ʚ🧇ꜝֶָ֢ 𝙀𝙥𝙞𝙨𝙤𝙙𝙞𝙤 𝟭𝟱.

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JungKook estaba sentado detrás del escritorio de madera clara del despacho de su hogar. Un resplandeciente y perezoso domingo se vivía, pero como siempre, el trabajo nunca tenía fin y JungKook tenía que encargarse de validar un par de números respectivos a una junta el día de mañana con dos socios.

Cotidianamente, su despacho era más oscuro, casi en penumbras, no más allá del par de lámparas sobre el escritorio que alumbraban su visión, pero ese día en particular, su hermoso omega de treinta y seis semanas de embarazo había decidió pasar el rato con él en el despacho. TaeHyung odiaba los lugares oscuros y tristes, así que abrió las cortinas de las ventanas, dejando la entrada de los rayos del sol adornar el espacio, dando una vida considerable contra el tapiz claro de las paredes o el olor a su alfa impregnado en cada rincón y el cuero de los sillones.

JungKook desvió la mirada del par de hojas con estadísticas de sus manos, encontrando a unos metros a TaeHyung sentado con un libro en sus manos. El sol rebotaba detrás de él, como un reflejo sombreado, brillando contra los cabellos miel y castaños, tal como esos detalles que un artista decide meticulosamente en sus obras.

La sonrisa se dibujó en su rostro como un pestañeó, rápido y sincero. Simplemente la sencillez de TaeHyung era como la mejor pieza de arte del mercado. La delicada camiseta de algodón amarillo que cubría su torso, dando un color espectacular contra su piel caramelo y los pantalones cortos blancos, limpios y brillantes. Sus pies descalzos, uno encima del otro, con sus deditos en un movimiento constante que solía hacer cuando estaba concentrado, casi como el leve fruncimiento de su nariz entre las letras que leía. Los arcos que formaba su cuerpo, como llaves de los cientos de paraísos que podían existir.

TaeHyung alzó su vista, con la sensación de ser observado, encontrando a un alfa con una tierna sonrisa y un rubor en sus pómulos por ser descubierto. Le devolvió la sonrisa, más cálida y necesaria que un poema entre sábanas, dejando un delicioso calor envolver a su alfa, antes de volver a su interesante lectura.

Tal como un adolescente enamorado, JungKook suspiró con una negación de cabeza, volviendo con la misma bobalicona sonrisa en su boca a su trabajo agotador.

No pasaron ni más de diez minutos cuando un gritó golpeó contra las paredes.

ㅡ¡Lo tengo!ㅡ TaeHyung había gritado con una felicidad absoluta. JungKook, encuentro en otro mundo, alzó su cabeza como resorte, con sus ojos abiertosㅡ. ¡Lo tengo, alfa!ㅡle dijo, abrazando el libro contra su pecho, con cuidado de no dañarlo y perder su hoja. La sonrisa de estrellas se arrastró en sus labios.

JungKook ladeó su cabeza, cruzando sus dedos sobre el escritorio, un poco más tranquilo al confirmar que no era nada malo lo que ocurría.

ㅡ¿Qué es lo que tienes, cielo?ㅡpreguntó, con el signo de interrogación sobre su cabeza.

TaeHyung suspiró, enternecido y más que satisfecho antes de decir:

ㅡEl nombre de nuestro cachorro. ¡Lo tengo!

JungKook se puso de pie, en un par de zancadas llegando al pequeño sillón donde su esposo había estado durante horas leyendo. Se hincó frente a él, dejando sus manos anilladas sobre sus rodillas desnudas, su pulgar buscando un contacto en caricias con la suave piel. TaeHyung se removía contento, la efusividad dominaba ese delgado cuerpo y sus manos sobre su barriguita hinchada.

ㅡ¿Lo tienes?ㅡLos ojos de JungKook destellaron y TaeHyung apostaría que las estrellas tuvieron envidia. TaeHyung asintió, mordiendo su labio para sostener la sonrisa, aunque era imposibleㅡ. ¿Puedo saberlo, hermoso?

El olor de JungKook se había multiplicado, pero era un poco más dulce, poniendo a TaeHyung en un estado sumiso, asintiendo tan rápido como escuchó a su alfa, admitiendo que moría por decirle. Para JungKook, cualquier charla que estuviera alrededor de su cachorro, sería feliz y llena de infinito amor, el nombre de su bebé era importante para él y TaeHyung lo sabía, tener un nombre para el cachorro era necesario, tan pocas semanas quedaban y el tiempo se agotaba.

ㅡHabía estado leyendo un nombre que me parecía lindo, me gustaba bastante y el personaje del libro siempre fue audaz y altruista, pero desconocía el significado del nombreㅡexplicó TaeHyung, acomodando un rizo ligeramente despeinado sobre el rostro de su esposo, llevándolo atrás de su oreja. Detalles que tenía un toque de estrellas.

