56: Una historia de amor

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En cada familia, siempre habrá alguien a quien nada se le escapa, ni por más oculto que se encuentre, y en el caso de la familia Kim, la señora Kim, era ese alguien a quien no le podías ocultar nada porque rápidamente averiguaba todo, aunque ahora ciertamente parecía difícil.

Desde que los señores Kim habían regresado, la paz y el silencio en casa parecían únicos y por supuesto totalmente increíbles, tan increíbles que hasta ellos mismo pensaron que se habían equivocado de casa, pero no, esa era su casa, cuando ingresaron a casa, fueron recibidos por sus hijos, quienes estaban emocionados por verlos allí de nuevo, Yoongi también no dudo en ir con ellos, para darles la bienvenida, pero a pesar de las sonrisas y lo que parecía ser un ambiente mucho más calmado y lleno de alegría, la señora Kim noto algo, y es que sus hijos parecían no querer acercarse a Yoongi.

Desde un principio, ella había notado que siempre sus hijos les gustaba hablar con el omega, se acercaban inclusive a él sin ninguna clase de nerviosismo, y por supuesto Yoongi aceptaba su cercanía, no le molestaba en lo absoluto, pero ahora, ella podía notar que había cierta tensión entre ellos, algo había pasado, la señora Kim lo sabía perfectamente, pero también sabía que sus hijos no serían capaces de decirle, porque sí, sus hijos podían ocultar muy bien algunas cosas, aun cuando a ella no se le escapaba nada.

Por eso, sus opciones se limitaban a una sola persona que por supuesto, sabía exactamente lo que ha pasado, así que necesitaba hablar con Min Yoongi, por eso, cuando la cena dio a su fin, y su esposo se había querido ir a dormir al igual que todos sus hijos alfas que parecían querer escapar de una vez por todas de la planta baja para esconderse en sus habitaciones, decidió que lo mejor era hablar con Yoongi.

Se encontraba en la cocina, los platos de la cena eran demasiados, pero ella ya estaba acostumbrada a lavar un montón de trastes, así que no era un problema, pero tenía la certeza de que Yoongi querría brindarle ayuda, y por supuesto cuando vio al omega caminar con timidez hacia la cocina, supo que ella estaba en lo correcto, esta era una gran oportunidad.

—Señora Kim —hablo Yoongi llamando la atención de la mujer omega que se encargaba de arremangar las mangas de su suéter para poder comenzar a lavar los platos.

—Hola, Yoongi —dijo la mujer con ánimos mientras le sonreía—, ¿pasa algo?

—¿Puedo ayudarle? —ella le regalo una sonrisa.

—Usualmente no acepto mucha ayuda, pero —dio un asentimiento—, adelante, puedes hacerlo —Yoongi no tardo en dar un asentimiento mientras se acercaba—, puedes tomar cualquier trapo seco que encuentres, y ayudarme a secarlos.

—Perfecto —dijo Yoongi mientras tomaba uno de los trapos que se encontraban colgados cerca del lavabo, la mujer sonrió al mirar al chico acatar las ordenes, y ella abrió la llave del grifo para comenzar a lavar—, ¿qué tal estuvo su viaje?

—Fue agradable —menciono ella—, aunque hubo unos pequeños problemas con un par de cosas —soltó un resoplido—, pero nada que fuera inconveniente —se encogió de hombros—, y ¿qué tal les fue aquí en casa?

¿Cómo decirle a la señora Kim que prácticamente había tenido una pequeña discusión con sus hijos y que también había pasado una horrible cita con uno de ellos? Quizás lo mejor era mantener la boca cerrada, Yoongi consideraba que atormentar más a esa mujer con algo que hicieron sus hijos, no sería para nada bueno.

—¿Yoongi? —la mujer le hablo, haciendo que el mencionado la mirase, sintió sus mejillas arder en vergüenza, ¿cuánto tiempo había guardado silencio? Trago saliva con pesadez—. ¿Paso algo?

—N-no —Yoongi carraspeo la garganta—, nada relevante, señora Kim.

Ella dejo de presionar la esponja contra uno de los platos, ella sabía que le estaba mintiendo, pero ¿por qué mentirle? ¿Tan malo era lo que había pasado? Ella soltó un pequeño suspiro.

