El cielo esta vez está más tranquilo que de costumbre. No, no hablo del cielo que quizás se te vino a la mente, ese que ves al alzar la mirada, o de donde caen las gotas de lluvia; no, ese no.

Hablo de mi hogar, ese gran palacio que está en quién sabe donde, tal vez más cerca de lo que crees, tal vez más cerca de lo que todos creen.

Aquí nos encargamos de cuidar a todas las almas, desde los que se van hasta los que regresan. Al fin y al cabo, como tengo entendido, las almas de absolutamente todas las personas con vida son prestadas.

Mi nombre se traduce como "gloria o gracias de Dios" vaya que quizás me falta trabajar más para hacer honor a mi nombre. Se me asocia con el planeta Venus, el precioso planeta del amor, gracias a mis dotes de intuición, pureza y armonía.

Soy la arcángel Haniel, y nos estaremos viendo seguido.

Bienvenido.