ㅡ¿Cuál es ese nombre, cielo?ㅡJungKook cuestionó curioso. Sus ojos se dilatan.

ㅡConallㅡdijo con una sonrisa. (¹)

ㅡConallㅡJungKook repitió, necesitado a hacerlo. Dejando un cosquilleo en sus labios y su corazónㅡ. Me gusta.

TaeHyung asintió afirmativo.

ㅡY descubrí su significadoㅡmurmuró suavecito, inclinándose un poco o lo que su barriguita le permitieraㅡ. ¿Quieres saberlo, alfa?

Los ojos de JungKook se abrieron en sorpresa, asintiendo rápido, haciendo crecer la sonrisa de TaeHyung.

TaeHyung tomó de nuevo el libro que había dejado en su regazo para atender a su esposo, abriéndolo donde su separador (que no era más que una fotografía instantánea de un JungKook borracho con su sonrisa de colmillos grandes y blancos como un cachorro hacia el lente de la cámara, fotografía que él mismo le había tomado el año nuevo pasado en la casa de la familia Min-Park) le había dejado. Le extendió el libro abierto a JungKook, él lo tomó entre sus grandes manos con la hoja trescientos sesenta y nueve abierta.

TaeHyung se inclino un poco, su dedo apuntando a un párrafo en especifico de esa hoja.

ㅡLee aquí, amor.

Y eso hizo JungKook, a prisas por la emoción, intriga y ganas de soltarse a llorar y cantar de su alfa y suyas.

Sus ojos verdes como praderas brillaron, alzando su mentón hacia un TaeHyung sonriente con dulce rubor cereza en sus mejillas. JungKook hace a un lado el libro, apresurándose a acunar el rostro de su esposo, acomodándose sobre el piso antes unir sus labios. Un beso de flores, de pétalos vivos y rosados, encantadores.

ㅡEs perfectoㅡmurmuró sobre los labios de TaeHyung, haciéndolo sonreír contra sus labios. JungKook no desaprovechó por robarse esa hermosa sonrisa entre besos.

(¹) 'Conall' se origina en las lenguas gaélicas y significa "lobo poderoso"

JungKook se siente simplemente hipnotizado. Sentado sobre la alfombra del salón, con su mentón sobre la rodilla de su omega, con ojos como dulces estrellas admirando al hermoso esposo suyo.

El día es lindo, con dulce sol que cae sobre la ciudad en una temporada de primavera y un armonioso sonido de los pájarillos, pero aunque un hermoso paisaje esté fuera de las paredes de su hogar, JungKook tiene el suyo frente a sus ojos.

Siempre ha creído que TaeHyung es una persona como para sentarse y admirar como es él, y lo es aún más si sostiene a un bebé gordito en sus brazos. Conall había tomado una pequeña siesta, lo suficiente para que TaeHyung y JungKook también dieran un pestañeó con poca energía a su agotamiento, pero apenas los ojitos grises del cachorro se abrieron luego de la siesta, un llanto inconsolable burbujeo. Conall tenía hambre.

TaeHyung decidió amamantar a su cachorro, habían pasado más de cuatro horas de la última vez y era prudente. Así que tomó al chachorro entre sus brazos, dándole un besito en sus deditos y salió del nido, creyendo que ir al salón sería cómodo, con la ventana abierta y el sol reflejándose, con un olor a primavera filtrarse.

Un alfa, adormilado que tallaba sus ojos y crujía los huesos de su espalda, lo siguió, arrastrando sus pies y arrodillándose frente a él, dejando su barbilla sobre su rodilla para admirarlo.

Ese parecía ser el pasatiempo favorito de JungKook. Ver a su esposo amamantar a su bebé, hasta su olor se volvía dulce y sus pupilas en forma de corazón, era encantador y hacía sentir el omega de TaeHyung revoltoso.

Conall despejó su boquita de su madre, sus labios eran suavecitos y diminutos con un tierno color rojizo como su padre. TaeHyung acomodó su camiseta.

Las primeras veces, a TaeHyung le causaba cosquillas las encías de su cachorro sobre su piel o los roces de su naricita cuando se movía para pedir más, haciéndolo soltar risas.

ㅡ¿Estás lleno, pecesito?ㅡTaeHyung le preguntó, con la sonrisa dibujada en sus delgados labios. Conall tenía sus ojitos en un pestañeó perezoso, observando a su madre.

ㅡEs un glotónㅡmurmuró vacilón JungKook, acariciando los cabellitos oscuros de la cabecita del cachorro.

TaeHyung desvió sus ojos hacia su alfa, con una ceja enmarcada.

ㅡ¡Hey! No le digas nada a mi cachorro, alfa boboㅡatacó, con el intentó de ojos serios, aun cuando el asomo de una sonrisa se refleja, haciendo que la sonrisa engreída de su esposo se ensanchó.

