Capítulo 22

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Me desperté todo torcido y abrazado a ella, Jack ya se había ido así que maldije por lo bajo que nos hubiera visto. No quería que pensara mal de mí. No a estas alturas cuando ya nos llevábamos bien.

Me levanté sin que se diera cuenta y fui a la cocina a por una cerveza. Si, un poco temprano para ello, pero la estaba necesitando. Muchos cambios se estaban dando en mi vida y muy rápidos, necesitaba desconectar un poco y pensar en nada relevante aunque fuera por un rato. Tomé una segunda botella y ya me sentí un poco más relajado. No estaba borracho, no me emborrachaba por dos botellas. Necesitaba más de eso. Solo me sentía un poco mejor, nada más. Últimamente todos me insistían con ello, que debía moderarme, pero yo no tenía problemas para dejarlo. No, yo lo hacía por elección. Quería sentirme más libre, revivir un poco lo bien que me había sentido meses atrás.

Salí fuera de la casa y me senté en las escaleras, encendí un cigarrillo y fumé un rato en silencio, el humo volaba lejos y yo sentía que me iba con él.

—Creí que estabas dejándolo— dijo ella apareciendo por la puerta, se sentó a mi lado sonriendo.

—Sí, lo sé. Pero no es tan fácil de hacer.

—O sí— me lo quitó de las manos y lo tiró. Me quedé viendo cómo caía sin saber qué decir, ella me giró la cara con las manos y me besó— ¿no es mejor así?

—Sí, lo es— dije embobado mirándola, ella bajó la mirada.

—Estuviste bebiendo ¿no?

—¿Quieres la verdad o una mentira? —dije acariciando su cabello.

—La verdad.

—Si. Pero estoy bien, si eso es lo que quieres saber.

—¿No es un poco temprano para beber?

—¿Quién dijo que hay horarios?

—Vale, no voy a ganar esta discusión. Solo quiero asegurarme de que estés bien.

—No es una discusión, solo estamos hablando. Y si, estoy mejor que nunca —le sonreí.


Lamentablemente tenía que volver al trabajo, pero iba a conseguir que Will me cuidara a Poppy a la salida, para que pudiéramos estar solos un rato. Si, Will no era la mejor opción y no me imaginaba a donde llevaría de paseo a Poppy, pero no tenía otras alternativas.

—¿Yo? ¿Me ves cara de niñero o qué? —me dijo sentado en Noly's. Loki había salido un rato a hacer unas compras.

—Por favor Will, es difícil si tengo que cuidar a Poppy.

—¿Por qué? Si es solo una amiga, con nosotros siempre vienes con ella. —Lo miré suplicante— a menos que...

—¿A menos que qué?

—Que no sea solo tu amiga.

—Y sigues con lo mismo. —Resoplé.

—¿No que yo era tu mejor amigo? Lo dijiste veinte veces los otros días, ¿y no me lo puedes contar? Yo sé lo que vi ayer. —Me tenía calado, no había manera de remarla.

—Tú eres amigo de los demás.

—Y tú también...

—Sí, pero tú más y ya viste cómo reaccionaron cuando la presenté.

—Pues porque a veces son muy pendejos, a mi esas cosas no me importan. ¿No me lo dices porque crees que les voy a ir con el cuento? —no contesté —vamos hombre, ¿con quién estuviste todos estos meses saliendo? ¿Quién te llevaba a la rastra luego de pasar las madrugadas a lo loco en los bares? ¿Crees que le conté a alguno que sos un maldito borracho, que bebe hasta en las mañanas? No, nadie lo sabe, porque soy tu amigo. Yo te conté mis confidencias, hermano. No me hagas a un lado ahora por una estupidez.

—Tienes razón—dije—es que realmente no sé ni cómo contarte.

—¿Pasó algo?

—Si, no se suponía que tenía que pasar nada.

—¿Se besaron, algo más... ?

—No, no, solo besos.

—Vale, ¿y qué vas a hacer ahora? ¿Qué pasa con Freya?

—Me encanta Freya o me encantaba, no sé. Ahora me da la sensación de que no existe. Es raro.

—Te pegó fuerte. Tal vez esta sea la chica para tí.

—¿Tú crees? Igualmente se va en dos semanas.

—¿No puede quedarse más?

—Creo que no.

—¿Por qué no lo intentas? En una de esas consigues que se quede todo el verano.

—¿No sería muy pronto?

—¡Que no, hombre! No seas idiota, haz el intento. Y si, yo te cuido a Poppy, luego me cuentas lo que hicieron, con lujo de detalles.

