Capítulo 31

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Una vez más, Finn Collins se acercó a los laboratorios subterráneos de trauma, en esta ocasión estaba acompañado del alto miembro de Arashaka y por primera vez, se atrevían a usar a un miembro de la corporación Collins como conejillo de indias. El padre de Finn tenía cáncer en estadio 4, le quedaban días como mucho. Se prestó para una vez más, intentar transferir su subsconsciente en otro cuerpo:

- Si el relic funciona, habremos dado con la inmortalidad.

Un Sakuro Arashaka algo más joven acompañaba a su padre observaban con interés. Nigth City era el futuro, pero muchos de los avances tecnológicos los proporcionaban los Arashaka y habían acordado que ellos pondrían los servidores que guardarían los Relics, como un edificio lleno de almas a la espera de un cuerpo, beneficios para todos.

Ambas familias tenían muchas cosas en común, diferentes culturas y visión del mundo. Obvio que miraban por el provecho que querían sacar, por los cambios que querían hacer en el país, pero como ya había comentado, en el fondo, lo que Arashaka aportaba era la tecnología.

En esta ocasión Finn Collins tenía la esperanza de que todo saldría sin errores, habían modificado la forma de extraer el "incosnciente" o "información" de un cuerpo. No sería agradable, pues se trataba de unas cuantas agujas que se inyectaban directamente a los neurotransmisores del cerebro y enviaban la información directamente al ordenador, sería como leer un alma en código binario:

- Preparando programa de extracción.

Decía el técnico encargado de la parte informática y los médicos también estaban preparados. Tanto en el cuerpo del soldado inconsciente como al del señor Collins. Todos del equipo de Arashaka. Tratándose de un miembro de la familia Collins, hubo pocos voluntarios, por no decir, ninguno ¿Participar en un experimento que pudiese acabar con uno de los padres fundadores? Sería como cavar su propia tumba si el experimento no salía hacia adelante:

- Equipo médico preparado.

El señor Arashaka miró a Collins:

- Sí esto sale bien, me gustaría llevarme a tu padre, para tenerlo vigilado y hacerle pruebas, queda un par de meses para que salga a la luz de que eres el presidente- y acentuó- el único presidente ¿Te has planteado que soltarlo de sopetón puede no gustar a la población?

Collins sonrió y no dejó su prepotencia ¿La población estaría a favor de una dictadura? Claro que no, al menos, hasta que mostrase su valía:

- Lo sé, pero en un principio Alejandro Magno no fue santo de devoción al pueblo Romano, antes de él existía democracia y los nobles llenos de privilegios mataban de hambre al pueblo, Alejandro con sus leyes duras miraba al pueblo y de paso lo entretenía con la lucha de gladiadores, lo terminaron amando, ahí los únicos que lo traicionaron fueron los viejos que no querían perder el poder y su propio hijo corrompido por esos carcamales envidiosos- curvó la comisura de los labios- pero, aun después de muerto el pueblo romano se negó regresar a la democracia.

- Mataron a Alejandro Magno porque subió los impuestos a los nobles ¿harás lo mismo?

- Sería como escupir hacia arriba y esperar a que caiga sobre mi cabeza.

Arashaka se agarró las manos detrás de la espalda y miró de nuevo al padre de Collins:

- Pues no esperes que la población te apoye.

- Tenemos armas y un ejército ¿qué tienen ellos?

- Eso mismo dijeron los estadounidenses cuando se metieron de lleno en la guerra de Vietnam y el vietcong les masacraron con unas simples AK-47- negó con la cabeza- no subestimes a la gente cabreada.

- No me subestime usted, ya lo he ido preparando todo, introduciendo a agentes de NorthCorp a todas las instituciones que puedan sublevarse, en el momento en que haya algún alborotador lo sabré.

- INICIANDO EL RELIC.

Gritaron los matasanos inyectando las agujas alrededor de la cabeza del señor Collins. Finn como Sakuro Arashaka quedaron en silencio y observaron con cierto nerviosismo, era uno de los padres fundadores los que estaba en ese laboratorio.

Kisa estaba en un edificio abandonado, estaba rodeado con cintas policiales ya cortadas, se enfermaba pensar que ese lugar había sido uno de los sitios donde se había escondido el sádico misogino, se le revolvía las tripas pensar que lo había dejado con vida, sin una mano y con las rodillas destrozadas, le consolaba pensar que fue imposible reconstruírselo, pero había sacado un punto positivo, era un punto ciego, en un mal barrio que casi nadie miraba ni prestaba atención, un lugar donde parecía que hubo más de un crimen. Kisa estaba cerca de la entrada, apoyada en la pared mirando por uno de los ventanales rotos, más allá se veía el agua contaminada:

- Te lo advierto- escuchó a Raven acercarse- si me has traído aquí para torturarme, matarme o abusar de este sexy cuerpo, que sepas que estoy armada y sé disparar aunque me pase media vida detrás de unas pantallas.

Kisa se acercó el dedo índice a los labios e hizo el gesto de que callase. Miró al techo y agudizó el oído. Nada, no se oía nada, solo los pocos ruidos que emitía el propio edificio:

- ¿Oyes eso?

Raven puso una mueca:

- No y no me digas que tu oyes una voz.

Kisa curvó levemente las comisuras de los labios:

- Efectivamente, no se oye nada, no se ve a nadie, ni nadie mira hacia aquí, ni una de tus cámaras, no hay forma de que sepan lo que hablemos, no mientras no te vayas de la lengua,

Reyes achicó los ojos:

- ¿Qué estás tramando?

- La libertad, mantener la democracia.

Raven rompió a reír:

- La democracia ya no existe, lo sabes.

- Sí, sí existe y la defenderé con uñas y dientes, aunque con ello se me vaya la vida, no estoy sola en esto Raven, pero seamos lo que seamos no podré con ello si no me ayudas.

- Estás cavando tu propia tumba.

Kisa se acercó hasta la morena y se cruzó de brazos antes de asentir con la cabeza:

- Mejor eso que quedarme pasiva, escucha, la gente reaccionará cuando salga a la luz que la democracia que conocían ya no existen, solo necesitamos darles un empujón para que no se dejen.

Raven puso una mueca:

- ¿quieres que se lancen a su muerte?

- ¿creés que cuando se alzó la república francesa no murió gente de ambas partes? Rodaron demasiadas cabezas, yo haré el trabajo duro y arriesgado, en el momento que se alce la revuelta aprovecharé para matar a Collins.

Reyes estaba en shock, no podía creer locura que acababa de escuchar. Cuando su cerebro procesó esa información tragó saliva y actuó con nerviosismo, mirando a su alrededor para verificar que eso no fuese una retorcida trampa por parte de NorthCorp para investigar a posibles traidores:

- ¿quién te asegura que no vaya a desatarte ahora mismo?

- ¿quieres que tu amiga Woods huya con la golfa de Griffin?- obviamente la forma en que hizo esa pregunta no agradó a Raven, pero es Kisa, no se le podía pedir peras al olmo- sin Collins fuera del juego podrán vivir su celo sexual mientras siguen teniendo mocosos llorones y cagones.

Raven se puso con las manos en jarra y se resistía a creer que aquello no era una trampa. Kisa bufó con frustración y se contuvo para no darle una bofetada:

- El padre de Finn y Sakuro Arashaka mataron a mi madre cuando cruzabamos la frontera- Raven puso expresión de sorpresa- me dejaron con vida en medio del desierto cuando era una niña y el cuerpo de mi madre tirado como si fuese una cosa sin importancia, llevo pensando en vengarme desde que llegué al pueblo más cercano.

Mientras tanto, Ontari le dijo a Samantha que tenía que trasladarse a las afueras de NightCity una temporada, no le dijo los verdaderos motivos y obviamente Clifford quiso saber, Fisher le dijo que necesitaba alejarse del bullicio, de las investigaciones y que quería escribir, en el fondo la rubia no llegó a creerla del todo, pensaba que algún día se lo diría y tampoco se negaría a seguirla, se iría con ella, porque a pesar de haber pasado poco tiempo, lo que sabía con certeza es que amaba a esa investigadora cabezota.

Habían acumulado varios cartones vacíos en el salón para empezar a guardar las cosas poco a poco. Empezando por las pertenencias que no usaban diariamente. Incluyendo electrodomésticos que enrollaban en plásticos con burbujas para evitar golpes.

Samantha había desmontado el ordenador de mesa y había envuelto el teclado, ratón, monitor y la torre, mientras Ontari montó una caja y se dispuso a meter las cosas de manera despreocupada, tal y como solía guardar la ropa en el armario:

- Espera, aguarda un momento- interrumpió Sam sacando el teclado y ratón- primero hay que meter el monitor y el pc de sobremesa, deja que lo haga yo, tú ve apelando las cajas.

La morena miró molesta a la rubia:

- ¿Disculpa? ¿Estás diciendo que no se guardar las cosas en una simple caja?

- Una cosa es guardarlo de forma ordenada y otra a lo loco- hizo un gesto con la mano juntando el dedo índice y pulgar- eres un poquito desordenada.

Ontari abrió la boca con sorpresa:

- ¿me llamas sucia?

- no, no confundas terminos, te he llamado desordenada, si guardamos las cosas a lo loco necesitaremos el doble de cajas y un camión más grande, sin embargo si lo colocamos bien quizás nos valga para una furgoneta.

La morena se encogió de hombros y regresó a armar otra caja con celo y reforzarla para que no se rompa cuando la llenasen:

- prefiero alquilar un camión de mudanzas pequeño, aunque no se llene, me es más cómodo.

Sam curvó la comisura de los labios:

- cariño, eso es gastar dinero innecesariamente.

Ontari curvó la comisura de los labios, se acercó a la ojiazul, aferró su mentón y la besó, aunque ese contacto físico no se prolongó por mucho:

- Quiero el camión y no me repliques en esta decisión.

La rubia frunció el ceño:

- yo no te replico.

- ¿ah no?- la morena amplió su sonrisa- voy a ir guardando la vajilla.

Agarró un par de cajas vacías y antes de salir del salón se giró un poco para mirar a la rubia y de forma sexy se mordió el labio inferior. Cuando se lo proponía sabía como tentar a la ojiazul, bueno, para qué engañarnos, Ontari ya tentaba a Samantha con su sola presencia y más cuando estaba a una semana de que la bajase la regla, sus bragas se desintegraban sólo con una simple mirada o roce. La morena fue directa a la cocina y colocó la caja sobre una silla, abrió uno de los muebles donde tenía varios boles, tazas y vasos, estiró un brazo para agarrar la pila de boles cuando sintió las manos de Clifford abrazarla y sentir su aliento por su cuello. Fisher cerró los ojos y sonrió:

- Tenemos que guardar las cosas en las cajas.

- solo estoy tomando un descanso

Dijo con voz ronca antes de dar media vuelta a la morena y besarla con vehemencia, Ontari se abrazó a la rubia y la devolvió el beso con el mismo anhelo. Apesar de las circunstancias que empujaban a la morena a mudarse, estaba feliz, le parecía algo difícil de creer, estaba feliz, se tuvo que repetir mentalmente y todo gracias a la rubia de ojos azules que tenía entre sus brazos.

Kate hizo su turno, como siempre, la habían asignado un nuevo caso, tuvo que ir a una pequeña lavandería dónde habían matado a la dependienta que cubría el turno de mañana:

- Marsha Lowel- comenzó a informar el forense- recibió dos disparos, uno en el tórax que perforó el pulmón derecho y otro en el cuello.

Kate al ver que la víctima estaba detrás del mostrador hizo la siguiente pregunta:

- ¿un robo que salió mal?

- la caja registradora está intacta y a priori no parece que falte nada, los pocos testigos que han declarado vieron salir a una mujer armada y alejarse corriendo.

Informó el joven que le asignaron como compañero. Otro agente de homicidios y no un agente de Northcorp, no quería admitirlo en voz alta, pero en el fondo hechaba de menos a Kisa y sus desagradables comentarios:

- entonces, posiblemente la víctima conocía a su agresora o agresor, puede que sea un ajuste de cuentas, investiguemos un poco más a la víctima.

Fuller siguió tomando declaraciones y mientras que mandó a su compañero a hablar con los familiares de la víctima, dijo que tenía que hacer un recado personal.

Cuando empezaba a anochecer fue hasta la presa que estaba encima de la vieja ciudad, a kilómetros de NightCity. Pocos se atrevían a ir, ya que las aguas de esa zona estaba tan contaminada que resultaba mortalmente tóxica para aquellos quienes caían sin el equipo de buceo adecuado. Estacionó su coche a un lado de la presa y se apoyó en el capó, observó el atardecer y cuando se divisaban las primeras estrellas escuchó como una moto se adelantó y su piloto la estacionó enfrente, antes de apearse se quitó el casco, Seth sonrió e incluso con ese gesto, la mirada del chico moreno hacia que la intuición de Fuller saltase "peligroso" "peligroso" y otra persona haría caso a su sentido de huida, pero era Kate Fuller, no huía, al contrario, como si fuese una yonki de ese sentimiento se abrazaba a ello:

- Debe ser muy importante para que la mejor agente de homicidios- decía Seth acercándose prepotente y destilando sensualidad por todos los poros de su piel- Kate Fuller corra el riesgo de quedar conmigo fuera de las cuatro paredes de su habitación.

Fuller iba a hablar, pero antes de que saliera algún ruido de su boca el delincuente la agarró de la muñeca y la atrajo para besarla con pasión. Kate iba a negarse, eso antes de sentir la boca ardiente de Gecko y resultó difícil no convertirse en líquido entre sus brazos. Kisa era importante, tenía mucha atracción sexual y también sentimental, el dilema de Kate es que también tenía casi la misma atracción por Seth. Aún así hizo de tripas corazón y se separó de ese hombre peligroso capaz de robar sus bragas con cuatro besos:

- Tenemos que hablar

Intentó mantener la fuerza en su voz, pero no pudo evitar que sonase temblorosa. Seth mantuvo sus fuertes manos sobre la cadera de la agente:

- Eso no suena bien ¿vas a detenerme?

- Al contrario, necesito tu ayuda para hacer algo malo, muy malo y que está en contra de mi ética.

Aquello si que atrajo la curiosidad del chico y se alejó un poco:

- ¿qué es?

- sé que abrá un ataque a NorthCorp, un atentado- el chico puso expresión de sorpresa, hasta él sabía que aquella afirmación era una locura- necesitamos gente loca que se suba al barco de la misión suicida.

La mandíbula de Seth se desencajó antes de actuar con preocupación:

- Un momento ¿tú vas a colaborar en esa locura? Kate, hasta yo que vivo constantemente pisando la línea del peligro sé que no hay que meterse con NorthCorp, es un puto ejercito.

- No, no están unidos como quieren hacer creer- se acercó a Seth y posó sus manos sobre su chaqueta de cuero, justo en la zona de sus pectorales- Seth, conoces a mucha gente que tienen ajustes de cuentas pendientes con los corpos, si todo sale bien NightCity quedará libre de los Collins.

Seth lo sopesó mucho, le preocupaba que Kate se viese envuelta en algo así:

- está bien, tantearé a ver quien es lo suficientemente loco para subirse al barco de la misión suicida, conozco unos cuantos grupos nómadas que odian a las corpos.

Kate Fuller curvó la comisura de los labios, los nómadas nunca están en un sitio y evitaban las ciudades, preferían acampar en diferentes puntos del desierto y no eran grupos pequeños. Gecko se dispuso a besar de nuevo a Kate y aunque no tenían una relación seria, la mujer se vio en la obligación de separarse y sincerarse:

- Seth, hay otra persona, quiero que lo sepas- Gecko actuó como si hubiera recibido un golpe- me gustas, me encanta estar contigo...

- ¿estás rompiendo contigo?

- No- Kate se movió con expresión confundida- no lo sé, representas todo aquello por lo que me hice policía, pero aún después de eso siento algo por ti.

El chico se cruzó de brazos:

- y ¿por el otro?

- ella- dijo para aclarar que no había ningún otro, si no otra y esto sorprendió nuevamente a Seth- me ocurre lo mismo que contigo, es gilipollas, prepotente y me vuelve loca.

Seth pareció dudar:

- ¿Está buena?

- ¿qué?

Preguntó Fuller emitiendo una risita nerviosa:

- ¿si la otra está maciza? Porque si es así, podría pasar por alto que sea amor de tres.

Fuller sonrió, se apoyó en el coche, Seth hizo lo propio y se colocó a su lado:

- Es asquerosamente atractiva, pero no creo que apoye la idea de eso del amor de tres.

Seth pasó su brazo por los hombros de Fuller. Primero salgamos con vida y después, le diré que nos enfrentemos en un duelo y el que quede con vida será quien se lleve a la agente de carácter fuerte. Kate notó la ironía en su tono de voz, lo cual no le tomó en serio, apoyó la cabeza en su hombro:

- no me agradaría la idea de perder a alguno de los dos.

Ambos miraron al cielo estrellado:

- eres consciente de que algún día tendrás que liberar alguno de los dos ¿verdad?

- lo sé.

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