Regresar a la casa de los Kim, para Yoongi podía considerarse como cometer un acto de estupidez, ni siquiera sabe como es que su madre había dado la aprobación para saber que su hijo estaba totalmente seguro dentro de aquella casa, no la culpa, a pesar de ser un chico independiente, el omega tenía su pequeña fobia, así que no podía simplemente quedarse solo en casa, mucho menos por lo que paso hace algunos años, pero bueno, ahora Yoongi se encontraba pensando en lo que había hecho mal para que le tocase vivir por unos días en esa casa, todo parecía que iba a marchar de lo más normal el día de hoy, pero no, paso todo lo contrario a normal.

Después de terminar con su desayuno, y de dejar de sentir las patéticas miradas de las demás personas del restaurante sobre él, decidió que lo mejor era volver, su cita con Kim Jungkook había sido arruinada, y definitivamente Yoongi no querrá tener una nueva cita con alguno de ellos, no si esto vuelve a suceder, los alfas son unos completos desconsiderados con sus propios sentimientos, así que lo mejor era hablar con ellos respecto a lo que paso, el omega no tardo en llegar a la casa, y cuando se paro justo en la acera, antes de atravesar la cerca que rodeaba la casa, miro a su alrededor.

La casa se veía normal, algunos juguetes de Yeontan estaban en el jardín, además de otros que eran de esos alfas desastrosos, Yoongi inhalo aire profundamente antes de soltarlo en un largo suspiro, entrar a esa casa era como pasar un campo de minas, pero al menos estaba lo suficientemente tranquilo como para no explotar en ira allá adentro, pero de todas formas, no era como si quisiera perdonar a esos alfas por la vergüenza que lo habían hecho pasar en ese restaurante.

No señor, ¡lo escucharían hablar! Esto era el colmo de su paciencia, el omega no se consideraba tan paciente, pero esta vez, habían sobrepasado los límites, esos alfas debían de ser reformados de una u otra forma, y si era Yoongi quien tenía que hacer ese trabajo, lo haría sin dudarlo.

Camino en dirección a la casa, abriendo la puerta pequeña de la cerca e ingresando por fin por el camino que lo conducía directamente hacia la puerta de la casa, pasando de largo el jardín, sin prestar atención a su alrededor más que a la puerta, no tardo en llegar a la entrada, y en cuanto lo hizo, no dudo en abrir la puerta, el silencio dentro de la casa parecía tormentoso, y definitivamente esto hacía que Yoongi sintiera que bajar la guardia no era una buena opción en esos momentos, así que lo mejor fue seguir su camino, dejo que la puerta se cerrará detrás de él, y siguió por el pasillo, y en cuanto llego a las primeras entradas, tanto de la estancia como del comedor, no dudo en asomarse en una y en otra, frunció el ceño.

¿En dónde estaban esos revoltosos alfas?

Dejo de mirar a ambos lados para pasar su vista al frente, las escaleras le daban la bienvenida, soltó un resoplido, no dudo en comenzar su camino hacia ellas y comenzar a subir peldaño por peldaño, y en cuanto más subía, más se sentía levemente atemorizado, pues cualquier cosa podía pasar, y más con esos alfas viviendo en esa casa, pero esperaba que por lo menos nada malo le sucediera, cuando termino de subir las escaleras, allí lo vio, las habitaciones de esos revoltosos chicos, todas estaban con las puertas abiertas.

—¿Hola? —hablo Yoongi en voz alta, esto era tan extraño para él, pero cuando menos lo espero, en cada una de las habitaciones fue asomándose uno de los alfas, cada uno en su respectiva habitación, todos mirando hacia Yoongi.

El omega parpadeo un par de veces al verlos, ¿por qué se encondían? No era como si Yoongi los fuera a matar por lo que paso en el restaurante, estaba molesto, sí, pero no era tanta su molestia como para darles algún golpe.

—¿Qué se supone que hacen? —pregunto el omega mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho, tanto Jimin como Taehyung escondieron más su rostro como si pudieran evitar de ese modo que el omega los vea, Yoongi soltó un suspiro y miro en dirección a Jimin—. Jimin.

El alfa al escuchar su nombre no evito esconderse por completo.

—No fue su culpa —la voz de Taehyung lo hizo mirarlo—, él no sabía lo que había en esa bolsa.

—Habla en serio, Yoongi —dijo esta vez Hoseok—, Taehyung es el maldito que hizo esto.

—Así que fuiste tú —dijo Yoongi, el alfa mencionado decidió dejar de esconderse, con la cabeza agachada, mirando hacia el suelo, se encamino fuera de la habitación, dejándose ver por completo, Yoongi permanecía con su mirada puesta sobre Taehyung—, se puede saber, ¿en qué pensabas cuando hiciste eso?

Yoongi comenzó a caminar hacia Taehyung.

—No puedo creer que hayas hecho algo como eso, Kim Taehyung —siguió caminando, pasando de largo las demás habitaciones, pasando a los demás hermanos que miraban al omega—, ¿acaso no pensaste en tu hermano? —Yoongi detuvo sus pasos, elevo la mirada, detesta ser el pequeño de estatura en ese lugar, con esos alfas, pero al menos no eran tan altos—. ¿Por qué lo hiciste?

Taehyung relamió sus labios y miro al omega a los ojos, junto sus manos, jugando con sus dedos, estaba sumamente apenado por lo que paso, en verdad lo estaba.

—Por celos —dijo Taehyung por fin—, estaba celoso de Jungkook —relamió sus labios de nuevo—, pensar que él podía ser el primero en salir en una cita contigo, me puso celoso, no quería que estuvieras a solas con él, he visto como lo tratas, y no me gusta.

