Capítulo XLIII

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


— No sabía que te gustara tanto leer.

— No leo mucho, pero verte leer a ti es un placer y me entró la curiosidad. En Literatura no despegabas la vista del libro y, por lo bien que hablabas de él, tenía que ser muy bueno. Así que decidí ser responsable y leerlo yo también. Sinceramente me ha gustado.

— Me alegro de que te haya gustado, es una gran obra. Y reconozco que me has sorprendido mucho, los comentarios que has hecho en clase eran muy profesionales y serios. La profesora Quinn se ha sorprendido.

— Eres tú, Luna Miller, que me haces ser mejor. Me has cambiado mucho.

— No, Derek Jones, sólo te he devuelto a tu verdadera esencia. Además, el camino de ser un capullo no iba a llevarte a ningún lado.

Los dos nos reímos y nos unimos a los demás en el comedor.

— Tengo algo que anunciaros — digo muy seria, pero al ver sus caras me río —, el jueves que viene, el 12 de Noviembre, es mi cumpleaños.

— ¿En serio? — Dice Katy. — ¡Qué bien! ¡Fiesta fiesta!

— No te emociones tanto, aún no sé qué haré. Quiero celebrarlo pero no sé cómo.

— Cumples 18, tienes que hacer una gran fiesta — dice Derek.

— Nosotros la hicimos en su momento — apunta Alan.

Vale, me queda claro que soy la pequeña del grupo. — ¿Cuándo son vuestros cumpleaños? — Saco el móvil para apuntarlos.

— 9 de Enero — responde Derek.

— 26 de Mayo — dice Katy.

— 3 de Marzo — dice Justin.

— 4 de Junio — dice Alan.

— Vale, apuntados. Me gustan vuestras fechas de cumpleaños.

— Y a nosotros, pero la que interesa ahora es la tuya. Pensemos cómo vas a celebrarlo — aplaude Katy.

Me río. — Tranquila nena, primero supera la resaca de este fin de semana antes de volver a salir de fiesta. — Pone cara de enfado mezclada con morritos y me río, me hace mucha gracia. — Vale, vale, prometo que pensaré algo. Lo voy a celebrar.

Al terminar las clases, Derek tiene entrenamiento, así que nos despedimos con un beso y me voy a casa. La verdad es que me apetece quedarme a verle entrenar, así luego podemos ir a tomar algo o simplemente dar un paseo, pero tengo que volver a casa. Tengo una conversación pendiente con mis hermanos y es muy importante.

Cuando llego a casa están sentados en la mesa de la cocina, parece que están esperándome.

— Sabíamos que vendrías directa a casa — dice Tom con pena.

— Sinceramente, no quería venir. Pero necesitamos hablar.

— Sí. Siéntate, por favor — pide Sam.

— La comida fue genial. Le caímos bien a los inversores y les gusta mucho nuestro proyecto. Nos dijeron que la sucursal de Nueva York es un hecho y tienen planeado abrirla a principios del año que viene.

— ¡Eso es maravilloso! — Digo emocionada. Realmente me alegro por ellos. Además, Nueva York es una ciudad de oportunidades, siempre han querido tener un negocio allí.

— Sabes que tendremos que ir dentro de poco, ¿verdad? — Apunta Sam y yo asiento con la cabeza. — De momento será un viaje corto, sólo para ver los locales que han encontrado y decidir las reformas. Estamos intentando aplazarlo para después de tu cumpleaños. Esta mañana hablamos con el jefe y nos dijo que de momento no hay problema. Van a aprovechar para buscar mejores ubicaciones.

— Muchas gracias chicos. Quiero teneros en mi cumpleaños. No siempre se cumplen 18 años. Tenéis que ver cómo me transformo — digo riendo.

— Calla o a este paso evolucionarás como un pokemon — dice Sam riendo.

Tom está muy callado, está pensativo. Sé que está siguiendo nuestra conversación pero tiene la cabeza en otra parte.

— Venga, decidme ya lo malo — ambos me miran fijamente — sé que hay algo malo, sino no estaríais tan tristes.

— No es malo realmente, es muy bueno — habla Tom por fin —, para nuestro negocio es lo que estábamos esperando. Pero no lo queríamos tan pronto. Quieren que abramos también sucursal en Italia y en España.

Les miro sorprendida. España me gustó mucho, estuvimos viviendo allí unos meses y aprendí muchas recetas. De ahí viene mi obsesión por las croquetas.

