67. Lo que se merece

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Lía

Tengo sueño, pero el dolor de mis muñecas me mantienen despierta ¿Ya será de día? No he podido detener a Tyrone de irse. A estas alturas ya debió haberse encontrado con Noah.

La puerta del garaje se abre y me sobresalto al visualizar a Dan. Frunzo el ceño.

—¿Y tú qué haces aquí?

Sonríe.

—Obviamente tengo permitida la entrada, el que no puede es tu amado y querido Gregor.

Ruedo los ojos.

—¿Por qué todo el mundo dice eso? —pataleo —¡¡No es mi novio!! —miro la parte baja de mi vestido y me quedo quieta para que no se vea mi ropa interior —estúpido, Tyrone.

—¿De qué te quejas? —me mira de arriba abajo —te ves muy bien, tanto que ni se nota que eres una bruta...

Una punzada pasa por mi pecho y me paralizo.

—Eres un imbécil... —digo angustiada.

No entiendo por qué mi corazón no entiende razones. Este idiota no fue quién escribió la nota, pero aún así mis sentimientos no se han ido. Esto debería ser más fácil.

¿Será qué soy masoquista o quizás soy de ese tipo de muchachas que le van los chicos malos?

No, la verdad no me veo de esas... Sólo he sido estúpida y caí en la trampa de un mujeriego demente, que le gusta ver sufrir a las personas.

—Yo intentando arruinar al inútil de Gregor y al final Tyrone me gana de mano —Dan ríe y camina a través de la cochera —de algún modo salió perfecto, ya que su mejor amigo se quedó con la chica —hace una pausa y entonces se corrige —bueno... Con "las chicas" —ladea la cabeza —que ideas retorcidas tienen ustedes ¿No?

—Ustedes son los de las ideas retorcidas, yo solo intentaba proteger a mi hermano... —respiro con agitación cuando se acerca —alejate o te patearé —amenazo.

—Se te verá la bombacha si haces eso —sonríe —pero no te preocupes, no haré nada. No estoy tan loco como para desafiar a Tyrone, ni tampoco tengo gustos tan feos.

Presiono mis dientes, me agarro fuerte de la soga, hago fuerza y le pego una patada, mientras unas lágrimas se me terminan de escapar. Él cae al suelo y acabo de perder mi dignidad por dejar qué se me vea la ropa interior, pero al menos le di lo que se merece.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro