Lía

Mi celular suena. En realidad el de Noah, pero... ¡¿A quién le importa en esta situación?!

Forcejeo mientras intento apartarme de Tyrone y aunque no logro soltarme, llego hasta mi bolsillo y agarro el móvil.

—¿Hola?

—¡Ay, qué bueno que me atiendes! —grita Noah del otro lado de la línea —¿Estás bien? Estoy... Preocup... —corta la palabra y hace silencio.

—¿Preocupado? —completo lo que quiso decir —no hay problema, estoy bien... Aunque no creo que regrese temprano —intento empujar al dormido de Tyrone qué se me aferra al cuerpo —aparta...

—¿Eh?

—Nada, un gato molesto qué no me deja en paz —bufo —basta de preocuparte, tengo todo controlado...

—¿Seguro...?

—¿Por qué me tratas en masculino? Olvídalo, no importa, está todo perfecto... —miro el número en el celular y lo vuelvo a mi oreja —¿Desde dónde me llamas?

—De ningún lado —me cuelga.

—¿Pero qué le pasa...? —guardo el teléfono —¡Ah! —chillo cuando Tyrone sube su pierna sobre mí —¡Maldita sea, deja de dormir y aplastarme! —intento golpearlo —¡Y vístete correctamente! —exclamo ya qué sólo tiene un pantalón puesto —imbécil...

Lo mataré...