Capítulo 41

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Hola!!! antes que nada, antes del capitulo quería presentar un trabajo muy lindo, de un gran lector de 8 demonios... ¡Ya esta el primer capitulo de la novela en audio! si quieres escucharlo no dudes en pasarte por el vídeo y en suscribirte así puedes escuchar luego el segundo, aquí esta el link:


https://www.youtube.com/watch?v=xOOXkVxYI-c


Gracias!!!


Capítulo 41



"El Lugar Secreto"



— ¿No tienen ninguna duda? —Preguntó John un poco sorprendido.

Yo tenía muchas dudas.

Por un momento no quería entregarle las hojas que había firmado hace unos segundos atrás. Pero no porque no quería un disco, sino porque tenía miedo.

Miedo de lo que pueda llegar a pasar, mañana.

Siento que no estoy preparado para cumplir mi sueño... y todo paso muy rápido.

Larry en el bar, dándome su tarjeta, después de tener un momento realmente difícil, descubrir quién era en verdad me había dado su contacto, luego conocer un edificio demasiado irreal para donde acostumbro a vivir...

Ahora tener que estar sentado aquí con personas de mucho poder, me hace marearme y querer vomitar.

Y mas no teniendo el apoyo de mi verdadera familia, solo tener que estar lidiando con mi mente de que "todo va a salir bien". No era así como me planteé todo desde un principio... quería un final mejor, pero no estamos en los finales de las películas de Disney, estamos en un final de la realidad.

—Espero que Yannick salga de aquí feliz con todo esto, solo quiero decir eso...

Sentí la voz de Rosa.

Larry la miró fijamente y creí que le diría algo pero prefirió callarse, lo cual resulto un comportamiento muy maduro...

— ¿Y cuándo empieza a grabar? —Preguntó David algo incómodo mientras miraba una vez los papeles largos que tenía en las manos.

—Lo más antes posible...

John dijo mientras recogía los contratos que acabábamos de leer y se lo entregaba a Tifanny que se encargaría de guardarlos.

Sentí una punzada en la boca del estómago, cuando razoné que ya no había vuelta atrás... mi vida si o si daría un giro de ciento ochenta grados y yo tendría que estar listo para aprender a superarlo.

—Ya tenemos las canciones seleccionadas —Aclaró Larry —Tendría que hablar con equipo uno, para ver si tienen un lugar en esta semana para ir organizando quien será el próximo a grabar...

Mi vista se me estaba nublando y no podía imaginarme a mí en un estudio... pero luego recordaba las palabras que Larry me dijo en el café el primer día que hablamos sin interrupciones, y cara a cara.

Me dijo algo parecido a que en Estados Unidos puede pasarlo todo.

Mi abuela estaba mirando y examinando a los sujetos que tenía delante... no sabía si estaba enojada conmigo, o que le ocurría porque realmente estaba extraña.

De seguro estaba tan confundida como lo estuve yo el primer día, y en semanas hasta que caí a la realidad.

— ¿Cómo te sientes, Yannick?

Sentí vibrar mi celular nuevamente, pero lo ignoré.

—No sé cómo explicarlo...

Larry largó una carcajada y yo lo miré sarcásticamente cuando reaccionó de esa manera... sabía que le daba risa que fuera tan sensible.

Tiffany se levantó de su asiento y con "un permiso" salió del lugar a llevarse los contratos a un lugar que no conocía.

Aproveché para tomar mi celular y ver el mensaje que había escrito Cheryl:

"Necesitamos vernos... Tengo que mostrarte un par de secretos... ¿Esta noche te paso a buscar?"

Siempre siendo tan misteriosa... "Un par de secretos".

No dudé en escribirle y ser tan directo:

"Claro. Nos vemos esta noche... ¿A qué hora?"

Larry me tomó del brazo automáticamente cuando dejé de escribir el mensaje, para llevarme a hablar a solas, lejos de todas esas personas que estaban en el cuarto.

Vi por última vez a mi abuela haciéndole algunas preguntas a John, que se hallaba en su asiento muy relajado.

Cuando estábamos afuera del cuarto donde acabábamos de firmar todos los contratos, Larry se ha acomodado para preguntarme algo.

—Gracias por traerme las canciones que te pedí... ¿Te ha llevado trabajo?

—No he dormido por noches para seleccionar algo...

Sonrió inmediatamente cuando oyó lo que le dije.

—Así me gusta que hagan el trabajo...

No dije nada porque no sabía que decir.

—Por cierto tus letras son algo...

—Deprimentes ¿No?

Hizo una mueca y negó con la cabeza.

— ¿Por qué piensas algo de esa forma?

—Porque una chica una vez que toqué en el bar me dijo eso...

Se rio un poco y yo también, por lo que había contado, pero no estaba mintiendo.

Recuerdo bien ese día, que luego que toqué doce canciones y bajé del escenario, ella se acercó y me dijo: "¿Por qué escribes tan deprimente?"

Ese mismo día, cuando llegué a mi casa, empecé a borrar de algunas canciones algunas palabras que me parecían tristes, pero luego al día siguiente lo pensé bien y las cambie de nuevo como estaban antes.

Si a ella, no le gustaban estaba perfecto, pero era lo que salía de lo más dentro de mi ser y para mí lo que importa es lo que te sale de corazón, así que no iba a hacerle caso.

—Bueno pero esa chica debía escuchar otro tipo de letras... —Suspiró mientras se rascaba suavemente la cabeza— Las que son siempre lo mismo, tu sabes, las de amor, y esas cosas...

Asentí con la nariz arrugada porque a mí no me gustaban esas canciones.

—Yo creo que tú escribes realmente diferentes a todos los demás...

— ¿De verdad?

—Eres diferente, porque tienes una visión incomparable del mundo.

Me estoy creyendo lo que me dice Larry, porque él ya está en el tema, él sabe de esto, ya que es productor musical.

A mí me van otro tipo de letras, además de las de amor adolescente, también me parece que existen otros tipos de letras de las cuales puedas abordarlas como:

Problemáticas sociales.

Depresión.

O simplemente alguna opinión de algo que me interesa o me preocupa.

—Tienes que pensar algún nombre artístico... nosotros te ayudaremos.

Interrumpió mis pensamientos con algo totalmente diferente de lo que veníamos hablando.

— ¿Nombre artístico?

—Sí, quedarías mejor con uno de esos, no con Yannick Walker...

—Pero ese es mi nombre...

Me dio un golpe en el hombro amistoso.

—Es hora de cambiar ese nombre...

Sonreí y como sentí mi celular de nuevo miré la pantalla y decía:

"A las 22:00 HS, estoy en la maldita ventana de tu hermosa casa..."

Mi abuela me llevaba del hombro rápidamente fuera del edificio. Creo que estaba enojada conmigo y yo no estaba de humor para aguantarla... sinceramente ahora ya no importa si le dice a mi familia porque los contratos ya están firmados y eso es lo único que me importa.

Salimos del enorme edificio y el viento golpeó mi rostro, lo cual hizo que mi mechón me tape nuevamente la visión del ojo izquierdo.

—Vas a tener que decirles a tus padres de esto...

—No...

— Yannick, ya basta de mentiras...

Tenía la voz baja y con la mirada me suplicaba que haga caso. No entendía porque estaba tan preocupada.

—Ellos no me van a dejar venir aquí a grabar mis canciones...

—Yo hablaré con ellos para que te dejen, pero es necesario que lo sepan...

—Abuela, tú no lo entiendes.

Se cruzó de brazos y me miró atentamente.

— ¿Qué no entiendo, Yannick?

—Si fuera tan fácil de convencerlos yo no estaría ahora ocultándome de ellos...ya les hubiera dicho y seriamos una familia normal...

Mi abuela miró al suelo con un rostro melancólico. Sé que le costaba asumir que su hija estaba haciendo cosas que ella nunca las hubiera hecho, pero de verdad, mis padres estaban en contra de que pierda mi tiempo en la música... No iba a ser fácil explicarles todo esto.

Pero Rosa tiene razón... algún día tendrían que enterarse, porque cuando vean que estoy tanto tiempo fuera de casa, les tendría que decir lo que en verdad hacia...

Larry me dijo que tenía que estar días enteros en el estudio, depende de la canción.

—Está bien, espero que esto sea real... Yannick te llega a pasar algo yo no me perdonaría jamás por no haberte protegido.

Mi abuela me abrazó y yo le devolví la muestra de cariño. Me daba mucha pena, verla tan preocupada de esa manera, pero mi madre ya había dejado en claro que quería que me concentré en estudiar...

Y mi padrastro también...

Nunca iban a comprender mi sueño en profundidad porque nunca me comprenderían a mí, porque si lo hubieran hecho no estaría como estoy. Mal de la cabeza.

Aunque quizás hubieran hecho las cosas a la perfección, no creo que mi cabeza hubiera podido ser normal.

—Yo solucionaré todo...

Abracé más fuerte a mi abuela, que estaba realmente alterada y asustada de que pueda sucederme algo malo...

Miré una vez más el enorme edificio... y susurré:

"Gracias".

Estaba hojeando el cuaderno de canciones que tenía escrito, cuando siento unas piedritas en mi ventana.

Quizás era una buena broma de unos pequeños niños, así que seguí mirando las canciones que tenía.

Les había dicho a mis padres que ya me iba a dormir y que no me molesten más, así que no tendría ningún inconveniente.

Cuando siento ahora un ¡PUM! en mi ventana, me sobresaltó y abro los ojos como platos. Habían tirado un piedrazo bastante grande así que lo primero que se me ocurrió es que fueran esos idiotas de Jazmín y su banda. De seguro, otra vez venían a molestarme... esta vez no pensaba callarme y pensaba ir a avisarle a mi madre, si era necesario.

Cuando me acerqué lo más secretamente vi lo que menos me esperaba.

A Cheryl...

Y la verdad que estaba vestida muy bien... y llevaba una mochila misteriosa.

Abrí la ventana y le grité.

— ¡Vas a romper mi ventana!

Ella hizo una mueca y me pidió perdón... Se me había pasado de largo la hora en que habíamos quedado para vernos.

El tema con The Sun me tiene un poco alterado y desconcentrado de la realidad que acostumbró a vivir.

— ¿Vas a bajar? —Me preguntó mirando el reloj de su mano.

—Sí, pero hubieras hecho otra cosa para que te escuchará...

—Bueno... no se me ocurrió.

Negué con la cabeza, me alejé de la ventana, busqué un abrigo negro que tenía, y como no tenía ganas de darles explicaciones a mis padres hoy bajaría por el árbol.

Pero algún día voy a tener que decirle a mis padres sobre Cheryl... no podría estar ocultándolo todo el tiempo, porque no era algo bueno.

Tenía que empezar por decirles un montón de cosas: Lo de The Sun, lo de mi novia, en parte mi abuela tenía razón.

Ya no tenía que mentir más. Pero mentir es una adicción que tengo, lo cual es muy mala.

Tomé mi celular, no perdí más tiempo y bajé del árbol con cuidado.

Cheryl estaba con un gorro de pompón rojo, un sobre todo negro que le llegaba hasta las rodillas, unas botas negras y su pelo verde peinado y suelto.

—Me vas a mostrar tu secretito...

Le dije mientras sacaba una sonrisa, ella se acercó a mí y me abrazo.

— ¿Cuándo me vas a presentar a tu familia?

Justo lo que estaba pensando en un momento se lo transferí a Cheryl en su cabeza. Era increíble, como podía pasar esto. Mi corazón palpitó fuerte y yo me detuve a mirarla, separándola del abrazo...

—Cuando quieras...

—Okey, pero aun no estoy preparada...

— ¿Entonces para que me preguntas?

—No lo sé...

Levanté una ceja y ella me tomó de la cintura.

—Solo quería saber que no te avergüenzas de mí...

¿Cómo podía pensar una cosa de esa manera? Nunca me avergonzaría de ella, pasará lo que pasará. Cheryl fue la única persona, que me prestó atención, que estuvo conmigo en momentos difíciles, que me vio realmente como una diferente persona, no como la que era...

—Eso nunca pasará...

—Gracias.

Le toqué la mejilla y ella no dudo en apoyar su mano en la mía... noté que tenía unos guantes blancos.

