Bruno

Me duele el culito, me sobo el trasero cuando me acomodo el pantalón, pero no resulta mucho, cualquier posición de la tela ni sirve.

Toco el timbre de la casa de Emma y rato después me abre. Su rostro lleno de alegría no está ¡¿No está?!

¡Es el fin del mundo!

—¿Qué pasó? —digo entrando lentamente y cierra la puerta.

—Siento el desorden, estaba buscando unas cosas —se disculpa y mueve unas cajas a un costado.

—¿Qué cosas? —levanto una ceja.

—Ah nada importante, sólo era para distraerme —fuerza una sonrisa —¿Qué estuviste haciendo?

—Teniendo sexo salvaje —muevo las cejas.

—¡Muy bien, hay que hacer ejercicio! —me da dos palmaditas en la cabeza.

—¿No me crees? —hago puchero.

—¿Quién dice qué no? —exclama confundido.

—Ah no sé, pensé que te burlabas —expreso de manera inocente y pongo un dedo en mi boca —¡Recuperé el tenedor! —cambio de tema y levanto el cubierto agitandolo.

Sonríe.

—Que bien.

—Tus sonrisas falsas me estresan —bufo —¿Qué pasó? ¿Te peleaste con la bruja? Te dije que no podías confiar en ella —frunzo el ceño —y encima se queda hablando con Tyrone —exclamo celoso.

Bueno, yo me fui, no debería quejarme.

Me golpea en la cabeza.

—Y yo te dije que llamarás a las personas por su nombre.

—¡¿Acaso eres mi mamá?! —me quejo sobandome la cabeza —y me cambiaste el tema, malo —hago puchero —¿Qué pasó con Adelaine? —expreso en tono más aniñado.

—Se acabo, eso pasó —bufa y se tira sobre el sillón —. Esa es mi mala suerte, damas y caballeros —se cubre la cara con una revista.

—¿Y te dijo por qué? —camino hasta él.

—Algo de su hermana, que no le entendí un coco.

—¿Te culpa por lo de Linzy? Que zorra —exclamo enfadado y me tira la revista en la cara.

Corro detrás del sillón y me escondo.

—Yo... ¡Yo soy bueno y me porto bien, deja de pegarme! —me cubro la cara —¡Haré que Tyrone te golpeé!

Se forma un silencio, como si no hubiera nadie. Despacio, dejo de estar escondido. Se encuentra sentado y se refriega los ojos.

—¿Estás llorando? —digo en un tono bajo y me pongo el dedo en la boca —. Creo que me excedí, ¿no? —camino hasta él rodeándo el sillón —¿Emma?

Levanta la vista y sonríe haciéndose el fuerte. Antes de que pueda decir algo, me llega un mensaje de Noah.

"Enciende la televisión, ¡Es urgente!"

Pone emojis de asusto y frunzo el ceño. Que raro.

—¿Sucede algo? —pregunta el pelirrojo.

—El control —solo digo y agarro el aparato buscando el canal el cual me envió mi amigo.

"La familia Bleiker celebrará la boda de su hijo este fin de semana, han estado con todos los preparativos para el adelanto de la boda. Los dueños de la reconocida empresa han sellado esté pacto con la familia Trinity hace años, y a pesar de todas las dificultades que aquejan a la joven prometida, parece el romance no se rompe. Pronto regresaremos con más noticias, sigan en este canal ¡Yey!"

Me titila un ojo. Otra vez, de nuevo Tyrone. ¿Por qué no me dijo nada? ¿Va a dejarme? ¿Me uso? ¿Qué es esto? Presiono mis dientes, quiero llorar.

—Todo tiene sentido —expresa Emma y dejo de perderme en mis pensamientos para mirarlo.

—¡Lo mataré si hace eso! —lágrimas brotan de mis ojos —¡Juro que lo mato y esta vez no voy a fallar! —tiro el control al suelo y me agacho a llorar.

—No te preocupes, sólo hay que... ¡Interrumpir esa boda! —veo como se para animado, ha vuelto en sí, su alegría a regresado como si nada —¡Todo tiene sentido, todo Bruno! —levanta los puños —¡Adelaine no me odia y tú...! —me señala y entonces yo hago el mismo gesto pero confundido —¡Tú tienes que tener esa conversación con Tyrone que aún no has tenido! La falta de comunicación es lo que arruina a las parejas —sonríe ampliamente —. Todo tiene sentido, Bruno —me levanta del suelo —¡Todo! —me abraza y me agarra la mano —¡Vamonos ya! —me hace correr.

—¡Ay espera! —exclamo alarmado y confundido —¡¿A dónde?!

—¡¡A comprar los esmoquin!!