Resoplé y me fuí al mostrador, justo cuando entraba Loki con varias bolsas de compras. Al verme sonrió y luego vió a Will que tomaba una malteada, fue a sentarse con él.

Will, no hables de más por favor.

Hablaban tranquilos y cada tanto se reían. Me pregunté qué estarían diciendo pero me imaginé que eso nunca lo sabría.

Jaden nos había invitado a su casa a la noche, así que teníamos un buen márgen de tiempo libre para salir.

A las seis cuando salí del trabajo, Loki quería ir a la playa. El día estaba hermoso, el cielo despejado sobre el mar azul.

Nos quitamos los zapatos y caminamos sobre la arena descalzos. Estaba aún caliente por el sol de toda la tarde. Loki empezó a caminar dando saltitos y luego a correr hacia el agua. Me eché a reír y la perseguí.

—¡No está tan caliente! —grité.

—¡Me quema! —respondió y tirando las zapatillas al aire, metió los pies al agua—¡que aliviooo!

Hice lo mismo que ella y dejé que mis pies se hundieran en la arena mojada, hasta ya no verlos. El mar desde ese punto mareaba un poco, la miré y la ví tan feliz viendo el horizonte que no pude sino correr hasta ella, empujarla y caer rodando en la arena.

—¡Ewan! ¿Estás loco? —gritaba.

—Un poco— reí.

—No está tan caliente la arena así de acostada.

—¿Viste? Es linda y suave, me encanta estar en la playa. —Me puse sobre ella y la miré a los ojos, ella me miraba perpleja, ninguno de los dos entendía nada de lo que nos estaba pasando. Pero tampoco ninguno de los dos quería que se detuviera.

No dije nada, las palabras sobraban. Solo nos miramos y ella entendió. Me puse de pie y la ayudé a hacer lo mismo. La llevé de la mano al bungalow, dejando las zapatillas tiradas en algún lado, más tarde volvería a buscarlas. No había nadie en casa, reinaba el silencio en el lugar. Ella se quedó al lado de la puerta, tiré de su brazo y la acerqué a mi. Recorrí las formas de su rostro con los dedos y ella no dejó de mirarme mientras lo hacía. Levanté su barbilla con la mano y la besé con ansias. Ella pasó sus brazos por mi cuello y yo la aprisioné contra mí. Un beso no fue suficiente y la tarde nos consumió dejándonos llevar.



—Son las ocho— dijo Loki.

—¿Las ocho? ¡No! ¡Mierda! ¡Ya va a regresar tío Jack! —me levanté sobresaltado y me vestí a los tumbos, acomodé un poco el living. Hice todo en tiempo récord, Loki aún luchaba con los cordones de unas zapatillas.

—Porque alguien... —dijo irónicamente— dejó las otras tiradas en la arena, ahora tengo que usar estas que son difíciles de atar.

—Vélo como un reto— sonreí y ella me miró desafiante.

—¿A qué hora viene Will? —se escuchó el golpe característico en la puerta.

—¿Tú preguntabas?

Abrí la puerta y ahí estaba él con Poppy, al verme arqueó las cejas y sonrió.

—Tú si no pierdes el tiempo—dijo alegre— aquí está la niña— continuó— ¿ya vienen? ¿Ya llegó Jack?

—¿Por qué lo dices? —me miré buscando algo raro en mí sin encontrarlo — y no, aún no. Si quieres puedes pasar y esperamos, ya tiene que llegar.

—Nada, quería ver si caías y caíste— se echó a reír y me empujó dentro —espero que la chica esté contenta.

—¡Will! —lo reprendí, como le dijera algo lo mataría.

—¡Loki! —dijo al verla, ella volteó a verlo, estaba arreglando su maquillaje. —Pero si estás bonita así— continuó—además, ¿quién te quita lo bailado?

Ella se puso rojo tomate y yo estaba deseando ahorcarlo.

—Ya enseguida nos vamos, Will, ponte cómodo y quédate en silencio si puedes— le invité.

—No puedo, pero gracias. Y dime— se dirigió a Loki—¿qué tal te trata? Siempre lo imaginé del tipo romanticón dominante.

—¿Perdón?

—Le pregunté a ella.

—No— contestó— me trata muy bien, es muy amable.

—Cuánta amabilidad, Ewan—me dirigió una mirada cómplice.

La puerta se abrió y entró Jack. Se quedó con Poppy y nos fuimos los tres a la casa de Jaden. Allí todos nos recibieron alegres, ya la conocían a ella y era bienvenida.

Jaden tenía a todo volúmen Coldplay y Sophie estaba de a ratos cantando canciones. Freya se paseaba por los ambientes colocando la comida y las bebidas de la cocina, en el living.

Traté de no dejar nunca a Loki, no se sentía muy a gusto. Estaba seguro de que ella hubiera preferido quedarse y cenar con tío Jack y Poppy. Pero estaba ahí por mí. Quería tomarla de la mano, para darle mi apoyo de alguna manera pero sabía que no podía hacerlo, no podían vernos.

Necesitaba relajarme un poco así que bebí algo. Sophie había llevado el vodka de la última vez así que le pedí un vaso con hielo, algunos aún estaban en la cocina. También pedí un vaso de gaseosa para Loki.

—¿Te vas a tomar eso? —me preguntó Loki.

—¿Qué tiene?

—Nada, se ve fuerte.

—No, no, es tranquilo. ¿Quieres probar? —le dió un sorbito y tosió un buen rato.

—Esa cosa arde, es horrible.

—No es para tanto — reí y me tomé todo el vaso.

Sophie tenía varias bebidas, entre ellas whisky. Quise probarlo y me sirvió medio vaso. No estaba mal, tampoco era mi favorito. Loki me miraba beber y se ponía seria.

Freya trajo la pizza y nos sentamos a comer. Esa pizza estaba mucho mejor que las anteriores. Acaricié levemente la espalda de Loki cuando me levanté para ir a la cocina, entonces Freya me detuvo: —juguemos un juego—dijo.

—¿Qué juego? —preguntó Jaden.

—Uno de confidencias, por ejemplo, yo te hago una pregunta y tú me respondes con sí o no enfrente de todos.

—Muy jugado—dijo Sophie.

—¡Es solo un juego, es divertido! —continuó Freya.

—Puede estar bueno— agregó Will y yo no dije nada, solo me senté y tomé otra cerveza.

—¿No vas a comer nada? —me preguntó por lo bajo Loki, y es que había estado tomando y me había olvidado de comer.

—Si, si— susurré bien cerca, tan cerca que pude sentir su aroma a vainilla.

—¿Comienzo yo? —dijo Will y todos le dijeron que sí, él pensó y habló: —Para Jaden, la otra noche me pareció verte en un bar, el que está en una esquina. ¿Eras tú?

Jaden se revolvió en el asiento, cualquiera hubiera pensado que iba a decir que sí, vaya pregunta tiró Will. Pero Jaden dijo:

—No. —Will se notó satisfecho.

—Sigo yo— dijo Freya— es para Emma. —Loki se tensó en el asiento y miré seriamente a Freya. —Emma, ¿es cierto que estás enamorada de Ewan?

—No tienes que responder—le dije al oído pero ella miró a todos y dijo:

—Si. —Todos asintieron con la cabeza y Freya asintió.

Me tomé otra cerveza durante la siguiente ronda, a mi me preguntaron si me consideraba un alcohólico y dije que no. Yo le pregunté a Will si alguna vez había salido con un hombre y me dijo que sí, me sorprendió bastante. Will siempre sorprendía. Luego la ronda volvió a comenzar y yo volví a tomar otra botella. Freya estaba empeñaba con Loki.

—¿Por qué no me preguntas a mi? —le dije.

—Porque tú podrás mentirme fácilmente.

—Así que Emma, en este tiempo que estuvieron juntos ¿pasó algo entre ustedes?

—No tienes derecho a meterte en la vida de las personas de esa manera— dije.

—¿Te recuerdo las cosas que dijiste en aquel fogón hace unos meses? —tenía razón así que me quedé callado.

Loki la miraba seria, acaricié su espalda dándole aliento a decir lo que le pareciera mejor.

—Si— dijo finalmente y cerré los ojos, cuando los abrí todos me miraban.

—¿Cuál es el problema? —intervino Will— ellos pueden hacer lo que quieran ¿por qué los juzgan?

—Es re chiquita— dijo Jaden.

—Casi la misma edad, y no lo iba a decir pero Jaden, el del club eras tú y estabas con una chica que dudo fuera mayor. —Se hizo un duro silencio y Sophie, quieta en su lugar, comenzó a temblar a punto de llorar. Freya se acercó al instante.

—Eres un bruto—le dijo Jaden— mira lo que haces.

—Tú lo hiciste, no yo. —Will se puso de pie con dos cervezas y me hizo señas de que lo siguiera. Fuimos tras él dejando la crisis a nuestras espaldas y subimos a su auto. —Me enferma la gente que predica ser de una manera y es de otra.

—No me esperaba eso de Jaden, siempre es tan recatado.

—Si, yo tampoco lo pensaba hasta que lo vi. ¿Vamos a un bar?

—Pero ella es menor.

—Pff, ni se enteran.

Y tenían razón, entró como otra más. La notaba nerviosa y un poco atemorizada por las luces, la música y la gente. Justo como me había pasado a mi. Traté de calmarla, le dije que no pasaba nada y que siempre estaría al lado suyo.

Will pidió tres vasitos de tequila.

—Yo no quiero— dijo ella.

—Solo lo pruebas, es pequeñito —insistí alegre, ella dudaba. No la quería borracha, solo era un poquito de diversión.

—A ver— dijo Will y agarró la sal y el limón—tengo que lamer la sal, tomar el vasito y luego chupar el limón. Bueno, fácil. Aunque no me gusta eso de lamer la sal.

—Ya, hazlo.

—No, no, todos al mismo tiempo— la miré y ella cedió sin muchas ganas.

—Vale.

Todos nos pusimos la sal en la palma de la mano y Will contó hasta tres.

—1, 2, 3— lamimos la sal, tomamos el tequila y chupamos el limón. Un asco lamer la sal pero el sabor final era interesante.Con Will lo volvimos a repetir un par de veces.

—¿No quieres comer algo? —me preguntó Loki —bebiste mucho y no has comido nada.

—No, tranquila, no me hace nada— lo cierto era que un poquito mareado estaba y el estómago bastante revuelto, no iba a mentir. El alcohol ya se me había subido a la cabeza pero aún podía mantenerme cuerdo.

La tomé de la mano y la llevé a bailar, no quería y se resistió pero luego me eché a reír como un demente, ya ni recuerdo de qué. A ella le dí mucha gracia y me siguió, nos quedamos bien juntos en el tumulto de gente que saltaba y empujaba. Un tipo apareció de la nada y la empujó fuerte, tanto que la hizo caer. Entre las personas era difícil hacer algo pero me le colgué del cuello por detrás y eso debió enfurecerlo porque se dió vuelta y lanzó un golpe, me agaché, le dió a otra persona y así fue como se armó una pelea masiva en el bar. Tomé de la mano a Loki y corrimos donde Will que seguía sin enterarse de nada. Lo empujé a la salida y subimos a su auto.

—¿No es peligroso que conduzcas un auto? —le dijo Loki —estás muy borracho.

—¿Quién? ¿Yo? No, no estoy borracho.

—¡Will, Will, Will, detente por favor! —imploré y enseguida se orilló. Salí del carro y vomité todo lo que había bebido y más. Me quedé ahí pensando lo avergonzada que se sentiría Loki de mi. Me limpie la cara y regresé al auto, no dije nada ni miré a nadie.

—¿Estás bien? —dijo ella, siempre tan buena.

—Si—sonreí tristemente —lo siento, no tenías que ver eso.

—No te preocupes, ya me lo imaginaba. —Me tomó de la mano y bajé la mirada.

Will no dijo nada, él estaba un poco ido y el auto hacía un poco zig zag. Por suerte ahí no había autos, estábamos solos en la carretera.

Nos dejó cerca del bungalow y caminamos hasta el. Me costó hacerlo, me sentía débil y bastante mareado. No lo mencioné y traté de disimularlo, que no lo notara pero lo hizo.

—¿Necesitas que te dé una mano? —me dijo ofreciéndome su hombro.

—No, no.

—Vamos, los dos sabemos que no puedes sostenerte, en cualquier momento vas a caerte.

—Bueno—accedí y descansé mi cuerpo en sus hombros hasta que llegamos a casa. Todos estaban dormidos.

Me dejó sentado en una silla y preparó la cama, se cambió. Yo no lograba poner el pie en el agujero del pantalón, mucho menos pasar la cabeza por la remera. Por suerte para mi estaba ella ayudándome. Me lavé los dientes para quitarme el sabor a vómito y de apoyarme, desajusté la bacha. Llegué al living y caí tendido en el suelo.

—Ewan, Ewan—me sacudió Loki.

—¿Qué pasa?

—La alfombra es más allá, estás a medio paso de la cocina. —Qué ridículo. Repté hasta lo que sí era la cama y me dejé caer boca abajo. Ella se acostó a mi lado y acarició mi rostro con su mano—ojalá te cuidaras un poquito más— oí ya entre nubes de sueño, perdido en la inconsciencia. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro