capítulo 26

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Una imagen en HD de una rubia con las puntas rosadas, llevaba unos pantalones vaqueros rotos, una camisa larga y fina de cuadros rojos y negros, se había puesto una pulsera negra con pinchos como complemento y unas botas negras militares con unas cuantas lentejuelas. Un rollo a Taylor Momsen pero sin tanto maquillaje, pues Sam prefería no abusar de cosméticos. Sam se sentó y miró fijamente al frente, realmente miraba a un objetivo, sonrió:

— ¿Ya estás grabando?

—Desde hace un buen rato

Se escuchó la voz de Clarke, era como si ese objetivo fuera Clarke y toda esa escena fuera un recuerdo de Clarke y a la larga también formaría parte de los recuerdos de Miss Cocos.

Sam se llevó el puño junto a los labios y carraspeó, se puso más seriamente y comenzó a hablar:

—Sí estás viendo esto, es porque he fallecido...

— ¿Puedes no ser tan directa?— se escuchó la voz de Clarke mientras bajaba la cámara— da mal yuyu

— ¿Quieres dejar de entrometerte y grabar solo?— la cámara volvió a subir a la altura adecuada— gracias

Se puso a pensar unos segundos y volvió a mirar la cámara:

—En cuanto supe la noticia me propuse viajar, disfrutar de las experiencias, en el fondo esperaba, esperaba aterrada que en algún momento ocurriera, morir, entonces se me presentó la oportunidad de viajar a Estados Unidos, donde no solo descubrí mis verdaderos orígenes o descubrí que los Americanos estáis desquiciados— se le escapó una risa triste y se le humedeció los ojos— tampoco esperaba encontrarte, te acercaste a mí con una fuerza demoledora y no sé por qué me gustaste, quizás porque al rato de estar contigo vi que también trabajabas para dejar pasar el tiempo y me pudo la curiosidad ¿Cuál eran los secretos de Ontari? ¿Quién era la verdadera Ontari Fisher? Descubrirte, saber esas verdades fueron un arma de doble filo porque esa aventura temporal, se fue convirtiendo en "quiero vivirlo todo con ella" me dijiste que cuando estabas conmigo eras mejor persona. Cuando estoy contigo, me haces soñar como llevaba sin soñar mucho tiempo, cuando estoy contigo regresan a mí las esperanzas y no solo tengo ganas de vivir, me siento viva, tú me hiciste sentir viva nuevamente— Ocultó su sonrisa— y aunque no eres de bodas demasiado extravagantes y si más reservada e íntimas, pero das tu brazo a torcer, como el preparar el salón para dormir nosotras y que mis padres duerman en tu habitación, estás cumpliendo tu palabra de querer hacerme feliz este año y lo más maravilloso de todo es que me haces feliz solo con estar a mi lado. Solo espero que la vida me permita compartir muchos momentos juntas y si entro al quirófano salir con vida, para poder labrarnos un futuro, tú, yo, Echo y la rata de Mushu.

Si ves esto es que no podré decírtelo en persona, si ves esto solo quiero pedirte que por favor, te lo ruego no vuelvas a cerrarte y vivas por las dos, quiero que cada día te levantes mires por la ventana y ya puedes elegir mirar al cielo o al suelo, donde consideres que pueda estar en otro mundo— sonrió— solo quiero que me des los buenos días y hagas de cuentas que allí donde esté, estaré velando por ti y deseando que rehagas tu vida, ya sea con un hombre o con una mujer, puede que con la norma de que no pueden ser más atractivos que yo— se pasó la mano por la cara— aunque eso es imposible quien va a ser más atractiva que yo— volvió a ponerse seria y miró muy fijamente a la cámara, casi sin pestañear— quiero darte las gracias por haber hecho que quiera volver a vivir y espero trabajar en unos votos más bonitos, te...— tragó saliva y se le quebró la voz con eso ultimo— te amo zorra implacable.

Fin del video

Para la psicología, los sueños son estímulos esencialmente anímicos que representan manifestaciones de fuerzas psíquicas que durante la vigilia se hallan impedidas de desplegarse libremente. Soñar es un proceso mental involuntario en el que se produce una reelaboración de la información almacenada en la memoria, generalmente relacionada con experiencias vividas por el soñante el día anterior.

Normalmente las personas pueden recordar una imagen, un sonido, un lugar. Sam no lo vio así, pues aquella noche tuvo el sueño perturbador o mejor llamar pesadilla. ¿Cree en los sueños premonitorios? No, pero los sentimientos eran tan vividos, que incluso en plena fase REM comenzó a llorar, despertando a Ontari, que enseguida se asustó y comenzó a darle unos golpecitos en el hombro:

—Sam— parecía no despertar con las primeras insistencias de Fish— Sam, mi vida, me estás asustando

Al final la chica pareció reaccionar y entreabrió los ojos:

— ¿qué? ¿Qué pasa?

No se dio cuenta de que tenía las mejillas humedecidas hasta que la morena comenzó a pasar sus manos por sus mejillas para apartar la humedad que había en ellas:

—Creo que estabas teniendo una pesadilla— puso su mano en el mentón y le giró un poco el rostro para que la mirara— Puedes contármelo si quieres

—No quiero que te preocupes

Dijo incorporándose un poco, Ontari se levantó un poco para ponerse a su altura y le puso la mano en su brazo, para darle todo el confort posible:

—No hagas eso, no quiero que te prives, Sam— se acomodó apoyándose en el cabecero de la cama— nos vamos a casar, quiero que puedas apoyarte en mí, que puedas contármelo todo, me guste o no, ¿crees que no me voy a preocupar por que no me lo cuentes? Al contrario, me he despertado y estabas llorando ¿Cómo quieres qué esté? Ahora mismo estoy ansiosa.

—Zorra implacable— dijo sonriente— usted sí que tiene el don de la palabra

Ontari le acarició con el reverso del dedo índice y corazón:

— ¿Vas a contármelo?

—Solo ha sido una pesadilla, no quiero que te alarmes ¿vale?— Ontari apoyó la espalda en el cabecero de la cama y asintió con la cabeza— soñé que entraba en el quirófano y no salía— Fish tragó saliva y la miró con miedo— pero aun podía ver lo que me pasaba alrededor, te comunicaban que la operación no había salido con éxito y te dejaban verme para despedirte— Ontari iba hablar pero Sam levantó la mano con el dedo índice en alto para callarla— no pudiste contener las lágrimas y empezaste a abrazarme totalmente rota y podía sentir tu dolor, tengo miedo de que eso pueda pasar en cualquier momento

La morena le aferró de las mejillas y la atrajo para apoyar su frente, se puede decir que en su interior tenía los sentimientos a flor de piel, sin embargo, Sam estaba temblando y al borde del llanto, por eso hizo de tripas corazón y dijo con voz cortante por la seriedad:

—Eso no va a pasar

—Eso no lo sabemos...

—Soñemos, Sam— la atrajo para chocar sus labios— soñemos siempre con el mañana aunque el destino se empeñe con tener miedo al hoy.

Sam sonrió y puso las manos en los hombros de su querida dama de hierro, nuevamente recibió otro dulce beso por su parte y fueron acomodándose nuevamente en la cama. Su respiración se aceleró más cuando Fish se puso encima y notó su muslo rozar su entrepierna, la morena separó su rostro unos centímetros para mirar con ojos brillantes a la rubia, dibujó una tímida sonrisa:

—Si en mi cabeza suena como algo estúpido, no quiero pensarlo cuando lo diga en voz alta

— ¿El qué?

Preguntó Sam con voz entrecortada mientras bajaba sus manos por su espalda hasta llegar al bordado de la parte superior de su pijama y lo subió un poco hasta acariciar la espalda baja:

—Espero que cada mañana despertemos así, haciendo el amor

En cuanto terminó cerró los ojos y arrugó la frente, en plan "¿qué mierdas dije?" esa expresión le hizo mucha gracia a Sam:

—Zorra implacable, se está volviendo muy fresita últimamente

Ontari pegó mucho más su muslo al latente sexo de Sam, que involuntariamente comenzó a mover la pelvis buscando mucha más fricción:

— No lo creo, te recuerdo que eres tú la pija— acercó su boca al oído de presumida— veamos cómo se nos da eso de no hacer ruido.

Bellamy llegó a un garaje donde le habían citado, en un principio daba mala espina, transitaban pocos coches por el lugar, bueno, lo que hacía la desesperación de ganar más dinero y quien sabe, algo de pasta extra para poder buscar la revancha a Thomas en el póker.

Pensaba que iba a ver nuevamente a la mujer que le daba los recados, sin embargo, en una parte del garaje, había un gran panel verde, lámparas luminosas profesionales para fotografía, un hombre colocando varios trípodes para sostener cámaras de fotos, entre medias había un sillón de dos plazas y fuera de objetivo, en una banqueta había una rubia mirando su Smartphone, mensajeándose a saber con quién:

— ¿Eres Bellamy Blake?

Preguntó el fotógrafo cuando al chico acercarse:

—Sí, me envía Pike

—Te estábamos esperando— respondió el fotógrafo mientras miraba a Bellamy de los pies a la cabeza— la chaqueta de cuero sobra— miró su peinado engominado— no, alborótalo mejor, las gafas también sobran

— ¿Para qué es todo esto?

—Te harás unas fotos con la señorita Still

Respondió el fotógrafo mientras señalaba a la rubia, que mirándola desde más cerca, tenía un parecido a Clarke, quizás era un poco más delgada y más joven, ya empezaba a intuir de qué iba aquello, pasó sus manos por el cabello moreno con una sonrisa:

—Me empieza a gustar éste trabajo

El fotógrafo dio unas palmadas llamando la atención de la chica:

—Bien cariño ya sabes lo que tienes que hacer— miró a Bellamy— empezad despacio, como si estuvierais tonteando y luego poco a poco ir subiendo el tonito— Bell asintió— lo que ella diga y como diga, no pienses que vas a mojar y encima someterla, es propiedad del jefe y no se daña— el chic volvió a asentir— un arañazo, un moratón y no ves más la luz del sol

—Vale—dijo el chico molesto— lo tengo entendido

Sam llegó a la mansión Woods, pues Clarke le llamó justo cuando estaban desayunando, le dijo que quería hablar, no hacía falta que le dijera de qué. Cuando estuvo junto a la puerta precavida la miró, pues es que últimamente se chocaba con la extraña chica, verificado que no iba a pasar, sacó sus llaves y entró, encontrándose con Clarke dando de comer a Diana en su trona:

— ¡Hi! Babe— En cuanto su hermana gemela la miró, Sam se tapó el pecho con el bolso— que las mías son más grandes que las de Ontari, no quiero que tu morboso bebé me confunda contigo y quiera tocar donde no debe

— Y dale— dijo molesta Clarke— que solo le gusta el relleno de los sujetadores

Sam comenzó a rebuscar entre su bolso y sacó una pequeña cámara:

— Hasta que llegue el día que descubra las verdaderas razones de ese fetiche— se encogió de hombros— que se yo, cuando vea Xena la princesa guerrera, alguna serie de Alycia Debnam Carey o algún poster de Eliza Taylor, entonces dirá ¿por qué no nací en Lesbos?— se quedó en silencio— espera, tiene tres madres, su preciosa tía dice ser la menda, estará casada con tremenda morenaza, así que, sí, sería como crecer en Lesbos.

— ¿quieres dejar de decir estupideces?

— Pregunta a gran parte de la población bollera y muchas te dirán que Xena, The 100 y The L World, fueron las series que las hicieron darse cuenta de que les gustaba lamer perlitas— se encogió de hombros— total, antes de que hablemos, necesito que me hagas un favor, quiero que me graves— dijo enseñando la cámara— y por favor no quiero pegas o llantos mientras lo grabas.

— ¿Para qué es?

Preguntó Clarke mientras limpiaba los morros de Diana:

—Solo por si acaso, es una despedida.

Nuevamente pido perdón que sea corto, pero me estoy acatarrando y no estoy muy católica.

Veamos niñas con qué serie os distéis cuenta de que os gustaba las nenas. ¿Samantha Clifford dio en el clavo?

Nos vemos en el siguiente capítulo. Pongo uno de los muchos temas de música que me están inspirando para este Fanfic.

https://www.youtube.com/watch?v=frvbNkfio04

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