—Tae —Yoongi soltó un suspiro—, hacer este tipo de cosas solamente porque te sentiste celoso, no tiene ningún sentido, ni siquiera soy algo tuyo como para que te pongas celoso, no deberías de estar así, ya habíamos hablado de esto antes, y lo sabes.

Era verdad, por eso, Taehyung se sentía mucho más avergonzado, volvió a bajar la mirada, esto no podía ser peor para él.

—Yoongi —el mencionado miro hacia Jimin, quien era quien le hablaba—, lo lamento, discúlpame por lo que paso, yo... yo no sabía lo que había en esa bolsa, solamente seguí las instrucciones de Taehyung, y...

—Deberías dejar de seguir instrucciones, Jimin —respondió Yoongi, el alfa bajo la mirada y dio un asentimiento, volvió a mirar a Taehyung—, no quiero que esto vuelva a suceder, esto ha sido una tontería, no sabes la vergüenza que me hicieron pasar, y también a Jungkook, no quiero ni siquiera pensar lo que pasará cuando a todos ustedes en verdad les guste el mismo omega.

—¿Acaso no te das cuenta? —la voz de Jungkook hizo que el omega lo mirará—. Por eso lo hicieron, Yoongi —el alfa menor se escuchaba decidido—, porque nos gustas, a todos nos gustas.

¿Él gustarle a todos los hermanos Kim? Ni siquiera en sus más locos sueños algo como eso sucedería.

—No bromees, Jungkook —dijo Yoongi—, este no es un buen momento para estas cosas —soltó un resoplido—, sé que les gusto como amigo y...

—No —esta vez hablo Namjoon—, lo que dice Jungkook es cierto, nos gustas, pero no como amigo.

—Ni siquiera como vecino —dijo Seokjin en voz baja, se encogió de hombros—, quizás no te hemos dejado las cosas en claro, Yoongi, pero nos gustas, no como amigo o como un buen vecino, no, nos gustas de forma romántica.

—¿Q-qué? —el omega no podía creer lo que estaba escuchando, eso si tenía que tratarse de una broma, una de muy mal gusto de parte de ellos—. No jueguen con eso, no estoy para juegos.

—No es un maldito juego, joder —la voz de Taehyung hizo que el omega de inmediato lo viera, el alfa frente a él fruncia el ceño—, escucha, lamento lo que paso, pero en realidad lo hice porque sé que a mis hermanos les gustas, lo hice porque sabía que Jungkook tenía la gran oportunidad de oro de estar contigo e impresionarte, lo hice porque si lo veías a él como el alfa indicado para ti, entonces a mí me dejarías de lado, a todos nosotros —soltó un suspiro—, en verdad siento mucho lo que hice, no fue lo correcto, pero debes de tener en claro esto, Yoongi, nosotros no hacemos esto por el hecho de que creas que estamos jugando, haciéndote una broma, o creas que lo hacemos para que nos des consejos para tener así a nuestro omega soñado.

Negó levemente con la cabeza.

—No —continuo Taehyung—, lo hacemos porque tenemos sentimientos hacia ti, lo hacemos porque no queremos perder, ninguno de nosotros quiere perderte, porque nos gustas.

—Si en verdad les gusto tanto —hablo Yoongi—, deberían dejar de portarse como unos trogloditas —el omega frunció el ceño—, lo que acabas de hacer no tiene justificación, fue horrible, no me agrado para nada, ¿crees que me gustaría salir con alfas como ustedes? Por supuesto que no, ustedes ni siquiera piensan en las consecuencias, cualquier omega, incluyéndome a mí, jamás querría salir con alguno de los desastrosos hermanos Kim.

Quizás las palabras del omega habían sido demasiado hirientes, inclusive para los demás, había dolido, porque Yoongi les dejaba en claro que su comportamiento jamás sería bien visto, y lo saben, pero escuchar al omega decir que prácticamente ni loco saldría con alguno de ellos, los ponía tristes, Hoseok fue el primero en dejar de mirar aquella escena, las acciones de Taehyung habían dejado en claro a Yoongi que no podía salir con alguno de ellos porque sería lo mismo, harían cualquier tontería para demostrar que uno es mejor que el otro, jugarían bromas para hacer quedar mal al otro, y serían reprendidos, restándose puntos uno al otro, hasta que Yoongi se harte de ellos. Namjoon y Seokjin se encerraron en sus propias habitaciones, Jungkook fue el siguiente quien cerro con fuerza su puerta, Jimin le siguió, dándole una corta mirada al omega antes de cerrar la puerta de su habitación.

—Tienes razón —dijo Taehyung, sentía sus ojos picar—, ¿a quién le gustaría salir con uno de los espantosos y desastrosos alfas de la familia Kim?

Yoongi entreabrió sus labios, pero no dijo nada, quizás el enfado lo había hecho hablar demás, pero, estaba fastidiado por lo que paso, Taehyung y Jimin se disculparon, y aceptaba esas disculpas, pero ahora... ahora ver a Taehyung casi a punto de llorar después de decir esas palabras, lo había hecho saber que había soltado algo que no quería decir en realidad.

—No tienes de que preocuparte más, Yoongi —dijo Taehyung mientras se aproximaba a su propia habitación—, dejaremos de molestarte, así podrás estar tranquilo.

Y sin más, Taehyung se encerró en su habitación, Yoongi se quedo allí, parado en el solitario pasillo, soltó un largo suspiro, este no era un grandioso día. Quizás Yoongi había hablado demás, en estos días siempre se dedico a animarlos, les decía que podían salir con el omega que quisieran y que ese omega los amaría tal y como son, pero ahora les había dejado en claro que ningún omega sería capaz de salir con ellos, todo por lo que son.

—Carajo, Min Yoongi —murmuro para sí mismo, el enojo había hecho de las suyas de nuevo.