ㅡEs igual de glotón que su madreㅡbromeó, poniéndose de pie, tranquilo. TaeHyung lo fulminó con la mirada, siguiendo sus movimientosㅡ. ¿Puedo hacerlo, mi amor?

TaeHyung negó, desviando su rostro a un lado con esa falsa indignación, acercando a su cachorro a su pecho, quien tenía su puño sobre la tela suave de algodón de la camiseta de su madre con sus ojos abiertos, bonitos.

JungKook tarareó una risa.

ㅡPor favor, cerecita. Solo estaba bromeando un poco.

TaeHyung volvió a mirarlo, lanzando dagas con sus ojos, pero su olor seguía siendo igual de dulce que siempre, sin un verdadero enojo. Instintivamente, sus ojos recorrieron al alfa. Una fina capa de vello acompañaba los pómulos y barbilla de JungKook, haciéndolo verse un poco más mayor. El cabello lo tenía hecho un desastre que por más extraño que suene, era desastroso pero ordenado y le quedaba increíble. También tenía un adorable puchero en sus labios, ese mismo que TaeHyung amaba quitar a besos y sus ojos de cachorro, demasiado verde observando a su bebé. Ni hablar de la camiseta negra ceñida a su cuerpo, haciendo al omega de TaeHyung flaquear fácil.

ㅡEres un boboㅡTaeHyung soltó una risitas, cuando el olor de su esposo perfumó la habitación. Era su intentó por hacer cambiar de opinión a el omegaㅡ. De acuerdo, pero ten cuidado, alfa.

JungKook asintió efusivamente, con sus ojitos abiertos emocionados y su estómago con millones de mariposas. TaeHyung se puso de pie, lentamente, con los brazos de JungKook abiertos por cualquier cosa. Finamente, TaeHyung ayudo a su esposo a colocar a Conall sobre el pecho de JungKook, boca abajo, con su boquita babear la camiseta de su padre.

Era diminuto, un bebé tan pequeño, un querubín que JungKook protegía tanto. Puso sus manos como TaeHyung le enseñó, una sosteniendo su espalda baja y otra sobre su espalda. La sensación suave del mameluco azul bebé con nubes que su tío YoonGi le había regalado, era terso contra los dedos de JungKook.

El olor a aceite de bebé, banano y talco hizo sentir su nariz feliz, teniendo tan cerca a Conall era más notable y eso solo lo tenía complacido.

ㅡSolo pequeñas palmadas. Necesita sacar el aire y repetirㅡTaeHyung volvió a repasar, sonriendo enternecido al ver a sus amores, sintiendo un calor envolverlo.

JungKook le asintió, dando pequeñas palmaditas sobre la espalda del cachorro, escuchando los balbuceos que salían de la boquita del bebé y la humedad contra su camiseta.

ㅡ¿Así?ㅡJungKook quiso asegurarse.

TaeHyung tarareó una risa, con las arrugitas bajo esos ojos cielo.

ㅡSi, amorㅡcontestó, haciendo sentir a JungKook más seguro al saber que estaba haciendo un buen trabajoㅡ. Suele demorar un poco-...

Apenas la premisa salió vacilón de TaeHyung cuando el sonido del repetir de su cachorro resonó. Los ojos de TaeHyung se ensancharon, Conall solía demorar un poco en repetir cuando él lo hacía. En cambio, JungKook sonrió engreído, acariciando de arriba a abajo con su gran mano la espalda de Conall.

ㅡEso cachorro. Muy buenoㅡhalagó JungKook, besando la cabecita del bebé, entre sus pequeños cabellitos.

ㅡ¡Lo hiciste excelente, amor!ㅡexclamó entusiasmado TaeHyung, juntando sus manos frente a su pecho y dando un pequeño salto de conejo.

JungKook se sintió orgulloso, hinchando su pecho y haciendo crecer su sonrisa, con dos hoyuelos surcando sus mejillas blancas.

ㅡGracias, ángel.

TaeHyung musitó un risa.

ㅡLe decía a ConallㅡJungKook dejó caer su sonrisa con su nariz fruncidas, su labio inferior salió en un puchero y acercó a su bebé más a su pecho. Un alfa berrinchudo. TaeHyung volvió a reír, está vez más claroㅡ. Solo estaba bromeando un pocoㅡrepitió, imitando (en un pobre intento) la voz de JungKook.

JungKook rodó los ojos con cariño.

ㅡTe perdonaré si me das un beso.

ㅡ¿Disculpa? Tú, alfa bobo, tu deberías ser quién pida disculpasㅡcruzó sus brazos, dejando su peso caer sobre una sola pierna.

ㅡ¿Entonces no habrá besitos?ㅡpronunció su puchero. JungKook a veces era un bebé grande.

