Decir que estaba enojado, era poco, Yoongi sentía que podía hacer que esos alfas pagaran con creces lo que había pasado, lo demás en el restaurante fue irrelevante, y más porque el omega simplemente había tomado aire, se había levantado, y de inmediato había salido del restaurante, en donde se encontró con los demás hermanos Kim, quienes se encontraban en la entrada, disimulando que nada pasaba, con eso Yoongi supo que todo había sido obra de esos alfas.

Pero ahora a diferencia de otras veces, Yoongi estaba cabreado, muy cabreado.

—¡Ustedes cuatro! —exclamo el omega con autoridad, haciendo que los alfas lo mirasen—. A casa, ahora.

—P-pero —dijo Hoseok, pero la mirada de Yoongi, que era una no tan amistosa en ese momento lo hizo cerrar la boca.

—He dicho que a casa —demando el omega de nuevo, y entonces los alfas comenzaron su camino de retorno a casa bajo la atenta, lúgubre y fúrica mirada del omega.

Mientras que los demás se iban, los dos que estaban en el restaurante saliendo y deteniéndose al ver al omega darles la espalda.

—¿Y-yoongi? —hablo Jungkook, pero en cuanto lo hizo el omega lo miro, en esos ojos había fuego.

—Ustedes dos —mascullo el omega mientras se giraba sobre sus talones para poder encararlos, Jimin se sintió palidecer al ver al omega, y es que la furia que emanaba era sumamente escalofriante—, será mejor que se larguen antes de que piense que es una buena idea patear a ambos en sus partes nobles.

—S-sí, o-omega —dijo Jimin para después comenzar a caminar, Jungkook le siguió el paso, mientras miraban con disimulo como Yoongi no les apartaba la vista de encima.

Era suficiente para el omega, estaba enojado, y no sólo por lo que había tenido que pasar, sino que también porque estaba hambriento, y ese regalito le había hecho pasar el peor de los ratos, pero eso no le impediría comer, así que volvió a entrar al restaurante, no se perdería del desayuno ni aunque una bomba atómica estallará en la ciudad, así que ignorando a las personas a su alrededor, se dispuso a sentarse, la comida ya estaba sobre la mesa, y llevaba dinero consigo, así que no había problema, devoraría todo lo que estaba en la mesa sin problema alguno y saciaría su apetito.

Ya habría tiempo para hacer pagar a los Hermanos Kim por todo esto, por ahora, lo único importante era comer.

Mientras que Yoongi degustaba del desayuno —el cual estaba sumamente delicioso—, en casa de los Kim, todo parecía ser un embrollo de nervios conjunto entre todos los hermanos.

En la casa solamente se encontraban ellos, todos reunidos en la estancia, con Taehyung, Jungkook y Jimin en el sillón del castigo, mientras que sus demás hermanos estaban parados frente a ellos, esta escena no era novedosa para los mayores, siempre esos tres les gustaba meterse en muchos problemas, pero ahora se trataba de un problema más grave, porque Yoongi estaba muy enojado por lo que paso, y los mayores necesitaban saber lo que paso, porque no entendían absolutamente nada.

—¿Y bien? —pregunto Seokjin mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho, los tres menores se encontraban sentados allí, con la cabeza abajo, mirando sus regazos, Seokjin soltó un largo suspiro—. ¿No piensan hablar?

Jimin levanto la mirada, parpadeo un par de veces, mostrando sus ojos brillantes y llenos de la palabra "perdón" en todas partes, pero Seokjin no quería que se disculpasen con él, sino con Yoongi, pero primero necesitaba saber lo que había pasado.

—Hablen ya, mocosos —dijo Hoseok.

—Sólo diré una cosa —dijo Jimin para después mirar hacia sus otros hermanos, Jungkook estaba sentado de su lado derecho y Taehyung del izquierdo, así que de inmediato señalo a su lado izquierdo—, ¡Taehyung me obligo!

—¡No tienes porque echarme toda la culpa a mí! —reclamo Taehyung al escuchar a su hermano.

—Por supuesto que tengo que hacerlo —dijo Jimin—, fuiste tu quien me dijo que hiciera lo que hice.

—Y bien obediente que eres, ¿verdad? —comento Namjoon y Jimin inflo sus mejillas.

—Soy inocente —dijo Jimin—, la mente maestra detrás de todo esto, es Tae, yo no hice nada.

—¿Qué no lo hiciste? —menciono Jungkook entre dientes—. Claro que hiciste algo, fuiste su cómplice, bastardo maldito.

