POV. Alec.

– Magnus ¿Quien es?– dijo la voz de un hombre.

Me separe de Magnus regresando a la realidad.

Había un hombre, afuera de el marco de la habitación, solo con una toalla sobre puesta alrededor de la cintura. El hombre, vaya que era apuesto. Ahora entiendo por que Magnus me engaño con alguien así.

POV. Magnus.

Mierda... Mierda... Mierda.
Tenia que llegar ese maldito idiota a echarme todo a perder. Alec le dio un vistazo a Imasu y luego me miro. Por sus mejillas recorría una solitaria lágrima.

Comenzó a caminar silenciosamente hasta la salida.

Le lance una mirada amenazadora a Imasu, y en sus labios, había una sonrisa.

Corrí, para ir por el. Para decirle que no era lo que el creía.

Lo alcance, lo tome de la mano y lo jale hacia mi.

– Dejame en paz Magnus.– dijo con más lágrimas cayendo de sus ojos.

– Dejame explicarte.– dije acariciando su mejilla. Hizo su cara hacia lado, separandoce de mi toque.

– Explicar que? Magnus.– me grito. – Ahora entiendo todo.–

– No Alec, no es lo que piensas!– le rogué.

- ¿Como no acostarte con el? El es mucho mejor. Solo miralo.– mas lágrimas, recorrían sus mejillas.

– Tu eres mucho mejor que el, el no es nada.– le dije.

– El es tu amante!- dijo, suspiro y comenzó a caminar mas.

Quería moverme. Pero mi cuerpo no respondía. - Y tu eres mi vida!- surre, aun que no pudiera escucharme.

.

.

.