TaeHyung suspiró, negando suavemente, pero aun así se acercó, poniéndose en puntas con su boquita en forma de patito. JungKook feliz, atrapó en un beso pequeño los labios dulces de algodón de su omega, sonriendo amoroso.

Los besos de su pedacito de cielo eran solo suyos.

ㅡTe amoㅡJungKook picoteó de nuevo los labios de TaeHyung, haciéndolo reír bajito.

ㅡTe amo másㅡLe respondió, entre el beso, con la sonrisa más genuina y brillante, aun con las pequeñas bolsa oscuras bajo sus ojos y el cabello desordenado, TaeHyung es hermoso.

Luego de un par de más besos robados de su alfa, TaeHyung dejó un beso sobre la cabecita de su bebé, escuchándolo reír contra el hombro de JungKook. La sonrisa cálida se dibujó en sus labios inconscientemente.

ㅡ¿Qué te parece si preparó un poco de limonada y vamos al jardín?

JiSoo, la nueva pediatra de su cachorro les había dicho que a pocas días de que Conall cumpliera mes y medio, con las medidas de protección adecuadas y el rápido desarrollo del cachorro, porque uno de sus padres es puro, lo paseos en el jardín con un poco de sol podían ser beneficiosos y a ellos les encantaba.

Los ojos verdes del alfa brillaron, asintiendo con efusividad.

ㅡ¡Iremos por su gorro!

Eso fue lo último que JungKook dijo, antes de desaparecer con Conall en brazos hacia la habitación del cachorro, donde su cómoda llena de ropita espera. TaeHyung solo soltó risas, divertido, con el corazón lleno de amor y se dirigió a la cocina para continuar la parte que le toca en el plan.

TaeHyung sostenía una bandeja de madera con una jarra pequeña de limonada casera y dos vasos de cristal, tarareó una canción en su camino al jardín trasero de la casa, pero su corazón se derritió en esa tarde de primavera cuando los vio.

JungKook con una pierna sobre el césped verde y otra posicionada firme con Conall sentado sobre ella, frente a un nuevo rosal en el que el alfa estuvo trabajando, donde las rosas estaban floreciendo. JungKook parecía decirle algo a Conall, en cambio el bebé solo estiraba sus manitas para intentar alcanzar los pétalos llamativos de la flor.

Sobre la cabecita del cachorro, un sombrero pescador de estambre, blanco con pequeños girasoles bordados en un color amarillo clásico. En las primeras semanas después del nacimiento de Conall, ellos pasaron mucho tiempo dentro de su nido, solo era JungKook quien salía en búsqueda de alimentos para llenar hasta al cansancio a TaeHyung, es por eso, que una de esas tardes la grandiosa idea de enseñar a su alfa a tejer (o lo que había aprendido con Agnes), le pareció divertido.

TaeHyung mejoró un poco sus técnicas de tejido, pero nunca creyó que su alfa tuviera una habilidad natural en ello, aprendiendo a tejer hasta obsesionarse en ellos. Terminó tejiendo dos pares de bufandas nuevas para la próxima temporada fría para TaeHyung, un par de guantes para él, dos gorros para el sol y uno para invierno para Conall y estaba en proceso de un cardigan de colores que había visto en internet.

TaeHyung intentó acercarse silenciosamente, pero esa conexión pura que ellos tenían y el dulce aroma que JungKook aseguraba encontraría a kilómetros, le hizo saber que TaeHyung estaba cerca. Así que giró, dándole una sonrisa bella y poniéndose de pie, con el bebé de ojitos abiertos.

ㅡMamá volvió, cachorroㅡacomodó a Conall sobre su cadera. Inmediatamente, Conall encontró en su visión a su madre y rápidamente hizo un sonido alegre, extendiendo sus manos con sus puños al aire, agitándose.

ㅡ¡Hola mi bonito!ㅡse inclinó, besando la nariz de bolita, Conall soltó un nuevo grito alegre, intentando atrapar el rostro de su madre.

Conall en verdad amaba a su madre. Desde que nació, parecía haberse enamorado de él, intentando de todas maneras tener su atención y estar en sus brazos lo ponía feliz.

ㅡCreo que alguien quiere ir con mamá, ¿no es así?ㅡJungKook preguntó con una sonrisa boba, haciendo a Conall saltar sobre su cadera. Otro gritito de manitas revoltosas.

ㅡDe acuerdo, déjame dejar esto y seré todo tuyo, amor.

Conall no era el único enamorado. Desde el primer momento que TaeHyung vió el pequeño rostro de su querubín, su corazón se hizo más grande.

TaeHyung se apresuró en dejar la bandeja sobre una banca de madera que JungKook había colocado cerca para tener un lugar cómodo para sentarse en el jardín. Vertió un vaso de limonada para JungKook y volvió hacía ellos, con una tierna sonrisita.

ㅡListo. ¡Ven con mamá, amor!ㅡLe extendió el vaso a su alfa también, atrapando al gordito bebé que pedía a gritos la atención de su madre. Conall abrazo con sus cortas manitas el cuello de la camiseta de TaeHyung.

En esos pequeños momentos que podían ser solo de ellos tres. JungKook se sentía suficiente y completo, como si una parte de su vida estuviera hecha. Dió un sorbo de la limonada que había hecho TaeHyung, tarareando bajito.

ㅡTe quedó deliciosa, cariño. ¿Quiere que te sirva un poco?

TaeHyung negó con la cabeza.

ㅡPero si quiero un besitoㅡpidió con sus labios en forma de patito, hipnotizando a su alfa.

¿Quién era JungKook para negarle lo que fuera a esa criatura dulce? JungKook soltó una risa, inclinándose para besar esos labios de pétalos de su esposo. Sintiendo un cómodo cosquilleo recorrer y a un lobo interior move su cola de un lado a otro.

De repente, unas peso ligero se sintió en la mejilla de JungKook, empujando con torpe fuerza.

Conall también era un poco celoso para ser tan diminuto. A veces parecía que creía que TaeHyung era de él, solo de él. Dió un golpe, directo contra el rostro de JungKook, haciéndolo soltar una risa.

ㅡ¡Nosotros no golpeamos, amor!ㅡle reprendió TaeHyung, frunciendo su entrecejo y dándole un salto al bebé en brazos. Conall supo que le llamaban a él, entonces conecto con su madre, forjando sus labios a fruncirse, su rostro era cubierto por la sombra de su sombrero.

ㅡMami también es míoㅡcanturreó el alfa, picoteando la mejilla calientita de su esposo.

Conall soltó un gritito, agitando sus manos y ambos tuvieron que esquivar los golpes.

ㅡ¡Conall! No tienes que ser grosero, bebé.

TaeHyung quizás era el papel más firme, por más enamorado que estuviera de su cachorro, sabía que había que enseñarle ciertas cosas. En cambio, JungKook le resultaba más difícil, era tan fácil que JungKook cayera completamente por él.

Conall soltó un sopló, respirando y frunciendo su naricita. Observó el rostro de su madre y como si leyera sus gestos, dejó caer sus manitas torpes en su rostro, golpeando su mejilla y nariz.

ㅡ¡Ouch! Eso dolióㅡTaeHyung frunció aún más su entrecejo, pero el asomó de sus comisuras se deslizó un poco.

JungKook rio por la nariz, negando un poco.

ㅡCreo que es su forma de disculparse, cariño.

TaeHyung enmarcó su ceja.

ㅡYo me disculpó siendo cariñoso, no con golpes.

Eso hizo reír a JungKook, burbujeantes.

ㅡEntonces, aprenderá del mejorㅡle sonrió amoroso.

Conall entonces acercó su boquita a la mejilla de su madre. Babeando el área de su piel caramelo, en el intento de lo que parecía un beso, haciendo a TaeHyung reír por el ataque.

ㅡBien, eso es un nuevo avance, cariñoㅡpunteó cuando Conall se alejó, observando su obra de saliva sobre la piel de mamá, parecía feliz.

ㅡ¡Yo también quiero un beso!ㅡexclamó el alfa, acercándose a su bebé, con su mejilla cerca.

Conall lo observó con esas estrellita y después volvió a su madre.

ㅡMuestra a papá como lo hacesㅡalentó TaeHyung, haciendo saltar en sus brazos al bebé.

Lo pensó un poco, pero finalmente acepto. Conall dejó caer sus manitas torpes sobre el rostro de su padre, atrapando de él y llevando su boquita a la mejilla. Babeando dejo el intentó de un beso. JungKook sacudió un poco su cabeza, haciendo a Conall reir por la sensación de la barba de él cosquillear su boca.

ㅡBuen chicoㅡaclamó JungKook, devolviendo el beso en la punta de la nariz blanquita del bebé.

Casi de repente, un olor atrapó la nariz de TaeHyung, haciendo una mueca pequeña, acercó su nariz un poco más al bebé y frunció su nariz disgustado.

ㅡCreo que alguien necesita un cambio.

JungKook hizo lo mismo, acercándose a olfatear al cachorro y haciendo el mismo gesto que su esposo, acompañado de una risita, haciendo que Conall también soltará un sonido similar a su padre.

ㅡIré a cambiarloㅡTaeHyung dijo.

ㅡYo lo hago, ángel. Es mi turnoㅡle interrumpió JungKook, extendiendo su vaso medio vacío de limonada.

A JungKook le gustaba hacer todo con Conall, al principio, ambos eran torpes y solo se guiaban en lo que leyeron en guía y sus amigos y familia decían, así que aprendieron con algunas desgracias y mucha risas a cambiar y limpiar adecuadamente a Conall.

JungKook cargó a el bebé gordito en sus brazos, haciendo que riera al sentir un beso en su cabecita.

ㅡDile a mamá que ya vuelvesㅡ JungKook le susurró. Tomó un manita de Conall y la agitó un poco con su palma abierta, haciendo gritar emocionado a Conall.

ㅡTe estaré esperando, bebéㅡ TaeHyung lo imitó, haciéndolo lo mismo, agitando su mano al aire y observando a JungKook entrar en casa con Conall en brazos a cambiarlo.

Bebió un sorbo del vaso de limonada de su esposo, con un calor envolverlo suave y haciéndolo sentirse afortunado. Esa era su nueva vida y la amaba.

Conall estaba en medio de la tina en forma de rana que su tía SeulGi les regaló. Las burbujas del agua estaban alrededor de su pequeño cuerpo. Él chapoteaba con sus manos, riendo risueño por el sonido. TaeHyung lo sostenía por la espalda, riendo a cantos con él, sabiendo que su camiseta estaba salpicada de agua, pero la imagen de su bebé reír tanto, le hacía sentir lleno.

Conall había cumplido seis meses dos días atrás. JiSoo les habia dicho que todo iba bien, estaba creciendo rápido y muy fuerte, con muchísima más energía y curiosidad por todo. También esa semana comenzarían una nueva dieta, dándole nuevos alimentos sólidos para completar la lactancia y eso emocionaba mucho a TaeHyung y su esposo.

ㅡBien, pecesito, es hora de salir. Papá está por llegar.

Conall soltó un gritito, pronunciando un puchero cuando mamá le quitó la esponja de mariposa morada de las manos. A Conall le encantaba el agua, era tan divertido las burbujas de la tina o los juguetes de hule que JungKook le compraba para sumergirlos.

ㅡBumㅡsoltó Conall, ladeando su cabecita y suspirando.

Era extraño. Conall aún no hablaba, pero si soltaba algunos ruidos o soniquetes cuando algo no le gustaba. Más balbuceos que nada, pero TaeHyung de alguna manera entendía todo.

ㅡLo sé, bebé. Burbujas, pero papá está a punto de llegar y tenemos que cambiarte. Prometo mañana dejarte un poco más de tiempo.

El cachorro se resignó, dando una pataditas con su pierna gordita sobre el agua. TaeHyung solo negó con su cabeza, riendo. Alcanzó la pequeña toalla café de ositos (efectivamente, Conall estaba lleno de cientos de cosas de animales, pero era una manera de que él encontrará encantadores y fuera respetuoso con todos los animalitos). Se las arregló para sacar al cachorro de la tina, aún cuando soltó un gimoteó berrinchudo y lo envolvió en la seca toalla.

Caminó hacia la habitación de Conall y lo recostó envuelto sobre el cambiador acolchonado del cachorro. Envuelto, con su naricita de botón y sus ojos un poco más claros, casi entre un azul grisáceo abiertos, expectante a su madre.

ㅡ¿Quieres escoger que usar, pecesito?ㅡle preguntó, con sus manos acunando los lados del bebé.

ㅡAh-ahㅡproclamó Conall, agitándose para zafarse de su prisión.

ㅡDe acuerdo, déjame enseñarte tus opciones.

TaeHyung abrió uno de los cajones de la cómoda donde el cambiador estaba instalado. Dos mamelucos suaves. Uno era rosado con cerditos y el otro verde con dinosaurios. También sacó un pañal de tela de trenes y alcanzó la crema corporal y humectante sin olor de su bebé.

ㅡ¿Cuál te gusta más, cielo?ㅡmostró ambos conjuntos frente a él. Conall dejó de luchar contra la toalla y observó ambos mamelucos. De repente, comenzó a soltar un chillido con sus ojos sobre el de cerditos rosados y TaeHyung lo alzó más, haciendo a Conall removerseㅡ. De acuerdo, esté será.

En particular, desde que Co nall era pequeño y era mucho más fácil que como esponjita absorbiera información, TaeHyung y JungKook se encargaban de enseñarle a decidir por él mismo y ver las cosas desde un punto amable, neutro y respetuoso.

Los colores no tenían un género, así que Conall podía usar rosado, morados o pasteles, así como colores más fríos como verdes, azules y oscuros, sin distinción a clasificarlos. También familiarizarlos con los animales y la naturaleza como a su padre le encantaba y aprender a respetar a todos por igual, eran los aprendizajes clave para su bebé.

TaeHyung dobló el conjunto no seleccionado y volvió a acomodarlo en el cajón. Desenvolvió el nudo de la toalla del bebé, haciéndolo sentirse más libre. Conall se apresuró a estirar sus piernitas gorditas y sus bracitos hacía arriba.

ㅡEso es. Estírate mucho, bebéㅡ TaeHyung le susurró, besando rápido la pancita blanca de Conall, haciéndolo reír con burbujeos.

