—Mirá —dijo señalando el diario—. Dante me mostró uno de estos para que creyera ¿Qué ves en la primera hoja? ¿En la primera plana qué es lo que aparece?

 Traté de agarrar el diario, pero recordé que mis manos estaban atadas y se detuvieron a medio camino. Indiferencia, nada en absoluto, debería sentir miedo, pero se había ido tan rápido como vino. Muchos pensarían que soy valiente, pero estaban equivocados, había algo malo en mí. Dante era la persona más sana del auto.

 Mi vista se desenfocó eran las lágrimas de mis ojos. Me las tragué junto con el insultó que florecía en mi garganta.

 —Es una noticia deportiva. Fútbol. River le ganó a Boca. Tres puntos a cero. Y... una celebridad se casó —anuncié leyendo la segunda noticia más grande, después seguí por la más chica, casi no se leía—. Y hubo un incendio en un bosque forestal —él pasó la página—. Alguien violó a otra persona, la chica se suicidó en el hospital.

 Él largó un resoplido que casi era risa.

 —Ponen al principio lo que más le interesa a la gente. Lo más popular ¿Te das cuenta? —se inclinó sobre mí y me estremecí, pero el solamente se dirigía al diario, abrió unas hojas y las exhibió—. ¿Te das cuenta que un estúpido partido de fútbol le importa más a la gente que la chica o esto?

 Era una noticia de un ataque terrorista en Asia, lo triste era que no decía ataque terrorista, simplemente ataque, como si el hecho de que le sucediera a ellos le arrebatara fuerza. Habían atacado un hospital infantil en Siria. Era una simple hoja del medio. Cincuenta muertos y contando en unos cuarenta reglones. No llegaba a alcanzar ni una página.

 —A la gente no le importa ¿no lo ves? A vos tampoco te importa. Esa gente se murió y vos estabas bien. No te ibas a enterar, aunque sos consiente de que estas cosas pasan pero vos estabas bien y eso era lo que importaba ¿O no? Ibas a seguir con tu típico día de colegio y esas personas murieron para siempre, pero a nadie le iba a importar porque ni siquiera merecen la primera plana. Son un dato, dejaron de ser gente.

 —¿Qué querés decir? ¿Qué tuve que haberme levantado esta mañana llorando y todo el resto de los días porque hay gente que muere?

 Me hubiera gustado que las palabras sonaran crueles en mis oídos, pero no fue el caso.

 —No —el negó con la cabeza—. Eso sería tonto ¿o no? No tendría sentido. Al igual que esto. Mirá.

 Fue pasando las hojas.

 Guerra, hambre, muerte, terroristas, políticos, femicidio y una boda entre famosos que gastó más de medio millón de dólares, que duró tres días y contó con un montón de lujos como un crucero. En el artículo incluso hablaban que sirvieron pastel de papa como plato principal, todos dijeron que era muy humilde de su parte.

 Pensé en los niños muriéndose de hambre en la otra página, mierda, ese dinero pudo haberles dado comida por años o simplemente pudo haberlos sacado de su país y tierra infértil y ubicarlos en otra parte del mundo donde tuvieran más posibilidades. Había muchas personas adineradas como esas. Si se ponían de acuerdo la mitad podrían solucionar todo y ni siquiera perder toda su plata.

 Dante me estaba mostrando que los ingresos se distribuían mal ¿Y eso qué? ¿Por tener más dinero tendría que donarlo? Era suyo ¿o no?

 Además, yo también muchas veces tenía dinero, poco, pero tenía y prefería gastarlo en mí. No podía culparlos, todos éramos iguales. Si esos niños muertos de hambre estarían en mi situación y yo en la de ellos, no me salvarían. Estaba claro. Dicen que los peces tienen corta memoria, para mí los humanos le ganan.