—Puedes decirme lo que quieras, Yoongi —animo ella—, ¿sabes? —miro al omega—. No tienes que mentirme para ocultar las travesuras de mis cachorros, los he estado observando hace un par de horas, y sé que algo no está bien —volvió a comenzar a tallar de nueva cuenta uno de los platos—, puedes decirme lo que sea.

¿Lo que sea?

Yoongi no sabía si sería una buena idea hacerlo. Apretó sus labios formando una línea recta y aparto la mirada mientras escuchaba como el agua caía sobre los platos sucios, y como la señora Kim restregaba con calma cada uno de ellos, limpiándolos con parsimonia y dejándolos caer en el agua para que estos se enjuagarán un poco del jabón y los restos de comida que estaban embarrados en cada uno de ellos.

—Bueno —hablo de nuevo Yoongi, llamando la atención de ella—, si en verdad puedo hablar de esto con usted, entonces —ella dejo de tallar y miro a Yoongi—, si paso algo.

Yoongi miro a la mujer a los ojos, y ella a él. Fue así como Yoongi le dijo todo lo que había pasado en su ausencia, desde el celo de Jungkook, la confesión de Taehyung, los pequeños problemas de discusiones que habían surgido entre ellos, hasta por supuesto la parte final, en donde se había dado aquella cita desastrosa, del regalo que Jimin había llevado a la cita y que decía que era de parte de Jungkook, le hablo sobre la molestia que sintió al percatarse de que los alfas no eran ni siquiera lo suficientemente serios como para dejar de actuar de forma infantil, le hablo también de la pequeña discusión que tuvieron cuando el omega regreso a la casa, y por supuesto, Yoongi no se reprimió en lo absoluto cuando le dijo las palabras que había soltado después de esa discusión, la señora Kim escuchaba atenta todo lo que el omega le decía, y cuando Yoongi se quedo en silencio y con la mirada levemente apagada por tener que haber hablado acerca de todo lo que había pasado, hizo que la pausa silenciosa entre ellos, se hiciera eterna para el omega.

EL omega se maldecía internamente, sabía que había sido una mala idea haber dicho todo aquello, quizás debió mantener la boca cerrada desde un principio, pero aquella mujer sabía perfectamente que algo había pasado durante su ausencia, y por eso había insistido tanto en hablar con él sobre lo que paso, y Yoongi por supuesto sabía que necesitaba hablar sobre todo lo que paso en casa, no podía simplemente quedarse callado como si nada hubiera pasado, pero ahora se estaba arrepintiendo de haber soltado la lengua para hablar.

La mujer no tardo en soltar un suspiro al terminar de escuchar las palabras del omega, Yoongi se sentía avergonzado por haberle dicho todo eso a la señora Kim, y sabía que seguramente ella estaría inclusive más furiosa con sus propios hijos por haber actuado de esa manera, y por supuesto ella también estaría molesta con él por haber dicho aquellas palabras, esperaba cualquier cosa, un ceño fruncido, unas palabras que fueran duras tanto para él como para los alfas, pero en cambio, se sorprendió al escucharla soltar una suave risa.

Yoongi elevo una ceja al escucharla reír, mientras que ella se dedicaba a soltar una pequeña risa, pero Yoongi no lo comprendía, ¿por qué le causaba tanta gracia lo que había pasado? La mujer soltó un suave suspiro antes de soltar otra pequeña risa en el suspiro y luego mirar de nuevo al omega.

—No puedo creer que ellos hayan hecho lo mismo que su padre —Yoongi abrió los ojos en grande al escuchar sus palabras.

—¿Qué? —soltó en voz baja y ella le dedico una sonrisa—. ¿El s-seños Kim hizo lo m-mismo?

Ella le regalo un asentimiento antes de soltar un largo suspiro.

—Que tiempos de juventud —dijo mientras no dejaba de sonreír con nostalgia—, verás, Yoongi, cuando yo tenía unos diecinueve o dieciocho años, él se intereso en mí, me lleva dos años de diferencia así que —se encogió de hombros—, mis padres estaban en un plan de no aceptarlo, aunque mi hermano me apoyaba más —volvió a seguir con su labor de lavar los platos sucios—, pero sabes, mis padres no solamente no aceptaban a mi esposo por la edad, sino que todos sabían en el vecindario que el hijo de los Kim era un desastre andante —ella volvió a soltar una risa.

—No me lo esperaba —menciono Yoongi y ella le dedico una sonrisa—, pero, si todos sabían como era, ¿por qué usted lo acepto?

Ella soltó un suspiro.

—Verás, ocurrieron muchas cosas antes de que yo lo aceptará, él no era mi único pretendiente, había otro chico, era un beta muy educado y que siempre le gustaba la discreción además de los momentos a solas y también le encantaba estar siempre a la orden de los modales —sonrió—, mi esposo lo odiaba, y mis padre lo amaban, cuando él venía a visitarme mis padres siempre le decían que estaba disponible para él, mientras que cuando se trataba de mi esposo, le decían que se tenía que ir, o terminarían por lanzarle a los perros guardianes a que lo mordieran —volvió a soltar una risa.

Yoongi sonrió levemente.

—Él le importaba poco eso, hacía muchas locuras para que le hiciera caso, una vez lanzo una piedra hacia la ventana de mi habitación, la rompió, y fue perseguido por loe perros guardianes quienes le mordieron —soltó otra risa—, pensé que se rendiría, pero no fue así, ¿sabes? En una cita en un restaurante de etiqueta a la que fui con el beta, él entro, llevo un regalo similar al que te llevo mi cachorro, diciendo que era parte del beta, cuando lo abrí, se trataba de lencería de color rojo, todas las miradas estaban sobre nosotros, me enoje —dijo mientras daba un asentimiento—, y le dije que no quería volver a verlo por el resto de mi vida.

Yoongi pudo notar el pequeño toque de tristeza en la voz de la señora Kim, vio como ella relamía sus labios levemente antes de soltar un suspiro, dejándose llevar por aquel recuerdo.

—¿En verdad le dijo eso? —pregunto Yoongi.

—Sí —sonrió levemente—, le dije muchas cosas esa vez, le dije lo mucho que detestaba que siempre estuviera siguiéndome a donde fuera, le dije que odiaba cuando me avergonzaba frente a todos con sus estúpidas bromas, y termine por gritarle que lo odiaba y que ni un omega sería capaz de salir con él por cómo es... así como lo hiciste tú.

El omega bajo la mirada al escuchar eso, pero ella le regalo una sonrisa.

—Pero —Yoongi volvió a mirarla—, cuando lo hice, él en verdad se apartó, cuando yo creía que él vendría a verme, solamente se iba, cuando pensaba que los perros ladraban porque él estaba cerca, solamente se trataba del cartero, pronto me percate, de que estaba sola, de que el beta que quería estar conmigo, en realidad se trataba de una persona aburrida, una que sabía me mantendría encerrada en casa por siempre —soltó un suspiro—, paso un año antes de que volviera a encontrarme con mi esposo, lo encontré trabajando en un restaurante como mesero —sonrió de nuevo—, cuando me vio, termino tirando la bandeja con todos los platos con comida al suelo —soltó una risa—, aquel día me quedé en el restaurante, mirando como limpiaba y como el gerente lo regañaba, casi lo despiden, lo espere hasta que su turno termino, me pidió disculpas por lo que paso, pero eso no me importaba, me disculpe con él por haberle gritado de aquella forma, y sin querer eso había sido suficiente para que ambos nos sintiéramos que estábamos con la persona correcta.

Ella cerro el grifo, miro hacia Yoongi.

—Mira, Yoongi —él la miro—, quizás algunas personas puedan ser un desastre, comprendo tu enojo, porque yo también me sentí así cuando me paso eso, es difícil perdonar, pero a veces es necesario, yo lo hice porque me percate de que mi vida era tan simple y él la hacía un poco más alegre, mis hijos son un desastre, lo sé, discúlpalos por sus acciones, a veces la necesidad de atención nos lleva a hacer cosas sin pensarlas demasiado.

—Lo sé —dijo Yoongi para después soltar un suspiro—, pero no estoy seguro de sí sea lo correcto, además —bajo la mirada—, también dije cosas que no quería decir en realidad —la señora Kim sonrió levemente.

—Vamos, Yoongi —el omega la miro—, todos somos humanos, cometemos errores, pero no hay alguno que no se pueda arreglar bien, y más cuando se trata de errores pequeños como los de ellos, como los de mi esposo, ¿sabes algo?

—¿Qué, señora Kim?

—Algo me dice, que esos seis están planeando disculparse contigo.

El instinto de una madre, nunca falla, pero Yoongi pensaba que las palabras de la señora Kim, solamente eran para animarlo, no consideraba que los hermanos Kim traten de reconciliarse con él en realidad.

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