𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐎𝐂𝐇𝐎

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Maratón Final 1/3



La pareja despierta hasta casi el medio día. Seokjin es el que despierta primero y sin poder contenerse el alfa comienza a repartir pequeños besos por toda la espalda desnuda de Nam, quien se remueve inquieto cuando siente como los besos del alfa bajan por el contorno de su columna vertebral hasta llegar al final de su espalda y se detienen ahí. El omega murmura el nombre del alfa en un susurro ronco contra la almohada y este al percatarse que el cachorro está despierto sube a su encuentro, acostándose de nuevo a su lado.

—Buenos días, pequeño... —susurra el mayor saludando al castaño que gira su rostro para mirar al alfa de sonrisa hermosa. Nam le devuelve la sonrisa y el saludo mientras gira más su cuerpo para verlo mejor. El pelinegro se acerca más al cuerpo contrario y con su dedo índice recorre el rostro del omega que cierra los ojos al sentir su toque gentil. El recorrido del dedo del alfa termina en el cuello del castaño ahí donde todavía se encuentra el collar de cuero anti-mordida. Y en un movimiento rápido Jin recuesta al cachorro de nuevo en la cama, quedando este sobre su espalda mientras el alfa se inclina sobre el pecho del omega para observar mejor su cuello. Con repentina seriedad y preocupación el alfa le pregunta: —¿Te duele?

Nam lo observa todavía medio dormido y confuso le pregunta: —¿La marca? —a lo que el alfa asiente y Nam sin pensárselo mucho niega —No duele, en absoluto.

—Déjame verla. —pide Jin, sentándose con rapidez en la cama, palmea sus muslos para que el cachorro se siente sobre su regazo. Nam iguala los movimientos del mayor y se sienta sobre el revoltijo de sabanas, pero lo hace mucho más despacio y con mucha más pereza, un bostezo lo ataca y no mira las señas que le hace el alfa para que se siente sobre su regazo, por lo que este de forma impaciente toma al cachorro por las caderas y lo sienta él mismo sobre sus piernas, el chico se queja en un susurro bajito pero sin darle mucha importancia se acomoda en el regazo del pelinegro, mientras este comienza a quitar el collar de su cuello, del que quita también el vendaje que el cachorro se había olvidado cambiar la noche anterior.

Seokjin observa las heridas que habían realizado sus colmillos en la suave piel del castaño y le complace ver que estas van sanando correctamente, mueve al cachorro que se posa encima de él y lo acerca a su boca para dejar un suave beso sobre la marca en su cuello. Nam sonríe y acaricia el cabello revuelto del alfa cuando siente como este comienza a repartir pequeños besos por todo su cuello.

—Hyung, también te dejé una pequeña marca... —murmura Nam de repente, provocando que Jin deje de besar su cuello y lo observe sorprendido. El alfa intenta ver su propio cuello pero no lo logra, por lo que busca su teléfono que está sobre la mesita de noche y abriendo la cámara frontal observa la pequeña marca que se ubica en su clavícula, cerca de su hombro, repasa la marca con sus dedos todavía sorprendido y no dice nada por unos minutos. Nam se asusta y pregunta con nervios: —¿Está mal? Tú... tú me dijiste que te mordiera, no creí que fuera a quedar una marca... ¿hice mal?

—Relájate, cariño. —pide Jin depositando un pequeño beso en los labios del cachorro silenciándolo. —Está todo bien, es solo que me sorprendió. —Responde el alfa con una bella sonrisa adornando su rostro. Deja su teléfono a un lado en la cama y toma al cachorro por las caderas. Acercándolo a él todo lo posible.

—Pero, ¿estarás bien? Nunca he escuchado de omegas que marquen a sus alfas...

Jin se encoge de hombros sin darle mucha importancia. —Porque estos no se los permiten, pero es normal que entre parejas se marquen el uno al otro, no pasa absolutamente nada fuera de lo normal si un omega marca a un alfa. Hubo un tiempo en que los mismo alfas se encargaron de esparcir el falso rumor de que si los omegas marcaban a sus alfas, estos se debilitaban y si lo hacían con frecuencia podían llegar incluso a morir. Pero solo lo inventaron porque no querían que su orgullo de alfa se viera afectado cuando sus otros compañeros de casta descubrieran que sus omegas los marcaban.

—Entonces, ¿estarás bien?

—Completamente bien. De hecho, esta pequeña marca que dejaron tus preciosos colmillos aquí... —explica el alfa señalando su hombro y sin dejar de observar al omega continua. —Desaparecerá en unos cuantos días, así que puedes volver a hacerme otra cuando quieras. —responde el alfa con una media sonrisa tirando de sus labios.

Namjoon sonríe encantado y sin separarse del alfa le pregunta: —¿Y esta marca de aquí? —señala su propio cuello. —¿Cuánto tiempo durará?

El semblante de Jin se torna serio y Nam observa que el alfa mira su cuello con culpa, como si el recuerdo de haberlo marcado le doliera o molestara, esto provoca que el omega de Namjoon se remueva inquieto dentro de su pecho, el no quiere que Jin se sienta culpable por haberlo marcado, pero no sabe cómo hacerle entender al alfa que a él le gusta sentir su marca en el cuello.

Formando un pequeño puchero el cachorro se acerca al mayor y besa su mejilla inesperadamente, tomándolo por sorpresa, este lo observa sin comprender su repentina acción y el cachorro solamente vuelve a repetirlo, besa varias veces las dos mejillas del alfa, provocando que las orejas de este se tornen rojas, Namjoon sonríe encantado por la tierna reacción de semejante alfa y lo abraza con fuerza, envolviendo sus brazos alrededor de los anchos hombros y entierra su rostro en el hueco del cuello de Jin.

Seokjin recibe las eufóricas caricias del menor sintiéndose completamente enternecido y abochornado. La tan conocida calidez que invade su pecho cada vez que su pequeño lo besa o se comporta de forma tan hermosa como él, lo vuelve a invadir llenándolo y haciendo que se sienta pleno. Ama con locura a ese hermoso chico que se refugia en el calor de su cuello y en la seguridad de sus brazos, lo ama tanto que siente que el corazón le va explotar. Todo junto a él se siente perfecto. Todo es tan correcto, sabe que es el indicado, la persona con la que quiere pasar el resto de sus días y lo confirma cuando lo escucha susurrar en su oído.

—No quiero que te sientas culpable por haberme marcado, Jin hyung. Llevar tu marca se siente bien... no puedo expresar en palabras lo que siente mi omega cada vez que mira la huella que dejaron tus colmillos en mi cuello, incluso cuando sabemos que es temporal, a mi omega y mi nos gusta sentirnos marcados por ti. Es simplemente perfecto.

Jin busca los ojos del castaño y sabe que este se siente de la misma forma que él, lo puede ver en sus ojos y teme estar estropeando el orden natural de las cosas con sus prejuicios tontos e infundados. Las manos de Jin suben al rostro de Nam y se posan en su lugar predilecto, o bueno, uno de ellos al menos. Pues al pelinegro le gustan mucho otros lugares del precioso cuerpo del omega, pero tiene especial debilidad por las mejillas de este.

—¿Te gustaría que formáramos el vínculo? —pregunta Jin de repente en un susurro mientras observa al omega directo a los ojos. Namjoon abre sus ojos excesivamente, la pregunta lo toma por sorpresa.

—Creí que no querías, que no creías en nada referente al vínculo... —menciona el cachorro frunciendo un poco el ceño, confundido y curioso.

—No lo hago. No creo en el vínculo o los predestinados, pero si es contigo se que quiero intentarlo, aunque me muera de miedo, no es justo que yo decida por ambos. —aclara el alfa siendo completamente honesto con el cachorro. —Tampoco creo que sea bueno que vaya en contra de mis instintos, ahora que estamos juntos y con la experiencia de este último celo, me quedó claro que mi lobo no me dejará en paz hasta lograr hacer que te marque, por lo que aunque me cueste quisiera darnos la oportunidad de vivir esto al máximo, sin que mis miedos intervengan. Y si tú estás de acuerdo podríamos hacerlo... —murmura el alfa observando todas las reacciones que tiene el chico que se sienta sobre él.

—¿Te refieres a hacerlo en este momento? —pregunta el cachorro en tono un tanto alarmado, sonrojándose desde las mejillas hasta las orejas. Jin se carcajea un poco con voz ronca y acaricia con los pulgares el sonrojo en las mejillas del menor.

—Me refiero a hacerlo en un futuro. —explica el mayor.

—Ah... —susurra el omega con pesar.

Jin vuelve a reír un poco y bromeando le dice: —Suenas decepcionado, Namjoonie.

—Lo estoy, por un momento me emocioné. —confiesa el menor todavía un poco sonrojado.

Jin sonríe con una ceja alzada y toma al menor por las caderas para acercarlo más a su cuerpo, provocando que sus entrepiernas se rocen y el simple contacto hace sisear a ambos. —Es muy pronto para volver a hacerlo... —murmura el mayor con voz seductora, a la vez que comienza a repartir suaves besos en las mejillas del castaño.

—¿Te refieres a la marca o... a o-otra cosa...? —pregunta Nam en un susurro confundido, los besos que el mayor ahora reparte en su mentón y cuello no le permiten concentrarse bien en sus palabras, y la concentración se vuelve aún más difícil cuando el castaño siente como las grandes manos del alfa se aferran a su trasero, empujando más sus caderas para que estas vuelvan a chocar y a provocar ese delicioso roce, que junto a los besos que el alfa reparte en sus hombros, hacen que el omega comience a soltar suspiros y pequeños gemidos.

—A la marca, por supuesto bebé... No me estás escuchando Namjoonie. —se queja Jin, sabiendo muy bien lo que está provocando en el tembloroso cuerpo del omega que ya comienza a soltar ese particular aroma a exitación que tanto enloquece al lobo del alfa.

—S-Si... si quiero...—gime el omega, moviendo su cuerpo sobre el de Jin, encantado con las caricias que está recibiendo de parte de esas cálidas manos que tocan allá por donde su piel desnuda se lo permite. Jin sonríe perdido de nuevo en el cuello del omega y saliendo de ahí un momento le pregunta viéndolo a los ojos.

