POV. Alec.

Llegamos al departamento como a las cuatro de la manaña. Mi cabeza daba un poco de vueltas.

Me arroje a la cama, las sabanas se sentían tan frías.

- ¿Ya te vas?- pregunte mientras la veía ponerse los tacones azul cielo. - Puedes quedarte conmigo?- añadí, intentando que mi voz no se quebrara. Lo pensó un segundo - Por favor!- le rogué.
Ella asintió y se acostó a un lado de mi, la abrace y me cabeza quedo en su pecho. Su aroma a chocolate me inundo, entonses supe que ese aroma, que ella, siempre seria mi sanación.

- Mañana voy a enfrentarlo!- dije, tomando su mano. Su uñas estaban pintadas de esmalte lila. Eran largas, y sus dedos eran finos y largos. - Le pediré el divorcio- dije evitando que sintiera la lágrima que recorría mi pómulo.

- ¿Estas seguro?- preguntó, acariciando mi cabello.

- Si, lo he estado pensando!-

- Alec, solo llevas dos días pensándolo.-

- Y tu que harías Anna? Si vieras a tu esposo, al amor de tu vida, a la persona por la cual harías lo que fuera, revolcandoce con otro tipo, en tu cama, la cama en la que despertabas todos los días a su lado...- le grite, y no contuve las lágrimas. Comenzaron a salir como lluvia.

Tomo mi rostro en sus manos, su piel era suave y delicada, como alas de ángel. - Justo por eso, por que era el amor de tu vida, tienes que tomarte tu tiempo para pensarlo.- me abrazo, un abrazo de esos que dices cientos de cosas en el, pero sin hablar.

Me acoste, y ella puso su cabeza, sobre mi pecho. Su cabello olía a cocoah. Y rozaba mi barbilla, su suave y delicado cabello, como la seda.

                     *********

Desperté, con su aroma a chocolate. Estaba con la mano en la mejilla, como una niña.

- Despierta.- le susurré muy suave.

Abrió los ojos, cansados.

- Que hora es?- pregunto tallandose los ojos.

- Las dos de la tarde.-

Se levanto muy rápido. Y comenzó a buscar.

- Tienes algo importante?- le pregunte mirándola.

- Algo así.- contestó poniendo e sus tacones.

- Bien, iré a ver a Magnus, te llamare, cuando termine.- dije levantandome un poco, con los codos apoyados hacia atrás, sosteniendome.

- Solo hazme un favor si?-

- Cual?-

- Piensa lo muy bien.- dijo mientras me dio un beso en la frente.

POV. Anna.

Había ido, hacia la dirección que me había dado Nataly.

Era una casa un poco grande, de color hueso y azul.

Toque el timbre, y una niña, adolescente de unos 14 o 13 de cabello rubio y ojos azules.

- Diga.- dijo la niña.

- Mm... Yo... Eh...- se me trabaron las palabras. - Esta Jace?- pregunte, golpeándome cientos de veces la cabeza en mi mente, por estúpida.

- Anna.- apareció el. Jace al lado de la niña. - Adelante.- dijo.

Di unos pasos y entre, la casa era bonita, y grande por dentro.

- ¿Donde esta ella?- pregunte tragando el nudo en mi garganta. Me guió, hacia el jardín. Había algunas personas, una mujer con cabello rojo fuego, como el de Clary y también estaba la madre de Alec.

- Ahí!- dijo señalando a una mujer hermosa, sonriendo, de Cabello dorado y piel pálida, era Celine, mi madre, estaba sosteniendo la mano de un hombre, rubio, era apuesto el hombre.

Celine volteo a mirarme y se quedo callada, dejando de sonreír. Movió el brazo del hombre al lado y el volteo a verme.

Caminaron los dos, hacia mi, mirando fijamente, con expreciones indescriptibles.
Mi corazón latía fuerte, mi pulso se aceleraba y mis manos temblaban.
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Cuando estuvieron cerca, se veía en sus ojos de ambos, un brillo, y una señal de que tal vez llorarian.

- Anna?- preguntó el hombre.

Asentí, tragando el nudo de mi garganta.

- Mi niña, como has crecido!- dijo Celine llorando.

- Sin duda, eres la mas hermosa, mujer de todo este mundo!- dijo el hombre, abrazandome.

- Como te eh hechado de menos.- dijo Celine y me abrazo.

POV. Alec.

Toque la puerta de su loft. Tardo unos minutos en abrir y luego, ahí estaba. El amor de mi vida, con sus ojos verde dorado y su piel caramelo, la cual ya había sido tocada por otras manos.

- A.. Al...Alec!-

POV. Magnus.

Se me atoraron las palabras.

Mi bello ángel, estaba en frente de mi, con su bellos ojos celestes mirándome fijamente. Mi ángel que había perdido, estaba aquí, irradiando luz.

- Magnus....- susurro suave, acercandoce a mi. Tomo mi rostro entre sus manos y me miro fijamente. Fue acercándose a mi, como si fuera a darme un beso. Cerré los ojos, imaginando que nada había pasado y entonces sentí su aliento, chocando con el mio. Y un suave roce de sus labios con los mios, mi corazón, palpitaba como un tambor, mi respiración estaba agrietada y entonces....

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Muajaja, los dejare con la intriga.

Ya actualice el Arte de Amar y ¿Como ser un mundano?.

Nos vemos hasta la próxima actualización.