Tyrone

Camino por los pasillos de la escuela, a paso fuerte, irradiando ira. Estaban juntitos, abrazaditos, ahí en el suelo.

Voy a matar a alguien, necesito asesinar a alguien. Tengo que descargar la furia que llevo dentro. Que no se me cruce nadie, porque va a ser el primero que muera.

—¡Gay cavernícola!

Ah sí, Linzy. Buena elección para cortar una garganta.

Frunzo el ceño ya completamente irritado.

—¿Qué quieres retrógrada?

Se ríe.

—Sólo cumplo mi trabajo y ver si te portas bien —expresa animada aplaudiendo —. Por cierto, quería felicitarte, me encanto lo que hiciste —menea las caderas —Lía y Gregor terminaron, que mal amigo eres —se ríe —¡La mejor parte de esto, es que no se acuerda de nada y comenzaré de nuevo! —grita contenta.

—Hablas demasiado y hoy no tengo paciencia —. Aunque en realidad nunca la tengo.

—¡Ay que malo! —vuelve a reír, su voz chillona me hará estallar.

—¡¿Qué mierda quieres?! —le grito y frunce el ceño.

—Cuidado de como me tratas o ya sabes lo que pasará —amenaza pero luego vuelve a sonreír —. Pero volviendo al tema —levanta un dedo —ya que eres altamente manipulable, y que aunque me caes mal me trae beneficios tu presencia, vengo a abusar de mi poder —nuevamente hace esa risilla molesta.

Me titila el ojo, la mataré. Presiono mis dientes y la miro con mucho odio, demasiado.

—¿Quieres cavar tu propia tumba?

—No te tengo miedo Tyrone —se mantiene sonriente —¡Yo tengo el poder!

Entre que la odio, no estoy de buen humor y encima sus palabras son ofensivas, definitivamente estalle.

La empujo contra la pared y la agarro con fuerza del cuello, mientras se retuerce de dolor.

—¡Sueltame...! —intenta gritar sintiendo la presión de mi mano —¡Poco hombre! ¡¿Piensas golpear a una mujer?!

¿Qué argumento es ese cuando estoy completamente enfadado?

Sonrío con malicia.

—No discrimino, ¡No hay diferencia para mí! Voy a golpearte hasta la muerte.

—Le diré... le diré a tu padre...

—¿Cómo si fuera a creerte, lesbiana retrógrada? —Frunzo el ceño.

Ahora a Linzy le regresa la sonrisa.

—A mí no, pero a Addy sí. Ya que ella es hetero, y la escucha. Tal como la última vez, recibirás tu castigo como mereces —toma confianza cuando mi mano se afloja —ya que estamos te diré la verdad —se acerca a mi oído cuando retrocedo —yo me hice pasar por ella para que papi te azotará ¡Huy! Disfruté mucho de esa mentira —se ríe.

—¿Fuiste tú? —exclamo sorprendido.

—Pues sí y tú pensando que hiciste algo erróneo, pobre de ti —se burla —atrapado entre la espada y la pared, por suerte para mí, la espada es filosa.

Presiono mi puño pero cuando voy a golpearla soy detenido.

—¡Tyrone! —escucho a Adelaine acercarse por el pasillo, para acto seguido ponerse en medio —déjala, Linzy no está pensando correctamente, olvida sus provocaciones, no tienen sentido.

—Ni crear que con tus palabritas de chica lista, salvarás a tu hermana esta vez —la apunto con el dedo —no puedes controlarla, devuelvela de donde salió.

—Piensa con la cabeza Tyrone, te harás descubrir sólo, no te conviene, mantén el bajo perfil.

Me detengo ante su consejo e intento frenar mi enojo.

—Ya lo sé, no tienes que repetirmelo.

—¡Dejen de llevarse bien, me están irritado! —grita Linzy y Adelaine se gira a pegarle un cachetazo —¡Ay! ¡¿Por qué haces eso?! —se queja.

La agarra del brazo.

—Deja de traerme problemas.

La hace caminar y las sigo con la vista, viendo como se retiran ambas rápidamente.

—Observar el circo es divertido —oigo detrás de mí y termino visualizando a Dan —aunque como sabemos, no sólo me gusta ser un espectador ¿tú que crees amigo?

Sonrío.

—Pienso que tienes algo en mente y quieres contármelo.