—Si ¿qué? Mi amor, ¿qué es lo que quieres? —pregunta el alfa con voz suave y profunda, observando encantado como el omega busca ansioso su contacto. Namjoon hace ademán de querer besarlo y Jin tomándolo con una mano por la cintura y con la otra por la nuca, lo retiene a centímetros de su boca, a la espera de su respuesta.

—Te quiero a ti, quiero que me marques... si es lo que tú quieres. Quiero intentarlo contigo, ahora, en un futuro, o cuando sea. —susurra con ansías el omega y vuelve a hacer el intento de besar al alfa pero este lo vuelve a detener, provocando que el chico haga un pequeño berrinche.

—Yo también lo quiero intentar contigo, cachorro. Incluso el vínculo... pero hablaremos de esto cuando no nos queramos devorar el uno al otro. Porque ahora mismo lo único en lo que puedo pensar es en besarte y... —el alfa no puede terminar de decir lo último porque los labios del omega impactan desesperados contra los de él. Y comienzan un beso que les robará el aliento a ambos. A la vez que se juntan sus labios, lo hacen también sus cuerpos, eliminando la poca distancia que había entre ellos. Nam se sube por completo en el cuerpo de Jin y este lo hace deslizarse encima suyo con suaves movimientos de sus manos, provocando que sus pieles se rocen de forma exquisita.

—Hazlo, haz todo lo que quieras, hyung por favor~

Gime el omega sobre los labios del mayor, soltándolos solo por un momento, para después retomar sus apasionados besos. Seokjin gruñe en la boca del chico y aprieta su agarre en la cintura de este, gira sus cuerpos con agilidad, ubicando el cuerpo del castaño recostado sobre la cama de nuevo. Y sin romper el beso el alfa se coloca entre las piernas del omega que lo recibe ansioso.

—Nunca voy a tener suficiente de ti, amor... —susurra Jin cuando se aleja un poco del cuerpo contrario para ir por el último paquete de preservativos que les queda de la noche anterior.

—Yo tampoco.

Murmura el omega que vuelve a recibir al alfa entre sus brazos, retomando los besos y las caricias ardientes que llevarán a ambos a la locura.









Yoongi está saliendo de su apartamento cuando escucha como un carro aparca justo enfrente de su edificio. El omega cruza la calle y se acerca al vehículo, observando con una ceja alzada a la omega que conduce el auto.

—¿Qué haces aquí? —pregunta el omega pelirojo con recelo.

La mujer mayor que él desliza sus gafas oscuras de sol por su pequeña nariz y le sonríe a medias mientras señala con una mueca los asientos traseros del vehículo, donde Yoongi puede observar que se sientan tres cachorros apretujados unos junto a otros.

—Byul y yo tenemos que viajar fuera del país por unos días y nos preguntábamos si tu podrías cuidar...

Esta por explicar la mujer, pero el chico no la deja continuar pues suelta una risa estridente y se aleja de la ventana del auto a la vez que agita su cabeza con incredulidad. Su tía no se deja intimidar por la inminente negativa del omega y continúa con su petición.

—Yoongi por favor. Tú eres el único con el que nos sentimos seguras de dejar a Jungkook. Esta será la última vez, lo prometo.

—Sabes muy bien que no va a ser la última  jodida vez. Ustedes dos ya me tomaron por su niñero personal. —se queja el omega cruzándose de brazos.

—Por favor, el cachorro se siente cómodo quedándose contigo.

—Como si tuviera otra opción... —murmura el omega con tono resignado después de pensárselo un momento, sin tener más remedio que aceptar. Con los brazos en jarras colocando sus manos en su cintura, el omega se fija más a detalle en la parte trasera del vehículo y observa que a su primo lo acompañan dos cachorros unos cuantos años mayores que él, pero eso no es lo que sorprende al omega. Lo que en verdad lo sorprende es que reconoce y recuerda muy bien a uno de los dos cachorros. Observa fijamente al chico y murmura: —Tu eres el molesto hermano menor de Seokjin.

El cachorro que llevaba observando al omega desde que este se había acercado al automóvil, asiente, también reconociendo al pelirojo que había llegado a buscar a su hermano la otra vez en la tienda. Recuerda muy bien el espectáculo que había hecho el chico y que este también había mencionado ser amigo de Namjoon, por lo que no le sorprende que conozca también a Jungkook.

—¿Sabes dónde se encuentra el idiota de tu hermano? —pregunta el omega dirigiéndose otra vez al cachorro de cabellos rubios.

—Depende. —responde Tae con desconfianza, captando la atención de los demás que observan el intercambio intrigados.

—¿Sabes o no sabes? —pregunta Yoongi con clara molestia.

—Depende. —vuelve a responde Tae, remarcando más sus palabras. —¿Para qué lo buscas?

—Eso no es de tu incumbencia.

—Entonces, tampoco es de tu incumbencia donde este mi hermano. —responde el cachorro alzando el mentón. Jimin y Jungkook que están sentados a la par del rubio sonríen y el menor de los tres se burla de su primo. Yoongi rueda los ojos y fastidiado por la actitud del cachorro vuelve a centrar su atención en la omega que se sienta adelante.