Calentó un poco de crema entre sus manos y después la esparció por el cuerpo del bebé. Dándole una mordera de plástico para mantenerlo entretenido en algo.

Al tener sangre pura recorriendo su sistema, Conall crecía rápido, así que desde sus tres meses, el indicio de sus colmillos comenzó a aparecer, haciendole lloriquear y morder todo lo que encontraba. Tuvieron que optar por conseguir mordederas para darle un poco de calma. JungKook algunas veces, cuando TaeHyung no veía, le daba su mano a Conall para que mordiera sus dedos o su dorso, de alguna manera esto divertía también al cachorro.

A sus seis meses, sus dientes estaban apareciendo un poco más y sus diminutos colmillos salían. Esto era bueno y malo a la vez. Era positivo que desarrollará adecuadamente sus colmillos, sirviendo para los próximos alimentos sólidos, pero negativo porque algunas veces hería un poco a TaeHyung al amamantarlo.

Cuando terminó, Conall tenía la mordederas en su boca y un rastro de baba en su comisura. TaeHyung peino sus cabellitos que se habían aclarado un poco y se inclinó a besar el vientre vestido del bebé. Haciendo trompetitas con sus labios, escuchando la risa melodiosa y ruidosa de Conall, agitándose.

El sonido de la cerradura de la puerta principal abrirse para el buen oído de TaeHyung, lo hizo detenerse, sonriéndole a un Conall que estaba agotado con sus mejillas regordetas un poco ruborizada.

ㅡPapá llegó. ¿Quieres ver a papá?ㅡle preguntó, pasando sus dedos por los laterales de Conall.

El cachorro comenzó a removerse. Quizás él también sabía que su padre había vuelto del trabajo. Agitando sus manos en el aire, pidiendo ser cargado en brazos.

ㅡBien, vamos con papá.

TaeHyung tomó a Conall en brazos, acomodando un poco su desorden y metiendo la mordederas en el bolsillo de su pantalón de chándal, para más tarde. Ajustó a su cachorro en su cadera y salió de la habitación, no sin antes apagar la luz que había encendido o JungKook se volvería loco.

Hizo saltar un poco a Conall, tarareando una canción infantil que era pegadiza. Conall aplaudía a veces, pero reía divertido.

ㅡ¿Sol?ㅡLa voz suave y ronca de su alfa resonó y envío un pinchazo a su corazón, dibujando una sonrisa. Lo había extrañado todo el día. Desde hace un mes que JungKook volvió a la oficina, todo el tiempo parecían extrañarlo demasiado Conall y él. Tenerlo en casa era simplemente la mejor parte del día para los tres.

ㅡVamos en camino, alfaㅡinformó, acercándose cada vez más al vestíbulo.

Cuando llegaron, TaeHyung se sorprendió al ver a JungKook de pie, con las mangas de su camiseta enrolladas en sus codos y una sonrisa aperlada en su boca, con hoyuelos y todo. Sostenía una caja de cartón un poco grande entre sus manos, pero tenía ese brillo travieso.

Ladeó su cabeza, con el signo de interrogación sobre él. Conall era curioso, entonces toda su atención también cayó sobre la caja de cartón que su padre sostenía.

ㅡ¿Qué tienes ahí-...

La pregunta se quedó en medio, cuando el sonido de un ladrido salió desde el interior. Los ojos azules de TaeHyung se abrieron grandes, dejando su boca abrirse un poco. Conall, aun sin entender, giró a ver a su madre, un poco intrigado.

JungKook soltó una risa nerviosa, soplando el bucle que cayó sobre su frente.

ㅡ¡Sopresa!ㅡentonó el alfa, manteniendo su sonrisa nerviosa y sus mejillas un poco coloradas.

De repente, una cabecita peluda negra salió intrusa de la caja de cartón. Conall soltó un aullido, abriendo sus ojitos al ver al animal, alargando sus brazos rápido y moviéndose en los brazos de su madre.

ㅡ¿Te gusta?ㅡpreguntó JungKook, mordiendo sus labios.

Antes de que Conall llegará a sus vidas. TaeHyung y JungKook habían hablado sobre adoptar un animal, de alguna manera sería una prueba juntos. TaeHyung siempre fue un amante de los perros, el tuvo un perro negro llamado Ted hace un tiempo, se encargó de cuidar de él junto a sus hermanas.

En cambio, JungKook solo tuvo un poco de interacción con un gatito llamado Dusty, pero su padre no era aliado de los animales, así que Dusty solo estuvo un tiempo con ellos antes de que su abuela tuviera que llevarlo consigo. Así, que en particular, JungKook era el que se mostró mas emocionado con la idea, pero Conall apareció y esa idea se detuvo un poco o eso creyó TaeHyung.

ㅡMe encantaㅡLa sonrisa se deslizó en sus labios y los hombros de JungKook se sintieron un poco mejor, dejándose llevar al contagiarse de la sonrisa de su esposo. El can de la caja se removió, con el sonido de su cola golpear contra la caja.

Conall estaba ansioso también, removiéndose en los brazos de TaeHyung, así que él lo bajo, dejando que los piecitos de su cachorro estuvieran sobre el piso de madera. El cachorro aun no caminaba, pero era un poco inquieto y comenzó a gatear a los cuatro meses, ahora, había aprendió a levantarse, pero apenas podía mantenerse dos segundo por sí mismo y luego, caer. Así que sus padres se cargaban de ayudarlo a dar un par de pasitos, pequeños, pero que hicieron a TaeHyung llorar cuando paso por primera vez.

Se hincó detrás de él, sosteniendo a Conall desde su espalda. El olor del bebé era intenso, un banano fuerte y parecía querer soltarse a correr. Conall había visto a perros en los vídeos que TaeHyung solía ponerle durante un par de minutos en el televisor, él sabía como le hacían, pero nunca había visto uno en físico. HaeYoon había obtenido uno un mes atrás, pero no habían tenido la oportunidad aun de conocerlo, pero el menor parecía estar tan contento con su nuevo amigo, eso fue lo que de alguna manera volvió encender esa luz en JungKook.

ㅡ¿Quieres ver al perrito, amor?ㅡ TaeHyung le preguntó, besando la cabecita del cachorro.

Conall se rio cuando el perro soltó un nuevo ladrido, con sus ojos sobre el bebé y su cola de un lado a otro. Alargando sus manos y llevando un poco su cuerpo hacía enfrente.

JungKook se arrodillo en el piso, olvidándose de mantener limpio su pantalón de vestir. Dejó la caja sobre el piso y sacó al perro de ella, dejando que sus patitas también tocaran el piso, sosteniéndolo de los lados para que no saliera corriendo. Era peludo, como una bola de pelos negra, tenía algunos rulos chiquitos y su pechito tenía un poco de marrón, al igual que sus patas como si tuviera guantes. Era también un cachorro y parecía estar demasiado interesado en Conall, olfateando y ladrando de nuevo.

ㅡ¿Estás seguro, ángel?

TaeHyung rio ante el drama de su esposo. Era un cachorro y parecía ser bastante manso, no creía que quisiera hacerle daño a su bebé.

ㅡTienen que conocerse, alfa. Se tendrán que acostumbrar uno del otro y esté es el primer pasito. Confía en mí.

JungKook amplía su sonrisa y asintió, dejando caricias detrás de las orejas del peludo.

Abrió sus manos, permitiendo que el perro pudiera comenzar a acercarse. JungKook temió que el cachorro corriera contra Conall y pudiera lastimarlo, pero era como si el can supiera que podía dañarlo, así que camino lento, olfateándo el piso, acercándose más y más. Conall aplaudió. sacudiéndose en los brazos de su madre y soltó un sonido alegre. TaeHyung solo estaba atento, con una sonrisa divertida y enamorada.

El cachorro llegó frente a Conall y alzó su cabecita, ladeando de ella continuamente. Conall se quedó quieto cuando la nariz húmeda del perro comenzó olfatear, encontrando su olor y haciendo movimientos emocionados contra las piernas gorditas del bebé y moviendo su cola de un lado a otro.

Alzó su cabeza de nuevo y soltó un ladrido, un poco agudo y cerca. Conall solo se mantuvo quieto, observando, y cuando TaeHyung creyó que comenzaría a llorar, fue lo contrarió. Una sonrisa se ensanchó en su boquita, con arruguitas cerca de sus mejillas regordetas, estiró sus manos abiertas y se abalanzó sobre el cachorro, abriendo su boca con un sonido feliz. A Conall le había gustado.

TaeHyung alcanzó atrapar a su bebé antes de que saltara sobre el perro y emitió una risa dulce. El perro volvió a ladrar y se acercó, dando un rápido lengüetazo a la mano pequeña del bebé, haciendo a Conall soltar risas más fuertes y un olor dulce.

TaeHyung encontró los ojos verdes de su alfa, llenos de estrellas y promesas observando la escena con la boba y grande sonrisa en sus labios, con esos huequitos en sus mejillas. Encantado con la escena de su cachorro contento con el nuevo amigo peludo. Le dedicó una sonrisa cuando JungKook lo atrapó mirándolo y módulo un te amo con sus labios, silencioso, pero que JungKook entendió y devolvió con un yo a ustedes.

Su familia estaba creciendo rápido. Todas las flores que JungKook tenía y el pequeño huerto que había comenzado en el jardín trasero, su pequeño cachorro de seis meses y ahora un peludo compañero fiel y al final de todo, era la familia de ellos dos.

Solo existía dicha y muchos recuerdos nuevos para llenar el baúl.


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