—¡No seas grosero! —dijo Seokjin—. Y será mejor que digan lo que paso allí adentro —Seokjin miro a Jungkook, pero este desvió la mirada, hablar sobre lo que paso le daba vergüenza, luego miro a Taehyung, pero este sólo bajaba la mirada mientras se mordía los labios, y luego enfoco a Jimin quien lo miraba directamente—, Jimin, ¿nos dirás lo que paso?

Los otros dos menores miraron hacia Jimin, si la sinceridad fuera un defecto, Jimin sería quien tendría ese defecto muy marcado, y es que él en verdad le gustaba decir lo que pensaba, o lo que pasaba, tanto él como Taehyung no podían mentir ni siquiera frente a su madre, aunque la señora Kim siempre descubría las travesuras de sus hijos gracias a Jimin, quien era quien hablaba primero sin disimulo alguno lo que hacían.

Jimin inhalo profundamente, cerro sus ojos por unos instantes, y en cuanto soltó el aire por sus labios, hablo.

—Taehyung tiene la culpa, él planeo todo, vimos entrar a Yoongi y a Jungkook a un restaurante del cual a Tae tienen vetado por unos problemas cuando era pequeño, y me dijo que tenía un buen plan para dejar a Jungkook como todo un depravado frente a mi Yoongi, y entonces se fue dejándome solo en un puesto de revistas para después regresar con una bolsa, sólo me la entrego y me dijo todo lo que tenía que decir para dejar mal a Jungkook —todo lo había dicho tan rápido que apenas fue casi entendible.

Pero para Jungkook todo fue claro, el alfa menor no dudo en mirar a Taehyung, no podía creer lo que había escuchado, pero Jimin jamás mentía, así que esto era demasiado, esto había colmado por completo su paciencia.

—¡Maldito seas Kim Taehyung! —bramo Jungkook para después lanzarse encima de él, importándole poco que Jimin estuviera sentado entre ambos.

Jungkook logro tomarlo por la camisa con fuerza para comenzar a sacudirlo mientras que Taehyung trataba de quitárselo de encima, ¡estaba arruinando su camisa favorita! Y Jimin simplemente se lanzo hacia adelante para escapar de esos dos que se estaban peleando, y así Jimin termino en el suelo mientras sus otros hermanos se querían matar a golpes.

—¡Acaso no pudiste simplemente dejarme tranquilo con Yoongi, imbécil! —dijo Jungkook mientras tomaba a su hermano de los cabellos jalándolos con fuerza, Taehyung soltó un quejido para después llevar su mano a los cabellos de Jungkook para hacerle lo mismo.

—Prefiero arruinar tu cita con mi omega a tener que soportarlos como pareja, carajos.

—¡Debiste pensarlo dos veces, idiota! —dijo Jungkook mientras jalaba con fuerza los cabellos de su hermano—. Eres el peor hermano que pueda tener.

—¡Ya suéltame, enano!

—¡Suficiente! —dijo Seokjin, haciendo que ambos dejasen de jalar con fuerza los cabellos del otro, miraron a su hermano mayor quien mantenía su ceño fruncido—. Ustedes dos no tienen remedio, dejen de pelear, y tú, Kim Taehyung —menciono Seokjin, mientras que el mencionado se apartaba las manos de Jungkook de su cabeza—, le debes una enorme disculpa a Yoongi, él no tiene porque estar soportando tus niñerías.

—No son niñerías —comento Taehyung—, además...

—Además nada —dijo Hoseok—, te has pasado.

—Sí —dijo Namjoon—, y será mejor que te disculpes con él, esto fue demasiado, seguramente esta pensando que todos lo planeamos para ponerlo en vergüenza, pero solamente fuiste tú —lo señalo—, quien planeo todo esto —cruzo sus brazos sobre su pecho—, y lo peor es que involucraste a los otros dos.

Taehyung bajo la mirada, y atrapo con sus dientes su labio inferior, mordiéndolo con fuerza.

—En cuanto llegué Yoongi, será mejor que te disculpes con él —dijo Seokjin—, esto fue demasiado, inclusive para nosotros.

Y efectivamente, Taehyung necesitaría de sus mejores palabras y acciones para que Yoongi le perdonase por todo, después de todo, había sido Jimin quien le entrego aquellas cosas, y Jimin había sido quien lo hizo creer que Jungkook había comprado todo, pero todo el plan había sido obra suya, no de Jimin, debía de acreditarse todo lo que paso, y aceptar lo que el omega le quiera dar para desquitarse, no había otra opción.