En Houston estaba viniendo los días lindos, no sé porque estaba tan abrigada esta noche... porque estaba fresca, pero no fría. De todas formas la noche hoy estaba bonita...

—Voy a mostrarte mi secreto...

—Está bien.

— ¿Estas ansioso?

—Claro.

Me tomó de la mano y comenzamos a caminar. A Cheryl todos los días se le ocurrían cosas diferentes para hacer y me gustaba que fuera de ese modo... ella era diferente a las demás, era una chica segura, rebelde, y valiente.

Era una gran mujer.

La ciudad estaba tranquila hoy... supongo porque es día de semana y las personas están cansadas porque vienen de trabajar, y los adolescentes tienen que dormir temprano porque tienen que ir a la escuela al día siguiente o salir con amigos o quizás me equivocó, en lugar de salir con sus amigos están frente a un ordenador todo el tiempo. Pueden ser tantas cosas, pueden ser tantas verdades y tantas mentiras, incluso la vida pueden durar tan solo un segundo o un rato. Todo acaba cuando menos te lo esperas.

Cheryl mascaba un chicle, mientras miraba las calles...

— ¿Qué has hecho hoy?

"Ir a The Sun mi sello discográfico y pasar un mal momento con mi abuela Rosa. "

No, no iba a decirle eso.

¿Y cuándo pensaba hacerlo? Mi novia era una de las personas más importantes de mi vida, si no lograba decirle que era lo que me ocurrió en la vida y decirle que su apuesta realmente funcionó, estaba perdido.

—Nada...como siempre.

—Yo he visto una película buena...

— ¿De qué trataba? —Pregunté porque no sabía que preguntar.

—De una chica, que estaba sola en el mundo... sus padres no le prestaban atención, solo decían ella está bien, déjenla sola y realmente ella estaba triste por eso, entonces empezó a desaprobar las materias de la escuela...

"Sola en el mundo", no sé si lo decía por ella o realmente la película llegaba a mostrar eso. Recuerdo cuando yo pensaba de ese modo todo el tiempo... y a veces lo sigo pensando, en mis noches de ansiedad y angustia, cuando siento que mis demonios salen y aprietan mi estómago para que me duela y las náuseas impregnen mi cuerpo y lo enfermen...

—Entonces tiene problemas con unas trabajadoras sociales de la escuela, y se arma un conflicto terrible al que no puede solucionarlo, con sus padres, ya sabes...

— ¿Y qué pasa con ella?

Apretó mi mano con fuerza, lo cual me hizo mirarla rápidamente.

—Se suicida.

Mi corazón dio un golpe, mi garganta se secó por completo. Es una película con una trama genial, pero muy triste porque es realista... y todo lo realista es de esa forma, triste, melancólico. No son historias con finales felices, porque la vida no es como Disney.

—Prométeme que tú no la harás nunca...— Me dijo con preocupación.

Ella sabía que sufría una depresión bastante difícil de salir... pero nunca creí que pensaría que me suicidaría.

He tenido varias veces ganas de hacerlo, pero era lo bastante cobarde como para hacerlo... tenía miedo que después de la muerte haya vida, y que todo lo que viví en estos pocos años de vida, lo vuelva a vivir todos los días.

Qué horror.

No quiero que vuelva a repetirse... y ese es el miedo que te meten las diferentes creencias.

Pensar en suicido es fácil.

Pero hacerlo es difícil.

— ¿Por qué me dices esto?

La miré con confusión. Ella observo el suelo sin mirarme a los ojos.

—Sé que estas depresivo...

—Tendría que yo preocuparme por ti...

—Yo ya estoy bien, Yannick... ¿No me ves? Volví a ser la chica de antes —Sonrió mostrando esa sonrisa de siempre —El problema eres tu...

Dicen que las mujeres tienen mucha intuición... ahora empiezo a creerlo.

—Yo estoy bien.

Gracias a The Sun... mis esperanzas volvieron.

No contestó nada haciéndome sentir que desconfiaba plenamente de mí.

—No quiero que la noche se arruine...

—No se va a arruinar hasta que me prometas que no te vas a suicidar como esa chica de la película...

—Está bien.

