Heinz

Me refriego los ojos y bostezo. Apoyo mi cabeza en mi mano al mismo tiempo que mi codo en el pupitre. Intento prestar atención a la profesora, pero tengo mucho sueño. Maratón de películas a la noche no es una buena opción para cuando al otro día hay clases ¿en qué piensa Bruno? Él se duerme y yo sigo viendo, no debí haberlo escuchado.

"Cuéntame el final después"

¿Cuantos finales quería que le cuente? Eran demasiadas películas ¿tengo tanta memoria?

Vuelvo a bostezar y siento que se me cae la cabeza. Creo que nadie está mirando, sólo una siestecita.

Siento que entro en un sueño profundo...

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Entro a casa y visualizo a mi hermano en el suelo llorando. Corro hasta él preocupado, pensando que lo pudieron haber golpeado otra vez y me agacho hasta su altura.

—¿Qué pasó Bruno? ¿te han lastimado? —exclamo nervioso.

—Tyrone... —aunque se cubre la cara puedo notar las lágrimas que caen de su rostro —Tyrone me dejó...

Me sorprendo.

—¿Qué? ¿Por qué? Ustedes...

—Me dijo que no me ama, que sólo fue un error... Que soy una abominación para la sociedad... —se refriega los ojos —que soy un asco... Que le doy asco... ¿Por qué? ¡¿Por qué?! —me mira y llora con más intensidad —¿Por qué me odia...? ¿yo qué le he hecho Heinz? ¿por qué me trata así? —se abraza a sí mismo —yo... Yo sólo... Sino me quería... ¿por qué... No sólo sé fue y ya... —cierra los ojos con fuerza —¿Por qué tanto desprecio...?

Frunzo el ceño y me levanto del suelo furioso.

—¡Me va escuchar ese infeliz! ¡¡¿Qué clase de mala persona es esa?!! ¡No lo toleraré más ni a él, ni a su familia!

—¡No espera, Heinz! —Bruno me sigue intentando detenerme.

Cruzo la puerta y el sueño, que en realidad era un recuerdo, cambia.

Me he vuelto loco... ¿Cómo permití que esto pasará?

—Quiero que le digas a Tyrone que estoy muerto, quiero que le digas a todo el mundo que estoy muerto ¿entendiste? —susurra Bruno en mi oído y me aparto de él.

Su sonrisa macabra está impregnada en su rostro desde que intento suicidarse...

—No puedes... —bajo la vista —eso no está bien...

—Debes decirle a Tyrone sobre todo, debes llorar mi muerte, debe parecer real —se cubre con las sábanas —si no lloras no te creerá... Usa emociones que te molesten y verás como alguna gota caerá... —se ríe mientras está debajo de las mantas —quiero ver su rostro sufriendo...

—No lo haré, eso es macabro...

—Si no lo haces me suicidaré, no tendría sentido seguir viviendo —su mano sale por debajo de las sábanas y agarra el enchufe del velador —¿Sería una muerte rápida si me electrocuto...? —acerca su rostro al conector —debería usar agua, seguro es más doloroso y certero —ríe.

Puedo oír su risa macabra en todo el cuarto.

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—¡No, Bruno, no! —grito despertándome y me avergüenzo cuando la profesora está mirándome, bajo la cabeza —lo siento...

Giro mi vista para distraerme de lo apenado que me siento y visualizo que Noah aún no ha llegado a clases... ¿Dónde estará? ¿habrá venido a la escuela hoy?