III

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Feliz navidad ⛄💝

—Estas exagerando un poco, sólo es un bebé —decía Soobin al que era su pareja en esos momentos.

–¿Exagerar dices?, ¿Acaso crees que tener un bebé es cualquier cosa? —le preguntaba su pareja mientras se agarraba los pelos.

—Quiero tener una familia —decía con un puchero Soobin.

—Soobin, tienes dieciocho, no tenemos suficiente estabilidad económica...

—Pero con tu sueldo y el mío podremos salir adelante, ¿Y qué importa mi edad? —lo interrumpió Soobin.

Su pareja lo miró como si le hubiera salido un tercer ojo, y es que a Soobin se le había metido la idea en la mente de tener un bebé, últimamente estaba teniendo sueños con ellos, no sabía por qué ya que su etapa de cambio había finalizado pensando que también lo harían los sueños, a lo mejor fuese la soledad que estaba experimentando, pero con el regreso de los hermosos sueños encendieron su chispa de crear una familia.

Lastima que su pareja actual no pensaba lo mismo, con un suspiro se levantó del sofá para mirar desde arriba a Soobin.

—Tomemos un tiempo —dijo con suma fragilidad.

Pero no tuvieron el efecto esperado, Soobin se lo tomó muy bien, con una sonrisa conciliadora asintió a la propuesta de su pareja, si es que se podía seguir considerando así, y fue a abrirle la puerta.

Una vez sólo en su apartamento se recostó en su sofá, solo tenía seis meses con el hombre, fue un capricho que se dió a pesar de su extenuante trabajo, no había olvidado a Yeonjun pero consideraba que debía continuar su vida y que seguir esperando por algo que no iba a suceder no era sano para él, aún que no pudiera evitar comparar a sus citas y pareja con el rubio.

Y eso era lo que quería evitar, seguir pensando en el rubio, seguía en comunicación con su mamá, a veces le llevaba comida entre sus descansos del hospital y hablaban, eran más que todo en los días libres de Soobin, charlaban un rato de cómo seguía la vida del menor, por supuesto, Soobin omitia ciertos detalles porque sabía que la mujer hablaba constantemente con su hijo y no quería preocupar a su hyung.

Soobin no hablaba directamente con Yeonjun, era por medio de su mamá que sabía de su estado, sus estudios estaban muy cerca de finalizar pero tenía entendido que a su hyung le seguían ofreciendo la oportunidad de seguir trabajando con posibilidad de aumento de sueldo.

El menor se sentía triste por no comunicarse con Yeonjun, pero sabía que si lo hacía rompería a llorar pidiendo que volviera, los últimos años habían sido pesados para él, pero se había hecho la promesa de ser fuerte para no preocupar a su hyung, por ello usaba a su mamá de paloma mensajera.

Vio la hora, todavía era temprano y era su día libre, sabía que la mamá de Yeonjun estaba próxima a tener su descanso así que se paró del sofá para hacer la comida, últimamente se había vuelto su escape, ser asistente de chef era su trabajo soñado sin saberlo, le gustaba hacer comida para los demás.

Agarro los pocos ingredientes que le quedaban y empezó a cocinar, sus movimientos eran gráciles y medidos, entendía la ciencia de la cocina y que ingrediente combinaba con algún condimento, pero su verdadero secreto era que el cocinaba pensando que era para su hyung, a veces intentaba no tener ese tipo de pensamientos pero la comida a veces tendía a quedarle mal.

Cuando él último fogón de su cocina estuvo apagado, dando a entender que había terminado de cocinar, guardo todo en un lonchera térmica y fue a darse un buen baño, mientras sobaba su cuerpo con el jabón paso sutilmente sus dedos por si vientre , imaginando que algún día llevaría a su bebé, entusiasmando al pelinegro en sobre manera.

Dejó de soñar despierto y salió para cambiarse rápidamente, con la lonchera en mano y sus cosas para salir, decidió caminar hacia el hospital para ir pensando sobre su idea, ciertamente Soobin se sentía sólo pero más allá de la soledad él de verdad quería formar una familia y dar todo el cariño que no pudo recibir de sus padres, él quería cuidar de un ser frágil, pero no estaba en una situación estable, su economía seguía fallando un poco y ahora se encontraba sin pareja, sus planes parecían frustrados por los momentos.

Llegó al hospital y le pregunto a la recepcionista por la enfermera Choi que era la mamá de Yeonjun, con una sonrisa amable la llamó para avisarle de su visita.

Con una gran sonrisa, la mamá de Yeonjun lo abrazo fuertemente mientras quedaba impresionada de lo alto que estaba, caminaron un pequeño trecho para ir al pequeño parque que tenía el hospital, se sentaron en una banca y la mamá de Yeonjun se puso a mirar al menor con algo de orgullo y amor en su mirada.

—Estas tan grande, dime, ¿Cómo te está yendo? —inicio la sesión de preguntas para Soobin que con una pequeña sonrisa decidió responder.

—Todo bien, eomanin, me gusta mucho mi trabajo —decia animado el pelinegro.

—¿Y cómo van las cosas con tu pareja? —mientras preguntaba alzaba las cejas sugerentemente.

—Oh, bueno —Soobin paso la mano por su cuello en un gesto incómodo —No funcionó, eomanin.

Alzó sus hombros en gesto de indiferencia pero aquello había dejado impresionada a la mamá de Yeonjun, ella fue testigo de cómo su hijo había sufrido en la distancia por la relación del menor con el que ahora era su ex pareja, pero con el corazón hecho trizas siempre le deseaba lo mejor al menor.

—Oh, mi pequeño, ¿Estás bien? —pregunto preocupada la mamá de Yeonjun.

Soobin medito un rato antes de asentir —No estábamos en la misma página, eomanin.

Se quedaron un rato en un silencio cómodo, la mamá de Yeonjun posó su mano en la de Soobin mientras lo miraba con una sonrisa cariñosa.

—Vendran cosas mejores, ya verás pequeño.

Soobin al escuchar esas palabras no pudo evitar sentir nostalgia, eran palabras similares a las que Yeonjun le dijo cuando le contó su historia, sentía la necesidad de saber un poco de su hyung así que con mirada decidida observó a la mamá de Yeonjun.

—¿Cómo está él?

La mamá de Yeonjun agrando su sonrisa a la mención de su hijo.

—La semana que viene es su graduación, me mandó los boletos para asistir —dijo orgullosamente.

Aunque la noticia alegraba mucho a Soobin, su corazón dió un salto irregular a la noticia, él también quería ir a ver a su hyung, sin embargo disimuló con una sonrisa pequeña.

—Me alegro, eomanin, es una gran noticia —contesto sinceramente Soobin.

Él pudo ver la duda en los ojos de la mamá de Yeonjun, con un suspiro la mamá de Yeonjun se decidió a hablar.

—Me propuso ir a vivir con él allá —Soobin abrió sus ojos como platos a la noticia —La empresa en la que trabaja le ofreció un contrato, se quedará más tiempo, así que...

Soobin dirigió su mirada a la pequeña fuente que tenía el hospital, sabía lo que significaba lo que decía la mamá de Yeonjun, otra vez quedaría completamente sólo, pero con una sonrisa muy falsa devolvió su mirada hacia la que consideraba su segunda mamá.

—Me alegro tanto, eomanin —dijo suavemente Soobin —Le deseo lo mejor.

El momento se volvió tenso a partir de ahí, la mamá de Yeonjun no sabía cómo cortar la tensión, mientras Soobin estaba inmerso en sus pensamientos, el pelinegro reviso la hora dándose cuenta que llegaba tarde a una reunión importante, volteó a ver con una sonrisa a la mamá de Yeonjun para despedirse.

—Me tengo que ir, espero le guste la comida, la hice con mucho cariño —se levantó de la banca siendo seguido por la mujer.

—Todo lo que haces es especial, ten por seguro que lo disfrutaré —la mamá de Yeonjun no quería despedirse así pero sabía lo cerrado que se podía volver Soobin así que tuvo que dejarlo ser en esa ocasión.

—Me avisa el día que salga su vuelo, la acompañaré, eomanin —dijo dándole un fuerte abrazo a su segunda mamá.

—Claro, hijo.

Ambos corazones quedaron intranquilos, pero las cartas estaban echadas, la mamá de Yeonjun tenía confianza en que Soobin estaría bien sin sus pilares, si se hubiera enterado antes que el muchacho ya no estaba en una relación probablemente su hijo hubiera agarrado el primer vuelo para volver, pero nadie sabía cómo jugaba el destino, solo esperaba que los dos consiguieran su camino, juntos o separados.

Iba justo de tiempo a la reunión, sin embargo no podía caminar más rápido, no porque no pudiera, si no que su mente le jugaba una mala pasada, no se encontraba muy ansioso de volver a ver a esa persona, pudo haberse quedado con la mamá de Yeonjun pero como la cosas se habían vuelto tensas por la noticia de su partida decidió darle su espacio.

Estaba nervioso frente a la puerta de la cafetería acordada para el encuentro, tenía cinco años sin ver a la persona en la cafetería esperándolo, no sabía cómo le habían pasado los años, aunque estaba curioso.

Con un respiro resuelto entro a la cafetería, tuvo que darle un vistazo dos veces a los alrededores del lugar sin lograr identificarla, hasta pudo reconocer su cara, estaba cambiada, bastante cambiada, pero esa sería una cara que jamás olvidaría, así que se acercó.

—Mamá... —la mujer en la mesa se sobresaltó por el llamado, estaba distraída, había visto al muchacho entrar pero no podía creer que era su hijo, había crecido tanto.

Lo mismo pasaba con Soobin, dónde su mamá antes tenía abundante pelo ahora estaba corto, y su cara lucía más delgada, ella estaba más delgada de cómo la recordaba.

Con ojos aguados la mamá de Soobin le devolvía la mirada a un pelinegro intrigado, quería saltarle en un apretado abrazo pero se contuvo, no quería que su hijo de incomodara.

—Mi niño, siéntate, siéntate... —su entusiasmo por ver a su hijo se notaba, Soobin se sentó frente a ella.

Al principio solo se devolvieron las miradas, no tenían idea de por dónde empezar.

—Estas más alto.

—Te cortaste el pelo.

Dijeron al mismo tiempo madre e hijo, se miraron con una sonrisa incómoda antes de perderse en sus pensamientos.

—Estas muy bello, hijo —dijo la mamá de Soobin sacándolo de su ensoñación y regalando una pequeña sonrisa.

—Gracias, m-mamá.

La mamá de Soobin no pudo evitar sus lágrimas por escuchar a su hijo decirle mamá, le costó decirlo, pero el hecho de que siguiera considerándola su mamá significaba que no todo estaba perdido, no sabía lo que su hijo había sufrido en la calle, teniendo que adquirir su independencia a tan corta edad, solo supo una sola vez de su hijo cuando una mujer le había informado que lo había acogido de manera amable en su casa, se sintió tan inútil por no poder protejer ella misma a su hijo y tan mal por ver el desgaste que se había convertido su esposo, las cosas no estaban bien en su casa, hacía falta su hijo, sin embargo su esposo no doblegaba su orgullo, él también extrañaba a su hijo pero su afán por mantener sus palabras podía más recordando el porque ella movió cielo y tierra por ver a su hijo.

—Mi niño —empezo la señora con lágrimas escapándose de sus ojos iguales a los de su hijo —Tu papá... Tomó la decisión de mudarse de Seúl.

Soobin abrió sus ojos desmesuradamente, si bien no estuvo en contacto con su familia en todos estos años, el saber que se irían de la ciudad era otro tema, ¿Cuántas veces en un día podía recibir este tipo de noticia?, ¿Por qué se empeñaban en dejarlo sólo?.

Respiro profundamente antes de contestar a su mamá, sentía su respiración fría producto de la información.

—¿Consiguió un puesto fuera de Seúl? —su mamá confirmó con un asentimiento de cabeza sin dejar de fluir sus lágrimas, con un suspiro, Soobin agarro la mano de su mamá para empezarla a acariciar —Tranquila mamá, todo estará bien.

—Pero —la mamá de Soobin había empezado a hipar mientras hablaba —¿Q-que se-será de ti?.

—Mamá —dijo con una sonrisa conciliadora —Estaré bien, todo estará bien.

Un poco más convencida, la mamá de Soobin se dejó acariciar por él, intentando calmarse, habían sido años duros para ella sin su hijo, pero saber que ahora se encontraba mejor que cuando lo vio partir abruptamente de su casa le dejaba un mejor sabor de boca, no podría dejar de preocuparse por su niño, pero ahora estaba segura de que estuviera donde estuviera su hijo ya sabía defenderse, decir que estaba orgullosa era poco.

Un poco más calmado el ambiente entre los dos decidieron disfrutar sus presencias.

Soobin corría agitado a su trabajo, iba a tiempo pero igual sentía la necesidad de llegar temprano, después del día de ayer la noche se volvió pesada por sus pensamientos, logró conciliar sueño muy tarde.

Entro al restaurante intentando disimular su apuró y quiso correr a su área de trabajo para olvidar todas las noticias del día anterior, sin embargo, como si fuese un deja vu, uno de sus compañeros le informo que su jefa quería hablar con él.

Con sumo nerviosismo volvió a revivir sus pasos a la oficina de su jefa, esperando que tuviera que decirle algo bueno, sin embargo, y teniendo en cuenta su suerte el día anterior, empezaba a dudar, con un golpe de nudillos espero a que se escuchará un 'pase' que no tardó en llegar, como la primera vez su jefa lo esperaba con una sonrisa conciliadora.

—Nos vemos nuevamente, Soobinnie.

—Así es, Noona —intento devolver la sonrisa a pesar de sus nervios.

Dándose cuenta de los nervios del menor, Jennie se apiadó de él.

—Son buenas noticias las que te voy a informar —dijo guiñando un ojo para el menor.

Soobin se permitió respirar un poco y soltar una sonrisa nerviosa mientras esperaba la noticia.

—Bien, ¿Sabes que Joohyun-ssi se va? —Soobin asintió a la noticia, sabía que su noona había renunciado para cuidar mejor a su bebé, ya que estaba embarazada —Bueno, pidió específicamente que tú tomarás su lugar.

Soobin quedó estático, en shock, quería brincar de la emoción pero su cuerpo no reaccionaba, sabía que debía cerrar su boca de la impresión pero no podía, Irene tenía el puesto de mano derecha del chef principal, para Soobin era un gran sueño.

Su jefa entendía su estado de estupor por lo cual le regaló una sonrisa —Binnie, Joohyun-ssi te espera para darte sus indicaciones.

Soobin, a penas saliendo de su estado de shock, escucho las últimas palabras de su jefa, sintiendo pena por su actitud, pero siendo eclipsada por su gran alegría por la oportunidad.

—¡G-gra-gracias, noona, mu-muchas gracias! — tartamudeo feliz Soobin antes de salir a buscar a Joohyun noona para agradecerle por el desafío y gran oportunidad.

—Nada que no hayas demostrado que mereces, Binnie —dijo Jennie con mucha alegría por el menor.

Soobin dió una última inclinación y salió a buscar a Joohyun, no dió muchas vueltas para encontrarla ya que estaba en los lockers que se facilitaban a cada empleado para guardar sus cosas personales, estaba guardando sus cosas en una caja así que la fue a ayudar.

—Noona, déjame ayudarte —dijo apartandola con suavidad para ocuparse él, dejando una sonrisa en los labios de Joohyun.

—Gracia, Binnie —dijo suavemente —Supongo que Jennie-ssi te dió la noticia —Joohyun acariciaba lentamente su pancita y Soobin la miraba disimuladamente con ternura y admiración.

—Así es, noona, muchas gracias por la oportunidad —le decía Soobin con una sonrisa mientras terminaba de acomodar las últimas cosas de Joohyun en su caja.

Una vez las posesiones estaban en la caja Soobin la cargo por su noona en todo momento mientras ella le daba sus consejos y recomendaciones de su antiguo puesto y el que sería de Soobin, decir que el pelinegro estaba entusiasmado era poco, anotaba mentalmente hasta la última palabra de Joohyun, cuando la explicación de hubo terminado el pelinegro acompaño a la salida a esperar el transporte que iría por Joohyun.

—Noona, mucho éxitos con tu bebé, espero que tu pareja y tú disfruten de todas las experiencias de tu embarazo —deseo con su corazón el pelinegro.

—Gracias, Binnie —le respondió Joohyun con una sonrisa sincera y divertida —Pero yo no tengo pareja, solo somos mi bebé y yo.

—Oh, noona, yo... —tartamudeo nervioso Soobin sacándole una carcajada a Joohyun.

—Tranquilo bebé, nunca tuve pareja —aquello terminó de desconcertar a Soobin que no pudo ocultar la impresión de sus ojos y sacará otra ronda de carcajadas de Joohyun —Me realicé una inseminación artificial —le respondió más calmada —Es decir, me inyectaron una muestra de esperma para tener mi bebé.

Soobin estaba impresionado, quería seguir preguntando sobre más detalles de la inseminación artificial pero justo en ese momento un claxon los interrumpió y saliendo de su trance llevo las cosas de su noona al carro y se despidió con un abrazo y deseándole mucha suerte.

Una vez sólo con sus pensamientos, se dió cuenta que si ese método era posible en personas como él, no tendría que esperar a que llegara su pareja ideal o de ser posible el mismo Yeonjun, podría formar su pequeña familia, todo ese tipo de pensamientos tuvo mientras con una sonrisa ingresaba para cumplir su horario de trabajo.

Cuando llegara a su casa buscaría mejor del tema y sus requisitos, pero Soobin estaba muy seguro de su decisión de tener un bebé.

K onda, k pex, jijiji.
No me lancen tomates porfa, yo también quiero al YeonBin juntos y felices, pero hay un caminito que recorrer antes de llegar ahí.
Les dejo este regalito navideño porque a ustedes tampoco las quería dejar sin nada estás navidades💝⛄.
Cuidense, pásenla lindo con su familia, ya sea cerquita o lejos, les deseo lo mejor estás navidades💝💝⛄⛄

Ate: Hyejoon.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro