las ganas y volvía a tomar aquellos labios en un beso desesperado, el menor se había sorprendido abriendo sus ojos en demasía, pero rápidamente respondía.

Una de las manos volvía a bajar hasta el culo del menor para apretar y masajear descaradamente, junto con las falsas embestidas. Ahora sus besos se iban al cuello del azabache.

—Ah, joder, joder —soltaba con aquella grave y masculina voz en la oreja del mayor—. ¿Te encanta mi culo, cierto?.

SeokJin reía en la curvatura de su cuello y volviendo a su boca respondía—. ¿Acaso te viste? tu culo será mi parte favorita de ti.

Otro beso salvaje.

—Eso es porque... —se soltaba de la boca de SeokJin—. No te hice una mamada.

El empresario no había podido evitar soltar un carcajada grave y corta. Quitando su mano del glúteo de Taehyung, palmeaba su muslo para que aflojara el agarre.

—No quiero —soltaba con un puchero el menor, enrollando nuevamente sus brazos alrededor del cuello de SeokJin.

—Pero quiero pasar mi lengua por todo esto —soltaba bajando su mirada al acaramelado torso de Taehyung.

Inmediatamente una sonrisa traviesa se dibujaba en aquel angelical rostro y lo soltaba dejando caer sus brazos a sus costados. SeokJin sonreía de lado y decidía aprisionar las manos del menor para que no las moviera de ahí.

Un casto beso en los labios, una suave mordida en su mentón y SeokJin comenzaba a descender con suaves besos que sus esponjosos labios depositaban en Taehyung.

Este sentía todo su cuerpo hormiguear con los escalofríos provocados por el empresario.

«Si esto es una broma que se termine después de que me folle»

Los labios de Seokjin fueron de su clavícula al centro de su pecho y luego un camino de besos hasta el pezón rosa amarronado del menor.

SeokJin era suave y eso lo estaba volviendo loco.

—Joder, SeokJin...ah, dije Seokjin —su lado fanboy quería salir a relucir sin su consentimiento.

—Es mi nombre —susurraba pegado a la protuberancia que salía cuál botón de aquel pecho—. Me gusta como suena completo con tu voz —añadía y una lamida finalizada en mordida le robaba el aliento al azabache.

—Ay, joder —Taehyung quería mantenerse quieto, pero su cuerpo no dejaba de dar pequeños saltitos de espasmos a causa de la sensación—. El otro —rogaba.

SeokJin obedecía y pasaba al siguiente pezón para ahora estimular ese. Sus manos seguían aprisionando las de Taehyung que quería soltarse para poder tomar su pelo.
Efectivamente había notado aquello así que la soltaba y tomaba con firmeza su cintura y comenzaba a descender con más prisa, Taehyung finalmente enredaba sus dedos en aquel cabello castaño y sedoso.

Observaba con mirada lujuriosa al empresario encima de él, besando y mordiendo su torso, su abdomen y bajando a si entrepierna.

«Ay, dios. Ay, dios»

—Joder, Seok... —gemía bajito.

Luego los largos y peculiares dedos del empresario se colaban en el inicio de su pantalón para desabrochar el cinturón.

—Hay algo que... Necesito —soltaba en tres besos sin dejar de hacer su trabajo con el cinturón—. Esto no pue-....

—No le diré a nadie... —soltaba sin dejar de verlo.

El mayor levantaba la vista y se encontraba con una muy lujuriosa. Los ojos del azabache tenían las pupilas dilatadas y sus mirada era tan intensa que Seokjin ya se sentía desnudo de antemano. Lo extraño, era que se sentía en confianza.

Terminaba de quitar el cinturón y se lanzaba nuevamente a comerle la boca al operador telefónico, al dueño de sus últimas fantasías eróticas.

—Si, si —jadeaba Taehyung al notar la desesperación del mayor.

Ambos se deshacían de los zapatos y Seokjin tiraba de aquel pantalón de vestir para dejar al azabache bóxer y camisa desabotonada.

—Increíble —soltaba al ver el bulto atrapado en aquella prenda de color negro.

Taehyung mordía su labio inferior e intentaba no sentirse inseguro con él. El mayor terminaba de quitarle el pantalón y se ponía de pie frente a Taehyung quien enseguida se sentaba en la orilla para hacer lo mismo que Seokjin había hecho con él, y despojarlo del pantalón. Pero SeokJin lo detenía con un rostro preocupado.

—¿Qué sucede? —la seguridad de Taehyung flaqueaba.

—No traje condón —decía con tono preocupado y un bulto endurecido en su entrepierna.

Taehyung mordía su labio inferior, lo alejaba apenas un poco para tomar su propio pantalón que estaba tirado en el piso y del bolsillo sacaba un condón cerrado.

De forma provocativa exclamaba—: ¿Lo quieres? —y ponía el rectangular paquetito entre sus dientes.

SeokJin lo tomaba y volvía a atacar la boca ajena, todo en ese hombre se estaba volviendo un extraño vicio, tan rápido y apabullante.

Taehyung bloqueaba su subconsciente de fan enamorado para contraatacar al empresario. Lo daba vuelta para dejarlo debajo de él y subirse a horcajadas, SeokJin no podía creer que tenía a aquel hombre encima con su camisa abierta y su bóxer negro que dejaban a la vista una buenas piernas y de espalda un trasero respingón.

Taehyung recobraba la confianza y terminaba de quitarse la camisa, el empresario babeaba debajo de él y su polla estaba cada vez más parecida a una roca por culpa de la excitación. El universitario lo empujaba para que cayera completo a la cama y dejará de apoyarse en sus hombros.

Luego atacaba el blanquecino pecho de SeokJin con suaves besos y mordía la piel para comenzar de a poco a desprender la camisa.

—¿No que la quitarlas con tus dientes? —se burlaba el castaño.

—Lo haría, pero te dejaría con una camisa rota —respondía en puchero y luego con confianza añadía un—: permiso.

De forma ruda atacaba el cuello del mayor y desprendía su camisa sin querer perder más tiempo. Rápidamente la abría y al ver a Seokjin de esa forma, pasaba sus largos dedos por todo su torso semi desnudo.

—Quiero que me folles duro por si no llegamos a repetir —soltaba con seguridad.

SeokJin tragaba duro y observaba a Taehyung, desabotonar su pantalón, tirar de él con ropa interior incluida, regocijarse descaradamente con la polla que cargaba entre las piernas y sin pudor sentía como toda su longitud era engullida por la boca del menor.

Ahuecando sus mejillas daba un intenso primer chupón.

—Mmm, dios...tu boca —gemía suave.

Taehyung sentía sus vellos erizarse al escuchar aquel gemido de placer, ya los había oído, muy poco, pero ahora definitivamente todo de él se lo provocaba.

—Que rico eres —decía lamiendo sus labios y volvía a torturar al mayor con una mamada que no olvidaría.

Una mano de Seokjin se había ido directo al cabello del menor para marcarle un ritmo, era gemidos dulces y respiración entre cortada. Taehyung, se estaba dando el jodido festín de su vida, chupando, lamiendo y lubricando con su saliva.

—Mierda, tenías r-razon con eso la m-mam~...¡Ah! —la cabeza del mayor caía.

Los sonidos de succión descarada resonaba en la lujosa habitación. El calor estaba sofocando a Seokjin haciendo que este se quitará por si solo la camisa.

—Ven —ordenaba al azabache que se encontraba muy entretenido en su oral. Lo tomaba de la mano para atraerlo a él y recostarlo.

Taehyung estaba recostado viendo como Seokjin cubría su erección con el condón antes robado. La ansiedad y anticipación lo estaban matando. El empresario le regalaba una sonrisa de lado y tiraba de su bóxer para finalmente quedar de igual forma, desnudos y necesitados.

—Voy a prepararte —soltaba ronco el mayor.

—No es necesario —decía Taehyung seguro—. No mentía cuando dije que me gustaba rudo.

Se giraba en la cama, para quedar boca abajo y le regalaba a Seokjin una vista perfecta de su espalda y su culo. Apoyado en sus codos miraba hacia atrás para encontrarse con la mirada hambrienta de sexo que el empresario tenía pintada en su bonito rostro.

—Follame —pedía mordiendo su labio inferior.

SeokJin hacía cortocircuito y se tiraba encima de aquel precioso cuerpo que aquel joven tenía, directo a lamer y morder su espalda. Lo suficientemente fuerte, como para marcarlo a la altura de su hombro.

—¡Ah!

—Lo siento, bonito —decía Seokjin apoyando toda su erección en el culo de Taehyung—. Creo que te quedará una marca

—No tengo que a quien darle explicación por eso —miraba de soslayo y atrapaba los labios del mayor en una suave mordida—. Puedes marcarme todo lo que se te antoje.

Aquella fue la luz verde definitiva que el mayor necesitaba, volvía a descender dejando besos, chupones y mordidas descaradas, dolorosas y placenteras que hacían que Taehyung se fuera en gemidos y su cuerpo colapsara bajo el experto y rudo toque del empresario.

Su espalda a baja comenzaba a sentir ese cosquilleo al notar que Seokjin estaba dejando besos húmedos y de repente una fuerte mordida en su glúteo izquierdo.

—Joder —su cuerpo era un cúmulo de sensaciones increíbles. Aquel hombre se.lo estaba comiendo con todas las ganas del jodido mundo.

Taehyung sonreía.

—Dios, que buen culo —soltaba el empresario mientras mordida y luego su lengua daba una lamida en toda la entrada de Taehyung.

—Joder...no es-no es necesario que lo hagas —repetía.

—Taehyung, solo déjame comerte a mi antojo —respondía.

El azabache estaba viendo las estrellas, no se había vuelto acostar con nadie desde que hablaba con SeokJin, así que estaba casi igual de necesitados. Los sonidos chupones y mordidas que SeokJin dejaba en su trasero lo embriagaban, su cuerpo estaba ardiendo y su polla le dolía demasiado.

De repente un dedo húmedo se entrometía entre la lengua de Seokjin y sus lamidas.

—Joder...Fóllame, solo mételo —ordenaba desesperado.

El dedo desaparecía, en silencio y gruñendo algo exasperado el mayor alineaba su erección a la entrada de Taehyung, quien tenía la garganta seca de los nervios y anticipación.

SeokJin empujaba la punta en el estrecho y caliente interior del universitario. Su cuerpo se inclinaba para llegar a su lóbulo y susurrar de forma grave y ronca.

—¿Lo quieres rudo? —preguntaba dando una mordida.

—Por favor —soltaba Taehyung en forma de ruego.

Los dedos de Seokjin tomaban parte de su enmarañado cabello azabache para agarrar un puñado a la altura de su nuca. Taehyung se levantaba apenas y empujaba un poco más.

—¡Joder! —gemía Seokjin quién mordía nuevamente su hombro—. Eres increíble

—Lo sé, ya fóllam~... ¡Ah!.

El azabache no terminaba el ruego que SeokJin arremetía con ganas una estocada certera tocando en el primer intento su próstata.

"¡Joder!".
"¡Más!".

SeokJin caía encima del menor por estar tan aturdido a causa del placer, Taehyung lo apretaba deliciosamente.

—Muévete, Seok. Muévete —empujaba su cuerpo más hacia Seokjin.

Lo estaba volviendo loco, se estaban volviendo locos mutuamente.

1/2💕

PS: si ven un error, con amorcito, me avisan y luego corregiré.

Continuamos

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