La noche es perfecta para quienes tienen planeado reunirse, ¿no es así?

Siempre, desde que eran pequeños, los hermanos Kim trataban de reunirse entre todos para poder llevar a cabo sus planes, podían ser de travesuras pequeñas, podían ser planes para hacer que sus padres los llevasen al parque de diversiones, o que inclusive los llevaran a comer pastel a una cafetería, o que los llevasen a comer comida rápida, pero siempre, siempre, sus planes eran elaborados en la noche, cuando todos duermen, ellos permanecen despiertos, y elaboran a base de ideas propuestas por todos, lo que harán para obtener el objetivo, pero ahora, esta reunión se podía considerar la reunión más triste de todas.

La noche era apacible, y todos se habían ido a refugiar a la habitación de Namjoon, para hablar, el silencio dentro de la habitación era pesado, ninguno planeaba decir o hacer algún movimiento brusco que diera a conocer que estaban despiertos todavía, escucharon claramente cuando sus padres se fueron a su respectiva habitación, y por supuesto, escucharon claramente como Yoongi se dirigía a su propia habitación, sus pasos cortos y decididos, se fueron alejando poco a poco de ellos, y cuando la puerta fue abierta y cerrada con cuidado, fue la señal perfecta para que todos ellos pudieran dejar de guardar silencio en ese preciso momento, nadie los interrumpiría.

—Bueno —el primero en hablar fue Namjoon, quien soltó un pequeño resoplido en sus palabras, junto sus manos y miro a sus hermanos—, ¿han pensado en algo?

—Yo pienso que esta vez Yoongi nos mandará a la mierda —menciono Jungkook de inmediato.

—¡Cuantos ánimos nos das! —dijo Taehyung mientras rodaba los ojos, cruzo sus brazos sobre su pecho—. Aunque... tienes razón —apretó sus labios levemente—, él nos mandará a volar.

—No es esa clase de omega —dijo Jimin.

—¿Qué no lo es? —Hoseok soltó un resoplido—. Acabamos de echarlo a perder, Jimin, más bien, tú y Taehyung lo echaron a perder, sino hubieran ido a la tonta cita de Jungkook...

—¿Te tengo que recordar quien fue él que decidió que era una buena idea darle una nalgada casi justo cuando llegó? —menciono Taehyung.

—¡Por amor a la luna, ya basta! —dijo Seokjin, soltó un bufido, esto era demasiado—. Ya es suficiente, esto es serio, no debemos de seguir tomando esto como un juego que se repite de discusiones, todos cometimos errores, y lo sabemos, ahora, debemos remediarlos y dejar de discutir por eso.

—Eso es lo más inteligente que has dicho en todo este tiempo, hermano —Seokjin frunció el ceño al escuchar las palabras de Jungkook—, pero ¿qué se supone que haremos? Estoy seguro de que Yoongi no va a querer vernos ni en pintura.

—Sí —dijo Taehyung—, lo dejo muy claro hace unas horas —relamió sus labios levemente.

El recuerdo de aquellas palabras había regresado a ellos, y el silencio se hizo presente.

"... ¿crees qué me gustaría salir con alfas como ustedes? Por supuesto que no, ustedes ni siquiera piensan en las consecuencias, cualquier omega, incluyéndome a mí, jamás querría salir con alguno de los desastrosos hermanos Kim."

Namjoon miro a cada uno de sus hermanos, observando las miradas agachadas, y esa tristeza tan palpable que los rodeaba a cada uno de ellos, sí, las palabras de Yoongi habían sido totalmente hirientes, en ellas podían ver la verdad, una verdad que más de uno de ellos reconocía en su totalidad, todos sabían que no eran los alfas perfectos, cada uno tenía sus propios defectos, y esperaban que alguien los aceptase con sus defectos, Namjoon era consciente de que todos habían cometido múltiples errores con Yoongi, errores que los llevaron a tener aquella discusión, y por fin habían terminado en un total desastre.

Min Yoongi, había sido la única persona que se había acercado demasiado a ellos, no muchos soportaban estar cerca de ellos, y mucho menos darles consejos para que buscasen a su omega ideal, Namjoon sonrió ante su pensamiento, era verdad, habían cometido muchos errores, habían logrado que el omega dijera lo que realmente sentía hacia ellos, pero era normal, todos pensaban eso cuando estaban cerca de ellos, solamente que ahora, escucharlo del omega que les gusta, había sido más doloroso de lo que pensaron, pero, esto tenía remedio.

—Chicos, escuchen —los presentes miraron hacia el dueño de la habitación—, no tienen porque estar desanimados, no creo que Yoongi nos odie o algo por el estilo.

—¿Acaso no escuchaste sus palabras? —pregunto Jimin.

—Sí —dijo Namjoon en respuesta—, lo hice, al igual que todos, pero, nosotros mismos sabemos que esas palabras son las mismas que siempre escuchamos cada que nos conocen.

—Eso no es muy alentador de tu parte —dijo Seokjin.

Namjoon rodo los ojos.

—De todas formas, Yoongi no va a querer que le hablemos en mucho tiempo, seguramente querrá estar solo y que jamás le volvamos a dirigir la palabra —menciono Taehyung—, después de todo lo echamos todo a perder.

—Sí —dijo Hoseok—, pero antes de eso, creo que deberíamos pedirle una disculpa, una de parte de todos nosotros.

—Sí —hablo Namjoon—, de eso quería hablarles, cometimos errores, inclusive con otras personas, pero a pesar de las disculpas que damos, creo que esta será la más sincera que daremos de todas esas disculpas —miro a sus hermanos—, escuchen, es hora de hacerle saber a Yoongi que lo sentimos, que en verdad nos estamos disculpando con él por todo lo que lo hicimos pasar, porque sabemos perfectamente que nos equivocamos.

Todo era absolutamente cierto, se habían equivocado, se habían equivocado al avergonzar al omega, en ir a verlo a su trabajo, en darle tontos coqueteos, en creer que podían utilizarlo como conejillo de indias para sus planes, se habían equivocado en todo, habían descubierto que el omega no tiene un aparente interés en ellos, que quizás lo máximo que los vea será como unos simples amigos, pero eso no sería nada malo, porque sería como el primer amigo sincero que tienen a su lado, y perderlo sería como perder lo más valioso de su vida, y no querían perderlo, no cuando Yoongi les hizo compañía y no los alejo como los demás, no cuando el omega los logró comprender más de lo que ellos mismos pensaron, el omega es sumamente dulce por dentro, estricto en algunos aspectos, tímido cuando es necesario, un amable consejero en asuntos importantes, y un gran escucha, en pocas palabras, Min Yoongi es el omega perfecto.

Y no debían dejar ir de sus vidas a un omega como él.

—En ese caso —hablo esta vez Jungkook—, ¿qué piensas que debemos hacer?

Namjoon sonrió.

—Creo que llegó la hora de sacar nuestros mejores dotes para la escritura chicos —soltó un suspiro—, Yoongi no querrá vernos, en eso Taehyung tiene razón, por lo que pienso que lo mejor será escribirle una carta.

—No es mala idea —menciono Hoseok mientras se encogía de hombros—, pero hay que escribir una cada uno de nosotros, dando sus propias disculpas.

—Sí —dijo Seokjin—, que cada uno de nosotros lo haga y la entregue.

—Pero ¿cómo las entregaremos si él no va a querer ni siquiera vernos a la cara? —pregunto Jimin.

—A veces eres de pensamientos muy lentos, pequeño hermano —menciono Taehyung.

—Pero yo soy mayor que tú —reclamo Jimin.

—No discutan —hablo de inmediato Namjoon—, escuchen, cuando terminen la carta, van a la habitación de Yoongi, tenemos toda la noche, así que tómense el tiempo que necesiten, dejaran la carta por debajo de la puerta, así estará dentro de la habitación de Yoongi y cuando despierte, las encontrará.

Era un gran plan, serían sinceros con sus palabras, y esperaban que el omega los perdonase, el plan era perfecto.

—¡Un minuto! —hablo Jungkook llamando la atención de sus hermanos.

—¿Ahora que es lo que quieres, mocoso? —pregunto Hoseok.

Pero Jungkook de inmediato dirigió su mirada hacia Taehyung.

—¿Amarraste a Yeontan? —Taehyung dio un asentimiento—. Eso espero, porque ese perro tuyo no dudaría en comerse u orinar las cartas en cuanto las vea.

—Mi Yeontan no sería capaz de... —fue interrumpido de inmediato por los demás.

—Claro que es capaz —dijo Seokjin—, una vez mordisqueo unos papeles importantes que papá tenía que llevar a la oficina.

—Eso fue un... —Taehyung volvió a ser interrumpido, pero por Jimin.

—También orino la maqueta que había hecho para la exposición de ciencias en la escuela, ¡casi me reprueban por eso! —Jimin en verdad quería matar a esa bola de pelos.

—También fue un acci... —volvió a ser interrumpido, esta vez por Jungkook.

—Yo agradezco que haya destruido mi examen final de matemáticas —sonrió satisfecho—, lo reprobé, pero nuestros padres jamás se enteraron.

—¿Reprobaste matemáticas? —Jungkook coloco su dedo índice sobre sus labios mientras miraba a Hoseok.

—Tú no escuchaste nada —menciono el menor de los hermanos Kim.

—¿Podríamos dejar esto para otra ocasión? —pregunto Namjoon—. Tenemos cosas más importantes que hacer, en lugar de hablar sobre los desastres que ha hecho Yeontan, deberíamos estar escribiendo.

Sí, definitivamente los hermanos Kim, jamás cambiarían.