𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄

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Maratón Final 2/3




Nam está sentado con Yoongi junto al mostrador de la tienda de Seokjin, mientras este se pasea frente a ellos hablando por teléfono con la pareja Park, explicándoles la situación. La tienda se encuentra cerrada por obvias razones.

Después de que Nam les contara lo que había exigido su padre en la llamada, tanto alfa como omega se habían puesto de acuerdo en que debían contactar a la pareja de policías, para sorpresa de Nam, Yoongi había sido quien lo había propuesto en primer lugar, apresurando al alfa para que los llamara pronto, mientras el volvía a preguntarle por milésima vez a Namjoon sobre lo que había conversado con su padre.

—Ya le to conté mil veces Yoongi hyung, el no dijo mucho, solamente me dio hasta hoy para que le lleve los supresores o vendría el mismo por ellos. No mencionó ningún nombre pero especificó que ya sabían quién es el creador de los supresores y me amenazó diciendo que no debía contarle a nadie sobre su llamada, mucho menos a mis amigos policías, supongo que se refiere a los padres de Jimin. Eso fue todo lo que dijo.

Vuelve a explicar Nam con frustración, al cachorro le encantaría poder dar más detalles pero la verdad es que la llamada de su padre había sido bastante breve, pero lo suficientemente intimidante como para asustarlo. Sin embargo a Namjoon no lo asusta lo que su padre pueda llegar a hacerle a él, pues está acostumbrado a los maltratos que ha recibido siempre por parte del alfa, lo que realmente lo asusta es que haya descubierto la identidad de Seokjin. Al cachorro le aterra que el alfa salga perjudicado o mucho peor, lastimado. No lo soportaría, a como no soportaría que cualquiera de los involucrados salga perjudicado.

De haber podido enfrentarse él solo a su padre, el cachorro lo haría sin pensarlo dos veces, la tentación de no decir nada y entregar por sí sólo los supresores fue grande, pero le tomó unos minutos darse cuenta que si hacia eso corría el riesgo de arruinar la única posibilidad para atrapar a su padre, por lo que cualquier pensamiento de ocultar la llamada y moverse por su cuenta fue descartado.

—Ya está todo listo, Seo-Joon ya está al tanto de la situación y él junto a un pequeño equipo de policías vienen en camino. Todo parece indicar que ya tienen armado el plan para llevarlo a cabo hoy en la noche. —menciona Jin, una vez termina la llamada que mantenía con el policía. Tanto Nam como Yoongi asienten y el alfa se acerca al cachorro para tomar las manos de este entre sus manos y viéndolo directamente a los ojos el alfa le pregunta: —¿Estás seguro de que quieres hacer esto? Siempre se puede encontrar otra forma, no tienes que hacerlo tú.

Le hace ver el alfa, dándole una oportunidad para que el cachorro se retracte, pero el omega niega con la cabeza repetidas veces.

—No, yo debo hacer esto. Debo enfrentarlo, tengo que hacerlo. —murmura el cachorro con decisión. Jin lo observa por varios minutos admirando su valentía y luego aprieta su agarre en las manos del chico dándole fuerzas a la vez que acepta su decisión. Yoongi también asiente y se levanta de donde está sentado junto a Nam.

—Si vamos a hacer esto, es mejor que me prepare. —menciona el omega. —Iré por Jungkook. —añade disponiéndose a subir las escaleras que sabe lo llevarán a la segunda planta, pero Jin lo detiene.

—Déjalo, esta entretenido jugando videojuegos con los otros dos cachorros, de todos modos regresarás más tarde ¿no? —pregunta el alfa, queriendo confirmar la presencia del omega con el que una hora antes casi se enfrenta en una pelea que implicaba a sus lobos. El pelirojo solamente asiente y sin decir nada más sale de la tienda.









Una hora más tarde llega la pareja de policías acompañados por un grupo considerable de oficiales que se instalan en el pasillo principal de la tienda de Jin, estos llegan vestidos de civiles para no llamar la atención pero el movimiento en la tienda no puede pasar desapercibido. Los tres cachorros más pequeños se percatan de que algo extraño sucede cuando bajan a la primera planta y miran a todos los policías en movimiento.

Jimin encuentra a sus padres y corre hacia su padre omega en el momento que intercambia mirada con este. El omega mayor lo recibe con un abrazo caluroso y le pregunta cómo le fue en casa de sus amigos. Padre e hijo se apartan un poco del grupo que conversa sin prestarles atención, mientras que los otros cachorros observan el intercambio. El padre alfa de Jimin, por otro lado, está demasiado concentrado en lo que habla con Nam y Seokjin, como para darse cuenta de que ahí se encuentra su hijo.

—Entonces, ¿no mencionó nada más que nos pueda ser de ayuda? —pregunta el alfa policía al cachorro omega y este vuelve a negar por milésima vez. Un poco harto de explicar lo mismo una y otra vez. —Bien, no importa. Con la trampa que le armaremos creo que va a ser más que suficiente. La patrulla que tengo vigilando la casa de Min-hyuk reportó hace media hora que en la casa parece haber mucho movimiento, lo que confirma que hoy es el día perfecto para actuar. Namjoon necesito que levantes la denuncia contra tu padre. La agente Manoban, te puede ayudar a realizarla. —explica el agente de policía señalando a su compañera de trabajo que sonríe al cachorro con una sonrisa profesional. La mujer luce impecable, desde el comienzo de su flequillo hasta la punta de sus zapatos. Nam le devuelve la sonrisa, pero vuelve a centrar su atención en el policía cuando lo escucha continuar. —Una vez la orden esté lista podemos proceder con la operación así que te pido que te prepares.

El cachorro asiente, pero al instante recuerda algo por lo que niega con la cabeza hacia el policía que lo observa intrigado y le pregunta si ocurre algo, Seokjin también lo observa con un poco de preocupación.

—Es solo que... debemos esperar a que llegue Yoongi hyung. —murmura el cachorro decidido aunque un tanto avergonzado por tener la atención de todos los policías. Todos habían hecho silencio en el momento que fue mencionado el nombre del omega pelirojo.

—¿Min Yoongi? —pregunta Seo-Joon, asombrado. —Creí que no quería participar en nada de esto.

—Así era, pero él estaba aquí cuando Nam nos contó de la llamada de su padre y creo que presenciar lo asustado que estaba Namjoonie le hizo cambiar de parecer. —explica Jin rápidamente. Seo-Joon asiente comprendiendo la situación.

—No puedo hacerlo si hyung no está conmigo. Por favor, ¿podemos esperarlo? —pregunta el cachorro omega con gesto de súplica al alfa policía y este parece no poder negarse por lo que vuelve a asentir.

Alrededor de las seis de la tarde todo está preparado, Namjoon ya ha levantado la denuncia en contra de su padre, por lo que la orden de cateo ya es efectiva. El plan ha sido repaso varias veces por el cachorro omega, es bastante sencillo a decir la verdad; Nam irá a casa de su padre y le entregará a este los supresores, como lo ha hecho con anterioridad, solo que esta vez el cachorro lleva consigo un micrófono oculto con el que avisará a los policías que lo estarán vigilando unas cuadras antes de la casa de su padre junto a Seo-Joon, Seokjin y Yoongi. Una vez Nam de aviso, un cuerpo entero de oficiales entrará en la casa para arrestar a su padre. Deben hacerlo de esta forma para no levantar sospechas en el padre de Nam y así lograr atraparlo desprevenido.

Lo único que esperan es la llegada de Yoongi para por fin dar comienzo al plan del que dependía la paz y seguridad del cachorro omega.









Dos horas antes, cuando Yoongi está llegando a su edificio, siente una intensa mirada observarlo desde lejos. El omega se tensa al instante y con aparente tranquilidad finge entrar a su apartamento, pero no lo hace, en vez de eso se oculta y espía a la persona que estúpidamente se acerca hasta la entrada de su apartamento con indecisión sin atreverse a llamar a la puerta.

Cuando el chico se rinde y decide salir huyendo, Yoongi lo intercepta e impide que salga corriendo. Omega y alfa se encuentran frente a frente de nuevo después de no haberse visto por semanas.

—Huyendo como un cobarde... —murmura Yoongi con una mueca cínica cubriéndole el rostro. Pero en el momento que el omega observa detenidamente el rostro del alfa, se sorprende, pues este luce totalmente demacrado y algunos golpes le adornan el apuesto rostro, su semblante siempre brillante ahora luce apagado. —¿Qué demonios, Hoseok? ¿Quién te hizo esto?

Pregunta el omega tan molesto como preocupado, cualquier molestia que sintiera antes hacia el alfa desaparece y se disipa cuando siente como el chico se acerca a él y casi sin fuerzas se deja caer sobre su cuerpo, envolviéndolo en un abrazo débil. Yoongi lo sostiene con sus brazos por la cintura y a cómo puede, lleva al alfa adentro de su apartamento. Estando ahí lo recuesta sobre el sofá de su sala y va a la cocina por un poco de hielo.

Cuando regresa a la sala Yoongi encuentra al alfa acurrucado en el sofá, este cierra los ojos con fuerza y se abraza el abdomen como si le doliera. Yoongi se arrodilla cerca del sofá y sin decir nada o pedir permiso toma la camisa del chico de cabellos oscuros y la levanta, descubriendo una serie de golpes que lucen bastante dolorosos. Yoongi observa con detenimiento los golpes que cubren casi todas las costillas del costado izquierdo del alfa y los recorre con sus dedos sin tocarlos, el omega hace el intento por quitar la camisa del alfa pero este niega y abriendo los ojos el chico le dice:

—No creo que en este momento pueda responderte como se debe, lo siento hyung de verdad quisiera, pero... —murmura el chico con pesar e intenta sonreír a su propia broma pero el dolor lo ataca y no puede ni siquiera reír con naturalidad.

—Imbécil, no es momento para tus bromas estúpidas, Hoseok. Lo único que intento es ayudarte, hay que curarte, esos golpes no lucen para nada bien. —replica el omega, pero el alfa vuelve a negar y haciendo mucho esfuerzo el chico se sienta sobre el sofá en el que antes se recostaba y acerca al omega hasta sentarlo junto a él.

—No vine aquí para que me cures, ni para llorarte, Yoongs. Vine para decirte la verdad y.... para advertirte. —murmura el alfa con gesto completamente serio.

—¿Qué verdad? ¿De qué estás hablando? —pregunta el omega confundido e intrigado. El alfa está a punto de responderle cuando de repente un teléfono lo interrumpe. —Espera un minuto. —pide el omega y contesta su celular con rapidez.

Si, ya estoy listo, en un momento voy para allá. Si, si, ya sé. Diles que esperen un poco más, ya voy. —habla el omega al teléfono con rapidez colgando casi al instante, pero de igual forma capta la atención del alfa que lo mira intrigado.

—¿Te vas? —pregunta Hoseok alarmado. Yoongi se gira hacia él, todavía sosteniendo el teléfono en la mano y se acerca al alfa para responderle.

—Si, debo ir y hacer esto, Namjoon me necesita. Pero tú puedes quedarte aquí, descansa en mi cama y cuando regrese me dices todo lo que quieres decirme. —propone el omega, siendo más atento de lo que nunca lo ha sido con el alfa. Hoseok casi quiere llorar de felicidad al escuchar al omega tan preocupado por él. Por primera vez Yoongi le permite apreciar la bondad y belleza que inunda su corazón y Hoseok quisiera poder regocijarse en ese momento pero no puede pues tiene cosas realmente importantes que decirle al omega.

—Hyung, lo que tengo que decirte no puede esperar. —se apresura a decir el alfa.

—Sea lo que sea tiene que esperar, Hoseok. Ahora mismo tengo que irme. —sentencia Yoongi y se aleja del alfa para adentrarse en su habitación. Hoseok hace una mueca y a cómo puede se levanta del sofá para seguir al omega.

Cuando el alfa llega a la habitación del más pálido, lo observa cambiarse de camiseta con rapidez y observa también como este saca de un espacio escondido en el cajón de su mesa de noche una arma de nueve milímetros y con sorpresa observa además como el omega se guarda el arma en la parte trasera de sus pantalones, ocultándola entre su camiseta y la chaqueta que se coloca en ese momento. El alfa observa al omega con la boca abierta y escandalizado le pregunta.

—¡¿Adónde demonios vas con eso?! ¿Por qué tienes si quiera una de esas escondida en tu mesa de noche?

—Tú no eres el único que tiene secretos. —murmura Yoongi sonriendo al alfa a la vez que termina de alistarse.

—Qué demonios... —murmura el alfa con incredulidad. Yoongi está a punto de salir de la habitación pero Hoseok se apresura a detenerlo tomándolo por uno de sus brazos y le dice con suavidad —Espera hyung, tu dijiste que Namjoon te necesita... —murmura el alfa haciendo memoria y cuando cae en cuenta de lo que eso significa añade. —No, por favor, dime que tu no vas a ser partícipe de eso...

—¿A qué te refieres...? ¿Tu como sabes? —pregunta el omega con sospecha. Viendo al alfa a los ojos, pero los ojos de este evaden su mirada y en cambio la rehúyen.

—Yoongs, tu dijiste que no te ibas a involucrar, ¿Por qué demonios cambiaste de parecer?

—Te pregunte algo Hoseok. ¿Tu como sabes de que se trata? —gruñe el omega. Pero el alfa no responde.

—Eso no importa, dices que vas a ayudar a Namjoon... entonces yo voy contigo. —suelta el alfa.

—Tú no vas a ningún lado, mira como estas, por favor. —exclama Yoongi escandalizado. Y se apresura a detener al alfa que ya se disponía a salir de la habitación. Hoseok lo mira con frustración cuando el omega lo toma del brazo y lo guía a la cama. —Recuéstate y descansa, traeré la bolsa de hielo ¿necesitas algo más? —pregunta el omega solicito. Hoseok no contesta a su pregunta en cambio lo mira con mirada profunda.

—Por favor no vayas, Gi... —pide en un susurro desesperado el alfa y toma con una de sus manos la contraria. Yoongi deja salir un suspiro y se acerca donde permanece el alfa sentado.

—Tengo que hacer esto Hobi. —murmura el omega con voz suave a la vez que acaricia la mano que sostiene entre las suyas. —Pero cuando regrese tú y yo hablaremos y arreglaremos las cosas. Por favor, descansa. —termina de decir el mayor con seguridad y sin soltar la mano del alfa se acerca al rostro de este y con sumo cuidado, procurando no tocar donde está golpeado, besa los labios contrarios.

El contacto dura apenas unos segundos, cuando el alfa abre los ojos el omega ya está saliendo de la habitación. Hoseok se queda observando el camino por donde se ha ido Yoongi por unos segundos y le toma menos de un minuto decidirse.

Sabe muy bien que no puede dejar ir al omega que ama sólo, no sabiendo a lo que este va a enfrentarse, por lo que soportando el dolor de sus costillas lastimadas, sale detrás del omega y lo sigue sin que este se dé cuenta, dispuesto a protegerlo al costo que sea necesario.









Yoongi llega a la tienda de Jin y observa todo el movimiento que hay en esta. Se puede dar cuenta que el lugar está lleno de policías aun cuando estos van vestidos como civiles. Deja escapar un suspiro, pues jamás creyó que volvería a encontrarse en una situación como esta, hace tantos años que no ejercía su profesión, que no puede evitar sentirse un tanto nervioso e inseguro de sus habilidades. Una vez dentro de la tienda encuentra a Nam que esta por supuesto junto a Seokjin.

El cachorro lo ve llegar y de inmediato se separa del alfa y corre a su encuentro. Abraza al omega mayor en un impulso y cuando se da cuenta de su efusividad, el cachorro castaño se separa murmurando una disculpa, sabiendo muy bien que a su amigo no le gustan esta clase de contactos, pero no lo había podido evitar, pues lo emociona sentirse apoyado por su único amigo, lo emociona tanto como la asusta, no quiere que el omega salga lastimado pero tampoco quiere que se vaya.

—Lo siento, hyung. —murmura el castaño con vergüenza, pero el omega pelirojo le resta importancia con un gesto de la mano.

—¿Ya está todo preparado? —pregunta en cambio Yoongi, a lo que Nam asiente.

—Solamente esperábamos que llegarás.

—Bien, entonces deberíamos irnos de una vez. —apremia el omega y en cuanto este termina de decir lo último, a ambos omegas se acercan los dos alfas que los observaban desde lejos.

—Me alegra ver que nos acompañarás Min Yoongi. —murmura Seo-Joon con tono profesional. Yoongi asiente sin darle mucha importancia, por lo que el policía continúa. —Será como en los viejos tiempos, —añade esta vez en tono más jovial.

—Por el bien de todos, espero que no sea como la última vez. —murmura el omega, añadiendo tensión al ambiente.

El alfa policía se aclara la garganta incomodo y vuelve a retomar su tono profesional.

—Seokjin y tú nos podrán acompañar en el puesto ubicado a unas cuadras de la casa de Kim Min-hyuk, pero no pueden participar en el operativo, por lo que les pido encarecidamente que se mantengan al margen de la operación pase lo que pase, no deben intervenir. No puedo armarlos, así que por favor no intervengan, pueden llegar a salir lastimados. Dejen todo en nuestras manos.

—No te preocupes, Seo-Joon, de todos modos una pistola en mis manos sería tan inútil como tu advertencia... Si las cosas se salen de control, te aseguro que no planeo quedarme quieto. —murmura Jin.

—Si ahórrate las advertencias. —murmura Yoongi, sin revelar que él no necesita que le proporcionen una arma, pues tiene la propia. —Y vámonos de una vez.

Con esto último se da por terminada la conversación. Y el alfa policía comienza a dar órdenes a su equipo para que estos se encaminen a su posición cerca de la casa del padre de Nam. Los últimos que dejan la tienda son Nam, Yoongi y Seokjin que se encaminan al lugar de la operación en el auto del alfa. Jin se había asegurado de dejar a su hermano y a los otros dos cachorros al cuidado de dos policía que Seo-Joon había dispuesto para que custodiaran la tienda y a los cachorros hasta el regreso del alfa dueño de la tienda.

En cuestión de minutos todos llegan al lugar donde los espera la patrulla de policías que vigilaba la casa. Todos se instalan y el cachorro omega se prepara para entrar.

Los nervios amenazan con atacar a Namjoon, pero el agarre de la mano de Jin en su propia mano, logra tranquilizarlo un poco. El alfa aprieta su agarre y con seguridad le dice: —Todo va a salir bien, tú puedes hacer esto. —murmura el alfa a la vez que besa la frente del castaño.

Namjoon asiente absorbiendo la seguridad que el alfa le otorga y con decisión se aleja de Jin y camina a la casa donde tanto había sufrido.

Decidido a enfrentar su pasado y a su padre, el cachorro omega se adentra en la residencia, que está tal como la recuerda. Solo que esta vez la gente se aglomera en el lugar más de lo normal, pero eso no sorprende a Namjoon que batalla con encontrar a su padre dentro del montón de gente. Ansioso el chico se adentra más en la casa hasta que llega a la puerta donde antes era su habitación. Un hombre alto y musculoso lo detiene antes de que pueda entrar y le dice que espere fuera mientras él se adentra en la habitación a buscar a su padre, o es lo que supone Nam.

Espera por largos minutos, por lo que aprovecha para observar el lugar más detenidamente, y lo encuentra distinto más de lo que pudo apreciar en un comienzo, es como si el negocio de su padre hubiera subido de nivel y popularidad, pues la gente que se encuentra ahí luce más variada y de buena posición económica, se puede apreciar gente joven y mejor vestida que los que visitaban con anterioridad el lugar.

De un momento a otro el cachorro escucha que la puerta se abre y detrás de él aparece el tipo alto y musculoso que viene seguido de su padre. El alfa mayor viene vestido con ropa ostentosa y en sus manos y cuello porta prendas de oro en exceso llamativas como si se esforzará en sobresalir y llamar la atención a la vez que intenta verse intimidante y poderoso. Nam se acerca a él caminando con firmeza, dejando los nervios de lado y enfrentándolo con valentía.

—Pero mira lo que tenemos aquí, el hijo pródigo. Hasta que te dignas a regresar a tu hogar. —murmura el mayor abriendo los brazos al aire como si le diera la bienvenida. Nam lo observa sin decir nada y su omega comienza a sentirse inquieto sin razón aparente. Es hasta que la expresión en el rostro de su padre cambia y este le hace una seña al hombre que permanece detrás del cachorro que Nam lo entiende. Había caído en una trampa y lo confirma cuando escucha que el alfa dice con tono jocoso: —Lástima que sea para perderlo todo.

Suelta el alfa con una sonrisa ladina y al instante se acerca al cachorro para tomarlo por el cuello y tumbarlo al suelo de un golpe violento volviéndolo todo oscuro en el momento que Nam pierde el conocimiento.





✨🍑✨




No me maten por favor 😅

Mañana intentaré publicar el último capítulo del maratón, sino lo logro terminar para mañana será el martes, haciendo que lo de maratón pierda todo el sentido pero buee... que se hace, la vida se interpone y odio cuando lo hace.

Disculpen cualquier error que se me haya pasado ;)

Gracias siempre por leerme!!

Besos y mucho love

~Editado 181221

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