 —Esto es simplemente lo que pasó ayer. Ayer —recalcó—. Esto pasa todos los días, hace miles de años y la gente cree que las cosas van a mejorar, pero no se dan cuenta de que están dando vueltas en círculos. No tienen la solución. Hay tanta desesperanza, es como ver un barco en el horizonte, le gritás, te estás ahogando, pero no sabés cuándo va a venir ¿No lo ves?

 —¿Ver qué?

 —¿Qué cosa puede haber peor que esto? ¿Llamas y monstruos con colas y tridentes? Si hay enfermedades que te hacen parecer un monstruo y esas personas mueren solos y alejados de la sociedad, en la Edad Media los llamaban diablos y los quemaban por no parecerse a un molde común. Hubo muchas personas que tal vez no tenían el color de pelo adecuado o no sé... tenían un ojo diferente o una protuberancia y por eso eran asesinados. Ahora todos creen que se alejaron de ese salvajismo y que la sociedad evolucionó, pero no es así. Dante me dio muchos ejemplos, demasiados... de cada clase.

 —¿Qué?

 —Para mostrarme que las cosas no están bien, no puede haber un lugar peor que este. Puedo darte miles de razones y ejemplos ¿Querés uno? La Organización Mundial de Salud y las Naciones Unidas estiman que 42 millones de personas padecían de VIH en el año 2002. En ese año tres millones de personas murieron por la enfermedad y hubo más de cinco millones de casos. La mayoría de ellos, 30 millones, se registraron en África, donde el ingreso diario de alguien es de siete dólares al día. Pero el tratamiento salía 2700 dólares al año (lo que excede los siete dólares diarios) ¿Crees que le regalaron los medicamentos? No, solo le hicieron una rebaja para que le costara tres o cuatro dólares diarios. Y no sirvió de nada. Porque si no morían de sida morían de hambre. Fallecieron, Gemma, murieron. Existía el tratamiento, tenían una cura y fallecieron por codicia, por inflar los repletos bolsillos de alguien. Fueron abandonados por todos ¡El mundo les dio vuelta la cara! ¡Y nadie hace nada por culpa de la idea del mérito! Si no tenés dinero no existís, no merecés cosas que sí merecen los que tienen, como salud.

 —Pero...

 —La gente es egoísta. ¿Quieres otro ejemplo? Un empresario llamado Scott Sullivan se integró en 1992 a WorldCom, hizo falsificación de cuentas bancarías, él ya tenía dinero y bonos, pero quería más. Él llevó a la quiebra la compañía y se despidieron más de 17000 personas. Cada uno tenía familia y se vieron perjudicados por el egoísmo de uno.

 »Y no solo es con las personas, el mundo en donde vivís también es masacrado. En las selvas de Sudamérica, África y Asia hay más de 30 millones de especies que constituyen cerca del 50 por ciento de todas las especies del planeta; solo la zona amazónica convierte cerca de medio billón de kilogramos de dióxido de carbono en oxigeno cada año. Esos lugares son la mayor expresión de vida. Pero aun así solo cubre el dos por ciento de la superficie terrestre, no son nada y los están reduciendo. Los humanos destruyen el equivalente a dos canchas de fútbol por segundo ¡Por segundo, Gemma! Ahí viven especies y son aplastadas...

 Me estaba aturdiendo con sus datos y sus números, porque eso eran para mí, números sin sentido.

 —P-pero...

 —Incluso cuando quieren disfrutar de cosas tan banales como la comida, causan caos. Todo es un dominó, cualquier cosa que tocás daña a otra persona.

 —Creo que exagerás.

 —¿Sabés cuánto cuesta hacer una hamburguesa? Se estima que más de dos mil litros de agua, dependiendo de donde planten los granos, los tomates o la lechuga, de cuánto beba el animal en vida y otros factores. Generalmente, es más, algunos hablan de miles o millones de litros, otros de menos. Solo tené en cuenta eso y que, desde su inauguración en 1940, McDonald's ha vendido más de 100 mil millones de hamburguesas en el mundo. En la actualidad, la compañía calcula que cada segundo se venden 75 hamburguesas en el mundo. Por segundo y solo de una compañía, tenés a competidores. Suma, en una sola empresa tenés 150000 litros desperdiciados por segundo.

 »Cerca de 1.000 niños mueren todos los días a causa de enfermedades diarreicas asociadas con agua potable contaminada, saneamiento deficiente o malas prácticas de higiene. En total, 748 millones de personas en todo el mundo siguen teniendo serios problemas para acceder al agua. La ONU dictó que anualmente, fallecen 1,8 millones de niños menores de cinco años por esta causa, uno cada 20 segundos. Y gastan una barbaridad en agua para hamburguesas destinadas a países primermundistas ¡Y lo más gracioso que Dante me mostró es que cuando no la terminan la tiran a la basura!

 Soltó una risa histérica, pero parecía a punto de llorar.

 —Podrías elegir comer otra cosa, pero no te importa porque todos viven en la ignorancia y los que saben no hacen nada para cambiarlo. Desperdician litros y litros de agua. Y creen que no hay consecuencias, pero existen. Existen solo que las pagan otras personas ¿Sabés cómo se originó el conflicto en Siria? Ellos están en guerra Gemma ¿querés saber por qué? Porque conflictos económicos y políticos coincidieron con la sequía más intensa jamás registrada en Siria, que duró de 2006 a 2011 y provocó un fracaso generalizado de las cosechas, un aumento en los precios de los alimentos y una migración masiva de familias de agricultores a centros urbanos. Gente de repente notó que estaba viviendo en medio de un desierto seco y se tuvo que ir para no morir. Esta migración tensó la infraestructura ya sobrecargada por la afluencia de unos 1,5 millones de refugiados de la guerra de Irak. La sequía se ha relacionado con el calentamiento global antropogénico. Claro que no sabés qué significa esa palabra porque a nadie le importa. A la gente le importa eso.

 Señaló despectivo la primera plana donde el deportista gritaba a todo pulmón su victoria.

 —Dante me mostró tantas cosas, que pasaron y pasarán. Me mostró torturas que tienen planeadas hacer, que sucederán o ya están sucediendo. Las poblaciones más pobres del mundo generan menos emisiones globales de CO2 que las ricas donde, por ejemplo, cada integrante de una familia tiene un auto. Sin embargo, ellos serán los más afectados por el cambio climático, se estima que perderán el derecho a la alimentación, el agua o la vivienda, serán devastados por tormentas o sequías, así lo dijo Philip Alston en una conferencia donde reunió datos de colegas. Obviamente que esas personas emigrarán, tratarán de ir a otro país, pero no se los permitirán, morirán en mitad del mar o en la frontera.

 Quedé en silencio.

 —Yo...

 —Y para que le creyera Dante me dio datos al azar, en años al azar. Y lo vi todo, lo vi todo. Cada segundo pasa otra atrocidad. Siempre fue así, con la Inquisición, las guerras. Siempre, siempre siempre, hay muertes y egoísmo y el ciclo se repite. Pero nadie lo nota. Muere gente. Toda una vida, millones de gustos, anécdotas, sentimientos, una persona completa asesinada por ser diferente o tener menos suerte. En la antigüedad los que no eran puros eran tratados como diablos por los verdaderos demonios: gente que mataba por tener algo mínimamente diferente.

 —No entiendo. Ya sé que el mundo es una mierda no me lo tenés que recordar. Pero eso no lo convierte en un infierno.

 No podía hablar, no sabía cómo defender un mundo que no amaba.

 —¿Qué califica a una cosa como infierno? ¿Las llamas? ¿La tortura? ¿Los diablos? ¡Hola! Todas las cosas que te estoy diciendo son mucho peor. No hay llamas, pero sí hay tortura, sufrimiento, muerte sin fin y gente que tal vez no se vea cómo diablos, pero sí actúan como tal. No lo entendés, Gemma, no hay cosa peor que esta. Estamos en el infierno.

