Cap. 35 NECESITO QUE ME CASTIGUEN

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Subiré cuatro capítulos.

Lo siento por no publicar ayer, no tengo internet

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Lunes, 27 de junio de 2022 a las 01:37am.

Pov's Kate

-Es perfecto. Aunque... Creo que cubre demasiado- dice y me toma de la cintura.

-Yo creo, que te gusta solo, porque es de tu color favorito.

-En parte, pero tambien me encanta, porque lo llevas puesto tú- dice y me besa- Te hace ver super sexi enana- dice contra mis labios.

-Tu crees, creo que es mejor que busque otra opinión.

-Porque- pregunta confundido.

-Porque tu lo dices solo porque eres mi novio, y quieres tener sexo conmigo.

-Tal ves. Pero se te ve super sexi.

-En serio- digo coqueta.

-Como no te imaginas. Pero ya quiero quitartelo.

-Que lastima, me lo acabo de poner.

El me besa y yo se lo sigo, dándole la vuelta, y sentandolo en la cama.

Me siento sobre el a horcajadas, mientras lo beso y me muevo arriba suyo. Sintiendo la ya creciente erección.

-Que rico que ya la tengas tan dura- digo.

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Pov's Jake.

Cuando la ví con ese sexi traje negro, mi erección voló en mis pantalones, pero cuando se sentó sobre mi en la cama y empezó a moverse, quedé al límite. Parecía que mi erección rompería mis pantalones.

-Que rico que ya la tengas tan dura- dice y luego me vuelve a besar.

Pongo mis manos en sus nalgas, y las aprieto con desesperación. Las magreo sintiendo lo suaves que son.

-Te mereces unas nalgadas por provocarme así- le digo mientras su boca baja a mi cuello.

-Porque no me las das- me dice y me estremezco ante el pensamiento de azotar su culo- He sido una niña muy mala, necesito que me castiguen- dice como niña pequeña, separándose de mi cuello y haciendo un puchero.

-Te has portado mal- le digo juguetón.

-Si, me he portado muy mal, debes corregirme- dice seductoramente.

-Entonces ven- le pongo una mano en su espalda, y otra en sus piernas, para recostarla, dejando su culo en pompa sobre mis piernas- Segura que quieres esto- le pregunto dudoso.

-Si, necesito ser castigada con urgencia- me dice y yo sonrió.

Le acarició una de sus nalgas para luego azotarla con fuerza. Ella suelta un largo y placentero gemido, por el dolor de su nalga.

La acarició viendo cómo mi palma queda marcada en su blanca piel.

-Con eso no es suficiente. Aún no he pagado por mis pecados- dice la muy picarona.

Le doy otro en la otra nalga, y ella se mueve un poco por el escozor.

Pasó unos dedos en medio de las dos hasta que llegó a su vagina, y me sorprende ver qué está tan empapada como una fuente.

Le doy otro azote con más fuerza, y sigo dándole hasta que veo sus nalgas completamente rojas, con mis manos plasmadas.

La levanto hasta dejarla parada, y me levanto con ella. La beso y mis manos van a su espalda donde peleó contra la cinta que mantiene sujeto el body.

Gruño al no poder desatarlo, y ella se da la vuelta.

-Gracias- digo y voy quitando la trenza, hasta quitárselo por completo, lanzo el body a un lado y la dejo con sus braguitas negras.

Ella se voltea y yo me quito mi camisa y la beso, mientras ella se deshace del botón de mi pantalón negro.

Al deshacerse del boton tira de el hacia abajo, junto con mis boxers y yo doy un paso fuera de ellos.

Ella se separa de mi, y me mira detallando cada contorno de mi cuerpo.

Me empuja haciendo que caiga en la cama sentado. Y ella se vuelve a sentar sobre mi. Y me besa.

Roza su mojada braguita; que es lo único que me separa de su intimidad; contra mi miembro erecto, y se menea de un lado a otro, volviendo me loco.

Tengo que ahogar un gemido cuando lo toma con una de sus manos y me empieza a masturbar.

-Katherine- gimo cuando su otra mano acaricia mis testículos.

No me quedo atrás y tomo uno de sus pezones, que ya están erectos con mis manos, y lo masajeo.

Bajo por su cuello, hasta que llegó a su pecho. Me separó, y tomo su otro pezón entre mis dientes.

-Mmm- gime echando la cabeza hacia atrás- Que rico.

Ella se baja, y me empuja para que quede recostado, me echo hacia atrás, y me apoyo en mis codos, para ver cómo se inclina sobre mi polla y le da un lengüetazo. Gimo y ella sonríe con malicia.

Se mete la punta, y succiona, echo la cabeza hacia atrás al sentir ese placer. Va bajando el cuello, introduciéndose más de mi larga erección en la boca. Antes de poder llegar a la mitad, choco contra su garganta, y eso le produce arcadas.

-Kate- gimo en placer.

Muerdo mis labios al ver cómo intenta introducirme más en el interior de su cálida boca. Pero finalmente, se detiene hasta la mitad.

La saca, y se aparta el pelo mientras me masturba con la otra mano

Se la vuelve a meter y empieza a mover su cuello de arriba a abajo.

-Kate, necesito follarte- me siento y le tomo el cabello, le saco mi erección, y me excita aún más, la gota de baba que sale de su boca, veo mi miembro, dándome cuenta de que esta súper empapado de su saliva.

Se quita las bragas, y se sienta sobre mis piernas, cerca de mi pelvis.

Se mueve de adelante hacia atrás provocandome, incitandome a perder el control.

Luego se levanta.

Y me deja ahí.

Cuando pienso que va a dejarme así, se dirige a su mesita de noche, y saca varios condones extra grandes, los cuales esparce en su mesita de noche.

Yo me siento, y se acerca a mi.

-Y esos.

-Los compré. No pensé que los normales te quedaran.

-Buenas elección.

Lo destapa con los dientes, y me lo pone.

Se sienta donde estaba segundos atrás, toma mi polla entre sus manos, y se alza, se restriega mi polla y luego se roza con la punta.

-Me estás torturando- le pregunto al ver cómo sigue haciendo lo mismo.

-No, solo me estoy rozando contigo. No te gusta- me dice con tristeza fingida.

-Si me gusta, pero mi cuerpo anhela que vayas más rápido, que pases a la siguiente parte.

-Estamos apurados ehh- dice.

Ella se detiene, dejando la punta en su entrada.

-Porque te detienes- pregunto.

-Por esto- dice bajando, poco a poco, metiéndose solo la punta.

Jadeo al sentirme dentro de ella.

-Mmm- gime ella.

Sigue bajando lentamente, hasta que sus nalgas chocan con mis muslos.

-Dios- dice- Que bien se siente.

Ella se empieza a mover hacia adelante, hacia atrás y en círculos.

Se inclina y me besa, sin dejar de moverse, yo me incorporo penetrándola desde abajo, y ella gime.

-Jake- gime entre jadeos.

-Enana, sigue moviéndote- le digo en un jadeo y ella lo hace

-No la recordaba tan grande- jadea cerca de mi oído.

-Tienes mala memoria- ella se muerde el labio y me le qued viendo.

-Quiero morder ese labio- digo y ella ríe entre jadeos y gemidos.

-También dirás qué necesitas mi consentimiento por escrito- me dice, dice y recuerdo 50 sombras de grey.

-No lo necesito, con que te sonrojes es suficiente para mí- digo mientras tomo su labio entre mis dientes, lo muerdo con fuerza, y luego lo chupo.

-Jake- me dice en tono acusatorio- Hazlo de nuevo- dice sonriente.

Tomo su labio entre mis dientes, y repito la acción.

-Jake- dice en un gemido- Necesitaba esto, una buena cogida.

-Enana, si sigues hablando, me correré antes de tiempo.

-Ahora te excito- dice sonriente.

-Tu siempre me has excitado- le digo- Ahora deja de hablar si quieres correrte.

En eso suena su teléfono avisando que la están llamando, ella sigue con sus movimientos mientras se endereza.

-Bebe, me puedes alcanzar el bolso que está arriba de ti- dice y yo alargó mi mano hacia atrás y se lo paso.

Ella saca el teléfono y revisa quien es sin dejas de moverse.

-Es mamá- dice aburrida.

-Después le marcas- le digo a lo que no me hace caso.

-Puede ser importante.

Ella contesta y pone el altavoz.

En La Llamada

-Alo mamá- dice sin parar de moverse, y dudo de su habilidad para contenerse- Que sucede.

-Nada, es que como no me escribiste cuando llegaron, me preocupe.

-Lo siento, se me olvidó. Justo iba a acostarme a dormir- dice y yo le doy una mirada, que dice "mentirosa".

-Oh, bueno no te molesto mas- dice y yo tomo el teléfono para colgarle.

-Un momento mama. Que tal está Apolo- dice.

-Esta bien, nos dijeron que lo tendrán en observación por dos días para vigilar su salud.

-Bien. Dale un saludo de mi parte- dice y empieza a saltar sobre mi polla, haciendo resonar el seco sonido de cuando choca piel contra piel.

Tomo el teléfono, y le cuelgo a mamá.

Fin De La Llamada

-Pudo habernos descubierto.

-Pero no lo hizo- dice sin dejar de saltar.

-Te ves tan sexi saltando sobre mi.

-¿Si?, es la primera vez que me lo dicen- dice con una sonrisa.

-Y nadie más te lo debe decir. Entendido.

-Si mi capitán- dice haciendo el gesto militar.

Me muevo desde abajo, y me deleitó al ver cómo los senos le rebotan.

-Oh dios... Me voy a... Me voy a correr. Me corro.

-Vamos enana, córrete, termina conmigo adentro- le digo y eso la excita aún más.

Se corre a chorros, y a gritos.

Le pongo una mano en la boca para acallar sus gemidos.

Sin embargo, luego de que se corre, se sigue moviendo sobre mi, buscando mi placer.

-Enana- digo al llegar al éxtasis.

Ella se queda quieta, sintiendo como mi orgasmo llena el condón.

Lentamente se levanta sacándose mi polla.

Me siento, y ella me quita el condón.

Le hace un nudo y se lo lleva consigo al baño.

Entra y cierra la puerta tras ella.

Yo me visto y me siento en la cama para esperarla.

Luego de unos minutos, ella sale y se sorprende al verme ahí.

-Oh, pensé que te habías ido- dice y me pasa por un lado, recoge su ropa, inclinándose a propósito.

Cuando se inclina para recoger la bata de baño frente a mi, yo le doy una nalgada.

-Auch, duele ok- me reclama.

De pronto capto el mensaje, quiere que me vaya.

Me levanto de la cama y me dirijo hacia la puerta, tomo el pomo, pero antes de poder girarlo, hablo.

-Si te duele demasiado, te puedo traer una pomada.

-Tranquilo. Yo tengo una para eso. En un rato me la pondré.

-Bien- digo molesto.

Al salir me voy directo a mi habitación.

Me siento en mi cama, y a mi mente vienen varias pregunta

¿Por qué tiene una pomada para sus nalgas?

¿Quién la había azotado en el pasado?

¿Por qué no me quiere con ella?

¿Hice algo mal?

Tantas preguntas me dejan exhausto, así que me recuesto, y me duermo casi de inmediato.

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