Ella dejó de caminar inmediatamente, tomó mis dos manos y me miró a los ojos con una sonrisa y sus ojos oscuros cristalizados.

—Te lo prometo...

—Bien.

— ¿Se terminó?

Ella sonrió y asintió a toda prisa.

Para finalizar me dio un beso en la mejilla, y seguimos caminando.

Unos minutos después, empecé a deducir que a donde tenía planeado llevarme Cheryl no era un lugar muy cercano a lo que acostumbraba a caminar.

Pasamos por un barrio que no tenía la menor idea de que existía, donde las personas tenían todas las luces encendidas en su casa y algunas se asomaban a la ventana para mirar.

Ahora estamos por otro barrio, que lo veo por la ventana del colectivo y todavía no me dijo nada de la sorpresa.

— ¿A dónde vamos?

— ¡Sorpresa!

—Pero, no es justo...

—Qué curioso que eres, aguántate...

El rostro de Cheryl esta noche estaba alegre. Ella estaba enérgica como siempre, se había maquillado, pero sus ojos seguían brillosos.

No sabía cómo decirle lo de The Sun, pero esta noche voy a decírselo. Espié la mochila que tenía colgada y me llamó la atención.

— ¿Qué llevas dentro de la mochila?

—Ya verás.

— ¿Es en serio?

—Todo es sorpresa, Yannick.

—Odio las sorpresas...

—Vas a tener que empezar a querer las sorpresas...

Suspiré y es cierto, no veo nada de malo odiar las sorpresas, lo que sucede es que soy muy ansioso, pero debería tratar de controlarme... aunque no puedo, si pudiera hacerlo, podría dejar de hacer muchas cosas que las hago y no puedo dejar de hacerlas.

De seguro me llevaría a su lugar secreto, para poder decirme algo importante que ella quería decirme y yo estaría preparado para escucharlo...

Pero también tenía que decirle algo a ella... lo que iba a pasar con mi futuro.

Caminábamos más y más rápido hasta llegar a un lugar enorme y completamente abandonado. Era un edificio que antiguamente había sido un hospital, pero hace años que fue cerrado. Lo que no entiendo es porque estamos parados en frente de aquí.

— ¿Qué hacemos aquí?

—Bueno, este es mi lugar secreto... —Contestó ella con una sonrisa de orgullo.

— ¿Un edificio abandonado?

—Claro.

— ¿Y qué haces aquí? —Observé hacia todos lados.

Pensaba que no se podía entrar que estaba cerrado o algo por estilo, lo que suele pasar con casi todos los lugares abandonados.

—Pienso.

Sabía que lo utilizaba para pensar, para desahogarse, para hacer muchas cosas que en su casa no puede hacer.

— ¿Y no está cerrado?

—Eso es muy claro, Yannick.

— ¿Claro?

—Si está cerrado.

Estábamos de pie, en frente de ese enorme abandonado edificio, y ya no estábamos de la mano. Ella estaba con sus manos a los costados, con su mochila detrás, y yo estaba con las manos en los bolsillos porque era una costumbre que tenía.

La noche estaba muy linda, pero el edificio muy oscuro para entrar. La puerta principal estaba cerrada con candado, y todas las demás también.

Había ventanas rotas, pero tenían cartón para que nadie pueda entrar.

— ¿Y cómo haces para pasar tiempo aquí?

—Bueno tengo un lugar por donde entrar que se le olvidaron de tapar...

La miré y ella me devolvió la mirada con una sonrisa y luego se rio.

Luego me hizo una seña para que la siguiera y la obedecí, mientras miraba hacia atrás a ese barrio extraño donde habíamos pasado.

El hospital estaba al final del barrio en una esquina donde empezaba otra calle. El edificio era muy alto, de seguro tenía varios pisos.

No sé cómo Cheryl podía entrar aquí sola a las noches... Era demasiado valiente, a mí me daría miedo de que me sucediera algo...

— ¿Vienes aquí a menudo sola?

—Si...

— ¿Sola?

—Claro...

—Que valiente...

—Lo sé...

Dimos la vuelta, hasta que se metió por una reja que estaba rota... La seguí, y corrió una madera donde había un hoyo bastante grande como para una persona pueda meterse ahí...