— Luna, vamos a tener que estar una buena temporada fuera. Quieren expandirse allí cuanto antes y quieren que vayamos para ver locales, decidir las reformas y contratar personal. Quieren que conozcamos bien todas las zonas. Hemos pensado en dividirnos, ir cada uno a un país, así tardaríamos la mitad de tiempo pero aún no lo hemos planteado.

No les gusta. Siempre van juntos a todos lados y toman así las decisiones. No están tan felices como deberían por mi culpa. Siento que les estoy frenando y ya les dije que no pensaran en mí, que sabía que iban a irse pero no pensé que fuera tan pronto. Quedan menos de dos meses para Navidades y no quiero pasarlas sola.

— Voy a negociar que la apertura se posponga, para así posponer también nuestro viaje hasta después de Navidad.

Me siento muy triste, agacho la cabeza y empiezo a jugar con la tela de mi camiseta.

— Preciosa, sé que las Navidades son muy importantes para nosotros y créeme que haré todo lo posible para que las pasemos juntos. Sólo te pido que no te pongas triste, por favor. Esta situación nos está matando.

— Lo sé — contesto al fin. — Sé que es muy duro pero es vuestro sueño. De verdad, no os preocupéis por mí. Si al final tenéis que viajar antes de Navidad pues yo iré a reunirme con vosotros. No es problema. — Noto como se me forma un nudo en la garganta.

Tenía en mente tantos planes para esta Navidad, quizá podríamos cenar con la familia de Derek, pasar el año nuevo en una fiesta. Hasta había pensado qué regalarles a todos. Ahora tengo sentimientos encontrados, no quiero pasar las Navidades sin Derek, pero tampoco sin mis hermanos. Espero que puedan aplazarlo.

— Bueno, no vamos a hacer un drama porque aún no sabemos lo que va a pasar — dice Sam, — lo bueno es que vamos a hacernos de oro y vas a poder ir a la universidad que quieras, consigas beca o no.

— Eso es verdad — dice Tom, — vas a poder estudiar lo que quieras, hacer máster e incluso doctorado. No te va a faltar de nada. Podrás conocer mundo si quieres.

Sonrío, tienen razón, no va a faltarme de nada, salvo ellos. Siempre voy a necesitarles.

Antes de empezar a llorar me levanto de la mesa. — Bueno chicos, tenedme al tanto de las novedades, ¿vale? Voy a subir a ducharme y hacer los deberes.

Les doy un abrazo y un beso a cada uno y me dicen que me avisan cuando esté la cena.


Estoy escuchando música intentando concentrarme en los deberes cuando recibo un mensaje.

Hola pequeña, ya he terminado el entrenamiento. ¿Te apetece que pase a verte un rato?

Claro que me apetece, pero no quiero preocuparle. Hoy necesito procesar lo que viene y estar sola. Es uno de mis defectos, cuando me pasa algo me aislo. Tengo que intentar cambiarlo, pero es difícil.

Como no le respondo al mensaje, a los 5 minutos me llama. Contesto y pongo mi mejor voz.

— Hola pequeño.

— Hola mi niña, ¿qué haces?

— Acabando los deberes, ¿y tú?

— Saliendo del campo. Hoy hemos terminado pronto, ¿te apetece que pase a verte?

A ver cómo lo digo sin sonar mal. Decido ser sincera, no se merece que le mienta.

— Claro que me apetece, pero no es buen momento — guardo silencio — no te preocupes de verdad, sólo estoy un poco baja de ánimo, mañana ya estaré a tope.

— Yo siempre me preocupo por ti. ¿Qué ha pasado?

— Te lo contaré, te lo prometo, pero ahora mismo no puedo — digo ya con lágrimas en los ojos.

— Vale, no te preocupes, esperaré a que estés lista. Pero por favor, si necesitas algo, llámame.

— Vale.

Le mando un beso y colgamos.

Por la noche, estoy ya metida en la cama cuando recibo un mensaje de Derek.

Mi niña, imagino que estás pasando por un momento muy duro y no me gusta verte así. Eres muy valiente y sé que vas a superarlo, pero no tienes que pasar por esto tú sola. Sólo quiero que sepas que estoy aquí para lo que necesites, da igual el día o la hora. Estaré allí, apoyándote.

Al final voy a llorar.

Te lo agradezco mucho, de verdad, no sabes lo que significas para mí. Es una tontería, no te preocupes.

Me manda un beso de buenas noches y guardo el móvil bajo la almohada. Este asunto parece una tontería visto desde fuera. Mis hermanos no se van para siempre ni les ha pasado nada malo. Pero son la única familia que tengo y no estoy preparada para que se vayan.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro