Después de ese "hola, me voy a casar y puedo morir en cualquier momento" la situación se volvió algo incómoda, sobre todo para Clarke que aún estaba asimilándolo, porque si se analiza, su madre biológica estaba aún en la cárcel, por mucho que los abogados de Lexa estuvieran trabajando para conseguir la apelación, su padre biológico estaba muerto, la abuela que conoció falleció intentando hacer la vida imposible a Lexa, su tío Damon iba a su rollo y no tenía mucho contacto, su tío Stefan iba en plan viva la vida loca por el mundo, quería estrechar sus lazos con su hermana gemela y de repente le salió con esas. Que podía morir en cualquier momento:

— Mañana queda con ella— le dijo Lexa acariciando su mejilla, cuando observó que Clarke era incapaz de reconciliar el sueño aquella noche y no hacia otra cosa que mirar el techo— hoy ha sido todo un Shock y había demasiada gente.

— ¿Y de que vamos hablar? ¿De las posibilidades que tiene de morir con determinadas actividades o incluso estornudando?...

Preguntaba Clarke un poco cortante:

— De lo que sientes al respecto a eso o que siente ella— buscó su mano para agarrársela— siempre puedes hablar conmigo.

Clarke se giró para abrazarse a su ojiverde que no dejaba de mirarla directamente a los ojos, dibujó una triste sonrisa:

— Gracias, mañana la llamo

— Está bien, intenta descansar— depositó un beso en su frente— te quiero.

La ojiazul se acomodó en el pecho de la morena y cerró los ojos:

— No solo tuve suerte en sobrevivir en ese accidente de avión, tuve suerte porque me encontraste

En realidad, fue todo gracias a un anillo extraviado, Lexa no creía en las casualidades ni en las cosas místicas ni todo ese rollo, pero solo en ocasiones, muy pocas, pensó que había sido obra de Alicia, ya antes de morir mostró interés de que se conocieran. Pero luego razonaba, esas cosas no existen y son pensamientos absurdos. En realidad, fue una gran cadena de casualidades, primero Clarke, después los Griffin, el encuentro fortuito con Sam, que la hermana gemela de Clarke acabara conociendo a Ontari. En ocasiones, y puedo que asegurar que, en poquísimas ocasiones, le daba por pensar, que hubiera sido de su vida y pensaba, "sí, a lo mejor hubiera acabado con Ontari" pero no con el mismo nivel de complicidad o emocional que tiene Lexa con Clarke o Ontari con Sam.

De las dos y a esto llegó a la conclusión, fue Ontari quien puso más impedimentos a la hora de intimar más allá de las relaciones sexuales, pues en el último año antes de que Clarke apareciera, en ocasiones, en pequeñísimas ocasiones, pensó en intentarlo con ella, claro que las reflexiones de Lexa eran, folla bien, está buena, es una excelente trabajadora y era la única que no intentaba cambiarla, ni montaba escenas de celos, ni que le pedía que le respetara en plan digna después de haberse metido su polla en la boca. Miró a Clarke que empezaba a quedarse dormida apoyada en su pecho, dibujó media sonrisa. "Solo hace falta creer que eres un caso imposible para que aparezcan estas rubias y revolucionen todo tu mundo" hubieran sido una pareja muy toxica, acabó pensando, se acabarían retroalimentando el resentimiento que guardaban cada una.

Como era de esperar, Sam regresó a casa de Ontari, ya que estaban comprometidas, ¿para qué esperar con la convivencia? La morena también estuvo más silenciosa de lo normal después de soltar la bomba de esa manera. La rubia estaba con su pijama rosita y dibujito de unicornios, arcoíris y nubecitas, se había hecho un moño y observaba desde la cama como Ontari hacía que no estaba presente y rebuscaba entre las cajas de su armario:

— ¿Cuánto tiempo voy a estar castigada con tus silencios?

Ontari tenía una caja de zapatos destapada en una mano, con la otra sostuvo una foto y aun sin mirar a Sam:

— Cuando te disculpes con tu familia, hasta yo sé que hay ciertos momentos en el que hay que tener algo de tacto— miró a Sam demasiado seria— te pasaste demasiado

Sam agachó la cabeza unos segundos y nuevamente volvió a mirarla, sin decir nada dio unas palmaditas en la cama para que la morena se sentara a su lado. Ontari, que aún estaba a medio vestir, pues solo se había puesto la parte de arriba del pijama y dejaba a la vista sus piernas morenas y definidas. Ontari se sentó a su lado y puso enfrente la caja para que Sam viera las fotos, obviamente amplió su sonrisa en el momento que vio la primera instantánea, pues en ella salía una adolescente de catorce años y una bebé de medio año, sentadas enfrente de la televisión y viendo los dibujos:

— Fíjate— dijo divertida mientras agarraba la foto y se la enseñaba a Ontari— pero que pelo más alborotado y salvaje— pasó la mano por el pelo moreno de Ontari— la magia de los acondicionadores— volvió a reír mientras se fijaba bien en la foto— y tenías acné, ¡Ay Dios mío! Si fuiste patito feo antes que cisne

Ontari rio entre dientes y besó la mejilla de Sam y unas cuantas veces su cuello antes de volver a mirarla:

— Que no te engañen los comerciales, la mayoría de los adolescentes tienen acné y es un proceso natural que sufre el cuerpo debido al cambio hormonal, seguramente tú también tuviste acné— Sam pasó su mano por el cabello moreno antes de posarla en su mejilla— te imagino de adolescente con coletas de colegiala, lacitos rosas y llena de acné y aun así me parecerías el ser más adorable de la tierra

Sam puso cara de sorpresa, en ningún momento dejaba de sonreír:

— ¿te parezco adorable?

— Solo cuando no te comportas como una inglesa pija y caprichosa

— Lo que viene siendo casi siempre

Ontari abrazó a Sam y ambas se dejaron caer sobre el colchón:

— Bueno, pues ese casi nunca me pareces de lo más adorable.

Se acercó a los labios de Sam y comenzó a rozarlos antes de depositar dulces besos sobre ellos. Clifford en un principio se dejó llevar por aquel momento tan tierno, cuando recordó algo que rompería aquel instante tan perfecto:

— Implacable

Consiguió musitar cuando Ontari comenzó a besar su mentón, dispuesta a besar su cuello:

— ¿Umm?

— Mañana por la noche vienen mis padres— Ontari quedó paralizada y tardó en mirar a la ojiazul— ¿Dónde los metemos?

Bueno, estaba bien claro que nunca se le habían dado bien los niños, tampoco se le daba bien conocer padres, tanto así que los padres de Roan en años solo los vio una vez y bueno, algún otro familiar más ocasiones, pero debido a los negocios y que eran la competencia. Ahora tenía que lidiar con unos ingleses que no había visto en su vida y todo porque se comprometió de la noche a la mañana, ni si quiera habían comenzado a planear la boda:

— Bueno...— comenzó a balbucear— el...el sofá del salón... es... es... un sofá cama...

— No van a dormir en el salón con el perro

Ontari se incorporó un poco para mirar más fijamente a la rubia:

— ¿qué quieres que les paguemos un hotel?

— No— respondió encogiéndose de hombros— solo serán un par de días, yo puedo dormir en el sofá cam...

— Un momento— paró aún más alucinada— ¿Pretendes que tus padres duerman en MI habitación? — dijo haciendo énfasis en el mi— ¿mientras tu y yo dormirnos en el salón?

Sam puso cara de inocente y sonrió exageradamente:

— Sí, algo así

Sorry que sea tan, tan cortito, pero como que estuve haciendo de bella durmiente toda la tarde, parece mentira pero yo también duermo xDD mañana a las siete subo uno mucho más largo.