Se veía el edificio por dentro cuando te asomabas al agujero.

Ella entro rápidamente y yo con cuidado, y con un poco de miedo. Se me hace que aquí adentro hay otras personas... por ser un lugar abandonado y tan grande, puede entrar cualquier y hacer de todo.

Cheryl de su mochila saco dos linternas.

—Aquí esta oscuro...

— Si, demasiado —Dije mientras tosía un poco de polvo.

No podía creer que el lugar secreto fuera esto. No era porque estaba desilusionado, pero me esperaba otra cosa, no me imaginaba nada de esto y que en su mochila haya cosas de exploradora.

El pobre hospital estaba en muy malas condiciones, había piedras, tierra, suciedad, basura arrojada por el suelo...

Pero un silencio invadió mis dos oídos cuando entramos... un silencio bastante notable.

—Debes pensar que estoy rematadamente loca, pero de verdad me siento cómoda aquí, cuando estoy triste...

—Bueno, está bien, sabes que siempre te comprendo.

Ella me sonrió, me tomó del brazo y comenzamos a caminar.

— ¿No me traerás aquí para hacer un pacto satánico conmigo, no? —Lo dije bromeando y ella se rio.

Aunque tuviéramos linternas y estuviera acompañado me daba un poco de miedo caminar por aquí, lo cual hacia que miré a cada segundo detrás mío.

—No hay nada...

Cheryl me decía para tranquilizarme. Sabía que no iba a pasar algo para anormal, que mi novia me trajo aquí para enseñarme el lugar donde venía cuando estaba triste...

Me sentía como la primera persona que sabía de esto.

— ¿Soy el único que sabe de esto, no?

—Eres el primero y único que sabrá de mi lugar secreto.

Le apreté la mano y ella me hizo escalar unas escaleras para subir al siguiente piso. Parecía que tenía prisa, porque caminaba a una velocidad bastante rápida, lo cual se me hacía medio complicarla seguirla...

Me sentía importante porque era el único que sabía de esto, estas simples cosas te hacen enterarte de que una persona te quiere... y esa persona es Cheryl.

No más secretos. En cuanto paremos de caminar tan rápido le contaré lo que ocurrió en mi vida, le contaér lo que paso realmente con The Sun... será la segunda persona en saberlo.

—Rápido, esta noche tenemos que hacer muchas cosas...

—De acuerdo.

Parecía que había organizado todo... Parecía un día especial.

Subimos un par de escaleras más... y no sé cuánto tiempo me tendría dando vueltas en esos pasillos oscuros y abandonados del hospital, porque sentía que me dolían las piernas.

— ¿Dónde estamos?

—Nos estamos dirigiendo al piso más alto de este maldito edificio...

Dijo entusiasmada y lo único que hice fue seguirla y dejarla que haga lo suyo, que nada malo nos iba a ocurrir.

Ahora tenía que olvidarme de todo lo que estaba detrás de mí, de toda la historia que tenía detrás, de todas las preocupaciones que estaba teniendo en estas últimas semanas, porque debía vivir el momento.

Cuando llegamos, estaba respirando bastante acelerado, lo cual Cheryl lo notó y me preguntó si estaba bien. Habíamos subido como cinco escaleras, pero no era nada para mí.

Llegamos a una puerta y me di cuenta que los pasillos de este hospital abandonado estaban bastante fríos, lo cual la temperatura de afuera no era la misma... tanto encierro... tanto abandono, lo hacía ser frio.

—A esta habitación que vamos a entrar ahora, vengo casi todas las noches...

La miró y la puerta estaba cerrada. Su aspecto era común, no había nada raro.

—Incluso me ayuda a sentirme bien cuando me siento realmente mal...

Abrió la puerta y desde aquí se veía que en la habitación había una enorme ventana, pero era una inmensa ventana...

Y la verdad que de seguro tenía una increíble vista, que era lo que importaba, además estábamos en el último piso.

Entró lentamente hasta esa habitación y era común, era amplia tenía un buen espacio para caminar pero lo que más se destacaba era esa ventana...

Esa ventana que tenía una vista asombrosa... y te daba ganas de quedártela mirando hasta que amanezca y aparezca el sol. 

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