Lía

Genial, he salido pero Noah sigue dentro. Nótese mi sarcasmo.

Me giro a mirar a Gregor que estaba esperando fuera cuando gracias a Heinz salí de la casa y luego de mirar mal al castaño, lo apunto con el dedo.

—¡Cobarde, mandas a otros a hacer tu trabajo, te odio! —él pone un cigarro en su boca, así que lo recrimino —¡No fumes!

Sonríe de lado.

—Te ves muy linda en vestido.

Me sonrojo y levanto los puños.

—¡Te mataré!

—¿No te alegras de verme?

Bajo los brazos.

—No... —luego entrecierro los ojos mirándolo molesta —cobarde... —levanto el dedo otra vez —¡Cobarde hasta con las cartas, has algo para redimirte!

—Ya lo hice... Estás aquí ¿No? —enciende el cigarro.

—¡¿Y Noah qué?!

—Noah nunca ha sido mi problema —se gira para irse.

—¡Pues si no haces nada, lo haré yo! —me doy vuelta para correr pero me agarra del brazo —¡Hey, imbécil, sueltame! —forcejeo.

—¿No puedes contra mí y piensas que puedes contra Tyrone? Se aprovechará para atraparte de nuevo.

—¡Puedo contra lo que sea! —lo pateo y salgo corriendo —¡Y no me vuelvas a tocar! —le grito mientras me cuelo por una ventana —¡Noah! —golpeo la puerta con mi pie cuando entro a la habitación.

Tyrone levanta la vista.

—Se te ve la bombacha —muerde una papita y mastica.

Me titila el ojo, quedo tildada viendo a ambos sentados en el suelo y me dispongo a gritar.

—¡¡Comen papas y no me invitan!! —me quejo.

Noah sonrojado baja la cabeza.

—Es la única excusa que se me ocurrió...

No entiendo que quiso decir, pero esto es inaudito ¿Cómo pueden no invitarme a comer papas? ¡Es mi comida favorita!

Que indignación...