Episode 24

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—"Te pedí tiempo porque quería reflexionar sobre como sería nuestra relación en el caso de que te perdonara, lamento si tardé mucho. Era necesario para mí, tenía que mentalizarme y darte a conocer mi decisión totalmente confiado que sé que, cualquier cosa que haga, por mal que parezca, es pensado en el bienestar de los dos..."

   Lee Hye seguía anotando lo que, prontamente, debía de estudiar para sus próximos exámenes. Ágilmente, se sentó de espaldas a la bibliotecaria, y ocultó sus audífonos con su cabello. El audio de voz de Hueningkai le sorprendió, ya que nunca mandaba uno, siempre escribía mensajes. Ella, al estar en el instituto, tenía prohibido usar el teléfono en el establecimiento (a menos que un profesor u otra autoridad se lo permitiera, que no era el caso), pero no se aguantó las ganas de escuchar lo que el chico tenía que decir. Decidió escuchar el audio aún teniendo que romper las reglas.

 Lee Hye no se dió cuenta cuando fue el momento en que dejó de importarle si los profesores le retaban o si le descubrían usando su celular en la biblioteca, tantas etiquetas llevaba sobre que era "buena chica", "buena estudiante", "alumna ejemplar", al punto de cansarse y concentrarse en accionar de buena manera sólo dentro del salón.

—"[...] No soy de las personas que perdonan pero no olvidan, o sea, en parte sí. Pero me cuesta perdonar algo cuando sé que el otro no lo merece, es algo que desarrollé a medida que iba conociendo amigos y resultaban que eran más falsos que las plantas decorativas de los salones. Tengo la necesidad de ser más transparente que un cristal en este momento, y quedaré mal parado por lo que diré. —Hye notó como la voz de Hyuka temblaba a medida que hablaba. La culpa la carcomió en ese momento. Pensó que su insistencia había corrompido a su amigo, tanto como para obligarlo a responderle sus incontables mensajes. —Sé cosas sobre ti, Hye, Pero no soy el único, Tae, mi amigo, también las sabe. Jungkook sumbaenim también las sabe. Reflexioné tanto que me cansé de ser el "medio sincero", "medio mejor amigo" si no sabes todas las cosas. Así que, te diré todo lo que siempre deseaste saber. Seré el cien por ciento de sincero que me pediste desde que te enteraste de todo, espero estés satisfecha y contenta, porque yo no lo estoy."

"¿De qué está hablando este tonto? ¿Por qué mete a Jungkook en esto?" —pensó la chica sin dejar de anotar en su cuaderno, y claramente, sin dejar de prestar atención a lo que escuchaba. Mientras más escuchaba, más rápido movía su mano con la pluma negra. "Se quejaba de que hablaba mucho de Jungkook y ahora él lo hace, el que está enamorado parece ser otro."— bromeó para calmar un poco la tensión que llevaba. 

—"Jungkook sumbaenim le mandó a Taehyun, mi amigo, para que descubriera cosas de ti, incluso los detalles tan tontos como que te gusta usar el color negro para anotar cosas le importan. ¿Sabes que pasó? El día que Taehyun iba a hablarte, él tenía examen, entonces..."

  La estudiante en ese momento ya no se sentía con ganas de anotar. Los suspiros pesados de Hueningkai la hicieron detenerse y prestarle total atención. 

"Tú puedes." le animó como si pudiera escucharla.

—"Hye, ese día que te pedí que sostuvieras las partituras de música por mí, ese día Taehyun me mandó a hablarte y ser... ya sabes, el mensajero. Me dijo que me hiciera tu amigo y así Jungkook sabría más cosas tuyas para que te sintieras más cómoda con él, y él pudiera saber como es ser un estudiante de último año normal." 

   Su pluma cayó al piso y su vista se congeló en sus apuntes. No pudo pausar el audio de voz aunque quisiera, su cuerpo quedó inmóvil y sordo ante las órdenes que ella mandaba. No lloraba para su suerte, sólo estaba confundida y, y dolida. Sí, mierda que estaba dolida.

"Lo que me faltaba en esta vida." —se quejó en voz baja para no molestar a los demás estudiantes en aquel espacio. Sus manos inconscientemente se posaron en su cuello, una en cada lado, y se deslizaron lentamente hacia la nuca para luego masajear esa zona. Respiró hondo para concentrarse en las palabras de Kamal.

—Si te perdono o no, ya no importa, porque lo que yo te oculté es muchísimo peor. —una risa torpe y triste se escuchó en la línea. —Ahora, el poder para seguir con esta amistad es concedida a ti. Y no me la pediste, pero tengo que decirlo. No quiero ser tu amigo así, Hye. Esto empezó siendo una mentira, y siendo sincero, molesta mucho. Si tu dices que esta amistad puede aguantar un poco más, quiero terminarla ahora mismo... —Hye podía escuchar como hablaba con mucha frustración encima, pero ella no se esperaba para nada lo que Kai diría. —... para recomenzar con una nueva. Empecemos una nueva amistad. Créeme, Hye. Nunca fui tan transparente en mi vida, dejé de jugar al espía desde el momento en que fingimos ser estrellas de rock en la sala de música, y ya era cien por ciento tu amigo cuando corrí desde tu tienda hasta el restaurante donde trabajas sólo para estar un tiempo contigo. Quiero a mi mejor amiga, sin secretos entre nosotros.

    El audio de voz terminó. El resto de los mensajes eran justificaciones del porque tardaría más en contestar por cosas de su trabajo. Desconectó sus audífonos de su teléfono, lo bloqueó y lo escondió entre sus libros y copias. Su pluma descansaba en el piso, y en el estado en que se encontraba, no consiguió juntar ganas para inclinarse y recogerla.

  Su mente nuevamente comenzó a encerrarse en sus ideas y pensamientos, sin importarle lo que pasaba en su ambiente. No prestó atención a lo que la bibliotecaria gritaba sobre los alumnos sacando libros sin acreditaciones, tampoco a las quejas que esos alumnos soltaban. Sólo pensaba en las últimas palabras de Kai, y en lo mucho que ella le extrañaba. No se haría de rogar, no valía la pena hacerlo. Ambos se necesitaban mutuamente, se extrañaban, siempre quisieron ser sinceros con el otro, pero una excusa había de por medio, y nunca fueron completamente sinceros como lo prometieron. Kai estaba confiado que retomar esa amistad que empezó como un engaño no resultaría bien, si corazón decía que esa relación con Hye debía terminar, pero no alejarse de ella. Y Hye confiaba en Kai, y como dijo él al principio, esa decisión era por el bien de los dos. 

  Sí, Hye estaba segura que quería empezar algo nuevo con Hyuka.

  Para su sorpresa, un chico extraño se sentó a su lado haciendo el mayor ruido con la silla, llamando la atención de la bibliotecaria y del resto de los presentes. Los regañaron a ambos, por supuesto, y el chico se inclinó varias veces seguidas pidiendo perdón por el sonido.

—Tú no te acuerdas de mí, pero yo sí me acuerdo de ti. —la chica se quitó rápidamente los audífonos, mirando con total desconfianza al recién llegado. Lo reconocía perfectamente, era el chico raro del autobús, el que consiguió que se sintiera tan incómoda como para ir caminando hacia el cementerio. "No le bastó con acosarme en el bus, también tenía que presentarse en su instituto, y justo donde estoy yo. ¡Tremendo tonto!" pensaba Hye. Acercó su mochila hacia ella y comenzó a abrazarla. "Ojalá su fetiche con las mochilas se le haya ido".

«Tenía un magnífico plan para que te acuerdes de mí, algo melancólico, como diciendo frases que decía de niño, o contándote poco a poco mi historia. Pero esto se hizo urgente y, aunque no me guste lo rápido, es esto o desaprobar.»

—Eres el del chico del autobús. —acusó como si recién se enterara. 

—"Iris il chici dil iitibis" —imitó estúpidamente a Hye. Suspiró muy dramático. —No, si soy el de la panadería. —"Este idiota está colmando la poca paciencia que tengo, y eso que entré al instituto con el tanque vacío." —Claro, recuérdame como pasé la mayor vergüenza de mi corta vida, ni quería que me recordaras como tu vecino del pueblo, al que le dijiste que era tu inútil mejor amigo. —soltó con rapidez y terminó con un suspiro. Se recompuso y siguió. —Me "represento", soy Hwang Sun Oh. Me conocen como el "novato de la clase 5", pero creo que soy mejor que unas calificaciones y una categoría de clases.

—¿Sunnie? —preguntó extrañada. ¿Su torpe amigo había escapado del pueblo donde vivían para ir a la ciudad? Eso no era muy amante de los pueblos de su parte. Ella jamás creyó volver a ver a ese viejo amigo porque ella ya no tenía intenciones de volver al pueblo, y por lo que se acordaba, los tíos de su ex-mejor amigo tampoco querían mudarse del pueblo. —No, al Sub Oh que conocí prefería mil veces cortarse una pierna a cambiar la tranquila vida pueblerina para convertirse en un aburrido ciudadano. No eres él. —Sí, ella se acordaba de él, muy poco, pero habían detalles de él que por más que cambiará de vida no podría olvidar.

   Sin embargo, las facciones de Sun Oh cambiaron drásticamente. Ya dejó de ser el niño que odiaba que su amiga se la pase leyendo para ser un joven adulto.

—Tu tía te trajo aquí, a mí una trabajadora social. Suma dos más dos y te enterarás que pasó. —la mirada sonriente del chico comenzó a desaparecer poco a poco. Abrió sus brazos esperando un abrazo, y Hye no esperó más para cumplir sus deseos. —Te extrañé mucho, Leesie.

—Que apodo más horrendo. —se quejó bromeando. Hye se alegró de tener a su amigo de la infancia. Separó el abrazo y empezaron una conversación murmurando para no recibir más regalos de la bibliotecaria.

   Sun Oh le contó casi toda su vida desde que dejó el hermoso pueblo donde vivieron para mudarse a la quejumbrosa ciudad. Sacó el tema de su trabajo como modelo, y todos los logros que estaba consiguiendo, y también la envidia que recibía por alguno de sus compañeros, exageró mucho en las narraciones, y dramatizó varias anécdotas para hacer reír a su amiga. Para vergüenza de él, tuvo que contarle sobre sus calificaciones bajas, y la promesa que le hizo al profesor sobre aprobar los exámenes para subir de clase. ¿La razón? Demostrar que un chico puede superarse a sí mismo si tiene la ayuda que requiere, no como algunos profesores de su clase que sólo entregan actividades y se sientan sin prestar atención a las consultas. Y su otra razón era por un regaño de la empresa en la que está por no estudiar y que eso podía darle una mala imagen.

   Hye realmente se sentía enternecida por todo, y por considerarla una alumna capaz de ayudarlo, pero debía de contarle que no tenía mucho tiempo para hacer sus cosas, y no sabría de dónde sacaría ese tiempo para enseñarle.

—Sun Oh, me siento halagada que me consideres todo eso de alumna buena y, todo eso. —comenzó hablando. Nuevamente la sonrisa del chico iba disminuyendo poco a poco, sabiendo lo que se avecina. —Trabajo doble turno en distintos lugares, hago mis tareas en uno de ellos porque apenas puedo pasar tiempo en mí casa. Realmente me gustaría ayudarte, pero no creo que encontremos un horario para estudiar. —el chico bajó la cabeza para ocultar su rostro, cosa que llenó de ternura a su compañera. —Puedo ayudarte de otra forma, pero técnicamente estarías estudiando solo.

—Sí, entien... ¿Eh?

—Ten. —le entregó su libro de apuntes y arrancó las últimas hojas que recientemente escribió. —En ese cuaderno estan todos los temas de matemática aplicada, puedo pasarte fotos de las consignas de los exámenes una vez que termines de estudiar todo eso, y luego te paso foto de las resoluciones para que hagas la puesta en común. —propuso con total naturalidad como si no le estuviera entregando—a ojos de Sun Oh— diamante puro.

—Hye, no. —rechazó insistente. —¿Sabes lo que otros pagarían para tener uno de estos cuadernos? ¿Lo sabes? —el abrió dicho cuaderno y encontró muchas notas pegadas y con distintos colores y flechas, todo explicado paso por paso las operaciones. —No, no. Anotaste muchas cosas aquí, no puedo simplemente llevarlo y que la culpa no me carcoma por dentro.

—Sun Oh, acéptalo. O tendrás que arreglártelas por ti solo.

—Ya entendí. Hye, eres un sol caminando entre los humanos.


















Hay guyz, Hi ladies, mmmmhhwaaaa.

 

    No es lo que es lo que esperaba, en dos días escribí todo esto. Me gusta el resultado, siento que acabé con dos pájaros en un tiro: que se reencontraran Hye y Sin Oh, y que Kai y Hye de reconciliaran. Al fin me siento en paz, ah.

  Les recuerdo que ya comencé a publicar una nueva historia llamada “Under The Bed” de los chicos de Bangtan. Se desarrolla más lento que está historia ya que es de misterio y suspenso, entonces debo ser meticulosa. Los invito a darle una oportunidad.

Cualquier cosa que quieran comentar sobre el capítulo, estaré completamente agradecida, así como también votar o agregar a listas de lecturas. Amo el apoyo que recibe está historia, y eso me impulsa a seguir escribiendo.


¡Nos estamos leyendo!

°Child°

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