capítulo 32

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Lexa Woods fue chófer de la señora Collins ese día. Era un infierno ir detrás de ella como un perrito faldero sin poder apenas mirarla, hablarla o tocarla. Aquella mañana tuvo que acercarla a uno de los hoteles Kompeki Plaza, supuestamente había quedado con varias mujeres de otras familias de la corporación, o al menos eso le dijo a Finn, por suerte estaba tan centrado en sus proyectos y en su amante que desde que quedó embarazada perdió el poco interés por ella, había ganado el título de mujer florero al cien por cien y lo agradecía porque ya no sabía cuántas veces más podría acostarse con él sin poner cara de asco.

Lexa estacionó el coche en la puerta del hotel donde había un aparcacoches preparado, Woods le entregó las llaves y siguió a Clarke hasta la recepción donde la atendió una androide de tez turquesa y uniforme a juego:

- Reserva para Clarke Collins.

- Buenos días señora Collins, deje que haga el check in.

Lexa se mantuvo cerca, con su mano cerca del arma y mirando a su alrededor, por si alguien que no tuviera estima a las familias de los corpos osaba acercarse. Clarke miró de reojo a la ojiverde. A pesar de ir con ese uniforme que tanto odiaba:

- Aquí tiene su llave, la suite 84 de la octava planta ¿espera visita?

- No por el momento, no quiero que me molesten ¿entendido?

La androide asintió con la cabeza:

- Sí, señora Collins.

Clarke fue hasta los ascensores seguida de Lexa, que seguía sin dirigirse a ella hasta que llegaron a la habitación, pues nada más entrar Lexa la hizo una señal de stop:

- Espere ahí, señora Griffin.

Clarke cerró los ojos, agradecía escuchar su apellido, odiaba que se dirigiesen a ella con el apellido de casada. Lexa sacó su arma y revisó habitación por habitación, era una suite grande, parecía un piso pequeño, baño grande con bañera hidromasaje, cama grande, mueble bar, una pecera gigante en una de las paredes. Lexa se acercó a la ventana para mirar que no tuviera ningún balón dónde pudiera haber nadie escondido:

- Lexa- Clarke se la acercó y posó su mano en la cadera de la ojiverde- aquí no hay nadie, no podía soportarlo más, necesitaba tener un tiempo a solas contigo- Lexa miró a las esquinas de la suite por si hubiera cámaras- no hay cámaras, de eso se ha ocupado Raven.

Lexa puso expresión afligida y aferró las mejillas de Clarke para atraerla y besarla. Clarke pasó sus brazos por detrás del cuello de la morena y devolvió su beso con la misma pasión, liberando todo ese deseo que llevaban reteniendo. Clarke comenzó a desnudar a Lexa:

- Clarke, alejemonos de las ventanas.

Clarke sonrió:

- Estamos en una octava planta ¿quién nos va a ver?

Lexa pasó su dedo pulgar por los labios de la rubia:

- Clarke, mucha gente sabe lo nuestro y me sorprende que aún no hayan ordenado que me corten la cabeza ¿quién nos asegura que realmente no hay nadie esperando la oportunidad?

- pues si hay alguien espiando- dijo Clarke con voz erótica mientras desabrochaba el pantalón de Lexa y lo bajó un poco- que disfrute del espectáculo.

Dijo hasta quedar de rodillas, agarró su miembro y se lo introdujo en su boca. Lexa cerró los ojos y dejó escapar un suspiro sonoro:

- Tiene una mente muy retorcida, señora Griffin.

Lo cierto es que sí, Lexa Woods estaba siendo vigilada desde hace días y gracias a Raven Reyes, Kisa supo dónde colocarse para sacar fotos desde el edificio que estaba cruzando la calle del Kompeki Plaza. Nada más asomarse Lexa seguramente la rubia comenzó su sesión de fotos, alzando una ceja cuando la ojiazul comenzó a hacer la felacion:

- Joder- musitó González sin dejar de sacar fotos- van a conseguir que me ponga cachonda.

A su lado estaba Kate, no había dicho nada, tan solo miraba con unos prismáticos la escena pornografica gratuita. Lo cierto es que daba morbo, mucho morbo:

- Esa rubia parece puro fuego.

Kisa bajó la cámara de fotos y miró a Kate:

- ¿No tienes un caso?

- ya está resuelto, el asesino se disfrazó de mujer para matar a la víctima, era una testigo que iba a testificar en su contra y decidió matarla- Kate sonrió- ¿te pone celosa que me excite otra?

Kisa puso una mueca y puso su atención en la escena pornografica y retomó la sesión de fotos:

- celosa- musitó- soy una diosa, el resto del mundo tiene celos de mí.

Kate sonrió.

Mientras en el Kompeki Plaza, en la habitación 84 de la octava planta, Clarke lamia el tronco del miembro de Lexa, lamia desde la punta hasta la base, desde la base hasta la punta, haciendo movimientos circulares en la zona del frenillo y glande. Lexa sonrió:

- Vas a conseguir que me corra.

Clarke sonrió mostrando su perfecta dentadura blanquecina, mientras empleaba su mano izquierda para masturbar su miembro mientras que con la otra estimulaba su testículos:

- Es lo que pretendo, saborear hasta la última gota de tu leche.

- joder.

Dijo la ojiverde con los dientes apretados, posó su mano en la cabeza de Clarke y la atrajo para sentir de nuevo su boca envolver su miembro, Clarke usó su mano para poner los límites mientras Lexa marcaba el ritmo follando su boca. Clarke emitió un pequeño gemido cuando saboreo el preseminal, la respiración de Lexa se fue acelerando jadeando más fuerte:

- Me corro, me corro.

Clarke ya le había dado permiso para correrse en su boca e igualmente preferiría decirlo por si a última hora se arrepentía, aunque nunca se había arrepentido o negado, de hecho, la mayoría de actividades sexuales que mantenían era por iniciativa de la rubia. Las piernas de Lexa temblaron y su cuerpo se sacudió entre jadeos. Clarke mantuvo su miembro en la boca hasta que descargó la última gota. Lexa dibujó media sonrisa y miró a Clarke que se pasó el dedo pulgar por el labio inferior antes de acariciar los muslos de la morena:

- Me encanta como sabes.

Lexa ayudó a Clarke a incorporarse, acarició a la ojiazul y la atrajo para besarla, cambiando las tornas, pues en cuanto bajó la cremallera del vestido, empezó a tirar hacia abajo conforme se iba agachando hasta quedar de rodillas, pasó su mano por el vientre de Clarke:

- Un día conseguiremos la forma de huir, conseguiré la manera y nuestro pequeño no conocerá la dictadura, sólo el amor- Lexa besó su vientre- en cierta parte te envidio, tu sabes que es lo que se siente tener a nuestro hijo dentro.

Clarke sonrio:

- no siempre se siente bonito, podría prescindir de los ardores y las náuseas.

Lexa deslizó sus manos por las preciosas piernas de la rubia y la ayudó a quitarse los zapatos y besó sus muslos conforme fue levantándose, agarró la mano de la rubia:

- vamos a la cama, quiero hacerte el amor.

Clarke sonrió y se dejó guiar, alejándose de las ventanas. Kisa dejó la cámara de fotos, ya tenía material suficiente para acercarse a Finn Collins.  Miró a la agente Fuller y se tapó con su mirada, coqueta se mordía el labio inferior ocultando su sonrisa:

- No la imaginaba tan morbosa, agente Fuller.

- Sabes pocas cosas de mí.

Kisa curvó levemente la comisura de los labios. Dio la espalda a los ventanales para acercarse a Fuller, separó sus piernas usando el pie y la besó antes de arrollidarse entre sus piernas y acariciar su sexo por encima de su pantalon:

- Será un reto ir descubriendo como de pervertida eres.

Collins y Arashaka estaban tomando algo, celebrando en el club de las Mox. Después de años de investigación consiguieron hacer la primera "transferencia" del alma, habían conseguido la inmortalidad:

- Por la inmortalidad.

Brindó Collins:

- por la vida eterna.

Ambos hombres bebieron:

- en cuanto hayamos investigado los posibles efectos secundarios, devolveremos el relic de tu padre.

Finn se encogió de hombros, como si aquello no fuera con él:

- podéis estudiarlo, tirarlo o lo que os plazca- torció el gesto- siempre obedeciendo sus órdenes, hasta me casé con la zorra que él escogió, es hora de que yo siga mi camino, que sigamos nuestro camino.

En ese momento una mujer irrumpió la sala atrayendo la atención de Collins por completo. Una muchacha de pelo castaño claro, ojos marrones, tez morena típicos rasgos latinos, cuerpo en forma de reloj, pero su físico no fue lo único que llamó la atención de Collins, esa Mox bailaba como un auténtico demonio sensual. Sus movimientos de cadera acorde a los movimientos de sus brazos, ese gesto que hacía con la mano como llamándole:

- Esta mujer sí que te tiene comiendo de su mano.

Le dijo Arasaka, que veía el espectáculo sin pena ni gloria, no es que no le pareciese atractiva, simplemente le era fiel a su esposa a de más que su cultura es mucho más estricta:

- Cuando mi esposa de a luz a mi hijo pienso deshacerme de ella y me casaré con esta mujer- Collins sonrió y la llamó con la mano, la Mox se acercó contoneando su cadera y se sentó en su regazo- Hola, Paloma mía- miró a Arasaka- quiero que me asegures que habrá sitio en la torre para mí en el caso de que me ocurra algo.

Arasaka asintió con la cabeza:

- Eres el presidente de los Estados Unidos.

Se acercaba el momento de dar el primer paso, aun no había convocado a todo el mundo ni nadie sabía donde se reunirian, Kisa no se fiaba del todo, podía correr el riesgo de la posibilidad de que las noticias llegasen a oídos no deseados y las detuviesen antes de tiempo. En la primera reunión estaba Raven, Kate, Ontari y Kisa. González había expuesto los pasos de su plan:

- El primer golpe lo daremos el mismo en que nombren a Finn Collins, para aquel entonces yo ya sería guardaespaldas personal de Collins. Tienes que hacer tu magia Raven, de ti depende que ganemos la batalla, si usamos bien nuestra baza, tendremos a la gente de nuestra parte.

Ontari miraba la escena con el ceño fruncido. No entendía qué pintaba ella ahí y tampoco debía tardar mucho, le dijo a Samantha que había salido a por el camión:

- ¿y yo qué hago aquí?

- tú cuanto menos sepas tu parte mejor- sacó la llave de un vehículo- tu camión de mudanzas, no abras el congelador que ahí dentro, si te preguntan dices que al dueño no le dio tiempo descargarlo y a pedido que no lo abras.

Ontari miró la llave ¿tanto misterio para eso?:

- ¿no pretenderas que transporte un cadáver?

- no, pretendo que transportes dos cadáveres- al ver la expresión que puso Ontari curvó la comisura de los labios- es broma, tú tan solo haz la parada dónde te diga e invitas a la salvaje de tu novia a un café y pasados treinta minutos sigues tu camino hasta la casa que te dije, sencillo y si se sigue a rajatabla no pasará nada.

- ¿y si me pillan?

Kisa señaló las hojas que estaban sobre la mesa:

- todo este plan se va a la mierda, que tú parte del plan salga bien es de vital importancia, porque si las cosas se tuercen y tenga que matarte, lo haré- Kate iba a intervenir, pero Kisa alzó la mano para silenciarla- y tú no serías la única a la que mataría ¿entendido?

Ontari le enseñó el dedo corazón, un gesto grosero:

- ¿tengo opción?

- No, siete días para hacer tu parte del trato ¿entendido?

Fisher abatida dejó caer los hombros:

- que remedio.

Kisa miró a Raven:

- Ya sabes lo que tienes que hacer, avisa a la matasanos.

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