Noah

Miro a mi hermana que se está cambiando, se pone el uniforme escolar masculino y yo me mantengo tildado, sentado en el suelo.

—Aún no puedo creer que Tyrone nos haya dejado ir...

—No podía retenernos por más tiempo, su familia se hubiera enterado —explica Lía y se acomoda la ropa.

—Si ya sabe la verdad... —exclamo tímido —¿Por qué te pones mis pantalones?

Me tira la peluca en la cara.

—Seguirás yendo al curso A ¡Tonto! —me grita.

—¡¿Eh?! ¡¿Por qué?! —grito también y luego hago puchero —¿Tengo que seguir vistiendome de chica...?

—Ni creas que te dejaré en la boca del lobo, sólo porque él sabe el secreto, además... —hace una pausa para pensárselo —estoy segura que se enojaría si no seguiríamos así, y ahí sí tendríamos un problema.

—¿A qué te refieres?

—Dah es obvio, le gustas vestido de chica, está más tranquilo por esa estúpida razón.

Me agarro de la cabeza.

—¡Es cierto, quiere violarme...! —yo también hago una pausa y la miro, luego la señalo —pero a ti también...

—¿Eh? —levanta una ceja.

—Sin dudarlo, dijo que quería tener sexo contigo.

Se sonroja y se cubre el cuerpo con sus brazos.

—¡No bromees con esas cosas! —chilla teniendo como un escalofrío.

Bajo la cabeza confundido.

—Yo no bromeo...

Terminamos nuestra conversación, me cambio yo también y comenzamos este nuevo día de escuela.

Llegó a la institución y camino por los pasillos del colegio hasta que me detengo, al visualizarlo en la puerta del aula. Me sonrojo y suspiro.

—Heinz...

Está sonriente hablando con Zana, entonces de un momento otro, pase de mi melancolía a una sensación de irritación.

¿Qué? ¿Por qué le sonríe? Que frustrante, muy alegres ellos dos y yo aquí sufriendo.