 No dejaba de repetir la palabra muerte, me tenía cansada porque estaba buscando conmoverme y eso le sería imposible.

 —Dante —pronuncié su nombre con rigidez—. Escúchate por un segundo, aunque tengas razón y vivamos en un lugar que se parece al infierno, al que todos le tenemos miedo. No tiene sentido lo que decís, es fantasioso. Si estamos muertos entonces abrís la posibilidad a un montón de cosas de cuento como ángeles, purgatorios y no sé... divinidades.

 —Mira, ya sé que suena a disparate, pero es porque lo escuchás ahora y no estás preparada.

 Supe que se avecinaba otra extraña explicación.

 —Si alguien que no conociera este lugar, alguien que jamás lo haya visto ni oído de él entonces también le parecería una locura. Le parecería ficticio que una chica no pueda andar de noche porque va a ser violada por alguien que no puede contener sus impulsos, que prefiere satisfacer sus deseos y arruinarle la vida a esa chica para siempre. Esa persona no podría creer que haya alguien tan perverso y egoísta. O que... que mueren muchas personas y sus muertes sean tan ignoradas que una pelota atravesando un arco sea más importante; porque es una pasión. El fútbol es pasión de muchos por eso es más importante. Ellos amaban, amaban y eran amados y aun así cualquier cosa es más importante que sus vidas. Tal vez es porque no quieren enterarse de que hay personas muriendo porque es más fácil desviar la mirada que hacer algo, o porque nadie leería los diarios si nada más fueran homenajes a gente que ya se fue.

 Se encogió de hombros.

 —El humano es indiferente si no se siente involucrado, si no ve al otro como un posible él. Actúan por egoísmo, incluso cuando son buenos son... malos.

 —No todos actúan por egoísmo... no me parece irreal...

 —¿No te parece irreal? ¿no te parece fantasioso que creen bombas para asesinar poblaciones enteras y que presidentes sean aclamados por eso? ¿Qué pongan químicos para deformar chicos o no sé... como hicieron con Hiroshima la gente se quemó la piel...

 Negué con la cabeza.

 —Dante me contó la historia. Los pocos sobrevivientes de la bomba de Hiroshima estaban exhaustos y el cielo estaba tan nublado. Vagaban por las calles buscando a sus seres queridos, a sus hijos o padres. Lo sentí en mi propia piel, Gemma, estaban desesperados, sentí que buscaba a gritos a mis propios hijos.

 »No sabían dónde caminaban porque todo era ruinas. Entonces comenzó a llover. Ellos tragaron el agua. Estaban tan sedientos y acalorados. Era algo lindo, después de todo, ver la lluvia caer para ellos fue el mundo diciéndole que las cosas podían mejorar. Se estaban limpiado de sangre y cenizas. Pero no ella lluvia, era radiación. La radiación que trajo la bomba se condensó en las nubes y luego se vertió. Ellos la tragaron. Sus órganos se quemaron por dentro. Fueron quemados sin fuego, por químicos, desde dentro. Sufrieron más que los que fueron aplastados por un edificio. Y mientras ellos se encontraban sintiendo tanto dolor físico y emocional, experimentando la sensación de su carne desgarrándose... mientras todo eso sucedía, en Estados Unidos estaban aclamando a los hombres que arrojaron la bomba. Y los que lamentaban el hecho eran llamados hippies, idiotas y vagos. Personas que comparten un mismo planeta, que podrían ser amigos, taxistas norteamericanos que tal vez si se conociera podría ser amigo de un panadero japonés, se estaban matando. Y este sólo es un ejemplo que la gente toma como dato ¡Ignoran el dolor! ¡Lo ven lejos, muy lejos como si no fuera real! ¡El mundo entero está dormido, tienen que despertar!

 Continué en silencio. Mierda quería irme, pero una parte mía sabría que no me haría daño. Otra parte mía ya no sabía a dónde huir, las palabras de Dante eran duras, de repente estaba asqueada y cansada de vivir en el mundo que él describía.

 —Tu sabías esa historia. Todo el mundo conoce Hiroshima y otras ciudades que tuvieron la misma desgracia. Las conoces y aun así sigues adelante y haces nada para cambiar las cosas. Tanta muerte... es una locura. No puedo ni imaginarlo. Alguien que no conoce el dolor y se entera de eso me diría que le estoy contando una historia horrenda, pero es la verdad. Será la verdad me crea o no. No va a cambiar. Estamos en el infierno, me creas o no.

 Sus ojos estaban brillosos.

 —Todas las personas que sufrieron y continúan sufriendo. No tiene sentido. Sus muertes no tienen sentido. El orden de ese estúpido diario muestra el orden de este mundo ¡Siento que soy el único cuerdo en este mundo de locos! Sabés todo lo que sucede, todos lo saben. Sos consiente de la locura que hay en el mundo cuando te detenés a verla ¿Y tenés la descares de decirme que yo hablo incoherencias?

 —Aun así —insistí y me volteé para verlo—. Hay personas buenas en este lugar. Tenés no sé curas... em, organizaciones...

 —Ellos son los peores ¿No ves lo que traen? La política y la religión son ellos, son los Purificadores, ellos te traen la segunda tortura más dolorosa, la desesperanza. Desde siempre existe la religión y la política, ya sea monarquía o democracia, te hacen pensar que las cosas pueden estar mejor, que deben alcanzar el orden, pero tuvieron más de dos mil años y nunca pudieron hacer las cosas mejor. Las guerras son productos de ellas, el dolor, las diferencias, la desigualdad, el racismo, es lo único que crean y te retuercen la mente para hacerte pensar que se esfuerzan por mejorar el mundo. Para que las sigas y formes parte de ellas. De vez en cuando hacen cosas buenas, ayudan un poquito, dan una caricia para ablandar la mejilla que golpearán. Todo lo que haga bien en este mundo está siendo manejado por los guardianes del infierno. Por demonios. No esperes un infierno en donde tienen un látigo ni en donde te sumergen en un lago de lava. No. No los subestimes. Ellos saben que el dolor emocional duele más que le físico.

 Abrí la boca, pero no pude decir nada.

 —Te dan desesperanza; te hacen esperar, esperar y esperar para luego caigas en la realidad de que nada jamás va a cambiar. Te obligan a dudar de tus sueños. De todo.

 —Hay cosas lindas en este mundo, flores coloridas, animales. Vos lo dijiste, hay selvas hermosas  que...

 —Que perecen, Gemma, no me estás escuchando, no tardaremos en aniquilarlos. El planeta muere, lo único hermoso que había se está desintegrando y no lo detenemos ni lo detendrán. Dante me mostró imágenes, animales que perdían sus miembros en plena vida porque el cazador quería la piel fresca o el cuerno o lo que sea que le robara. Por favor, estás diciendo que la naturaleza es lo único puro de este mundo cuando estoy seguro que consumís todo lo que la hace trizas. Cada cosa la hace trizas, el papel de una envoltura de caramelo, una corbata, un anillo tonto y pequeñito, todo ¿Por qué asesinas lo único hermoso que tiene el mundo?

 —Hay personas inocentes...

 —¿Quién?

 —¡No todo son demonios! ¡No todo son esos datos horribles que me decís!

 —¡No son datos! ¡Gemma, son personas que viven ahora! ¡Dejá de verlo como un número sin forma o una historia de cuento de terror! ¡Está pasando!

 —¡Hay gente inocente!

 Estábamos gritando a todo pulmón.

 La mayor parte de los datos utilizados en este capítulo fueron extraídos del libro de Michael Parkin titulado Economía, el cual explica la oferta y la demanda de la economía neoclasica.