—¿Dónde llevas a los mocosos?

—A casa de Tae. —responde Hyejin.

—Perfecto. —añade Yoongi con una sonrisa que deja ver sus encillas. Sin perder más tiempo el omega rodea el auto y se sube con agilidad al asiento del copiloto que estaba vacío, pues los cachorros se habían sentados todos juntos en la parte trasera del automóvil sin importar que la omega que conduce fuera sola como si de un chofer se tratara.

La omega observa a su sobrino, esperando una explicación de su parte, a lo que este solamente se encoje de hombros y dice: —Ya que vas a tomarme de tu niñero otra vez, se útil y dame un aventón. De todos modos ya te llevan de chofer.

Menciona Yoongi burlándose de la omega sin importarle que esta es por varios años mayor que él y que se supone le debe respeto por ser su tía. Ellos siempre se han llevado más como hermanos que como tía y sobrino. La mujer sonríe y sin darle más importancia arranca el vehículo y se pone en marcha.

—¿Y se puede saber que asuntos tienes con el hermano de Tae? —pregunta la omega con tono casual, pero sonando genuinamente curiosa.

—Digamos que su trasero de alfa idiota está rogando ser pateado por mí poderosísima huryeo-chagi. —contesta Yoongi encogiéndose de hombros.

La omega se ríe a carcajadas por la respuesta de su sobrino y le pregunta interesada: —¿Por...?

—Porque si, no seas chusma. —contesta Yoongi, que observa por el espejo retrovisor el recelo con el que lo mira Tae desde su lugar en el asiento de atrás.

Nadie menciona nada más y todos se dirigen hacia el edificio donde viven los dos hermanos Kim.




***




Namjoon sale del cuarto de baño secándose su húmedo cabello con una toalla. El cachorro va vestido con una camisola blanca holgada y unos pantalones cortos negros también holgados, dicha ropa se la prestó Jin, pues la ropa de Nam esta sucia por la noche anterior. El cachorro omega termina de secar su cabello y se sienta en la cama, que ya se encuentra vestida con una nueva muda de sabanas limpias, observa la habitación, los recuerdos de la noche anterior y de esta mañana lo invaden provocándole un leve sonrojo, le parece mentira todo lo que ha vivido en el pequeño lapso de algunas horas, sin embargo se siente tan correcto estar ahí, rodeado por el aroma del alfa que tanto ama, suspira enamorado porque ama como incluso la ropa que lleva puesta tiene el aroma peculiar del alfa, su omega se regocija dentro de su pecho, recostándose sobre su lomo refregándose como si se impregnara a sí mismo en el fresco aroma de Seokjin.

Perro, tonto... Murmura Nam con un poco de vergüenza al sentir lo sumiso que se vuelve su omega cuando se trata del aroma del alfa, o cuando se trata del alfa en general. Deja escapar otro suspiro y ladea la cabeza para observar más a detalle la habitación.

Cuando de repente algo le llama la atención, se levanta de la cama y se acerca a un mueble donde se encuentra un paquete de lo que Nam reconoce como los mismos cigarrillos que el alfa estaba consumiendo la noche anterior, con curiosidad el omega toma uno de los largos cigarrillos y lo acerca a su nariz, al instante el olor provoca que su nariz pique y el aroma le resulta familiar. Vuelve a acercarlo a su nariz pero no logra reconocer por completo el aroma. Toma el paquete de cigarrillos en busca de alguna etiqueta o nombre que lo ayude a descubrir de que son, pero el empaque no tiene nada, es una bolsa transparente sin ningún nombre o marca escrito en ella. Esto lo hace fruncir el ceño, y la curiosidad lo invade todavía más.

El omega se sorprende cuando siente como de un momento a otro como unos brazos envuelven su cintura. Y con los fuertes brazos lo envuelve también el fresco aroma del alfa que reposa cómodamente su barbilla sobre su hombro a la vez que murmura: —Sabes lo que dicen sobre la curiosidad, cariño...

Nam se toma su tiempo para asimilar la presencia del chico, que nunca deja de impactarlo a el y a su omega y murmura —Que bueno que yo no sea un gato. —responde sonriendo por las cosquillas que provoca la respiración del alfa en su cuello. —Hyung, ¿de que son estos cigarrillos?

Jin detiene un momento las caricias que hace su nariz en el sensible cuello del omega y presta atención a lo que este le pregunta. —Esos están hechos de mi combinación predilecta, son mi adicción últimamente... —contesta el alfa, susurrando en el oído del omega.

Namjoon gira un poco su rostro hacia el alfa y le pide que sea más específico, todavía sosteniendo el paquete de cigarrillos en su mano.

—Son cigarrillos herbales, están compuestos en su mayoría por una combinación de distintas plantas y hierbas, no tienen nicotina. —contesta el alfa sin soltar su agarre en la cintura del omega.

Namjoon lo escucha con atención y espera a que Jin le explique más pero al no hacerlo el omega pregunta: —¿Tú los haces? ¿De qué plantas están hechos estos?

—Comencé a hacerlos hace algunos años como una alternativa para dejar el tabaco, estos cigarrillos resultan más inofensivos al no contener ingredientes adictivos. Me ayudaron a poco a poco ir reduciendo el hábito que se forma cuando fumas demasiado, como no son adictivos, al fumarlos logras controlar las ansias que se experimentan por sentir esa inhalación y exhalación de humo, hasta que con el tiempo simplemente lo dejas... aunque no sé si ahora pueda dejarlo creo que encontré mi combinación perfecta y temo que me volveré adicto a ella.

Nam escucha al alfa atento e intrigado. Se gira todavía entre los brazos del alfa y le pregunta: —¿Cuál es esa combinación?

—Es una mezcla de miel, almendras y... cáscaras secas de durazno. —murmura Jin viendo fijamente al omega a los ojos. Namjoon asiente en compresión y observa los cigarrillos con interés. Jin sonríe al notar que el chico no se ha dado cuenta de lo que es esa combinación, por lo que todavía sonriendo el alfa le pregunta: —¿No te resulta conocida? —el omega lo observa intrigado pero niega con suavidad, intentando hacer memoria. Jin ríe con más ganas y abraza al cachorro que está entre sus brazos, Nam se deja hacer todavía confuso y cuando el alfa se separa de su abrazo lo mira con extrañeza. —¿Nada? ¿No te resulta si quiera un poco familiar?

Nam vuelve a pensar más cuidadosamente, intentando reconocer la combinación de olores pero no recuerda nada hasta que... —Espera un momento, acaso se trata de mi...

Seokjin asiente con la cabeza repetidas veces sin perder la sonrisa que adorna su apuesto rostro. —Es tu aroma, pequeño distraído.

Namjoon sonríe con una sonrisa brillante y provoca que la sonrisa de Jin se ensanche, pero de repente al cachorro parece ocurrírsele algo por lo que cubriendo parte de su rostro con sus manos en gesto asustado le dice al alfa. —Hyung, ¡prácticamente te estabas drogando con mi aroma!

Seokjin no puede contener una estridente carcajada y esta se prolonga por más tiempo al ver el gesto consternado del omega, una vez el alfa logra controlar su ataque de risa, le responde al cachorro. —En mi defensa he de decir que me ayudó demasiado para controlar mi celo... de verdad fue de mucha ayuda creo que los usaré de ahora en adelante.

Los ojos de Nam brillan al escuchar al alfa decir eso. Y con emoción apenas contenida le vuelve a preguntar. —¿Puedo probarlos?

El alfa deja de sonreír y mira al omega con suspicacia, pensando seriamente la respuesta. —No sé si deberías.

—Dijiste que son inofensivos. —replica el omega formando un pequeño puchero. Y parece que eso basta para convencer al pelinegro que asiente sin más, y se aleja un momento de Nam para ir a buscar su encendedor. Al regresar con el cachorro este ya tiene uno de los cigarrillos entre sus labios, Jin acerca el encendedor al pedazo de papel enrollado y lo enciende.

Pero antes de que el cachorro pueda dar su primera calada, el alfa toma el cigarrillo entre sus dedos y lo coloca en sus labios. —Debes inhalar con suavidad y soltar el humo también despacio, no lo sostengas mucho tiempo dentro de tu boca pues la combinación de hierbas provoca que el sabor sea realmente amargo y no quieres que el sabor se quede en tu garganta. —explica el alfa con calma a la vez que hace una breve demostración.

Nam asiente con rapidez y mira con ansías al alfa. Este le entrega el cigarrillo una vez termina de exhalar el humo de color claro. Nam toma el cigarrillo entre sus dedos y lo coloca en sus labios. Sosteniéndolo con dedos torpes el cachorro da su primera calada, y ocurre lo inevitable, el humo se queda atorado en su garganta provocando que esta pique y arda, el cachorro quita el cigarrillo de sus labios y comienza a toser de forma descontrolada. Jin se apura a quitarle el cigarrillo con una de sus mano y con la otra da pequeñas palmas en la espalda del chico que poco a poco va recuperándose del ataque de tos que le provocó el sabor amargo del cigarrillo.

—No te ofendas hyung, pero eso sabe asqueroso. ¿Cómo toleras ese sabor tan amargo?

Jin sonríe y se encoge de hombros. —Después de consumir varios te acostumbras. Aunque he de admitir que prefiero disfrutar la combinación de aromas perdido en tu cuello, es mucho más placentero y sabe mil veces mejor. —añade el alfa sonriendo de lado a la vez que se acerca de nuevo al omega, toma el cigarrillo y se lo lleva a los labios dando una profunda calada. Nam observa hipnotizado como el alfa deja salir el humo de sus deseables labios, poco a poco, con una destreza admirable. Jin observa cómo la mirada del chico frente a él se pierde en sus labios por lo que apaga el cigarrillo con la suela de su zapato y vuelve a tomar al omega entre sus brazos, aferrándose a su cintura a la vez que sin previo aviso toma sus labios.

El beso se prolonga más de lo debido a pesar de tener un leve toque del sabor amargo que había dejado el cigarrillo en las bocas de ambos chicos, pero esto pasa a segundo plano cuando siente como este extraño sabor se mezcla con el sabor de ambos, volviéndose una combinación embriagante. A Jin le toma mucha fuerza de voluntad no tomar al chico entre sus brazos y lanzarse junto con este a la cama que recién acaban de limpiar y ordenar. El alfa suelta un quejido sobre los labios del omega y separándose por fin murmura. —Sin duda este es mi sabor favorito.

Namjoon sonríe y sin ganas de apartarse del alfa se abraza más a este y reparte besos por todo el apuesto rostro del sonriente pelinegro.

—Deberíamos salir de esta habitación antes de que la voluntad me falle y te vuelva a tumbar en esa cama.

—¿Que te detiene? —pregunta el omega de forma atrevida sin dejar de repartir pequeños besos en la mandíbula del alfa, que aprieta su agarre en su cintura.

—El hambre. —murmura Jin y ambos chicos se observan risueños y vuelven a estallar en fuertes carcajadas. Namjoon asiente sintiendo también el rugir de su estómago, por lo que toma la mano que le ofrece Jin y juntos salen por fin de la habitación del mayor.









Tanto alfa como omega bajan a la cocina a preparar un desayuno rápido pero al omega no se le da muy bien la cocina, por lo que este mismo se ofrece a poner a lavar la ropa, antes de estropear la comida que el mayor tanto se esfuerza en preparar. Jin acepta con alivio y se encarga él mismo del desayuno mientras Nam sube a la habitación del alfa para tomar la ropa sucia y ponerla a lavar.

Una vez el desayuno está listo ambos chicos se sientan en la pequeña mesa que está en la cocina y que se usa como comedor. Ahí los dos comparten el desayuno preparado por el mayor mientras conversan como lo haría una pareja que llevan años juntos.

—Jin hyung, ¿entonces si lo harás? —pregunta Nam con expectativa en su voz.

—Depende. —responde Jin de forma evasiva, haciéndose de rogar como si no estuviera más que claro que no puede negarse a cualquier cosa que le pida el cachorro.

—Oh, vamos hyung, por favor, por favor, por favor. —ruega el cachorro sonriendo hermosamente, mostrando a propósito los hoyuelos que se marcan en sus mejillas, con la clara intención de convencer al mayor. Jin cubre sus ojos y se levanta de la mesa evitando la tierna vista que es el cachorro de mejillas bonitas sonriéndole para convencerlo de hacer lo que le pide. Pero Nam no desiste y se levanta siguiendo al mayor que coloca los trastes sucios en el lavadero.

—Agh, es injusto que uses tu preciosa sonrisa para convencerme. —se queja Jin girándose hacia el cachorro con gesto consternado. —Está bien, lo haré. Pero con una condición.

—Si, lo que sea, acepto. —responde Nam. Jin sonríe con incredulidad y niega con la cabeza.

—Ni siquiera has escuchado lo que voy a pedir.

—No importa, haré lo que quieras. —responde el omega todavía sonriendo hermosamente.

—Ok, pero entonces serán dos condiciones. —Exige el alfa y enumerándolas con su mano derecha recita las condiciones: —Primero, tu serás mi ayudante y crearemos juntos los nuevos cigarrillos. —pide el alfa, a lo que el omega asiente más que dispuesto. Por lo que el alfa continúa. —Segundo, y más importante. Sólo usarás los cigarrillos cuando se trate de tu celo, en ninguna otra ocasión. Si bien los ingredientes no son adictivos, se te puede volver un mal habito que con el tiempo es muy difícil dejar, ¿trato hecho?

—Hecho. En realidad quiero los cigarrillos más que todo para tener algo con tu olor siempre a la mano.

—Pero para eso podrías tener una de mis camisetas. —objeta el alfa.

—Cierto. Puede que también tome una, gracias por el amable ofrecimiento. —suelta Nam sonriendo genuinamente agradecido. —Pero el olor en la ropa desaparece con las lavadas y el tiempo, mientras que en los cigarrillos permanecerá por mucho más tiempo.

—Diosa Luna, he creado un monstruo. —se burla Jin y el cachorro lo mira ofendido pero justo cuando esta a punto de tomar venganza sobre el mayor, ambos chicos escuchan como suena la puerta de entrada del primer piso, lo que los avisa de la llegada de Taehyung.

Seokjin logra esquivar el manotazo que iba a recibir por parte de Nam en su trasero y se apresura a huir por las escaleras a la primera planta. El cachorro observa como el mayor huye y suspira enamorado, sin perder más el tiempo se dispone a lavar los trastes sucios del desayuno, como él mismo se había ofrecido minutos antes.

El alfa está todavía sonriendo cuando llega al piso donde está la tienda y observa que su hermano tiene compañía. A Jin no le sorprende en absoluto ver que la compañía de su hermano se trata de su mejor amigo, Jimin. Pero se extraña y sorprende cuando ve que a los dos cachorros los acompañan otras dos personas más, una de ellas es un cachorro de cabellos rosados que no conoce y la otra persona es una que para su desgracia conoce demasiado bien. Jin puede apreciar el momento exacto en el que el rostro del omega pelirojo cambia y se torna molesto en cuanto lo ve. Desde ese pequeño instante Jin sabe que nada bueno saldrá del intercambio que tenga con el omega.

—Vaya, si es el alfa idiota. Por fin ¿no? —murmura Yoongi con el sarcasmo y la indignación tiñendo cada una de sus palabras. —Sabes, comprendo que están en una especie de luna de miel... —suelta el omega llamando la atención de los tres cachorros ahí presentes, que lo observan intrigados y curiosos. —Pero llevo casi dos días sin dormir bien por culpa de ustedes dos. Un maldito mensaje hubiera sido más que suficiente, pero por su puesto que eso sería mucho pedir, parece que el teléfono Namjoon lo tiene de adorno, y hablando de ese mocoso, ¿dónde está?

Y justo en el momento que el omega hace esa pregunta el cachorro omega baja por las escaleras con un semblante radiante. Yoongi observa al castaño hasta que este termina de bajar las escaleras y se ubica a la par del alfa que de inmediato lo acerca a él tomándolo por la cintura como si no resistiera tenerlo demasiado lejos. Ambos chicos se sonríen, inmersos en su propia burbuja, sin darse cuenta del detalle que llamó la atención del omega desde el momento que los ojos de Yoongi se posaron sobre Namjoon.

—¿Qué demonios hiciste, Seokjin? —pregunta Yoongi con rabia contenida. Este se acerca hasta el cachorro y lo toma del brazo para alejarlo del agarre del alfa y así poder observar mejor el vendaje que todavía cubre el cuello del chico. Nam se da cuenta de su descuido y en vano intenta cubrir con su mano su cuello, pero Yoongi no se lo permite y quita su mano de un manotazo, observando con mirada intensa ese lugar en su cuello. —Idiota, lo marcaste... —murmura Yoongi con incredulidad. Y viendo al alfa con rabia reafirma: —¡Lo marcaste! ¡Qué demonios te pasa, apenas tuvo su maldito primer celo!

Vuelve a gritar el omega completamente fuera de sí. Y con una fuerza propia de un alfa vuelve a tomar al cachorro por el brazo y lo suelta del agarre del alfa. Pero Jin no le permite que aleje mucho al cachorro de su lado, por lo que ubicándose entre ambos el alfa se interpone y enfrenta al omega, pretendiendo intimidarlo con su presencia y fuerza, ubicando a Namjoon a su espalda. Un gruñido se le escapa al alfa cuando el omega intenta moverlo para llegar al cachorro. Yoongi lo mira con rabia y sin dejarse intimidar le devuelve el gruñido, ambos lobos se miran desafiándose con la mirada y a Nam le asusta que estos si lleguen a enfrentarse esta vez. Intenta calmar un poco las cosas, envolviendo sus brazos alrededor del pecho del alfa, mientras le ruega a Yoongi con la mirada para que este se tranquilice un poco, pero ninguno de los dos lobos adultos parece prestarle atención, demasiado inmersos en su rencilla. Prácticamente arrancándose la cabeza con la mirada.

—Jin hyung, por favor déjame explicarle... —pide el cachorro asustado al sentir como el alfa se había agitado hasta punto de tomar al omega por el cuello de la camisa. Pero el omega no se queda atrás, pues también está tomando al alfa por los brazos dispuesto a meterse en una pelea de ser necesario. Ambos chicos se miran con rabia y resentimiento, desafiándose. Pero el alfa de Jin se tranquiliza en el momento en el que escucha la voz del omega susurrarle al oído, por lo que un poco más calmado Seokjin reacciona, suelta el agarre que tenía en el omega y se hace a un lado para que el cachorro pueda explicarle las cosas a su amigo.

En el fondo Jin sabe muy bien que lo único que intenta el omega amigo de su pequeño es proteger al cachorro, sabe que Yoongi se siente con la responsabilidad de responder por él, y admira la manera en la que el chico está dispuesto a enfrentarse incluso con alfas que duplican su fuerza. Pero no puede evitar que a su lobo le moleste el sentido de posesión que tiene el omega de cabellos rojizos por el que su alfa considera su omega.

—Es una marca temporal, Yoongi hyung. Desaparecerá en unas cuantas semanas. —explica Namjoon tomando al chico de menor estatura por los hombros en un claro intento por tranquilizarlo.

—¿Lo es? —pregunta Yoongi todavía con desconfianza. A lo que el cachorro omega asiente otorgándole a su hyung una sonrisa tranquilizadora.

—Maldición. Por un momento creí que te habías dejado marcar por este idiota. Bueno si lo hiciste, pero me refiero a la marca del vínculo. Me tranquiliza ver que no estas tan estúpidamente enamorado como para permitir que te marque en la primera oportunidad que tiene. —murmura el omega viendo de reojo al alfa que se ha acercado a donde los otros tres cachorros presenciaron el espectáculo que ellos tres habían montado.

—Yoongi hyung, por favor. Ya hablamos de esto y te he dicho... —está por replicar Nam, pero Yoongi lo interrumpe.

—Si, si, ya se, que estás enamorado y toda esa mierda. Pero entiende que hasta que dejes de ser un mocoso, tu sigues siendo mi responsabilidad, al menos hasta que vivas conmigo. —replica el omega recalcando las últimas palabras, esta vez centrando su atención en el cachorro omega. Deja salir un suspiro y pregunta: —¿Dónde demonios está el teléfono que te dí? Ayer dijiste que me ibas a avisar si te quedabas con el alfa idiota y me quedé como estúpido esperando. ¿Ves estás ojeras? Las provocaron tú y ese incompetente. —Se queja Yoongi señalando su rostro y viendo a Seokjin con resentimiento.

—Cierto, me olvide de avisarte. Discúlpame hyung, de verdad se me olvidó por completo. De hecho, creo que olvidé mi teléfono arriba, iré a buscarlo... —menciona el cachorro de cabellos castaños y sube rápidamente las escaleras en dirección a la habitación de Jin.

—Si, ya me puedo imaginar porque lo olvidaste... —murmura Yoongi viendo como su amigo sube por las escaleras y cuando lo pierde de vista el omega se gira hacia los demás ahí presentes y los observa conversar todos reunidos en el mostrador de la tienda.

—Vaya que son intensos los adultos... —murmura Jungkook. A lo que los otros dos cachorros asienten y concuerdan por completo. Es justo en ese momento que el alfa dueño del lugar se percata que no conoce al cachorro de cabellos rosados por lo que le pregunta.

—¿Y tú quién eres?

—Moon Jungkook, amigo de Jimin-ssi, y del molesto de tu hermano... ah y también soy primo del omega que casi te arranca las pel...

—Ya entendió, ya entendió. —se apresura a decir Jimin, mientras cubre la boca del cachorro que lo mira sin comprender porque lo calla. Jin observa a ambos cachorros y sonríe con resignación.

—¿Son todos así de molestos en la familia? —pregunta el alfa al aire, sin dirigirse a nadie en específico.

—Nosotros... ¿Por qué mejor no subimos a tu cuarto Tae? —pregunta Jimin incómodo con la tensión que hay entre el omega y el alfa. El cachorro rubio asiente y los tres chicos están por subir cuando escuchan murmurar al omega mayor.

—Jungkook, en cuanto baje Nam, me largo de aquí, así que no tardes en bajar cuando te avise que nos vamos.

El cachorro asiente con compresión y sube junto a los demás.

Pasan casi quince minutos de silencio incómodo entre alfa y omega mientras ambos esperan a que baje el cachorro de cabellos castaños. Seokjin no cree soportar por mucho más el incómodo silencio, pero justo en ese momento aparece Namjoon que baja por las escaleras con su teléfono en la mano.

Al alfa lo alivia verlo, hasta que se da cuenta que el cachorro viene con el rostro pálido y que la mano con la que sostiene el teléfono le tiembla ligeramente. Jin se preocupa al instante y corre al lado de Nam para preguntarle con tono preocupado y ansioso.

—¿Qué ocurrió, cariño? ¿Te pasó algo? ¿Te lastimaste?

Nam niega suavemente con la cabeza y observa a ambos chicos que a su vez lo miran con gestos preocupados.

—Llamó mi padre... —murmura el castaño y observando al alfa a los ojos, añade. —Ya sabe quién es el creador de los supresores. Dijo que si no le llevo hoy lo que pidió, él mismo lo vendrá a buscar. Entiendes lo que significa eso hyung, el sabe de ti, de tu tienda... el va a venir por ti...

Explica el cachorro omega con nervios luciendo más pálido aún. Jin envuelve al cachorro entre sus brazos y susurra palabras tranquilizantes en el oído del chico que no es capaz de responder a nada. Yoongi maldice por milésima vez al padre de su amigo e intercambia una mirada de preocupación con el alfa.

—Eh, cachorro. Tu padre no nos va a hacer nada. Hoy mismo terminaremos con todo esto. —sentencia el alfa con seguridad. Y para sorpresa de ambos chicos Yoongi se acerca a ellos y coloca una mano sobre el hombro del cachorro en señal de apoyo a la vez que asiente y murmura con tono mordaz.

—Ya es hora de callarle de una vez por todas la boca a ese maldito viejo.

Las miradas del alfa y el omega pelirrojo se encuentran, sus lobos hacen un acuerdo silencioso, conviniendo que a pesar de sus rencillas y odio mutuo, ellos harán lo que sea necesario para cuidar y proteger al cachorro que los había vuelto a unir después de tantos años, y al que ambos quieren con un cariño tal que los lleva a formar una tregua momentánea para deshacerse de un enemigo mayor.





✨🍑✨

¡Hola, volví después de casi tres meses!

Se siente bien andar por aquí de nuevo, espero todxs estén muy bien ♡♡♡

Como lo anuncié en el capítulo anterior y hace unos días, comenzamos maratón... 🙌🏼

Publicaré tres capítulos en total, uno hoy, otro mañana y uno más el domingo, si todo sale bien y nada se interpone. Estos son los últimos capítulos antes del final y el epílogo así que ya estamos definitivamente en la recta final.

Espero disfruten los capítulos, disculpen cualquier error que se me haya pasado y como siempre gracias por continuar aquí conmigo leyéndome.

Muchos besos y abrazos!!!

Pd: Vieron que cambiamos la estética de la historia, nos pusimos darks para ir más a juego con el rumbo que tomó esto desde hace tiempo ya... xD

~Editado 181221

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